Aclarando situaciones


Viernes muy temprano en la mañana, ya todos en aquella casa ubicada en las afueras de ciudad se habían levantando y se encontraban desayunando junto a dos invitadas que habían pasado la noche ahí por ser amigas de la mayor y única hija del hogar.

-¡Ya me voy!-anuncio el más joven en la mesa.

- ¿Tan temprano?-pregunto su acompañante de cabellos castaños.

-Si, es el último día y quiero ver a mis amigos.

- ¿A tus amigos?... ¿No querrás decir a Shiori?

-¡LENA! ¡No digas esas cosas!

-Porque no Dan, si es la verdad.-secundo la castaña.

-Claro que no-negó Daniel algo sonrojado.

-Jajaja te sonrojaste es obvio que Lena tiene razón.

-¡Caro no las ayudes! Además Shiori solo es mi amiga-agrego en un tono más bajo.

-Si pero te gustaría que fuera más que eso. -continuo metiendo cizaña Lena

-¡Y si fuera así que! Es problema mío.

-Cálmate Dan solo estamos jugando-intento calmarlo Caro, a lo que Daniel suspiro

-Mejor ya me voy. Después nos vemos.-anuncio dirigiéndose a la puerta de salida.

No entendía porque tenia que soporta eso, Caro y Lena eran amigas de su hermana mayor y por esa razón a veces se quedaban a dormir en su casa pero no tenían nada que ver con el no tenia porque soportar que se metieran en sus cosas suficiente tenia con que el pariente de ambas, Áyax, siempre interfiriera en sus planes... pero hoy eso iba a cambia, se aseguraría que así fuera.

-Aunque lo hayan dicho en chiste, Lena y Caro tienen razón: me gusta Shiori y tengo que decírselo, no puedo seguir esperando. Esta será mi última oportunidad, ¡Hoy se lo digo!

Estos eran los pensamientos que surcaban la mente del joven castaño mientras caminaba por los extensos pasillos del instituto. Sus pasos lo condujeron hasta el auditorio, aquel lugar que significaba tanto para él. El lugar donde la conoció, podía recordarlo claramente:

***Flash back***

Estaba por dar su audición, se encontraba tras un telón rojo viendo la actuación de uno de sus compañeros. Estaba realmente tenso, sabía que era el siguiente por lo que cada segundo de espera era interminable.

-No estés nervioso-escucho una dulce voz que le hablaba a su lado. Al girar el rostro se encontró con la sonrisa de una linda niña de cabellos aguamarina-de seguro lo harás bien.

No sabia que contestar, jamás había visto a esa chica y sin embargo esta le estaba dando ánimos.

-¡Shiori ven!-escucho que alguien dijo a lo lejos.

-Oh tengo que ir. Luego nos vemos­ hizo un gesto con la mano y se fue en la dirección en que la habían llamado. Daniel se quedo embelesado en la imagen de ella yéndose, al punto que no oyó que lo llamaban hasta el tercer nombramiento.

Una vez terminado el acto y confirmada su participación en los talleres se sentía mucho más tranquilo y en paz.
Decidió sentarse a ver el resto de las audiciones, cuando volvió a oír su nombre.

-Shiori Quione Clístenes

-Si soy yo

Ahí estaba ella con el atuendo del instituto parada en medio del escenario. Por su tono y el leve rubor en sus mejillas noto que estaba nerviosa. Sonrío ya que le pareció chistoso que le dijera que no lo estuviera y que ella no siguiera su ejemplo.

Los siguientes pensamientos se detuvieron al escuchar tan melodiosa voz salir de aquel hermoso ser. Su mente se quedo en blanco y solo pudo oírla cantar con total admiración como le ocurriría en más de una vez aun después de tiempo de conocerse.

***fin del flash back***

Ahora entraba tranquilo y cerraba la puerta tras de si.

-Como se lo digo... debe haber una forma... pero cual... o como...

Levanto la vista y se encontró con una guitarra al tiempo que una melodía comenzaba a sonar el su mente.

En tanto, Shiori paseaba por el pasillo sumida en sus pensamientos, como era el ultimo día de clases, ya todo estaba terminado y el presentarse era una mera formalidad pero sobre todo era para despedirse, no literalmente porque sabia que no los dejaría de ver a sus amigos si no por abandonar una parte de su vida, dar un cierre a algunas cosas y un nuevo comienzo a otras.

Ya no estaba tan segura de lo que había elegido: adoraba cantar para sus seres queridos y ahora que volvía a hacerlo en su nuevo hogar, sabía que extrañaría todo aquello. Probablemente haría ambas cosas en paralelo mientras pudiera.

Pero ya tendría tiempo de pensar en eso ya que en ese momento sus pensamientos fueron interrumpidos por la melodía que salía del salón al cual se dirigía.

Aquella peculiar forma de tocar podía reconocerla con facilidad ya sabia de quien se trataba antes de verlo por lo que solo abrió la puerta lo suficiente para poder verlo, y oírlo, cantar con curiosidad mientras bosquejaba una sonrisa.

La canción era romántica pero sin llegar a ser cursi aun así lograba expresar un sentimiento muy hermoso que solo quien la interpretaba parecía tener.

Al terminar de tocar, el joven dio un suspiro y se sintió más aliviado. En lo que Shiori entro aplaudiendo y con una gran sonrisa.

.Que hermosa canción

-Shiori no te oí-dijo una vez que se volteo viéndola algo sorprendido.

Ahí estaba ella la causante de su música a quien le estaba dedicando ese tema y por su sonrisa y su tranquilidad se notaba que no se había percatado de nada.

-Si se la dedicaras a alguien dudo que te diga que no.-continuo sacándolo de sus pensamientos.

- ¿Tú crees?

-Aja-se sentó a su lado-apuesto a que a cualquier chica le encantaría que le cantaras algo así.

- ¿Ta... también a ti?-se atrevió a preguntar bajando el rostro y sin saber de donde había sacado el valor.

-Si pero tal vez una no tan romántica ya que tu y yo solo somos amigos y esa canción es más una declaración.-

Daniel solo sonrío tristemente al darse cuenta que solo tenia un camino, lo había intentado por todos los medios posibles pero no se daba cuenta. ¿Porque? Simple solo era su amiga y ya era hora de que lo aceptara.

Tuvo la oportunidad de decirle aquel día antes de irse pero de que serviría si supuestamente no volvería en mucho tiempo y conociéndola estaba seguro de que lo esperaría. No podía dejar que ella se aferrara a un supuesto regreso suyo. Era mejor que viviera normalmente pero que iba a suponer que volvería un año después. Cuando se entero, lo primero que hizo fue avisarle y programar una cita. No volvería a perder el tiempo. Ella había aceptado gustosa de verlo nuevamente.

La había llamado en la playa, su lugar favorito; donde solían ir cuando no tenían nada que hacer. Sabía que era puntual así que se aseguro de estar varios minutos antes de la hora acordada para no hacerla esperar.

Esa escasa fracción de tiempo fue eterna hasta que al voltear ahí estaba ella: venia a paso tranquilo y paro para cruzar la calle. Llevaba el cabello suelto, el cual bailaba con el viento, un jeans y una musculosa chocolate con detalles en blanco al igual que el bolso que llevaba. Levanto la vista y sonrío dulcemente. Cruzo y se lanzo a sus brazos abrazándolo con fuerza.

-Te extrañe tanto-había susurro a su oído

-También yo-contesto en un suspiro totalmente seguro de lo que iba a hacer.

Se alejo tomando las manos de la chica y la miro a los ojos.

Ahí lo entendió: era tarde. Sus profundos ojos azules ya no brillaban al verlo. No eran opacos pero no tenían ese brillo que vio antes de irse. Lo miraba como uno más. Ya no le dedicaba aquel amor especial. Se pregunto si brillaban por alguien más pero lo dejo así y solo beso su frente con tranquilidad. Tal vez con el tiempo lo recuperaría.

Se volvió a equivocar, no volvió a ver esos zafiros brillar ni por el ni por nadie en mucho tiempo y eso lo mantenía con esperanza hasta aquel día en que lo conoció aun estando ellos de la mano los ojos de la menor se iluminaron y en los del otro se pudo ver un destello de celos.

Era todo había perdido y aunque aun no había desistido con el festival y hoy se le hacia claro: Amaba a alguien más...

-Shiori tu estas enamorada ¿Verdad?-se atrevió a preguntar muy temeroso de la respuesta.

Era extraño, ya que Dan no solía preguntarle de esas cosas a lo que la chica enrojeció y bajo la vista sin poder responder

-De ese chico...-continúo al ver que no respondía-... Hyoga -como olvidaría ese nombre.

- ¿Tanto así se nota?-confirmo con esa pregunta la suya en voz suave casi avergonzada de lo que decía y sin saber que le rompía el corazón si lo supiera no le hubiese contestado.

No importaba era su culpa o al menos eso creía, por lo que solo le sonrió.

-No, solo que te conozco lo suficiente como para darme cuenta.

-De todas formas da igual -sonrió tristemente

- ¿Porque? ¿Esta con alguien más?

-No lo se

- ¿Como es eso?

-Últimamente pasa mucho tiempo con Flare, no me sorprendería en nada que estuvieran juntos.-sus ojos adquirieron una leve sombra.

-A mi si.-admitió viendo al frente.

- ¿Qué?-cuestiono con gran sorpresa buscando los ojos del otro- ¿Porque?

-Porque el te quiere a ti.

- ¿Y tu como sabes eso?

-Lo he visto mirarte Shiori. Si no te ha dicho nada es porque tiene miedo de algo no porque no te quiera.- Cada palabra era un puñal y a la vez una autoconfesión. Si ella era feliz estaba bien, no le importaba lo que ocurriera con él. Ella ya había sufrido mucho este último tiempo y no quería verla llorar de nuevo

- A veces las cosas nos son tan sencillas Dan, ahora es que entiendo porque mi mamá lo decía.

-Si probablemente tengas razón pero aun así, si te merece no le importara pelear por ti si no es así no vale la pena.

- ¿En verdad lo crees?

-Aja y que ni se le ocurra hacerte mal o yo mismo me encargo de él.-el rostro de Shiori se ilumino con una hermosa sonrisa.

-Como si pudieras

-De que te ríes

-No eres el primero que dice eso-admitió recordando lo que Isaac dijo.

-Eso es porque todos te queremos y mucho

- ¿Y tú Dan?

- ¿Yo que?

-¿Estas enamorado?

- No importa.-respondió volteando el rostro.

-A mi si. Dime

-De verdad no importa.

- ¿Porque?

-A ella le gusta alguien más

-¡Auch!-hizo un gesto de dolor y bajo el rostro-Lo siento

-Esta bien.

- ¿La conozco?

-Si, pero no te diré

-Esta bien... ¿Y Victoria?

- ¿Que con ella?

-¿No te gusta ni un poco?

- Nunca lo había pensado. Tal vez si no fuera tan detestable contigo. ¿Porque?

- Porque creo que ella te quiere y por eso me molesta tanto

- ¿Así?

-Si se llaman celos. ¿De verdad no lo habías notado?

-A veces el amor no te deja ver a quienes están a tu alrededor

-Mmm...si supongo que tienes razón.-sonrío volviendo a bajar la vista.

-...Shiori-la llamo después de unos momentos.

- ¿Si?- le pregunto viéndolo expectante.

- ¿Me ayudas a descargarme?

- ¿Como?

-Hace poco me di cuenta que tal vez nunca este con ella. Y ahora que me dices lo de Victoria me doy cuenta de que probablemente lo mejor sea darle un cierra a todo esto e intentar de nuevo con alguien más.

-De verdad te gusta.-Daniel asintió con la cabeza.

-Si pero ella es feliz con alguien más y eso esta bien por mi.-Shiori le sonrío entristecida como respuesta.

-Bien ¿Quieres que te ayude con Victoria?

-¡No! eso lo tengo que pensar MUY bien-remarco sus palabras-y ella tendría que cambiar ciertas actitudes hacia ti para que la empiece a mirar con otros ojos. Yo me refería a esto.

Volvió a tomar el instrumento y comenzó a tocar. Shiori sonrió y le hizo compañía por un largo rato hasta que noto que cuando ya tenían que irse, Daniel parecía estar mejor.

Ella sonrió y lo abrazo tratando de infundirle así algo de calidez y apoyo; Daniel correspondió el gesto dulcemente sabiendo que no podría tener mas que eso de ella, ya nada podía hacer seria feliz con alguien mas y eso estaba bien por el. Guardaría sus sentimientos como lo hizo años atrás con la esperanza de que algún día pudiera albergar un cariño tan grande por otra persona.

Las horas de clase pasaron rápidamente y cuando todos quisieron acortar ya era hora de despedirse.

Unas cuantas nubes grises amenazaban hacia varias horas y ahora se disponían a dejar caer todo el líquido en ellas a una velocidad importante.

Shiori salió a paso lento pero firme antes que los demás, sentía ganas de caminar al Santuario bajo la lluvia y aprovecharía que su hermano ese día no podía ir por ella.

Por esta razón y para que nadie le hiciera cambiar sus planes había salido rápidamente del lugar sobre todo cuando se percato de que posiblemente Daniel iría por ella para volver juntos ya que después de la conversación de la mañana de seguro él la esperaría... pero ella planeaba otra cosa. Sonrió para si misma al pensar que tal vez con ayuda de los dioses su idea funcionaria.

-Que lastima, Shiori se fue muy rápido hoy y yo que quería regresar con ella como antes. Después de todo aun somos buenos amigos­ Daniel dejo escapar un suspiro en lo que llegaba a la puerta del establecimiento. Allí pudo divisar la figura de una joven que veía la lluvia caer como esperando algo­ ¿Victoria?­ llamo tranquilamente a aquella persona, la cual volteo al sentirse nombrada.

- ¿Ah? Hola Daniel.

- ¿Aun no te vas a casa?

-No, estoy esperando que pare. No quiero enfermarme.

- ¿No te vas con tu tía hoy?

-Ella no esta, se resfrió hace unos días y no ha salido de su casa.

-Ah... ¿Quieres que lo compartamos?-dijo mostrando el paraguas que llevaba en su mano derecha.

- ¿Seguro?-pregunto extrañada

-Claro, no vivimos tan lejos. Puedo acompañarte a tu casa y luego voy a la mía.

-No quiero ser una molestia-la chica bajo la vista desviando la mirada.

-No pasa nada, anda vamos ya es bastante tarde y van a preocuparse en tu casa.-Daniel se adelanto mientras decía esto y abrió el paraguas una vez que cruzo el umbral para luego invitar a la chica con un gesto para que se le uniera.

Victoria sonrió dulcemente y comenzó a caminar al lado del castaño.

Nunca creyó que aquel joven que tanto le gustaba pudiera tener un gesto tan tierno para con ella, mas bien creía que el mundo de Daniel giraba en torno a Shiori y solo era consiente de lo que a la acuariana le pasaba.

Pero por alguna razón la había notado y hasta se había preocupado por ella eso le hacia sentir feliz... muy feliz para ser sincera.

Quizás solo era su imaginación y se estaba dejando llevar pero era una gran oportunidad para establecer una conexión con él y no la desaprovecharía.

Comenzaba a pensar que aquella leyenda era cierta, la que decía que la lluvia traía suerte ya que si había conseguido ir con Daniel bajo el mismo paraguas por los varios minutos que tenia hasta su casa, quien dice que aquel fenómeno meteorológico no la ayudaría a estar un poco mas cerca de él y por que no comenzar a establecer algo parecido a una amistad, al menos para empezar.

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