Capítulo 12. El secuestro
La princesa demonio se levantó con un dolor en el pecho. Ya Shinobu le avisó que son las consecuencias de estar embarazada. No. Es algo más. Ella lo sabe perfectamente. Aunque haya perdido gran parte de su conexión con su padre por no tener un gran vínculo emocional, tiene la corazonada de que ha hecho un movimiento. Un movimiento bastante peligroso para la humanidad. O para ella y para su bebé. Unas cuantas gotas de sudor iban resbalando por su sien. No le da buena espina.
___ se levanta de la cama teniendo mucho cuidado con su vientre. Parece que está a punto de estallar. Y su instinto materno iba creciendo poco a poco. Ya está ansiosa de tener a la criatura en sus brazos y darle todo el amor del mundo. Sanemi lo hará bien. Eso lo sabes con certeza porque ese chico ha cambiado bastante contigo. La peli-(c/c) acaricia su vientre con mucho cuidado, mientras fija la mirada en el balcón. Tiene que esperar a la llegada de su esposo.
Su olfato se agudizó porque detectó el fuerte aroma de Genya afuera. Ese chico siempre está ahí en las mañanas cual guardaespaldas. Poco a poco los dos iban abriéndose y casi convirtiéndose en amigos; aún así, Genya todavía no tiene tanta confianza en ella, aunque sea una princesa de alta cuna. Es un demonio, al fin y al cabo.
Las sirvientes llegaron, como siempre, para bañar a la joven con mucho cuidado porque su vientre es grande. Algunas dicen que posiblemente sea un niño varón. Otras, una niña. A ___ no le importaba con qué género naciera. Si puede darle todo el amor que recibió cuando era pequeña, sería la mujer más feliz del mundo. Sólo deseaba que Sabemos volviera para su nacimiento. Ella desea que esté presente. Bañada y vestida, salió de su cuarto encontrándose al hermano pequeño de su esposo.
Genya está tieso como una estatua. Parece que no ha parpadeado en ningún momento. ___ ladeó la cabeza preguntándose si se encontraba bien. El joven moreno se percató de la presencia de la chica y se separó de la pared para hacer una reverencia a modo de respeto. Aún la princesa no está acostumbrada a ese tipo de trato. Genya acompañó a la chica hasta el comedor. Esto es algo habitual. Una costumbre.
Pero la princesa se paró un momento y miró de nuevo al balcón. Genya se dio cuenta de ello porque está detrás suya. Él la imitó, queriendo averiguar qué es lo que está mirando. ¿A su hermano? No, la misión de Sanemi iba para largo.
—¿Ocurre algo, princesa? —preguntó Genya queriendo salir de dudas.
—... Quisiera reunirme con Oyakata-sama.
Eso llamó mucho la atención de Genya. No puede negarse ante tal petición.
—Le aconsejo que vaya primero a desayunar y luego la llevaré con Oyakata-sama.
___ asintió complacida ante ello. Sí, será mejor comer algo antes de reunirse con el Rey de los Humanos. Debe anunciar algo importante. Algo malo iba a pasar en el Reino de los Humanos. Ese presentimiento está creciendo cada vez más. Tiene la sospecha de que algunos demonios se están escondiendo.
¿Estará él?
🌸🌸🌸🌸
Tres pares de ojos observan desde las sombras el Reino de los Humanos. Puede sentir la presencia de la princesa Kobutsuji y una criatura a punto de dar a luz. Él fue el único demonio que supo las intenciones del Rey Demonio en tener relaciones sexuales con una humana mortal. No pensó que el plan hubiera funcionado por una parte. La princesa nació siendo un demonio con una pequeña parte de esencia humana.
Kokushibo tiene recuerdos de haber cuidado a la princesa, cuando Muzan decidió encerrarla en la torre, mientras buscaba una solución con ella. La niña solo buscaba a alguien con quien entablar conversación y el único que la escuchaba era él. Kokushibo tiene una larga vida convirtiéndose en la mano derecha del rey. Siempre llegó a pensar que él se convertiría en la pareja de la princesa. Cuando la vio después de tanto tiempo encarcelada, sintió que estaba viendo a una diosa del verdadero inframundo. Puede que esté algo esquelética, pero no limita su belleza.
—¿Crees que si Muzan-sama se come al niño, me dirá en casarme con la princesa?
La voz ruidosa de Douma llamó su atención. Por alguna razón, no le gustó para nada.
—Eres un hijo de puta sin escrúpulos —habló Gyutaro—. Pero ¿quién sabe?
—Una escoria como tú, no debería casarse con la princesa.
—¡¿Por qué no, Akaza-dono?! Yo le daré el mayor placer de la historia.
Douma no es el indicado para la princesa. Lo sabe muy bien. Kobutsuji ___ tiene que ser alguien que la proteja con su vida. Es una princesa y no un juguete de usar y tirar. La mano derecha del Rey Demonio no le agradó que esa princesa frágil se casara con un humano. Y todo para un plan malévolo. Devorar a un niño para ser inmortal ante los rayos del sol. Mejor para Kokushibo porque ese bebé no merece vivir en este mundo y que sea hijo de un hombre que no fuera él.
Sus ojos volvieron a centrarse en el castillo. Su instinto le pide que no la pierda de vista. Ningún demonio se le adelantará. Ya él conoce el aroma de la princesa. Olor a flor de cerezo mezclado con jasmín. Y su aura casi blanca con toques morados; representan su inocencia y su lado de demonio.
—¿Cuánto tiempo debemos esperar? —preguntó Gyokko, impaciente.
—¿No ves que no es el momento indicado? ¿Dónde están tus ojos, estúpido? —gruñó Daki—. Muzan-sama no desea que fallemos en esta misión.
—¿D-Dónde está Kokushibo? —preguntó Hantengu.
Nadie se percató que la Primera Luna Superior había desaparecido. Es una criatura que prefiere la soledad. Odiaba estar alrededor de las personas inútiles y que no son fuertes.
Kokushibo se atrevió a acercarse aún más al castillo quedándose en un árbol alto, donde sus ramas son extensas creando una gran sombra que lo protegía del sol. Gracias a su aprendizaje durante estos largos siglos se percató que la princesa estaba reunida con el Ubuyashiki. ¿Por qué?
¿Se percató de su presencia?
🌸🌸🌸🌸
—Oyakata-sama, la princesa Kibutsuji desea hablar con vos.
Uno de los soldados anunció al rey sobre la llegada de ___. Este sonrió complacido porque ella siempre será recibida con los brazos abiertos.
—¿En qué puedo ayudarte, ___? —preguntó.
—Quisiera hablar de algo que me tiene preocupada desde esta mañana.
—Si se trata de Shinazugawa, no te preocupes. Es un guerrero con gran talento.
—No dudo que lo sea —afirmó—, pero no se trata de eso. Tengo el presentimiento de que mi padre ha hecho el siguiente movimiento porque siento la presencia de demonios alrededor de la gran ciudad.
Eso alertó demasiado a Kagaya, y eso incluye a los presentes. Si es así, eso significa que el reino está en peligro. La verdad no entendía el motivo. Se supone que existe paz entre ellos y los demonios. O tal vez sea una trampa. No está muy seguro.
—Y son demonios peligrosos —concluyó.
—¿No se supone que se firmó un tratado de paz con el casamiento de la princesa y de Shinazugawa? —preguntó Obanai, un tanto confuso—. ¿O todo fue una falsa?
—Nunca debemos fiarnos de los demonios —habló Gyomei—. Es triste, pero es la realidad.
—¡Qué aparezcan! —exaltó Tengen—. ¡Así le demostraremos a esos demonios la fuerza de los Hashira!
—Un momento, hijos míos —avisó Kagaya—. Debemos analizar con detenimiento el motivo de este movimiento. Lo único que se me ocurre es que se haya enterado sobre el embarazado de ___.
—¿Y por qué siente interés? ¿Quiere estar presente en el nacimiento de su nieto? —cuestionó Mitsuri queriendo comprender todo.
Esa pregunta se hizo también ___. Su padre no sintió interés en ella desde que nació y ahora es todo lo contrario. No. Hay algo más. La peli-(c/c) se tocó el vientre con cierta protección porque no quería que hagan daño a su bebé. Encima está sintiendo la presencia de Kokushibo ahí afuera. Solo deseaba que se marchara y que la dejara tranquila.
—Por favor, no alertéis a los ciudadanos sobre los demonios —anunció Kagaya—. Que todos los soldados estén vigilando en las torres y en las entradas. No sabemos dónde aparecerán. Shinazugawa Genya y Rengoku Kyojuro estarán con la princesa, por su seguridad. El resto estará conmigo.
Todos asintieron ante la propuesta del rey. Tienen que tener los ojos abiertos para esta noche.
🌸🌸🌸🌸
Y la noche cayó. Todas las personas estaban durmiendo en sus casas, menos los soldados que estaban vigilando el lugar. La princesa ___ está sentada en el sofá mirando el balcón con cierta intranquilidad. Detrás de aquellas puertas están Kyojuro y Genya por si pasaba algo malo. Las ventanas del balcón están cerradas, así que será imposible de que se abran, pero nadie es consciente de que los demonios más poderosos pueden ocultar su presencia ante los humanos.
___ se estremeció al sentir la presencia de la mano derecha de su padre. Ella se levantó para caminar en dirección al balcón y ver a ese demonio en una postura tranquila. No debería abrir las ventanas. Lo hace. Es la única criatura que la alimentó y que escuchaba sus conversaciones.
—Kokushibo.
—Princesa —murmuró como el viento mismo. Sus tres pares de ojos se fijaron en el vientre de la joven—. Sí, Muzan-sama tuvo la razón.
—¿Por qué estáis aquí? El tratado de paz está en medio.
—Su padre quiere que vuelva a casa.
—Él no me quiere. Tú lo sabes bien —recalcó.
—Lo sé, pero nos dio la orden. Si viene con nosotros, no se bañará sangre en este lugar —recalcó.
—No lo creo. Los demonios no prometéis nada.
—No se olvide que usted es un demonio también, princesa. Sí… También hay sangre humana que recorre sus venas.
—¿Cómo sabes…? Ah, mi padre os lo habrá explicado, ¿verdad? —Kokushibo asintió—. ¿Y sabes que le pasó a mí madre?
—Me temo que esa información no la tengo.
—¡No me mientas! —le gritó—. Todos los demonios tenéis cierta conexión con él. Tú sabes lo que le pasó.
—No se excluya, princesa —corrigió.
—¡Yo llevo años sin tener una conexión con mi padre! —Su voz se podía escuchar en cualquier rincón porque la rabia la consumía—. ¡Él me repudió desde que nací! ¡Y no entiendo el motivo de su interés en mí ahora! ¡¿Qué es lo que quiere?!
Kokushibo no dijo nada. Simplemente sus ojos se centraron en el vientre de la princesa. Ahí lo entendió. Ella, instintivamente, abrazó su vientre y miró con mucha ira a la Primera Luna Superior. No podía creer que iban detrás de ella solo por el bebé. No iba a permitir eso. Ya ella es feliz estando con Sanemi.
___ abrió la boca para gritar, pero Kokushibo fue lo bastante rápido como para amordazar su boca e inmovilizarla completamente. La princesa demonio está débil a causa de su embarazo.
—No desea hacerla daño, princesa. De hecho, mis sentimientos hacia usted no han cambiado desde que se marchó del castillo.
La peli-(c/c) ladeó su cabeza no queriendo recibir ninguna caricia por parte de Kokushibo. Lo repudiaba. Solo desea estar con Sanemi. De repente, escucha como las puertas de su cuarto se abrieron de golpe. Kyojuro se percató de que algo no andaba muy bien. Genya sacó su espada para enfrentarse al demonio, sin embargo, un temor enorme invadió su cuerpo. Es la primera vez que veía a un demonio de alto rango. Kokushibo se giró para que se dieran cuenta que hacer un movimiento es una estupidez teniendo a ___ en sus garras.
—¡Soltad a la princesa! ¡Sois un cobarde! —gritó Kyojuro.
—¿Yo? Sí… pero sé que vuestro código de honor os impide luchar ante una mujer débil y en estado.
Eso es cierto. No podían hacer nada. Kyojuro no podía atacar, teniendo a ___ en peligro. Aún así, no puede dejar que se salga con la suya porque vio como Kokushibo iba caminando hacia atrás hacia el balcón. Atrás se podían escuchar los gritos de los soldados siendo atacados por los otros demonios. La prioridad de ambos es proteger a Kibutsuji ___.
—Decidle a ese humano que se olvide de la princesa —murmuró—. Ya la tengo, Muzan-sama.
—¡No te la vas a llevar, hijo de perra! —insultó Genya.
No le dio tiempo a atacarlo porque Kokushibo desapareció con ella. También los demonios que fueron proclamados por su amo. Genya se sintió estúpido por un momento. No podía creer que haya fallado en la misión.
¿Cómo se lo dirá a Sanemi?
¿Cuál será su reacción?
¿Estará a salvo?
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