Algo raro


Era la primera noche de Shiori en casa de acuario y aun que era bastante tarde ella estaba más que despierta. Se levanto y fue por agua.

Todo estaba muy obscuro pero no encendió la luz ya que recordaba perfectamente cómo llegar a la cocina. Mientras un joven rubio y de ojos azules entraba en el templo. Lo primero que diviso fue una figura que se desplazaba por el recinto así que procedió a seguirla silenciosamente.

Shiori tomo agua y se encamino a prepararse un café. En lo que Hyoga se asomo y vio a la joven vestida con un camisón por encima de la rodilla de color celeste pastel y detalles en color blanco, descalza.

Ella tarareaba una canción en un tono suave que él no alcanzo a distinguir mientras observaba fijamente el firmamento nocturno a través de la ventana.

-Un ángel en acuario.­ -fue el único pensamiento del caballero del cisne al verla.

La joven volteo y él se giro antes de que pudiera verlo. Ella se levanto el cabello y volvió frente a la estufa, mientras que Hyoga solo se quedo mirando el suelo.

-¿Hyoga? ¿Que haces?

-Ah maestro me asusto. Hay alguien en el templo.

-Si es...-­hizo una pausa­ -mi hija Shiori.

-Su ¡¿QUE?!

-Es una larga historia que luego te cuento. Espera aquí.­- entro al cuarto y miro a Shiori quien ya no cantaba y solo lo observaba en silencio­ -¿Que haces levantada tan tarde?­ -le increpo en tono neutro

-¿Tarde?

-Son casi las 12.

-Se qué hora es por eso digo que es temprano. No creo irme a dormir hasta por lo menos las 4 am.

-No deberías quedarte tanto tiempo despierta.

-Gracias por tu preocupación-­ emitió en tono irónico­ pero sé lo que hago

-Tengo que presentarte a alguien

-Es cierto me había dicho que alguien más vivía aquí.­ -pensaba la chica mientras miraba la nada.

-Hyoga ven.­ -el nombrado entro en la habitación y camino hasta quedar junto a su maestro-­ Él es Hyoga mi alumno. Hyoga ella es Shiori.

-Hola

-Hola. ¿Eras tú él que andaba afuera recién?

-¿Te diste cuenta?­ -cuestiono sorprendido.

-Si.­ -contesto como si fuera algo natural.

-¿Y porque no dijiste nada?

-Hay mucha gente en este lugar. No voy a salir cada vez que alguien pase. Con permiso pero me están esperando-­ tomo su taza y se fue a su cuarto­ buenas noches­ pronuncio mientras salía de la habitación.

-Maestro no entiendo nada.­ dijo el rubio mientras observaba el lugar por donde se había retirado la chica.

-Siéntate es una larga historia...

Camus le explico a Hyoga lo ocurrido en el poco tiempo que había pasado desde que arribó de Siberia hasta esa noche.

-...y por eso Shiori está aquí.

-Entiendo así que estará aquí por 6 meses pero párese que a ella no le agrada mucho la idea.

-Según su madre tiene un carácter algo fuerte.

-¿Según su madre?

-Si. Me dejo unas cartas sobre la infancia de Shiori y de cómo es.

-Creo que tendrá un trabajo algo difícil­ se cruzo de brazos y reclino en la silla

-También yo.

-En su cuarto, Shiori se apoyo tras la puerta una vez que la cerró

-Debo tener más cuidado, no está bien que ande así en una casa donde solo hay hombres, ya no estoy en casa­ -se recrimino a si misma y luego suspiro­ pero­ puso una mano en su mentón­- ese chico me resulta muy familiar. ¿Lo habré visto en algún lado?­- cerro los ojos y recordó su rostro para luego abrirlos­ -no lo creo, recordaría un rostro así­ -se sonrojo y nego con la cabeza­- que tonterías estoy pensando.

Dejo la taza en la mesa de noche, se acomodo en su amplia cama con su computadora a un lado e inicio sesión en la sala de chat.

En el preciso momento en que la ventana apareció comenzaron los mensajes pero solo le prestó atención a un chat grupal:

Na: HOLA!

Shiori: NA! Que haces conectada?

Na: me imagine que estarían ustedes ^_^. Como va todo. Shiori: como se puede.

Na: que quiere decir eso? Shiori: nada...nada.

Na: mmm... acá te mandan saludos

Shiori: jajaja mándale saludos a tu primo también.

Na: dice que vuelvas que te extraña.

Shiori: algún día, tal vez. Chris: buenas.

Na: hola Chris.

Shiori: hola Chris.

Chris: hola niñas. Na al fin te apareces.

Na: es que soy una chica muuuuuuuuyyyyy ocupada. Shiori: si como no.

Na: que insinúas?

Shiori: yo? Nada ^_^

Na: mmm...

Shiori: jajaja.

Na: en fin como te va con tu papá? Shiori: no importa.

Chris: a nosotros si nos importa, además no creo que sea tan malo.

Shiori: el único pro es el ejercicio obligado que tendré que hacer cada vez que suba... y ustedes también ^_^

Na: nosotros porque? *_*

Shiori: porque pueden venir a visitarme

Na: no que no se permiten personas ajenas a la orden? Shiori: pero yo pedí permiso y los dejaron.

Chris: apropósito como hiciste para entrar?

Shiori : me costó un poco, tuve que esperar a que los guardias hicieran el cambio pero me atraparon cuando me distraje ^_^

Na: qué raro *_*

Shiori: CHRISSSSSSSSSS! NA ME ESTA MOLESTANDO!

Chris: Na deja de molestar a Shiori.

Na: eso no es justo son dos contra una. u_u

Shiori: y cuando ustedes dos se ponen en mí contra quien dice algo?

Chris: bueno ya dejen de pelear. Además de que se quejan si cuando se complotan contra mi son peores XD

Shiori: mmm... buen punto

Na: coincido JUNTAS NO NOS GANA NADIEEEEEEEEEEEEE!

Shiori: JAJAJA.

Chris: si lo sabré yo...

La conferencia continuo por varias horas entre chistes y comentarios poco coherentes hasta que se metieron en un lugar nada grato para Shiori.

Chris: ya hablando en serio porque no intentas llevarte bien con él. Shiori: no veo porque forzar algo que no va a durar.

Na : si, si quieres.

Chris: no estaría mal.

Los dos interlocutores esperaron largo rato pero no hubo respuesta. Chris: Shiori?

Shiori: NO!

Na: está bien, está bien ya no hablaremos de eso. Shiori: si mejor. Cuando vuelves?

Na: aun no estoy segura pero creo que esta semana. Shiori: YUPI!

Shiori logro mantener la conversación desviada del tema "Camus" el resto de la noche.

Finalmente alrededor de las 5 am. Los tres se desconectaron y Shiori se dispuso a dormir tranquilamente hasta que después de varias horas su recurrente sueño volvió a hacerse presente lo que provocaba que se removiera incomoda entre las sabanas al tiempo que inconscientemente se aferraba a su peluche.

Esta escena era presenciada desde la puerta del cuarto por el dueño del templo que se había asomada para ver si ya había despertado.

Camus se adentro a la habitación y arropo a la menor. Ante el gesto, ella suspiro y se tranquilizo como si con ello se hubiesen alejado sus pesadillas.

El caballero se quedo por unos minutos sentado junto a ella observándola dormir, solo cuando se aseguro de que estuviera bien salió de la recamara cerrando la puerta con mucho cuidado para no hacer ruido.

No entendía de donde le había nacido ese acto pero en aquel instante tuvo la necesidad de hacerlo y no es que se arrepintiera sino que ahora que lo pensaba se daba cuenta que no era propio de él.

-¿Maestro está bien?­ -le pregunto al notar que había entrado muy distante a la cocina.

-Ah... si, no es nada.

-¿Y Shiori no va a acompañarnos a desayunar?

-Aun duerme. No creo que se levante en un buen rato.- dio por terminado el tema sumiéndose nuevamente en sus pensamientos.

***

Shiori despertó pasado el mediodía, comió algo ligero que encontró en la heladera y se dispuso a darse un baño dentro de poco llegaría Chris a buscarla y odiaba ser impuntual.

Se sorprendió al estar sola, pero supuso que los caballeros estaría entrenando o algo así, solo rogaba que no estuvieran cuando Christian llegara el pensar en eso no le daba buena espina.

Al mismo tiempo los caballeros habían terminado sus entrenamientos matutinos y se dirigían a sus templos a descansar un poco.

-Milo ya pasamos tu templo ¿Porque sigues subiendo?-­ pregunto el castaño de la casa de sagitario al notar que el escorpión no se había detenido en su casa.

-Es que voy a pasar a saludar a Shiori porque esta mañana no la vi.

-¿No crees que le estas tomando mucho cariño de repente?­ -cuestiono Shura

-Que tiene de malo. Soy su tío. Y si lo piensan todos somos sus tíos ya que somos una gran hermandad.

-Si tienes razón, además Shiori es muy simpática ayer me hizo reír mucho.­ -intervino ahora en la conversación el caballero de piscis.

-¿Como que te hizo reír? Eso no es justo yo soy el mejor amigo de Camus y por lo tanto soy más su tío que tu.

Todos los presentes rieron con el comentario del peliazul, bueno casi porque Camus no le prestó mucha atención.

Al llegar y no ver a la menor por el templo, supusieron que seguía durmiendo por lo que Milo decidió esperarla junto con Camus e Hyoga.

Luego de un rato notaron que alguien entraba al onceavo templo y de inmediato interceptaron al joven castaño que pedía permiso para entrar al resiento.

-Hola. Con permiso ¿ puedo pasar?­ -dijo el recién llegado al tiempo que daba un par de pasos hacia el interior del templo.

-¿Quien eres tú?­ -pregunto ni bien lo vio el cisne, algo en ese chico le hacía sentir incomodo

-Buenas tardes. Mi nombre es Christian y estoy buscando a Shiori.

-¿A Shiori?­ Camus no lo miro precisamente con buenos ojos

-Si. Ella me dijo que podía venir a buscarla.¿ Usted es su padre verdad? Mucho gusto­ -le tendió una mano. Milo interpuso su mano entre la del acuariano y la del recién llegado para luego estrechar la de este.

-En efecto el es Camus el padre de Shiori, el es Hyoga el discípulo de Camus y yo soy Milo el tío de Shiori. Pero eres más grande que ella. ¿Verdad?­ -dijo escudriñando al alto joven frente a él

-Si yo tengo 21 y Shiori 17

-¿Y que eres de ella?­ dijo en tono serio mientras le soltaba el agarre y se hacía a un lado.

-Yo soy el...

Mientras tanto en el cuarto, Shiori se examinaba detenidamente de arriba a abajo en el espejo de cuerpo completo que había en una de las puertas del armario. No creía que la imagen que esté le devolvía fuera la suya, como si no se encontrara en sí misma.

Llevaba un vestido sencillo blanco un poco más abajo de la rodilla, sandalias de cuero con finas tiras entrelazadas hasta por encima de sus tobillos y una trenza reposaba sobre su hombro derecho atando su cabello.

Era su ropa, su forma de vestir y arreglarse era la misma de antes pero se sentía más cómoda totalmente de negro como los últimos días. Suspiro, si se vestía de negro Chris iba a regañarla feo. Dio un último vistazo y salió del cuarto sin levantar la vista pero cuando oyó su voz ,al reconocer aquella voz paro en seco y un brillo peculiar se apodero de sus ojos.

De inmediato salió corriendo al tiempo que gritaba:

-¡CHRIS!­ se guindo del cuello del castaño

El aludido la recibió alegre, abrazándola por la cintura provocando que ella se elevara a algunos centímetros del suelo.

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