Navidad
24 de diciembre a la noche, ya todo estaba ordenado y listo para la cena de noche buena y esperar la navidad todos juntos.
En el templo de acuario los caballeros dorados de Escorpio y Acuario, junto con el santo de Cygnus aguardaban a que Shiori saliera de su cuarto y así subir todos juntos al templo principal.
Después de unos momentos la menor finalmente se digno a salir, camino a paso lento apenas audible por el extenso pasillo hacia la sala donde todos la esperaban.
-Ya estoy lista.-dijo con voz suave cuando entro a la habitación.
Los tres caballeros frente a ella se quedaron perplejos ante su imagen: Shiori llevaba un vestido corto hasta las rodillas de color celeste muy claro casi blanco que parecía destellar cuando caminaba; con finas tiras a modo de tirantes, bien ceñido al cuerpo pero con vuelo en la falda. En los pies calzaba unos delicados zapatos plateados con apenas algo de taco y el cabello suelto en forma de ondas le caía divinamente a cada lado de los hombros.
-¡Shiori estas hermosa!-expreso emocionado Milo
-Gracias Milo.-respondió sumamente sonrojada al tiempo que bajaba la vista- ¿Subimos?
El escorpiano sonrío y junto con acuario y la chica emprendieron la subida a la cual el joven rubio se sumo a los pocos pasos después de recibir un llamado de atención por parte de su maestro.
Con el correr de la noche y de las horas, Shiori bailo con muchos de los presentes de lo mas bien reía y se divertía mucho sobretodo con las caras que hacia Milo cuando alguien la sacaba a bailar. El mayor problema fue cuando bailaba con Isaac ya que antes de acabar la pieza alguien mas la estaba reclamando.
- ¿Me permites?
-Claro.-dijo Isaac con una sonrisa cediéndole la mano de la chica sin siquiera preguntarle a ella su opinión.
-Hola
-Hola .
-De verdad estas muy bonita.
-Gracias Hyoga.-dijo viendo a algún punto de la pared.
- ¿Shiori que te ocurre?
-Nada, ¿Por?
-Desde que nos peleamos aquel día no me tratas igual. Te has ablandado con todo el mundo excepto conmigo, sino que al contrario estas mas fría y distante.
-Solo digamos que pude reflexionar y me quedaron varias cosas en claro.
- ¿A que te refieres exactamente?
-¿Eso importa?-lo miro a los ojos como buscando algo.
-A mi si.-el caballero le devolvió la mirada con la misma intensidad, lo que hizo desviar la vista a la chica.
-No quiero hablar de eso. ¿Esta bien?
-No. Quiero saber que es lo que te molesta.
-Ya te dije que nada.
-Shiori yo también estuve pensando bastante desde ese día y llegue a una conclusión que me gustaría que tu compartieras-la chica lo miro extrañada sin saber a que se refería por lo que él suspiro y continuo-el otro día Milo hizo un comentario que me dejo helado y esa idea no se fue de mi cabeza hasta que comprendí que la sola idea de que estuvieras con alguien mas que no sea yo me resulta muy molesta.
Las palabras de Hyoga dejaban totalmente fuera de lugar a Shiori. ¿Le estaba jugando una broma o algo así? Si era eso no es era gracioso. De todas formas el día de la pelea ella había tomado una decisión y no quería cambiarla.
-Lo que quiero decir es que te quiero y quiero estar contigo.-finalmente logro articular Hyoga.
-Yo...-sus ojos se habían abrieron completamente quedando estupefacta solo viéndolo-yo... no-dijo reuniendo fuerzas y virando la vista a otro lugar
Hyoga no pudo emitir comentario solo se la quedo viendo.
Al notar que ella se lo había dicho con voz apagada y sin verlo de frente se atrevió a cuestionar.
- ¿Por que? ¿No te gusto? ¿O solo era un capricho y ya se te paso?
-No soy una niña caprichosa-se apresuro a refutarle viendo directo a los ojos con la mirada chispeante.
- ¿Entonces es miedo?
- ¿Miedo?
-Shiori yo te gusto...¿Verdad?...contéstame por favor.-agrego al no recibir respuesta después de unos momentos
-Para que si ya sabes que si-bajo la vista.
-Entonces tengo razón tienes miedo
-¿Miedo de que?
-De enamorarte.-soltó como si de lo más natural del mundo se tratara.
Por un instante el tiempo se había detenido para la ojiazul. ¿Como lo había hecho como había sacado aquella deducción? Si nunca le había dicho nada a él.
Estaba asustada, tan fácil podía Hyoga descubrirla, como lo había hecho? Pero a la vez una parte de ella parecía alegrarse de que el rubio le prestara tal atención al punto de descubrir por si mismo algo que ella no se atrevía a decir... hasta ese momento.
-Si... tengo miedo-admitió y busco los ojos del otro-tengo miedo de enamorarme y que luego me quede sola sin poder olvidarme de ti. Por eso aunque me duele estar lejos de ti prefiero eso a sentir toda mi vida el dolor que sentí aquel día que peleamos y llore por ti.
De nuevo el silencio se apodero de la pareja con esta ultima frase, no solo por el mutismo de sus constituyentes si no porque además la pieza había finalizado
-Con permiso voy a tomar aire.-dijo la chica separándose de él y dirigiéndose al balcón.
Hyoga no pudo objetar nada se encontraba absorto en la las ultimas palabras de la chica, estas retumbaban en su mente y lo dejaban completamente descolocado. Tenia que arreglar eso y lo más pronto posible.
Shiori salió de la pista muy sigilosamente y estuvo unos minutos fuera solo contemplado las estrellas y esporádicamente el camino que formaban las doce casas. Sonrío al darse cuenta por primera vez que hermoso se veía el santuario desde aquel lugar. Pero su tranquilidad se vio interrumpida por la presencia de alguien que se acerco por detrás
- ¿Te cansaste de bailar con Isaac?-Shiori se volteo.
-Hola Flare.-contesto en tono parco
- ¿O con quien querías bailar no quiso y viniste a llorar a ver si le das lastima a alguien?-Al parecer la rubia no había notado que Hyoga y ella ya habían bailado y, por ende, ni sospechaba del pequeño intercambio de palabras que habían tenido.
-Solo quería aire fresco-dijo a modo de respuesta para intentar cambiar el tema-algunos preferimos eso a estar encerrados todo el tiempo en un castillo de cristal.
-Ja di lo que quieras pero que algo te quede claro: Hyoga siempre fue es y será mío porque le gustan las mujeres sofisticadas y maduras como yo.-comento con saña
-Querrás decir las niñas tontas y consentidas pero suponiendo que eso sea cierto ¿Porque aun no están juntos?-la chica miro con desafío a su interlocutora
-Porque Hyoga es un tanto tímido y no voy a permitir que una niña me arrebate lo que he ganado en estos años me oyes Hyoga me quiere a MI
-Si tu lo dices-desvío la vista a las 12 casas con la clara intención de terminar con aquella conversación.
Flare la miro furiosa pero al notar que ya no conseguiría nada mas dio media vuelta y después de un resoplido regreso a la fiesta. Shiori sonrió al oír la puerta para luego hablar al aire
-Que raro-vio que las luces de su cuarto estaban encendidas-Mejor voy a ver.
Decidida, bajo con cuidado por la parte de atrás para no volver a entrar.
Cuando llego las luces del templo estaban apagadas, no las necesitaba ya sabia de memoria como llegar a su cuarto. Una vez en la entrada de este encendió las luces allí encontró su cuarto casi exactamente como lo había dejado, casi porque había algo de mas: sobre su cama una hermosa rosa roja reposaba junto al pingüino con el que la chica dormía acompañado de una nota que decía "espero te guste"
Se acerco lentamente a la flor y con delicadeza la levanto y percibió su aroma.
-Es dulce como el aroma de las flores de Dita pero no es igual-observo de reojo la habitación pero no encontró nada mas fuera de lugar por lo que procedió a ir por un florero y algo de agua para poner la bella flor en un estante del cuarto-mejor regreso antes de que alguien se de cuenta de que no estoy aunque lo dudo-formulo al aire una vez que había dejado la rosa en su lugar.
Shiori cruzaba el umbral de la puerta cuando una rosa blanca bloqueo su paso
-Hyoga-expreso sorprendida dando un paso hacia atrás
-¿Te gusto?
-Dita va a enojarse contigo
-No se las quite, te las compre.
-Eso explica porque el aroma diferente
-Tómala-dijo extendiéndole la rosa blanca.
-Gracias -la tomo y olio con los ojos cerrados
-Debemos hablar
-Ya hablamos por hoy-bajo la flor
-No, no es así tenemos que terminar bien esta noche
-Ya te dije todo lo que tenia para decirte
-Shiori yo te quiero y quiero estar contigo solo así olvidaras tus miedos
-Hyoga a lo que yo le tengo miedo no depende de ti
-Lo se-Shiori se veía sorprendida-le tienes miedo a que una batalla pueda separarnos
-No quiero enamorarme para llorar el resto de mi vida por eso, no quiero lo mismo que le ocurrió a mi madre-bajo el rostro. Hyoga se lo levanto suavemente.
-Eso no va a pasar ya no habrá mas batallas para nosotros
- ¿Como estas tan seguro?-cuestionó con la mirada borrosa
-Solo lo se, así como mi maestro sabia que lo mejor para tu madre y para ti era alejarse ahora yo se que lo mejor es que te quedes conmigo y con tu familia
- ¿De verdad?-los ojos de la chica brillaban con gran intensidad, una parte de ella quería creer que eso era verdad. Hyoga asintió con la cabeza y una bella sonrisa gestos que terminaron ahuyentando toda las dudas de la chica.
Ella no entendía porque tan fácilmente podía deshacerse de todos sus fantasmas y hacérselos olvidar por
Completo.
Probablemente su corazón era quien confiaba ciegamente en lo que decía y eso le daba las suficientes razones para no objetar más.
De fondo se oía el eco de una música lenta que provenía de la fiesta de más arriba.
De a poco se acercaron viendo como la luna bañaba los rostros de ambos chicos gracias a que la ventana se encontraba abierta.
Sus respiraciones eran pausadas. Nada existía solo ellos; la distancia de pocos centímetros a cada segundo era menor hasta que ambos se fundieron en un tierno beso repleto de dulzura y cariño tan esperado por tan largo tiempo que no querían que terminara querían quedarse sumidos en aquella muestra de cariño el mayor tiempo posible.
Se separaron lentamente con una sonrisa dibujada en sus labios cuando ya no lo pudieron evitar, quedando en completo silencio solo observándose con amor en sus ojos mientras sus respiraciones regresaban a la normalidad.
Finalmente ella se abrazo a su cuerpo apoyando la cabeza en el pecho del rubio. Él correspondió de inmediato rodeándola con sus brazos y así permanecieron por un buen rato.
-Deberíamos volver antes de que piensen cualquier cosa-dijo Hyoga rompiendo el mutismo instalado.
- ¿Qué importa?-contesto ella con un tono de voz mas animado.
-Importa hasta que le contemos a mi maestro
-Podríamos...-elevo la vista buscando los ojos del otro.
-Ah ah.-negó con la cabeza ante la sonrisa de la chica-no esperaremos hasta que lo descubra. Buscaremos el momento y se lo diremos.-Shiori sonrío dulcemente a modo de respuesta.-además no me has dicho que si
- ¿Te lo tengo que dibujar?-Hyoga rio ante esa respuesta
-No pero quiero que sea de bien. Quiero que aceptes ser mi novia. Estar conmigo y que me dejes cuidar de ti.-Shiori le regalo una dulce sonrisa aun mas amplia.
-Claro que si.
Hyoga inclino ligeramente el rostro hacia abajo para recibir otro beso de esos suaves labios que tanto extrañaba desde aquella noche que probó por primera vez.
Bailaron el resto de la noche con una sonrisa y mientras danzaban sus cosmos se iban entrelazando
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top