Hola tortufanes, lamento no haber subido un capítulo, pero es que ultimamente e estado muy ocupada y con falta de inspiración, pero e regresado al fin, así que, no más charla y disfrútenlo
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Narro yo...
Leo y Karai se detuvieron en las rejas del castillo las cuales estabán vigiladas por guardias.

Karai: Ya llegué, dejenme pasar

Y se abren las puertas rápidamente.

Guardia 1: Lo siento princesa

Karai: No se preocupe, por cierto, traje a un mutante, ya que no tiene un lugar en donde quedarse

Guardia 1: ¿Le avíso a sus padres?

Karai: No, yo lo haré

Guardia 1: Como usted quiera *Se retira a cerrar la reja enorme*

Leo: ¿Estás segúra de que es una buena idea?

Karai: Si Leo, estoy segúra *Camina hacia la puerta del castillo*

Leo: *La sigue*

Los dos entraron y lo primero que vió Karai fue a sus padres frente a ella, pero no enojados.

Tang Shen: ¿Dónde estabás? *Preocupada*

Karai: Solo fuí a pasear

Hamato Yoshi: Al menos nos hubiéras avisado

Karai: Perdón Papá

Tang Shen: *Ve a la tortuga detrás de Karai* ¿Quién es el?

Karai: Mamá, papá.....el es Leonardo, ¿No lo recuerdán?

Hamato Yoshi: *Se queda pensando* Ah si, eres el jovén mesero del famoso restaurante.

Leo: Si, su majestad

Tang Shen: Ah si, ya recuerdo.......¿Y qué haces aquí?

Karai: No tiene lugar dónde quedarse y entonces lo invité a quedarse

Tang Shen: Oh, por supuesto que puede quedarse

Hamato Yoshi: Puedes quedarte en la habitación de huéspedes

Karai: *Se emociona, ya que esa habitación esta frente a la de ella*

Tang Shen: Bueno, es hora de dormir

Karai y su madre se van a sus cuartos y Leo se queda con el rey.

Hamato Yoshi: Leonardo, ¿Podrías hacerme un favor?

Leo: Claro su majestad, ¿En qué puedo ayudarlo?

Hamato Yoshi: En 2 semanas tendrémos un banquete en el castillo, muchos reyes y reinas vendrán y traerán a sus hijos para ganarse la mano de nuestra hija.

Leo: *Se quéda sorprendido y triste a la vez, ya que la chica que le gusta solo podía estar con príncipes*

Hamato Yoshi: Y el problema es que los meseros de aquí son algo torpes y muy miedosos, ¿Podrías ayudarlos a ser mejores meseros para no quedar mal?

Leo: Ah, claro su majestad, será un placer ayudarlos

Hamato Yoshi: Gracias, te lo agradezco, en fin, te llevaré a tu habitación, sigueme

Ambos caminaban por el castillo y Leo estaba muy pensativo, pensaba que Karai se enamoraria de un princípe y que vivirían felices para siempre con muchos hijos, pero el quería estar con ella, quería ser el amor de su vida, quería vivir con ella, casarse con ella, tener hijos y vivir felices por siempre, ese era su sueño, eso quería el, ser el príncipe azul de su amada príncesa, Karai.
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¡¡ADIÓS TORTUFANES!! ❤️