Capítulo no apto para sensibles.

Narra: Mia

-La vista es hermosa, hay mucho por recorrer... Soy libre.-Después de tanto tiempo por fin pude hablar sin necesidad de que este mi prometido, bueno ahora ex prometido.

-Yo no diría eso preciosa.

Me di la vuelta y veo a un señor alto le calculo que tiene 30 años.

-¿Quién es usted?

-No te preocupes por ¿Quién soy? Mejor preocúpate por ti.

Sentí mucho miedo, le di una señal a mi caballo para que corra lo más rápido que pueda y eso hizo, el señor silbo y detrás de los arbustos salieron caballos, me empezaron a seguir, el señor que me encontró primero se ve que es el líder del equipo, su caballo empezaba a alcanzarnos, ya cerca lanzo una cuerda para que se detuviera mi caballo, me intente bajar corriendo pero me detuvo el líder del grupo.

-¿A dónde crees que vas? Ahora me perteneces.-Me dio una cachetada y me amarro las manos y las piernas, me cargo como si fuera un costal y para que no hablara me tapo la boca con una tela, tardamos como dos horas para llegar al lugar donde ellos querían ir, mientras pasaba vi que en ese lugar solo hay chicas atadas y maltratadas.

Me arrojaron al piso, me dolió tanto que en seguida me puse a llorar, me desataron, yo me pare para intentar escapar, pero no logre nada, me dieron un fuerte golpe en la boca del estómago lograron sacarme el are por completo, me dieron cuatro cachetadas, me empezaron a golpear muy fuerte, yo empecé a llorar cada vez más.

-Por favor dejen de golpearme.-Suplique.

-Está bien pero que te quede claro que esto te va a volver a pasar si no nos obedeces.

Me pusieron como sirvienta, atiendo al jefe, me duele mi cuerpo por mis golpes, estoy sola.

-PRECIOSA TRAIME MI COMIDA.-Siempre que se enoja quiere decir que me va a pegar.

Le lleve su comida y recibí una cachetada, no le gusta que su comida llegue tarde, me la paso haciendo el aseo, cuando acaba el día, las demás mujeres se duermen en una casa en muy mal estado, pero yo no, a mí me amarran mis manos y mis pies y me meten en una celda, solo por ser la sirvienta del jefe, para que nadie me robe.

Una semana después...

Estoy muy golpeada, casi no duermo, estoy trabajando las 24 horas del día, no lo soporto más, todos los días intento escapar pero no lo logro.

Estaba haciendo el aseo cuando llega un hombre que me toma y me lleva a la sala de reuniones, todos me miran con cara de malicia, creo que ahora, si estoy muerta.

-Hola preciosa.-Habló el jefe.-Ya descubrimos tu pequeño secreto, eres la princesa heredera al trono del reino, por eso te casaras conmigo, yo quiero ser el nuevo rey.

-Nunca me casare contigo, primero muerta.

-Pues si no quieres a las buenas será a las malas.

-Según el protocolo yo tengo que aceptar, pero no voy a aceptar nada, no voy a permitir que dañes a personas inocentes.

-Lo vas a hacer o te encerrare en donde nadie te pueda encontrar.

-Entonces enciérrame en donde nadie me pueda encontrar, yo jamás me casare contigo, tú eres un monstruo. .-Me pega muy fuertemente, mi vista se empieza a nublar y caigo desmayada.

Me levanto y veo a mi alrededor, es un bosque y hay un lago enorme yo estoy amarrada dentro del lago, y entonces lo veo a él, al jefe.

-Aquí vas a estar toda tú vida, a menos que decidas casarte conmigo.

-Jamás, personas como tú no merecen reinar, por eso hui de mi reino, para que no tuviera que ver como destruían mi reino y mi vida.-Solo vi como el jefe se dio la vuelta y se fue.

Tres días después...

Él no ha venido a verme, la cadena con la que estoy amarrada me permite caminar unos cuantos pasos, la verdad vivir en el agua no está nada mal, creo que a partir de ahora me tengo que acostumbrar a esto, pero lo veo por el lado positivo ya no me golpean.

Continuará...

La historia va a avanzar un poco rápido.