¡El Reino cerrado, peligro en la frontera! Parte 2.
Karma estaba en sus posición cuidando la zona, estaba muy concentrado en lo que hacía: vigilar y prepararse para atacar en cualquier momento.
Un lobo gris apareció y empezó una pequeña batalla que terminó con karma como vencedor quitándole algunos órganos y su garganta, lleno de sangre avanzó en su lugar matando a más lobos que se acercaban.
El Bengala descargaba su irá de no poder estar con Nagisa y complacerlo en su celo matando a todo el que se le acercaba a pesar de la armadura. Por otro lado ren se había negado a atacar el segundo reino de Asano, aunque a este no lo vea así.
Asano estaba herido con un gran zarpazo en su hombro y por ello tenia una venda allí si poder mover su brazo, ren cuidaba de el esperando su recuperación. Gakuho entró a la habitación y Asano le miro preocupado mientras que Ren enojado y gruñendo, se había ganado su odio.
Gakuho sin decir nada colocó una inyección en el cuello de Ren haciendo que este callera al piso y convulsionara.
-¡Ren!¡¿Qué le hiciste?!
-Solo necesitaba un lobo capaz de darle pelea a Akabane, y como tu no lo harás, lo hará el -Dijo mirando como los ojos de ren se hacían rojos y pasaba a volverse un lobo salvaje.
Cuando la transformación paró un poco el lobo se había vuelto loco y sacudia su cabeza, su color de ojos normal Volví a y luego era rojo otra ves, Ren estaba peleando con su descontrolado lado animal.
Gakuho tiro la geringa ya vacía y tomo un silvato en su bolsillo y cuando lo hizo sonar Asano cerró un ojo con fuerza y Ren agitó su cabeza, pero se detuvo y se puso frente a gakuho con los ojos rojos.
Gakuho guardó el silbato y sacó algo más del bolsillo, era un trozo de ropa de karma que una vez le quitó, se lo arrojó al lobo y este lo olio.
-Matalo, ahora.
Y así el lobo salió corriendo teniendo como objetivo al gato Bengala. Karma estaba atacando aún lobo blanco, este se logró lastimarlo y pudo haberlo matado en ese momento de no ser por la gata negra de okuda que apareció en ese momento matando al lobo.
-¿¡Qué haces aquí!? ¡eres Omega! -Gritó karma acercándose.
-¿Y dejar a mi amigo sólo? Ni hablar -Okuda se sacadio y miro a su mejor amigo.
-Yo... I-intente detener-la... -Dijo una chica de cabello verde llamada kayano, estaba muy cansada de tanto perseguir a okuda.
-No importa, vamos.
Por otro lado Irina se encontraba alistandose para dar pelea a los lobos con ayuda de su supresor que siempre llevaba en su cuello, pero aún se sentía algo débil por perder tanto poder por lo que callo al piso con un mareo. Koro-sensei caminaba cerca cuando vio a Markil traer a una débil Irina entre sus brazos.
-¡Koro-sensei! Irina a perdido mucha magia, esta muy débil... tememos que si la ponemos a pelear pueda... -Habló Markil preocupada, Irina estaba casi desmayada y respiraba apenas.
Koro puso su dedo índice en la frente de Irina y un brillo la recorrió, se levantó llena de energía bajo la sorprendida mirada de Markil.
-¿Qué me hiciste...?
-Sólo te entregué un poco de poder, ahora estas mejor ¿No? ¿Puedes participar en la batalla? -Irina observo la armadura de koro-sensei y su mirada lista para la batalla.
-Si puedo. -Dijo lista y fue junto a Markil y las otras brujas a ponerse sus trajes de hechiceras en batalla, los cuales eran un poco eróticos pero cumplían con la función de darle una movilidad perfecta a las brujas, aunque a Markil no le gustará vestir de esa forma.
Al llegar la noche la sala de Omegas estaba muy llena, Nakamura e Isogai habían estado hablando con él sobre cualquier cosa. Aunque en el fondo Nagisa extrañaba la presencia de karma, y por ello olía una camiseta de el cada ves que se sentía sólo. El semblante melancólico de Nagisa se detuvo al ver a su madre y padre entrar a la habitación.
La familia se vio fijamente a los ojos hasta que decidieron hablar, obviamente estaban lejos.
-¿Mamá... papá? -Susurro Nagisa estaba feliz pero no se creía el que sus padres estuvieran allí.
Por su mente pasó su relación con karma y el que podría estar embarazado... no sabia cómo actuar frente a sus padres.
-¿Hijo?... -Ambos padres creían a su cría muerta, miraban muy contentos a Nagisa al ver que estaba bien.
Isogai y Nakamura miraron a donde Nagisa miraba, y luego a donde los padres miraban. Padres e hijo corrieron para abrazarse con fuerza, llorando porque aliviaban sus temores de no volverse a ver. era una linda vista de una familia Unida que todos los Omegas de la habitación vieron.
Unos con indiferencia, otros con melancolía y otros con felicidad. La noche pasó hasta ser las 12 donde Nagisa tuvo que ir al baño y saliendo de este una ventana se rompió dejando ver aún un Alfa Bengala.
-¿...Que haces?...- Dijo Nagisa sorprendido al ver su Alfa lleno de sangre y agitado.
-Debemos irnos Nagisa.
....
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top