Cynthia 

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El resto de las vacaciones me la pasé empacando, diciendo adiós a mis amigos y al resto de mi familia, me di de baja de mi escuela, tramitando pasaportes y visas. 

Pero también mostrándoles a las visitas lo bello de la ciudad, primero fuimos al Zócalo (Plaza de la Constitución), la plaza más grande de todo el continente y una importante atracción turística de la Ciudad, debido a que alberga los edificios más importantes del país. 

- Y ésta es la catedral metropolitana.- mostró mi mamá con los brazos abiertos. 

- Hay que entrar.- propuso el señor Park. 

Entramos a la catedral y la familia Park (incluyendo a Gala) se asombraron al contemplar la belleza del edificio católico. 

- Es muy grande!.- dijo en voz alta la señora Park. 

- La catedral tiene 14 capillas, por eso es demasiado grande.- explicó mi papá. 

- Además de que la catedral fue construida sobre las ruinas del templo mayor de la ciudad azteca.- expliqué. 

- Parece que sabes demasiado de historia.- reconoció Jay. 

- De hecho la historia es mi materia favorita de la escuela, me gusta demasiado la historia universal y la de México, de hecho quiero ser historiadora cuando entre a la universidad.- expliqué a Jay. 

- Suena muy interesante.- comentó Gala. 

Salimos de la catedral y fuimos a tomarnos una foto donde estaba el palacio nacional, el cual ha sido la sede del gobierno desde la época azteca; de hecho el palacio de Moctezuma estaba allí y ahora en la actualidad se había convertido en un museo que alberga algunos frescos de Diego Rivera. 

Subimos a la terraza del Gran Hotel donde disfrutamos de una hermosa vista y dónde todos nos tomamos una foto. 

Aprovechando que Jay, Gala y yo teníamos muchísima hambre, nos quedamos a desayunar y después continuamos con el paseo. 

Bajamos de la terraza del Gran Hotel y fuimos al templo mayor que se encontraba a un costado de la catedral. 

- El templo mayor era el centro de la vida religiosa de los mexicas y uno de los centros ceremoniales más famosos y se ubica aquí en el centro de la ciudad de México.- explicó uno de los guías de turistas. 

- El templo mayor se construyó justo en el sitio donde los peregrinos de Aztlán encontraron el sagrado nopal que crecía en una piedra, y sobre el cual se posaba un águila con las alas extendidas al sol, devorando una serpiente. Este primer basamento dedicado a Huitzilopochtli.- explicaba. 

Los padres de Jay no dejaban de tomar fotos con mis papás, Jay y Gala se la pasaban admirandose el uno por el otro. 

- Lamento interrumpir su romanticismo, pero hay que tomarnos una selfie los 3, ahora que vamos a convivir más, me parece que es momento perfecto para inmortalizar nuestra amistad.- les dije. 

- Me encanta la idea, espero que seamos muy buenos amigos - decía Jay seguro de lo que decía. 

Nos fuimos turnando las cámaras de los teléfonos para tomarnos la selfie. Al terminar un señor con aspecto de historiador se acercó a mis amigos y les preguntó: 

- Buenos días jóvenes, gustan que deleite sus oídos con la narración de una leyenda?

Se miraron entre ellos y yo no dejaba de admirar la belleza del templo mayor, ellos asintieron. 

- De acuerdo, entonces la leyenda que les contaré es una clásica, llena de amor hasta la muerte... Ubican esos volcanes al horizonte?.- preguntó él. 

- Los que parecen unidos?.- preguntó Gala. 

- Sí, ellos son Popocatépetl e Iztaccíhuatl, la montaña que humea y la mujer dormida; ambos son el resultado de la historia de amor mexica más importante. Se dice que el padre de la princesa Iztaccíhuatl convenció al guerrero Popocatépetl de ir la guerra con la promesa de reencontrarse con su amada. Popo amaba a Iztaccíhuatl enormemente y ella a él también.

Sin embargo, cuando Popocatépetl estaba lejos,  la princesa recibió la noticia de que su amado había muerto, ella no logró soportar la tristeza, por lo que murió de pena cubierta de nieve, formando la montaña de La Mujer Dormida. Cuando Popocatépetl volvió victorioso de la guerra, al enterarse de la muerte de Iztaccíhuatl, subió al pináculo del  Templo Mayor y ofreció a ambos como ofrenda a los dioses. Así es como se volvieron inmortales en los majestuosos volcanes. Popo en volcán fue convertido, arrojando su furia con las explosiones por su fatídico destino.- contó el historiador. 

- Y cuando hizo referencia al arrojar su furia, es que el volcán se encuentra activo y siempre causa desastres.- expliqué a mis amigos. 

- Tiene toda la razón jovencita.- me dijo. 

- Qué bella historia!.- admitió Jay. 

- Es tan bella como su amor, Popocatépetl e Iztaccíhuatl a pesar de ser tan diferentes siempre se amaron al extremo hasta quedar unidos para siempre aunque convertidos en volcanes. Los veía tan enamorados desde que llegaron aquí, ustedes pueden conseguir lo que Popo e Izta no conseguieron, estar juntos hasta que la muerte los separe.- dirigiéndose a Gala- Muchacha eres afortunada por tener a tu lado a un joven que por lo que veo  la ama demasiado y usted.- dirigiéndose a Jay- Cuide mucho a su novia, es una joya de brillo único, aprovechala. 

Los 3 agradecimos al señor por habernos contado la leyenda y le dimos unas monedas a manera de pago, luego buscamos a los adultos quienes estaban a punto de entrar al museo. 

- Dónde se habían metido?.- preguntó mi mamá. 

- Nos encontramos a un señor con aspecto de historiador que nos contó una bonita leyenda, la de los volcanes.- contó Jay. 

- Esa leyenda es muy hermosa.- admitió mi papá. 

Fuimos al mirador de la Torre Latinoamericana para una vista impresionante de la ciudad. 

- Que bonita vista, perfecta para una foto y enmarcarla.- admitió mi mamá. 

Una trabajadora de la torre nos tomó una foto para que saliéramos todos, si había algo que iba a extrañar mucho de la ciudad sería todos y cada uno de los lugares maravillosos que podías ver y visitar. 

A la hora de la comida fuimos al mercado San Juan, después de comer fuimos a pasear a la Alameda Central  y visitar el Palacio de Bellas Artes donde vimos una presentación del ballet folklórico, para después ir al museo de arte moderno. 

Regresamos agotados a casa, pero muy felices por haber pasado un día muy especial para todos, a pesar de no haber recorrido casi toda la ciudad. 

Mis papás nos dieron permiso a Jay, Gala y a mí de ir al barrio de la Condesa para ir a bailar. 

Me puse un vestido negro, junto con unos zapatos de tacón bajo, me dejé el cabello suelto, me maquillé (no tanto) salí de mi habitación y me encontré a mi mamá que me pidió que por favor no llegáramos tan tarde y que nos cuidaramos. 

Le dije que sí, minutos después salieron Gala y Jay. 

- Listo Cynthia, vámonos.- dijo Gala. 

- Vaya Cynthia, te ves muy guapa.- me dijo Jay. 

- Gracias.- dije toda sonrojada. 

- Pero la que se lució fue mi princesa.- dijo Jay después de besar la mejilla de Gala. 

- Aww Jay eres un amor. 

Nos fuimos a bailar, pedimos un taxi y llegamos al lugar, nos divertimos muchísimo y la verdad que cierre tan increíble para mi vida a lo largo de 9 años que viví en México. 

Te voy a extrañar mucho México, pero siempre te llevaré en mi corazón.