🌟Prólogo🌟
La alicornio se sentía mal, como si alguien la hubiese estrellado violentamente contra una montaña, ¿Cómo sabía el como se sentía aquella sensación? De su batalla contra Tirek hace unos años, aún podía recordar de manera vivida aquella violenta batalla.
Abrió los ojos y fue golpeada por la resplandeciente luz solar, que hacía sudar mucho su cuerpo.
Parpadeo un par de veces y vio a su alrededor, por dónde viera, solo había rocas y un ambiente árido e inhóspito.
No recordaba como es que llegó hasta allí, la última imagen que tenía en su mente era la de ella practicando un nuevo hechizo que encontró en el antiguo Castillo de las Dos Hermanas, luego de eso, no recordaba nada.
¿Cómo era el hechizo? ¿De qué trataba? ¿Y para qué era con exactitud?.
Forzó su mente a recordar, pero solo había un gran vacío, como si la información del hechizo hubiese sido borrada de su memoria, era algo de lo más extraño.
Tal parecía que el hechizo la había arrastrado hacia algún sitio remoto, uno muy lejano de Equestria por lo que podía ver, pues el paisaje no le resultaba familiar en absoluto.
Al menos podía decir que no era un lugar tan horrible para aparecer...
Se arrepintió instantáneamente de aquel pensamiento cuando escucho un gruñido tras ella. Al virar, se encontró cara a cara con un gran dragón negro, que tenía similitudes con las de un felino, heridas abiertas y sangrantes cubrían su cuerpo.
Al rededor de aquella imponente, pero débil criatura, había huevos que fueron aplastados con gran furia, en los restos, había pequeñas manchas oscuras, apenas con forma.
Eran dragones bebé, que no llegaron a termino.
El dragón, que deducía, era una hembra, movió su cabeza y empujo, desde debajo de su ala mutilada, un huevo, el único que pareció haber sobrevivido.
«Por favor... Por favor... Llévatelo... Llévatelo... No dejes que mi último bebé también muera... Por favor, te lo ruego...» Suplico la hembra moribunda, mirando a aquella extraña criatura que había aparecido de la nada, era su única esperanza.
Twilight observó el huevo y luego a la dragón moribunda, aún si quisiera ayudarla, no podría llevarla a tiempo a un hospital o un veterinario, sus heridas eran graves y no creía que ella aguantará el viaje. Tragó y se acercó al huevo, tomándolo entre sus cascos.
Sus orejas se movieron cuando oyó pasos, ¿Y si lo que sea que dejo así a la dragón hembra, había vuelto?.
La alicornio entro en pánico e intento usar su magia para crear un escudo a su alrededor y protegerse de lo que sea que se acercaba, pero de su cuerno solo salieron algunas chispas de color magenta.
Twilight se paralizó al ver humanos, ¡Eran humanos! ¡Cómo los del otro mundo, donde vive Sunset Shimmer!.
Aquellos tenían armaduras extrañas y hachas en sus manos, claramente, eran hostiles.
Con premura y dificultad la alicornio forzó la magia atraves de su cuerno, el miedo de ser mutilada viva le dio el impulso que necesitaba.
La yegua se teletransportó, apareció a unos diez metros en el aire, extendió sus alas y las agitó para mantenerse arriba, fue extremadamente difícil mantenerse en las alturas debido al agotamiento físico y mágico que experimentaba, el hechizo la había drenado.
Y, también, el cargador aquel huevo se le hizo difícil, era como estar llevando una roca de tres o cuatro kilos.
Desde las alturas, la Princesa de la Amistad vio un numeroso grupo de humanos con mucho bello facial, que estaban cargando provisiones, llevándolas hacia enormes embarcaciones de madera.
La alicornio observó su entorno, todo, hasta el horizonte, el océano rodeaba el lugar en el cual había caído, que resultó ser una isla, una bastante pequeña.
¿Dónde estaba?.
Imagen Editada Por Mi:
Imagen Original (Artista: ArtLadybug122).
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