¡A ordenar!


Al llegar al templo de acuario, Shiori prácticamente se interno en su nuevo cuarto para así acomodar todo.
Miro detenidamente el lugar para ver como lo convertiría en "su" cuarto.

La habitación era muy amplia y contaba con un guardarropa, una cama, su respectiva mesa de noche, una pequeña puerta de madera que de seguro daba al baño y dos escritorios uno del alto del placad dividido en tres compartimientos y dos cajones a los costados y el otro se asemejaba más a una mesa solo que un poco más alta. El cuarto estaba pintado totalmente de blanco y poseía buena iluminación gracias a la disposición del templo y a las dos ventanas que tenía esa habitación en particular; una daba hacia el hermoso jardín de rosas del doceavo templo y la otra dejaba ver el resto de las casas.

Luego de meditar un poco e imaginarse como quedaría la recamara terminada puso manos a la obra. En el resto de la tarde no se movió de ese lugar, solo salió para hacer un pequeño pedido:

-Camus, ¿Donde estas?­- pregunto la chica mientras caminaba alrededor del templo.

-Estamos aquí Shiori­ -se escucho la voz del caballero de escorpio como respuesta.

Shiori siguió la voz y observó a ambos caballeros sentados frente a una gran mesa en lo que parecía el comedor del lugar.

-¿Que necesitas?­ -pregunto cortésmente el francés.

-Necesito saber algo.

-Si dime.

-¿Puedo agujerear la pared y clavar un par de cosas?

-Claro. – asintió luego de meditarlo por unos momentos

-Entonces ¿De casualidad tendrías una agujereadora para prestarme?

-No lo siento.

-¿Y tu Milo?

-Yo tu TIO Milo no tampoco, pero tal vez Mu si tenga.

-Mmm... ahora regreso.

Y sin decir más salió de acuario en dirección a la primera casa y dejando a los amigos algo extrañados.
Después de varios minutos logro llegar al templo del carnero, pero este parecía vacio.

-¿Hola? ¿Señor Mu? ¿Esta aquí?­- pregunto con voz suave mientras caminaba por el lugar.

-Oh... hola buenas tardes Shiori.-saludo el santo al salir de un cuarto mientras se limpiaba las manos con un trapo blanco

-Buenas tardes. ¿Lo molesto?

-No para nada, estaba trabajando en algo en mi taller por eso tarde en salir.

-Ah perdón por interrumpir

-No es problema-le sonrió con dulzura- ¿Puedo ayudarte en algo?

-puede ser, es que necesito una agujereadora y Milo me dijo que tal vez usted podría prestarme una.

-¿Camus está haciendo arreglos?

-No es para él, es para mí.

-¿Para ti? y ¿Para que la quieres?

-Es que estoy acomodando varias cosas en el cuarto que Camus me dio.

-Mmm...­medito con la mano en el mentón por unos momentos­ si espera aquí por favor.

-El único redondo es el de acuario. –pensaba mirando a todos lados

-Aquí tienes­ -pronuncio sacándola de sus pensamientos y entregándole una caja.

-Muchas gracias. -Se la regreso más tarde.

-No hay apuro úsala tranquila.

-Hasta luego señor Mu.

-Solo Mu.

-Como usted quiera.

Shiori comenzó a subir el largo trayecto hasta acuario, a pesar de usar el atajo rápidamente se canso por lo que se desvío hacia el camino principal para sentarse en las escaleras a descansar.

-¿Shiori?­ -llamo una voz desconocida.

La joven volteo rápidamente al escuchar que alguien la llamaba.

-Ah... buenas tarde señor Shaka. ¿Como sabía que era yo?

-Además de Camus, eres la única con un aura helada en el santuario ahora­- sonrío de lado

-Ah –concedió con poco ánimo.

-¿Que haces aquí?­-cuestiono  sentandose  junto a ella.

-me canse de subir escaleras, vengo de Aries.

-Si, te sentí bajar.

La chica permaneció callada unos segundos observándolo

-disculpe mi atrevimiento pero no es ciego. ¿Verdad?

-No.

-Y porque esta siempre con los ojos cerrados.

-¿Siempre? ¿Hace tanto que nos conocemos?

-No pero en el desayuno no abrió los ojos en ningún momento y hasta ahora tampoco lo ha hecho.

-Es muy observadora. Digamos que es una forma de esta siempre atento.

-Eso me suena muy raro pero supongo que tiene que ver con eso de que al anular un sentido los otros se fortalecen.

-Si podría decirse que sí.

Hubo un silencio pero no fue incomodo.

Una leve brisa meció los cabellos de ambos y ella cerró los ojos mientras respiraba profundo. Después los abrió y pronuncio:

-¿Está meditando ahora?

-No, en este momento no

-¿Y porque está sentado así?

-Siempre me siento así. Ayuda a la concentración.

-¿En serio? ¿No importa en qué se concentres?

-A mí me sirve.

-Mmm... -­ suspiro y se levanto-­ bueno me voy a termina. Adiós señor Shaka.­- subió un par de escalones.

-Shiori

-¿Si?-­ se volteo.

-Lo de señor esta de mas por favor.- Shiori asintió y continúo su camino.

Luego de varios minutos, llego al undécimo templo casi maldiciendo tener que subir tantos escalones.

-¿Quieres que te ayudemos con eso?-­ interrogó Milo al interceptarla cuando se dirigía a su cuarto.

-No gracias, puedo sola.

-¿Segura?

-Si, no es la primera vez que arreglo un cuarto­ -y diciendo esto entro a la habitación.

Los caballeros observaron en silencio como la chica volvía a perderse tras la puerta y luego de un momento se oía un sonido bastante perturbador proveniente del taladro.

-¿Vas a decirme porque dijiste que si?­ -esta vez el caballero de escorpio hablaba en un tono sumamente serio al dirigirse a su compañero.

-Es complicado.

-Tengo tiempo.­ -le replico.

-¿No me dejaras en paz hasta que te diga cierto?

-Correcto.-­ asintió efusivamente con la cabeza.

Bien sígueme­ suspiro con resignación el acuariano.

Camus se dirigió a la habitación contigua a la de Shiori, reviso bajo la cama y saco una caja blanca. La abrió y luego de buscar un poco le tendió un papel a Milo.

-Lee

-"Hoy Shiori estuvo muy rara todo el día. Creo que algo te pasa. Dijo que se sentía extraña e incluso en un momento dado estaba muy fría parecía congelada.
Ella siempre habla dormida por lo que he decido grabarla esta noche mientras duerme para ver si lo que está soñando tiene algo que ver con lo que siente". ¿Tienes ese video?

-Si

-¿Podría verlo?

Camus le tendió Cd al caballero de escorpión y el rostro de este se lleno de sorpresa al ver la fecha inscripta en la base del video.

-Exacto.

Sin decir más, Milo coloco la película y se sentó junto a Camus en la cama frente a la pantalla

Al comenzar el video podía verse parte de una habitación de tamaño medio, pintada de colores pasteles y repleta de peluches luego una mujer de larga cabellera azul y ojos violetas entro al cuarto.

-Muy bien princesa es hora de ir a dormir.­ -pronuncio la mujer dulcemente con una sonrisa en el rostro.

-Si mami­ -se oye la voz de una niña que luego entro en la escena.

La pequeña de unos cuatro años se acostó con un pequeño pingüino de peluche en los brazos, entonces Sophia la arropo y se recostó a su lado abrazándola.

-¿Ya te sientes mejor princesita?

-Más o menos. Aun me siento algo rara pero ya no tengo frío.

-Que bueno. Pero no te preocupes por esa sensación de seguro se te ira en un rato.

-Mami ¿sabes qué?­- le cuestiono con ojos brillantes, voz dulce y gesto inocente.

-¿Qué?

-Anoche soñé con papi. Soñé que me llevaba a la plaza y me hamacaba –dijo con una dulce sonrisa-pero no veía su rostro.-bajo levemente el rostro algo compungida

-Pues eso se puede arreglar.

-¿Enserio? ¿Cómo?

-Ahora regreso. ¿Si?­ le beso la frente­ espera aquí.-A los pocos minutos Sophia regreso a su posición.-Mira-­ le enseño una foto de la cual la cámara solo pudo tomar la parte de atrás­ -estos somos tu papá y yo de más chicos.

-¿Ese es mi papá? – Mira detenidamente la foto­ tiene mi cabello.

-Aja­- sonrío al tiempo que asentía-­ y también tienen el mismo color de ojos y la misma sonrisa.

-Mami ¿Porque él no está con nosotras?­ -su tono expresaba algo de angustia

-Porque él tiene una misión muy importante.

-¿Misión importante? ¿Y cuál es?

-Su misión es proteger al mundo

-¿Proteger al mundo?­- cuestiono incrédula­- ¿y por qué?

-Porque tu papá es un caballero de Athena.

-¿Y que es eso?­ -cuestiono claramente asombrada la menor.

-Un caballero de Athena es una persona que se encarga de cuidar la paz en el mundo y a todos sus habitantes.

-¿De verdad mi papá hace eso?-­ pregunto muy entusiasmada.

-Si. Él y muchas otras personas velan por el bienestar de Athena y de la Tierra.

-¿Y quien es Athena?

-Athena es la diosa que protege a la Tierra y a todas las personas.

-Entonces mi papá es muy fuerte.­- pego un brinco en la cama mientras sonreía.

-Si muy muy fuerte­ concedió sonriendo.

-¿Y te sabes historias mami?

-¿Historias?

-Si historias de los caballeros y de Athena. Como las que el abuelito me cuenta de los dioses.

-¿El abuelo te contó sobre los dioses pero no sobre Athena?

-Es que solo me contó algunas que trataban de...-­pensó por unos momentos­ -ah si del Caos, la tierra, la noche, el día, otros nombres que no me acuerdo y ah sí de Urano y Gea y Cronos y Rea.

-¿Cómo es que sabes esos nombres?-cuestiono la mayor con un claro gesto de asombro por la pronunciación de la niña.

-El abuelo me los hizo repetir hasta que los dije como él.

-No se si debería contarte esas cosas-Emitió algo preocupada.

-¿Porque no?

-Por nada olvídalo. ¿Y te contó que ocurrió con Cronos?

-Dijo que para la próxima. -­ contesto luego de negar con la cabeza

-Entiendo entonces aun no llegan a Athena.

-¿Y sabes historias o no?

-Si, se las historias que tu papá me contó.

-¿De veras? ¿Me las cuentas?­ -pidió con expresión de suplica.

-Claro princesa pero otro día porque ahora ya es muy tarde.

-No ahora, anda mami una cortita ¿Si?­ hizo un puchero intentado convencer a su madre.

-No Shiori ya es tarde y debes dormir.

-Por favor­- su expresión cada vez era más lastimera y suplicante. Sophia negó con la cabeza

-No te va a funcionar.

En respuesta la pequeña de ojos azules hizo otro puchero y se cruzo de brazos con gesto serio

-Entonces no duermo.

-Usted se va a dormir ahora señorita.­- hablo seriamente.

-No

-Si.­- dejo la foto sobre la mesa de noche.

-No

-Si-­ Sophia comienzo a hacerle cosquillas a la niña.

-Jajaja ya jajaja mami... para jajaja... para. -La mujer se detuvo y la miro suspicazmente.

-¿Vas a dormir?

-Mmm...­la mayor repitió la acción­ está bien... está bien me duermo­ decía entre carcajadas. -Sophia volvió a arroparla y le beso la frente

-Que descanses Shiori.

-Hasta mañana mami.

Sophia se fue de la habitación no sin antes apagar la luz dejando el cuarto solo iluminado por la tenue luz que entraba por la ventana abierta.

Un momento después se prendió la luz del velador y Shiori tomo la foto de la mesita de luz.

-Con que un caballero de Athena-­ pasó la yema de sus diminutos dedos por una parte especifica de la foto y sonrío. La coloco debajo de su almohada y apago la luz volviendo a recostarse abrazándose a su pequeño peluche.

El tiempo paso y todo parece normal hasta que Shiori comienzo a temblar de frío y a llorar dormida.

-¡AAAAAAAHHHHHHH!­- se despertó de golpe sentándose en la cama.

Pocos instantes después se puede ver a Sophia entrando asustada al cuarto

-Shiori ¿Que ocurre?-cuestiono mientras se acercaba para abrazar a su hija

-Mami tuve un sueño muy feo. Algo malo le pasaba a papi. Esta... estaba congelado.­- hablaba muy apresurada entre sollozos y agitada mientras se abrazaba a su madre.

-Shiori cálmate –la alejo un poco y le despejo el rostro­ no te entiendo si no hablas claro.

-Vi cosas muy raras y mucha gente y después a mi papá congelado y...y a un chico rubio que le hacía daño-­ las lagrimas caían copiosamente de sus ojos mientras se volvía a aferrar al regazo de su madre mientras que Sophia la abrazo con fuerza expresando preocupación en su rostro.

-Tranquila princesa. Solo fue una pesadilla­ -trataba de calmarla mientras pasaba su mano por el cabello de la menor en gesto protector­ -¿Quieres que me quede contigo hasta que te duermas?

Shiori asintió con la cabeza mientras se hundía más en el abrazo

-Quédate conmigo mami.

Sophia dibujo una expresión de angustia en su dulce rostro y se sumió en sus pensamientos hasta que los sollozos de Shiori llamaron su atención.

-Mami me cantas así me duermo.

La mujer de cabellos azules asintió para luego comenzar a cantar suavemente mientras seguía acariciando el pelo de la menor con ternura.
Unos instantes después el video termino.

-¿Ahí termina? yo quería seguir escuchando.

-Milo-­ dijo en tono de reproche.

-Es que tenía una voz muy bonita. Pero tienes razón ese no es el punto. Si no por que Shiori tuvo esos sueños ese día.

-Esto ocurrió el mismo día que la batalla de las 12 casas. Creo que, tal vez, nuestros cosmos están entrelazados y por eso pudo ver lo que paso pero como el suyo no está desarrollado solo pudo hacerlo en sueños.

-Es posible además su madre escribió que durante un momento determinado del día ella estuvo muy fría de seguro fue mientras luchabas con Hyoga.

-Si, probablemente.

-Por eso quieres estar con ella para asegurarte que no le pase nada a causa de su lazo.

Camus no emitió comentario pero Milo lo conocía lo suficiente como para saber que le estaba dando la razón. El escorpión sonrío y decidió cambiar el tema de conversación.

-Hoy regresa Hyoga. ¿Verdad?

-Si, esta noche.

-¿Como le dirás lo de su "hermanita"?

-Ya veré. Seguramente esperare el momento adecuado.

-Si será lo mejor. Hablando de mejor creo que ya es hora de que regrese a mi templo debes querer pasar tiempo de caridad con tu hija. -Se levanto y desde la puerta agrego ­-ah un consejo guárdate tu frialdad porque si no entre los dos no formaran una oración fluida. Nos vemos –saludo mientras se retiraba del cuarto.

-Tiempo de caridad con mi hija...


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