Celos


Lunes por la tarde, Shiori se encontraba en unas ruinas cercanas al santuario desde donde podían verse perfectamente las doce casas.

Le había pedido a su hermano que la dejara ahí que esta vez no era necesario que la alcanzara hasta la puerta. Se suponía que debía regresar el día anterior pero no estaba con ánimos por lo que Chris la convenció de ir por lo que necesitara para quedarse al menos un día más y para avisar que tardaría más en regresar. De suerte en aquel momento no había nadie en ninguna de las casas y nadie la vio ni entrar ni salir.

Shiori dio un hondo suspiro sin dejar de ver el lugar.

-Esto se parece mucho al día en que llegue. Solo que ahora se lo que hay ahí-. Sonrío y dejo que su vista se perdiera en aquel camino, que ahora conocía tan bien.

Una leve brisa surco el lugar trayéndole imágenes de cuando era niña a la mente... Hace alrededor de 12 años...


***flash back***


Shiori entro un poco triste a la cocina y se sentó en una silla cabizbaja meciendo sus rodillas.

-¿Shiori que pasa? ¿Porque esa cara princesa?-­pregunto su madre preocupada.

-Mami ¿Alguna vez te has sentido sola aun cuando hay mucha gente?­-le pregunto buscando sus ojos

-¿Porque esa pregunta? ¿Acaso te sientes sola amor?-­se puso a su altura frente a ella.

-A veces si y no me gusta-­bajo nuevamente la vista

Sophia la miro tiernamente por unos instantes para luego alzarla y, después de tomar asiento, la coloco en sobre sus rodillas.

-Si, se como se siente. Antes de conoces a tu papá y tenerte a ti tenia muchos conocidos y compañeros pero aun así me sentía sola hasta que lo encontré.­-sonrío débilmente.

-Mami ¿Crees que papi me quiera?-­pregunto con inocencia­ -Porque yo no recuerdo haberlo visto pero aun así lo quiero.-­agrego con una tierna sonrisa.

-Claro que si mi vida, de haberte conocido se hubiera enamorado de ti al instante.­-le dijo con clara alegría en su voz y una sonrisa en sus labios.

-¿Haberme visto?-­pregunto triste y sorprendida.

-Es una larga historia que te contare cuando seas mayor­sonrío con tristeza

***fin del flash back***

-Fue una suerte que no me contara en ese momento. No hubiera entendido nada de lo que paso. Sabia que iba a desilusionarme...que bien me conocía­sonrío débilmente

***flash back***

Shiori, ahora con unos 16 años, entro en la cocina de su casa y se quedo viendo como su madre hacia algunas cosas. Planeando la forma de cómo abordar la conversación que quería tener. Finalmente suspiro y busco la mirada de su madre.

-Mami ¿Puedo hablar contigo?

-Claro princesa ¿Que ocurre?

-Recuerdas cuando era niña en una ocasión te dije que me sentía sola.

-Si me acuerdo. ¿Te ha vuelto a pasar?

Shiori negó con la cabeza y una dulce sonrisa.

-No, te tengo a ti, a mis hermanos, a Alex y aunque ya no estén también tengo a mis abuelos.

-¿Entonces?

-Quería pedirte que me cuentes aquella historia.

-Si supongo que tienes razón ya tienes edad para saberlo que paso-­hizo un silencio indicándole a su hija que se sentara y haciendo lo mismo frente a ella, comenzó su relato­ -como ya sabes conocí a tu papá cuando él cumplía 14 y yo tenia 13.

Shiori asintió con la cabeza dedicándole toda su atención a su madre.

-Si me contaste muchas veces de esa ocasión pero yo te estoy preguntando por otra cosa.

Sophia suspiro cerrando los ojos como evocando a sus recuerdos.

-Unos meses antes de que yo cumpliera 15 nos juntamos como siempre. Comenzamos a platicar y de inmediato note que tu papá estaba actuando raro. Distante para ser exacta como cuando recién nos conocíamos. Al principio creí que solo era porque realizaría uno de sus tantos viajes a Siberia pero al ver que no cambiaba lo enfrente y como respuesta me dijo que efectivamente iba a viajar por muchos años y que lo mejor era que me olvidara de él porque nunca más lo volvería a ver y que tampoco lo buscara porque era lo mejor para los dos... sin mirarme me dijo que ya no me quería y se fue sin mirar atrás.

El rostro de Shiori expreso total sorpresa.

-¿Te dejo sola esperándome?

-No Shiori, no fue así él no sabia. Yo me entere que te esperaba una semana después que deje de ver a tu padre.

-...

-Estoy segura de que su deseo era protegernos por eso se fue.

-...¿Porque no le dijiste?

-Porque no quería que este conmigo por ti. Nunca creí que de verdad no me quisiera pero tampoco quería que estuviera obligado a venir por mi... pensé muchas veces en llevarte a conocerlo pero con tantas cosas que pasaban supuse que eso era justamente de lo que nos quería proteger y por lo que se fue­-hubo un largo silencio por parte de ambas-­Shiori no estas enojada. ¿Verdad hija?­-cuestiono visiblemente afligida tanto por su tono de voz como por la expresión de sus ojos.

-Si pero con él. Te hizo sufrir mucho. Te dejo sola sin explicación. ¡Fue muy cruel!­-dijo casi gritando de rabia.

-¡Quione!-­le alzo la voz y le quedo mirando seriamente­ -No te permito que hables así de tu padre.

-Pero es cierto.­-dijo bajando el tono de voz­ -No puedo creer que lo sigas queriendo después de lo que hizo y de la forma tan cobarde que te dejo de un momento a otro.

-El no se fue porque si, lo hizo por una buena causa.

-¿Y porque?

-No lo se amor, pero se que es así porque de lo contrario me hubiera dicho que ya no me amaba.

-Pero te lo dijo-­dejo caer lagrimas de furia.

-Fue una mentira-­emitió sonriendo levemente.

-¿Como sabes?­-emitió en un tono sorprendido.

-Porque tu padre nunca me mintió y cuando dijo eso no fue capas de mirarme a los ojos.

***fin del flash back***

El rostro tranquilo de Sophia totalmente confiada de lo que decía permaneció por unos instantes más en la mente de Shiori antes de salir de sus cavilaciones.

-Esa fue la única vez que mamá me levanto la voz y de las pocas en que me llamo Quione. Después de eso comenzó a molestarme que me llamaran así.-­se recargo en una columna con los ojos cerrados y respiro profundo.

-Shiori-­la llamo una voz familiar

Shiori enfoco su vista hacia quien le hablaba.

-Hola Hyoga-­dijo en tono neutro.

-¿Todo bien?

-Si.¿ Porque ?

-No se pareces... triste

La chica negó levemente con la cabeza.

-No es nada en serio...solo pensaba en tonterías no me hagas caso.

-Ayer te fuiste sin avisar.

-Si avise, deje una nota además no había a quien decirle.

-Debiste ver a Milo cuando leyó la nota­-dijo divertido

-Milo siempre se preocupa mucho por mí.- ­sonrío de lado

-Camus también solo que no lo muestra.

-Ejem­- concordó sin emitir una palabra entendible.

-¿Subimos?-­cuestiono tomando el bolso de Shiori.

-Si vamos-­ dijo acomodando su mochila y comenzando a caminar.

-Creo que se deben una charla y hasta que eso no pase, nada va a cambiar.. ¿Pasa algo?-­emitió al ver que su acompañante lo veía de forma peculiar

-Es la primera vez que te veo con tu armadura­-dijo sonriendo­ -es muy bonita.

-¿En verdad? -­trato de evitar sonrojarse

-Si, Camus y Milo siempre la llevan puesta pero como tu te la pones para entrenar nunca te la había visto puesta.

Los jóvenes subieron conversando tranquilamente de cualquier cosa.

Al entrar al templo, Shiori dejo una hoja de papel sobre la mesa del living para que Camus la viera.
Hyoga no le presto atención y se quedo en aquella habitación en lo que la menor iba a su cuarto para dejar sus cosas y luego volver a la habitación para despedirse ya que tenía planes.

-¿Que es esto?-­pregunto Camus al ver el papel

-Es un apercibimiento porque no estaba prestando atención en clase de cultura. Lo tienes que firmar.­contesto enfilando hacia la puerta de salida.

-Aquí dice que tengo que ir al instituto.

-No es necesario. Solo firma. Bueno hasta luego-­da unos pasos hacia la salida.

-Como que hasta luego. ¿A donde crees que vas?

-¿Voy a salir por?-­dijo viendo a Camus.

-Tú no vas a ningún lado.

-Y me lo vas a prohibir, ¿No? –se voltea para irse pero cuando estaba a punto de cruzar la puerta que daba a la salida del templo apareció una muralla de hielo­-¿Pero que?

-No saldrás de este templo hoy.­-dijo en tono muy frío.

Shiori lo miro fijamente con ojos desafiantes por unos instantes para luego dar un gran suspiro y se fue directo a su cuarto. Reviso sus ventanas y también estaban selladas. Frustrada se tumbo en la cama, tomo la almohada y grito lo más fuerte que pudo.

-Tengo que buscar la forma de salir de aquí.­-dijo para si apenas despegándose de aquel utensilio.

-No podrás, Camus esta muy enojado.

Shiori se dio la vuelta dándose cuenta de que en su enojo había dejado la puerta abierta.

-¿Que haces aquí Hyoga?

-La puerta estaba abierta y te oí­-decía mientras en gestos preguntaba si la cerraba. Ella asintió en silencio y luego de sentarse en la cama contesto.

-No me importa que este enfadado.

-¿Porque te regañaron?

-Porque no estaba atendiendo a la clase y la profesora se percato.

-¿Que hacían para no tenerlo en cuenta?

-Estudiábamos arte, cubismo para ser exacta y la verdad me resulta muy aburrido.

-¿En serio?­-tomo unas hojas que había por ahí­ estos dibujos no dicen lo mismo.

-Esto no te incumbe­-se levanto rápidamente y le quito los dibujos-­además me gusta hacerlos no tener que estudiarlos como si tuvieran reglas y leyes que seguir.

-¿Como es eso? No entiendo tu punto.- Shiori se sentó en la punta de la cama.

-Que lo metodizan y lo complican mucho igual que la música y eso no esta bien. Al menos para mí. Yo creo que no se puede estudiar porque son producto del momento y de las sensaciones que tenemos en ese instante. Las personas que pintan obras de arte o escriben canciones no están pensando en si se ajusta o no a los cánones si no que se centran en expresar exactamente lo que sienten sin importarles si les agradara a todos por igual.

-Guau-­exclamo perplejo ante la respuesta de la chica.

-Disculpa me emociono cuando hablo de estas cosas­-acoto con una sonrisa nerviosa.

-No hay problema, me parece prefecto que defiendas lo que crees-­le sonrío dulcemente. Shiori imito el gesto sintiéndose extrañamente contenta por las palabras de Hyoga.

***

Al dia siguiente, la campana sono anunciando el fin de la jornada escolar en aquel establecimiento educativo.

Casi todos los chicos salieron tranquilamente del auditorio en donde habían tenido su última clase.

Shiori terminaba de recoger sus cosas y al notar que solo estaba con el profesor, sonrío y emitió

-Adiós tío Alex.

-¿Tio Alex? Hace mucho que no me llamas así.­-volteo a verla sorprendido.

-Si desde que entre al colegio. Me parecía mal decirle tío a un profesor.­sonrío.

-¿Y porque ahora te acordaste?

-El otro día quería escuchar a mi mamá y recordé uno de los videos de navidad donde ella cantaba. En una parte, nosotros jugábamos y te llame así.

-La extrañas.­-se acerco a ella y le acaricio levemente la mejilla.

-Mucho­-admitió bajando la vista.

-Te entiendo.­-también bajo la mirada

-Tú también la extrañas.-­dijo buscando sus ojos.

-Yo quería mucho a tu mamá-­contesto correspondiendo su contacto.

-Ella también te quería mucho­-lo abrazo-y yo también.

-Yo también te quiero Shiori.-­sobo un par de veces su espalda y cuando se separaron tomo sus manos­-bueno vamos que los chicos deben estar esperándote.

-No, ya se fueron.

-¿Porque? Siempre se van todos juntos-­ expreso extrañado.

-Es que tengo que esperar a Camus porque la profesora Sara quiere hablar con ambos.­-se cruzo de brazos y suspiro.

-¿Porque? ¿Hiciste algo malo?

-Me distraje de su clase porque era aburrida.

-Y se lo dijiste.

-No, no soy tan irrespetuosa solo me puse a garabatear en mi cuaderno no estaba molestando a nadie.

-¿Y por eso mando a llamar a tu padre?­-agrego incrédulo.

-Pues según ella es muy grave. ­-se encogió de hombros

-Yo creo que esta enfadada por lo de el viernes –sonriendo­ y como no puede fastidiarme se la agarra contigo.

-Mmm... buen punto­-emitió pensativa.

 Alexander sonrió más ampliamente.

-Siempre a sido así, Sara quería todo lo que tu mamá tenia y como ahora no esta pelea contigo aprovechando que es tu profesora para que no puedas hacer nada.

-No creo que sea para tanto.

-Claro, si hasta debe envidiar que tengas la misma voz que Sophie.- Shiori sonrió y negó con la cabeza.

-Eso no es verdad aun me falta mucho para tener la misma voz.

-Siempre le encuentras un defecto. Aunque... no te vendría mal practicar para el festival además de lo que hacemos acá.

-No puedo ensayar en el santuario. No quiero estar cantando y que alguien pase y me escuche.

-Jajaja tienes una mentalidad muy rara. Pero... ¿Ya te tienes que ir?

-No tengo un ratito más-­dijo viendo el reloj.

-Entonces practica ahora.

-¡¿Que?!

-Si ahora vamos­-tomo una guitarra que estaba cerca y se sentó en el borde del escenario­a ver si te acuerdas de esta.

Shiori suspiro resignada, escucho un poco la melodía para reconocerla y después de sentarse al lado de Alexander comenzó a cantar dulcemente por varios minutos hasta que fueron interrumpidos.

-En verdad eres igual a tu madre. Es una falta de respeto llegar tarde a un encuentro.­-se escucho la voz de una mujer en la puerta, haciendo que Alexander y Shiori permanecieran en silencio y la miraran.

-Todavía no son las 16. Y gracias por el cumplido me agrada ser igual a mi mamá.­-le dijo con voz tranquila y una media sonrisa en los labios.

-Deberías tenerme más respeto, recuerda que soy tu profesora.

-Técnicamente ya no porque el horario de clases termino además decir la verdad no es faltar el respeto al contrario la irrespetuosa es usted por hablar mal de quien no se puede defender.

Sara miro unos momentos a Shiori sin saber que decir, después desvío la vista a Alexander

-Creí llamar a tu padre, no a tu tío.

-Descuide estaré allí con él a la hora que usted eligió.

-Eso espero-­salió del aula algo enojada.

-No le hagas caso, no caigas en su juego­-dijo el mayor al notar que la rubia ya no estaba.

-Lo se no voy a darle gusto.

-¿Se verán solo con ella o con la directora también?

-No solo con ella, no es tan grave por más que así lo quiera hacer ver.

-Sabe que pierde si lo dice.

-Eso parece. –Suspiro­ -Como sea voy a la entrada a ver si Camus llego, quiero terminar con esto de una vez.

-¿Y el ensayo?

-Ya no tengo ánimos, pero intentare hacer algo cuando este sola.

-Eso espero. Vamos te acompaño­ambos -comenzaron a caminar en dirección a la puerta­-ojala algún día recuperes la voz que tenias antes de todo esto, ya que aun que no parezca a cambiado. Poco pero no es la misma.

Camus estaciono tranquilo su auto y espero en la puerta del instituto hasta que escucho la voz de Shiori detrás de él:

-Bueno nos vemos mañana-­dijo la chica al ver a Camus.

-Adiós

-Adiós profesor-­le dedico una sonrisa amable.

-¿El trabaja aquí?-cuestiono el caballero cuando el peliverde estuvo algo lejos

-Alex y mi mamá eran los encargados de uno de los clubs de canto.

-¿Uno?

-Si, como hay muchos estudiantes se dividen, por sorteo, en varios grupos para que no haya tanta gente en un solo lugar.

-¿Donde tenemos que ir?

-Sígueme

Shiori condujo a Camus a través de unos extensos pasillos hasta detenerse frente a una puerta de un color amarillo pálido. Antes de entrar al aula corroboro que aun faltaban 2 minutos para las 16. Después toco y se asomo a la puerta.

-Profesora Sara ya estamos aquí.

La profesora miro la hora y luego indico que pasaran y tomaran asiento. Luego fijo su vista en Camus.

-Buenas tardes señor...

-Camus-­completo enseguida.

-Camus, entonces supongo que sabe porque lo llame.

-La verdad no. Shiori no me dijo.

Shiori desvío la mirada tranquila a un punto cualquiera en la pared.

-Su hija se distrajo y se puso a dibujar en lugar de atender a mi clase.­emitió algo ofendida.

-¿Y es algo que hace frecuentemente?­-increpo frío y distante.

-Pues... no es la primera vez que la sorprendo. Pero no quiero que se vuelva a repetir. Otros copiarían su ejemplo.

-Como si alguien además de Victoria le prestara atención­ se dijo a si misma.

-Entiendo pero no creo que se tan grave como para mandarme llamar. Todo el mundo se distrae a veces

-Bueno, si pero...

-Mire yo le prometo hablar con Shiori y solucionar esto. ¿Le parece bien?­-la interrumpió al ver que la profesora no sabia que decir.

Shiori le miro con gesto de "que tramas" sin que Sara se percatara.

-Esta bien, por esta vez pasa pero la próxima le diré a la directora.

-Si claro y yo soy rubia de ojos verdes-­ pensó sarcástica aguantando las ganas de reír.

-Entonces nos retiramos. Vamos Shiori.-­ se levanto seguido de la menor.

Llagaron al auto en silencio y el ambiente permaneció así hasta que en un semáforo en rojo Camus lo corto:

-Sigue siendo una exagerada.

Shiori parecía en modo automático con su vista al frente.

-Te dije que no era necesario que vinieras... espera-­lo miro extrañada­ -¿Como que sigue?... ¿Ya la conocías?

-La vi un par de veces­-decía el mayor arrancando de nuevo sin despegar su vista del frente­ y tu madre me platico sobre ella.

-¿Siempre fue así de pesada o solo lo era con mi madre y conmigo?

-Siempre.-­emitió tranquilo.

No dijeron nada más, cada uno se refugio en sus propios pensamientos hasta llegar al onceavo templo:

-Hola Milo, Hyoga-­dijo tranquila al entrar al living y ver a los nombrados sentados en un sillón.

-Shiori, Hyoga me contó lo que paso. ¿Como te fue?

-Bien, como dije no fue nada.

-¿Ósea que ya no esta castigada?-­ cuestiono el escorpiano mirando a Camus que acababa de entrar.

-No-­dijo serio.

-Más te valía y haber si confías más en tu hija-­luego desvio la vista hacia a Shiori­la próxima me llamas y te saco­le guiña un ojo, gesto por el cual ella río divertida­enserio no te rías.

-Disculpa Milo pero ¿No deberías estar del lado de Camus?

-No porque soy tu tío y debo consentirte y estar siempre de tu lado... aunque este molesto por lo del fin de semana.

-Ok­ -sonrió­ -Pero no fue para tanto. Solo no pude salir en todo el día­-emitió algo enfadada.

-Bueno si... pensándolo bien castigos eran los que nos ponían nuestros maestros. ¿Verdad amigo? –miro al caballeros de acuario, el cual asintió.

-¿Como la vez que te dejo casi tres días sin comer?

-O cuando te encerró casi por completo en aquel ataúd de hielo con excepción de la cabeza y los pies.

-Ni me lo recuerdes. Death Mask me llamo cubo con patas por meses­-dijo en voz un poco más baja.

-Oye Hyoga-­se le acerco le susurro en el oído-­¿Alguna vez Camus te dio un castigo tan tonto como ese?­-refiriéndose a lo que Milo había dicho.

Hyoga negó disimuladamente con la cabeza y en el mismo tono le contesto:

-No. Isaac y yo nos cubríamos mutuamente y nunca nos descubrió.

-Ah­ -emitió algo asombrada mientras simulaba ver como Milo y Camus seguían recordando.

-¿Que tanto murmuran ustedes?­- Pregunto de repente el caballero de escorpión

-¿Nosotros? Nada­ -emitieron al unísono asiéndose los desentendidos.

-Mmm...

-Como sea yo me voy a mi cuarto. Tengo mucho que hacer. Hasta luego.­ -la menor salió de la habitación y se perdió en el pasillo que lleva a las recamaras.

-Yo iré a ver a los muchachos. Con permiso maestro-­partió hacia la puerta que conducía a la salida.

-¿En verdad no fue nada?

-No, solo una vieja conocida algo densa.

-¿Paso algo más?­-pregunto al notar algo extraño en su mejor amigo.

-Hoy también la vi con Alexander. Resulta que es su profesor­-dijo tomando asiento a un lado de Milo.

-Entiendo... te pusiste celoso.

-Yo no me puse celoso Milo el único que esta así por Alexander desde el otro día eres tú.-­dijo algo molesto.

-Estas tan celoso como yo admítelo.-­expresó sonriendo cínicamente.

-Claro que no y ya deja de decir tonterías Milo.

-Si no es así,¿ Porque que estas tan enojado?-­pregunto suspicaz.

 Camus suspiro resignado a que comenzaba a perder la batalla.

-Es solo que nunca me termino de convencer y al verlo con Shiori sentí lo mismo que cuando lo veía con Sophie a pesar de saber que solo eran amigos.

-Quien lo diría el frío Camus de acuario con celos de un simple humano.­emitió con aires de superioridad, a lo que Camus lo miro muy fríamente.

-Si sigues fastidiando ya no te dirá nada.

-Solo estoy bromeando. Yo también sentí feo cuando lo vi jugando con Shiori en ese video. Como si me hubiese quitado algo mío...supongo que a pesar de todo ya le tomamos cariño a Shiori.­-emitió luego de un breve silencio

-La pregunta es si ella lo siente por nosotros.

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