Miraba a todos lados intentando encontrarlo entre toda la gente que se había reunido allí. Al final, Paul pudo localizar un poco más allá a Dani. Le saludó con la mano y se acercó, pero abrió los ojos al ver que estaba cerca de Erik. Su amigo le dijo que se acercara más con un gesto con la mano.

Estaban en la orilla de playa, eran bastantes reunidos allí, y el día era resplandeciente.

—Así que te ha tocado con él —dijo Paul entre susurros después de arrastrar a su amigo para que el chico no le oyera.

—Ya ves—-Se encogió de hombros Dani—. Pero lo soportaremos —Le hizo un gesto con la cabeza—. ¿Y tú con Serena?

Paul puso los ojos en blanco.

—A ver, me da igual hacer esto con ella, pero su superioridad no me gusta nada —exageró la última palabra.

—Me imagino —dijo mirando a la chica—. Bueno, creo que saldrás vivo de esta.

Ambos empezaron a reír, provocando que muchos les miraran, ya que estaban todos serios y la tensión se notaba a kilómetros. Entonces, el comandante se acercó a todos y les indicó que se pusiesen junto a su pareja asignada. Hubo un breve momento de descontrol, pero al instante, todo volvió a estar en orden.

—Como ya sabéis, hoy empiezan vuestras pruebas. El objetivo es unir lazos y cooperar con personas a las que no estáis acostumbrados —dijo Mateo—. Vuestros entrenadores y yo os evaluaremos, así que estad atentos.

Algunas caras de sorpresa aparecieron al escuchar la palabra "evaluaremos", pero eso no preocupaba mucho a Dani, que miró a Erik y asintieron.

—La primera prueba, como podréis imaginar, se hará sobre el agua —dijo el comandante—. Hemos escondido varios muñecos que simulan personas atrapadas en barcos, cuevas, o en el fondo del mar... Cada pareja tendrá asignada una zona, donde deberán trabajar en equipo para encontrar su muñeco en apuros.

A continuación, repartieron las zonas y les invitaron a montar en unas lanchas de color rojo llamativo, para que se les viera a distancia.

—Serena y Paul —dijo uno de los entrenadores—. Zona F.

En un mapa habían nombrado las zonas, solo debían acercarse para saber cuál era la suya.

—Erik y Daniel —les nombró otro—. Zona D.

Se montaron en su barca después de hechar un vistazo al mapa y empezaron su búsqueda...

Mark miraba cómo todo el equipo de rescate salía a hacer sus pruebas, pero en si cara se adivinaba la preocupación. Cuando todos se fueron, se acercó al mapa con el nombre de las zonas e inspeccionó dónde estarían. Por sus ojos cruzó una nube negra al ver que irían por la zona donde se escondía su hermana. Deseó con todas sus fuerzas que no sucediera nada y leyó el nombre del lugar: D.

Llevaban aproximadamente media día en la barca. Erik la dirigía mientras que Dani se aprendía todos los secretos de la zona en la que estarían: cuevas, agujeros o algún barco hundido.

—¿Cómo llevas eso? —le preguntó Erik refiriéndose a su estudio de la zona. Estaba sorprendido de que les hubiesen mandado tan lejos.

—Bastante bien —Señaló el sitio de su compañero—. ¿Quieres que te tome el relevo ahora?

—No hace falta —dijo Erik—. Ya estoy acostumbrado.

Dani se interesó, así que siguió preguntando. Conocer a Erik no le haría mal.

—Mis padres eran pescadores —le explicó—. Lo dejaron hace mucho tiempo, pero yo siempre les acompañaba.

El chico de ojos verdes dejó lo que estaba haciendo y prestó toda su atención a su compañero, algo le decía que aquello mejoraría su relación.

—Cuéntame algo de ti —dijo Erik con su mirada clavada en él—. No sé casi nada de tu vida.

Dani se quedó un momento callado, sin saber muy bien qué decir. Al final, casi todos allí le conocían, había entrado al cuerpo desde hacía un par de años, siendo más pequeño que la mayoría allí.

—Venga... No sé, ¿alguna afición, hobbie...? —insistió Erik.

—Me gusta tocar la guitarra —dijo casi automáticamente—. Estoy pensando en volver a hacerlo.

—¡Increíble! Me tendrás que enseñar —dijo Erik—. Si vamos a pasar tanto tiempo juntos tendremos que empezar a conocernos.

Erik paró la barca cuando entraron en su zona.

—¿Qué has descubierto? —Se interesó Erik acercándose a su compañero.

—Hay varias cuevas por aquí —dijo Dani señalando una pared de rocas que sobresalía un poco del agua—. No hay barcos hundidos ni nada por el estilo, así que yo empezaría por alguna de estas.

Señaló en su mapa unos círculos rojos que había trazado minutos antes.

—De acuerdo, no creo que sea muy difícil —Sonrió Erik.

Este último se asomó por el borde de la barca.

—¿Cuánta profundidad crees que habrá? —preguntó intentando ver el fondo, pero parecía estar mucho más abajo, sin embargo, el agua estaba clara y en calma.

—No lo sé, ¿quieres averiguarlo? —propuso Dani, pero al ver la cara de su compañero entendió sus pensamientos—. No hay tiburones ni animales sumamente peligrosos por aquí.

Erik soltó un suspiro sin apartar su vista del fondo.

—Vamos, podemos explorar la cueva más grande, capaz han metido allí nuestro objetivo —dijo Dani dejando su mapa.

—¿Qué es eso?

—También podemos seguir por la siguiente, ir de la más grande a la más pequeña... —Parecía que estaba hablando más para sí que para Erik.

—¿Qué es eso? —repitió su compañero.

—¿Qué pasa? —Se acercó Dani a Erik, y siguió la dirección que señalaba su dedo.

Había una luz azul muy brillante en el fondo, pero había pasado en un segundo, parecía que se había movido. De repente, la piedra que Erik encontró en la playa se iluminó. La llevaba en un bolsillo, así que la luz traspasó la tela.

—¿Qué ha sido eso? -preguntó Dani y volvió su vista hacia Erik, y la luz—. ¡¿Qué está pasando?!

Erik cogió la piedra, intentando disimular lo máximo posible el chispazo y se la enseñó, total, ya la había visto, no había nada que esconder.

—Eso es lo que tenías cuando mi padre nos reunió, ¿no? —preguntó Dani sorprendiendo a Erik—. Esa cosa azul.

«Al final sí que me había visto» pensó Erik.

Miró la piedra en la palma de su mano.

—Sí, pero nunca ha brillado tanto...

Dani volvió a mirar al fondo del agua, asomándose por el borde de la barca, pero no vio nada, la luz había desaparecido. La piedra de Erik se apagó al instante, volviendo a su color original.

—Aquí pasa algo raro —dijo Erik en un susurro.

Entró corriendo en la cueva, intentando que su respiración agitada se calmara. Agarró la piedra que encontró en su viaje de regresó con fuerza. Se había puesto a brillar muy fuerte al pasar cerca de la barca que se había acercado por allí. Eso era otra cosa que no entendía, ese lugar estaba súper lejos de la orilla, ¿qué hacían allí?

Alexia le había puesto una cuerda a la piedra para convertirla en un colgante, y así tenerla más a mano. La había tocado más veces, pero no veía más imágenes, sin embargo, los dos puntitos amarillos de la anterior vez los veía aún en sueños.

Intentó relajarse y se convenció de que no la habían visto, de que no había pasado nada. Miró a Dharma, que estaba en un rincón; y luego dirigió su vista a otra esquina. Allí, donde siempre, se encontraba ese aura azul. ¿Por qué? ¿Qué era eso? El caso es que no le daba miedo que la siguiera a casi todos los sitios, de hecho, le daba más relajación. Le dirigió una mirada, pero seguía sin saber qué era.

Había intentado usar sus poderes para que se moviese o, simplemente, hiciera algún movimiento. Sin que lo notase, claro. Todos sus intentos fallidos. Solo se movía cuando quería, y parecía traspasarlo. Había visto más en la tierra, pero no se atrevía a preguntar, ya que nadie parecía verlos. Era algo a lo que le daba muchas vueltas, tal vez demasiado.

Tocó la piedra azul otra vez, esta se iluminaba cuando usaba su magia, y eso le hacía pensar que era algo importante. Usó su magia de nuevo, pero esta vez algo sucedió. El aura empezó a evaporarse y a esculpirse, formando un rostro y un cuerpo. Lo miró con atención, seguía siendo azul y translúcido. Se alejó ligeramente cuando soltó un brillo blanco demasiado intenso y lo que antes había sido una figura sin terminar de crear, se convirtió en una persona de carne y hueso. Era una mujer humana. La miró a los ojos, eran iguales a los de... Su color de pelo también era de ese mismo tono, clavados a los de... Su sonrisa era una copia de la de... ¿Mark?

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¿Qué tal?

¿Alguna teoría?

¿Con qué personaje os identificáis?

Os leo 🎵💙✍️