Visita inesperada


No hizo un voto de silencio, aun cuando comulga con los ideales de los magos Tase en muchos sentidos, sabia que su destino es otro. La vida que llevo hasta el momento es un medio para llegar a un fin. En algún momento dejaría el lugar donde se a preparado arduamente en los últimos años, por lo tanto, nunca termino los rituales de unión con los Tase, aun cuando siguió todos y cada uno de sus preceptos hasta entonces.

A una edad temprana abandono todo lazo que le ligara con su pasado, renunciando a un apellido y su sangre se vinculo a la torre de los magos, con una promesa de guardar los secretos que se escondían tras las puertas, debe renunciar a todo, ya fuera un hogar, familia, amigos o bienes materiales. Su sangre se desvincularía de cualquier lazo familiar, como una manera de preservar la autonomía una vez que iniciara su educación dentro del cerrado circulo de los magos.

Fue precisamente debido a que los vínculos sanguíneos con su familia se rompieron cuando ingreso al templo y posteriormente a la torre de los magos Tase, que cuando la magia de mapa de los cuatro reinos fue convocada, su existencia no apareció reflejada. No fue casualidad por supuesto, sus visiones del futuro le permiten ir un paso o dos mas adelante.

Sabia con certeza que llegaría el día en que la magia del mapa seria convocada por la sangre Malfoy, el reino de Glaonna buscaría herederos, aunque es más apropiado decir que se tomaría como pretexto para iniciar una búsqueda especifica sobre las dos damas que huyeron del dominio del Rey Lucius, donde encontrara a la princesa Aldhara estaría la Reina.

Encontrarían a Pólux para que retornara a un hogar del que huyeron siendo unos niños para salvar sus vidas. Tendrían la oportunidad de cobrar venganza, Lucius Malfoy pagaría por la sangre derramada de manera injusta, por todas y cada una de las vidas que tomo sin piedad, justificando sus terribles acciones para incrementar su poder.

Su hermano volvería a casa, para encontrarse con un medio hermano mayor, con un príncipe heredero que podía considerarlo un rival mas que un hermano y que posiblemente deseara su muerte antes que otra cosa. Pero las cosas no son tan simples, a veces el futuro cambia y el destino se reescribe.

Quizás hay eventos que son contundente y no puede o deben cambiarse, sin embargo, a veces pequeñas acciones hacen que lo caminos se fracturen proporcionando distintas alternativas que pueden trazar un cambio sustancial que marque la diferencia.

Por eso cuando conoció a la princesa Hermione, su curiosidad despertó. La joven no es alguien común, llevaba sobre sus hombros un talento que posiblemente ni siquiera conocía. Pudo leer su aura, ver el color de su energía mágica, la fluctuación armónica de dos raíces distintas de magia estaba el poder del aire agitándose, enredándose y desenredándose en el fondo mágico de la tierra. Pero no es todo, hay visos de otro color que a penas se ve tímidamente mezclarse, no entiendo cual es el origen de ellos, no hay una fuente que justifique aquellas notas que apenas sobresales.

De alguna manera la fuente mágica de su esencia compartía remanentes de mana de otras raíces. Nunca creyó posible encontrar un tercer elemento, pero por imposible que pareciera, sus ojos no le fallan. Por un momento creyó que era una ilusión óptica, pero conforme más la observo pudo descubrir que una tercera raíz mágica estaba presente, el elemento de agua parecía disolverse por las orillas de su magia como pequeñas hondas tímidas.

¿Cómo es posible? Se pregunto con asombro e intriga. Castor quería saber más sobre el tipo de magia que posee la princesa, descubrir cuales son las razones del por que en su cuerpo convergen tres raíces mágicas. Su caso es tan extraño que no puede entenderlo.

Es algo normal poseer dos raíces mágicas cuando los padres tienen poderes elementales distintos. Un hijo puede heredar un solo elemento mágico si este es predominante, sin embargo, también es común que pueda heredar ambos elementos en mayor o menor proporción y conforme crezca descubrir cual de ellos predominara en su magia.

Hay pocos casos en que la raíz mágica salta una generación, es decir, que un niño puede heredar la raíz mágica de sus abuelos, en lugar de sus padres. Por ejemplo, un niño con ambos padres con raíz mágica de agua puede presentar la raíz mágica de aire, tierra o fuego de sus abuelos. Después de todo los rasgos mágicos eran similares a los físicos, la genética influye de manera predominante entre los genes más fuertes.

Entonces no entendía de qué manera en la princesa Hermione Granger, podía haber tres en lugar de dos, aun cuando una fuera en proporción pequeña en comparación con las otras dos ¿Qué hizo que otra raíz de magia se arraigara en su centro mágico?

Castor se tomo el tiempo de revisar los orígenes de la princesa, desentrañando información sobre sus abuelos, incluso yendo un poco mas lejos fue un par de generaciones mas atrás. La abuela de Hermione, Jensine pertenecía a una gran familia noble donde siempre se presento el elemento de aire en su raíz mágica al igual que en el caso del Rey Cailean, razón por la cual Ronnette nació con la afinidad del aire únicamente, sin visos de ningún otro tipo de origen mágica.

Por parte del Rey Beathan tres generaciones atrás había habido enlaces matrimoniales con personas con raíz mágica de agua, su bisabuelo desposo a una princesa del reino de Uisce, sin embargo, la genética fuerte de los Granger predomino dotando a las siguientes generaciones con magia de tierra.

Así que, sin importar los resultados de sus investigaciones, la incógnita seguía presente ¿De dónde adquirió la princesa magia de agua? No había precedentes de otros casos con las mismas características.

La curiosidad lo llevo lejos, tanto como para llegar de improviso a un lugar donde no a sido invitado. La magia facilitaba ir a donde quería, pero esta es la primera vez que sus movimientos tienen tintes egoístas, considerando que es su propia necesidad de descubrir el secreto de la princesa de Talamh lo que le a llevado a irrumpir a medianoche en sus aposentos como si fuera un ladrón.

La puerta de cristal y los amplios ventanales que dan al balcón de la alcoba de la princesa Hermione están cerrados, pero una simple cerradura no representa ningún obstáculo para los talentos del mago. Cuando traspasa la puerta la ligera brisa nocturna se cuela con el.

A pesar de que la oscuridad predomina, la luz de la luna que se cuela por las ventanas le permite andar con seguridad en el interior de la gran habitación.

El mago saca un polvo dorado de uno de sus bolsillos, soplándolo sobre la mujer que duerme con tranquilidad sobre la cama. Cuando se asegura que la joven princesa no va a despertar comienza a mover las manos con maestría formando círculos mágicos que se mueven y vibran mostrando símbolos que cambian rápidamente conforme los dedos del mago bailan sobre el aire.

Un circulo dorado crece, Castor lo pone sobre la princesa haciendo que el cuerpo de la joven se eleve varios centímetros del colchón. La sabana resbala de su cuerpo dejando a la vista el largo camisón que porta la dama.

Un segundo circulo mágico se forma, moviéndose desde los dedos de los pies hasta la cabeza como si la escaneara. Después de un momento lo colores de su aura son visibles para los ojos del mago. A pesar de que sabe ya de la existencia de las tres distintas fuentes mágicas, sus ojos grises se amplían con admiración.

Sobre el pecho de Hermione se manifiestan las raíces de su magia como un remolino que gira casi de manera perezosa sobre ella; dos colores predominantes y entre ellos fluctuando como un suave enlace, el agua se hace presente, corriendo alrededor y entre ellas, danzando como un hilo delgado pero nítido.

Pudiera pensarse que un tercer elemento representaría una manifestación caótica en el cuerpo mágico en que habitan, sin embargo, no hay señal de rechazo o enfrentamiento entre los elementos por el contrario giran y se comunican sin mezclarse, pero subsisten en armonía como si las naturalezas fueran las mismas y no contradictorias entre sí.

El ceño de Castor se frunce bajo la máscara, todavía sin comprender, pero admirando algo que debería ser imposible.

Conocía la existencia de la princesa de los dos reinos antes de que se hiciera publico su reconocimiento. Sabía que su participación en la tercera guerra seria fundamental, de la misma manera en que conocía la profecía del elegido y que su maestro preparaba por separado a esos dos discípulos y que se encontraba en busca de un tercero. Lo que no tenia claro era la razón por la que su destino en ocasiones parecía borroso, desdibujado en los bordes, como si el destino no se hubiera definido del todo cuando se trataba de ella.

Las visiones sobre la princesa Hermione se parecía más a sueños difusos, conocimientos bagos como si escribieran sobre arena y el viento se empeñará en borrar sus rastros.

La frustración que impera en el mago es nueva, no esta acostumbrado a tener dudas respecto a nada. La seguridad que le proporciono su don para ver el futuro desde niño no le ha preparado para enfrentarse a algo tan extrañamente desconocido.

Conocía el día y la hora exacta en la que Hermione Granger llegaría a su hermano, mucho antes de que ocurriera. Incluso fue capaz de dar detalles a su hermano para prepararlo, pero lo que vino después cambio de manera sustancial cuando la joven le dio opciones a Pólux. Podía ser que el final fuera el mismo, después de todo logro llevar a Pólux a Glaonna sin contratiempos, pero las elecciones dadas hicieron un cambio sobre la percepción que tuvo su hermano de la princesa al ganarse su confianza.

Posiblemente parecía algo insignificante y sin trascendencia, pero las opciones dadas con sinceridad a Pólux, lograron que al final una alianza no dicha se gestara con fuerza entre ellos, lo que marco cambios significativos. El apoyo de Pólux hacia Hermione, logro el reconocimiento de Draco hacia su hermano menor y con ello la posibilidad de ceder el trono en el futuro cuando antes la decisión del príncipe heredero había sido firme como una roca.

Confuso se acerco un poco mas para mirar el rostro de la joven princesa que seguía dormida, estiro su mano para apartar un mechón de cabellos, sus largos rizos castaños flotaban alrededor de su cabeza como si estuvieran sumergidos en agua. Las largas pestañas estaban rizadas, con parpados rosados firmemente cerrados en un rostro de finas facciones.

Tenía la tentación de acariciar su rostro, pero el sonido de pasos acercando le hicieron volver de repente a la realidad. el golpe de vergüenza que le sobrevino le calentó el rostro, pero no era momento para cuestionar sus estúpidas acciones. Se apresuro a terminar los sellos haciendo que el delgado cuerpo se colocar de nuevo con suavidad sobre la superficie de la cama.

No tenía demasiado tiempo, las presencias que se acercaban estaban cada vez mas cerca. No sabia que les había alertado, pero era seguro que sospechaban que la princesa no estaba sola. Estaba por salir al balcón cuando fue empujado contra el ventanal con tanta fuerza que los cristales estaban a punto de romperse.

Parpadeo varias veces desconcertado cuando se encontró de frente con el imponente cuerpo del príncipe Draco. Unos pasos atrás una delgada mujer rubia se asegura que de que Hermione estuviera bien antes de acercarse lo suficiente para quedar a unos pasos de donde están y puso su pequeña mano blanca sobre el hombre del príncipe que le miraba de manera amenazante.

-Hermes esta bien, le dio polvos del sueño, pero fuera de eso esta perfecta.

-¿Quién eres? -Draco siseo la pregunta amenazante.

-Es alguien que tiene la curiosidad suficiente sobre algo que no entiende.

-¿Que? -Pregunto ladeando el rostro ligeramente para ver la Luna, sin soltar a su presa.

-Hay magia residual en la habitación. Este hombre vino a investigar la magia de Hermione, aunque no se la razón, parece ser que es lo único que buscaba.

Eso no ayudo a calmar la ira de Draco. Sujetaba con fuerza por el cuello al hombre que llevaba una mascara sobre el rostro.

Luna estaba en las habitaciones del príncipe Draco, haciendo las ultimas curaciones de la noche cuando algo pareció agitarla, no sabia como o por que, pero estaba segura de algo no estaba del todo bien con Hermes. Llevándose una mano al pecho había dicho que alguien había irrumpido en la habitación de la princesa.

El príncipe Draco no hizo pregunta, ni siquiera cuestiono lo raro que parecía la declaración de la maga, pero lo tomo por cierto, cuando comenzó a correr tan rápido como le daban sus largas piernas a los aposentos de la princesa.

Luna se quedó muy atrás, pequeña como era no podía estar a la par del príncipe. Llego casi sin respiración y lo primero que comprobó fue que Hermes estuviera bien, suspiro con alivio antes de girarse para enfrentar al intruso que era sujetado con fuerza por Draco.

-¿Quién demonios eres y cuáles son tus intensiones? -Pregunto, pero no alcanzo a obtener ninguna respuesta cuando el hombre que sujetaba se desapareció como si fuera humo.

Furioso salió al balcón, pero no había nadie. El humo se desvaneció por completo. Cuando regreso a la habitación Luna ya se había encargado de cubrir adecuadamente a la princesa que seguía durmiendo.

-¿Estas segura que esta bien? -Preocupado se acerco para ver el rostro tranquilo de Hermione.

-Está bien, sigo sin saber las intenciones de ese hombre, pero lo que es claro es que vino a comprobar su magia.

-¿Qué ganaría con eso?

-No lo sé su majestad.

. . .

La princesa despertó esa mañana con la noticia de que habían irrumpido en su habitación durante la noche. No sabia bajo que tipo de intenciones hicieron tal cosa, pero Luna aseguraba que cuando entro a la habitación lo único que era perceptible era magia de apertura para despertar su magia.

Era un tipo de magia similar a la que se empleaba en los templos cuando un niño o niña llegaba a la edad para descubrir si tenia magia y de qué tipo de raíz se trataba. Al menos para alivio de todos no se trataba de magia dañina, aunque las dudas seguían asaltándolos sobre las razones por las que cualquier persona pudiera estar interesado en descubrir cual era el tipo de magia que poseía Hermione, mas cuando es un hecho conocido que poseía dos elementos preponderantes el aire y la tierra.

¿Qué caso había en confirmar lo que era de conocimiento común?

-¿Qué quieres hacer Hermes?

-Lo mismo que hizo el intruso, debe de haber una buena razón para correr tales riesgos.

-Eras al templo.

-No, lo haremos aquí. No será bueno que los demás se enteres que alguien pudo entrar hasta mis habitaciones a pesar de la magia de protección de las puertas, seria tanto como mostrarnos vulnerables en un momento demasiado crítico.

-Entiendo, pero quien realizara los hechizos de revelación. Luna afirma que pudo detectar los residuos de magia pero no puede convocar ese tipo de hechizos en particular.

-Yo sé quién podrá hacerlo.

. . .

El gran mago no estaba molesto, contrario a eso no pierde la sonrisa, el buen humor se refleja incluso en eso ojos azules tras las gafas de medialuna. El rostro afable y el tono de voz que emplean también translucen cierta diversión contenida. Entre mayor es la venganza de su discípulo, mas grande es su diversión.

El joven delante parece hacerse pequeño ante su mirada, el escrutinio al que es sujeto le pone los pelos de punta, pero también lo hace enrojecer hasta las orejas. Nunca imagino que su maestro se daría cuenta de sus ultimas acciones y que lo enfrentaría tan directamente.

Tomo su taza de te, tomándose el tiempo de paladear el sabor del aromático líquido, antes de hablar, como si tratara de alargar el sufrimiento del joven.

-Me sorprendió mucho enterarme de tus andanzas nocturnas. -Agrego después de dejar con cuidado la tasa sobre la mesa.

Castor no se atrevió a negarlo, no tenia caso. Esta vez fue el quien bebió de te buscando la mejor manera de justificarlo, aunque claro no había una justificación plausible.

-La princesa es una persona interesante por supuesto, entiendo la curiosidad que puede despertar alguien tan peculiar como ella, sin embargo, nunca imagine que precisamente de todas las posibilidades entraras a saciar tu curiosidad de esa manera.

-Me disculpo maestro. -Dijo al fin, mortificado hasta las marices y mas rojo que un tomate maduro.

-No te disculpes, no es necesario. No ocurrió nada por lo cual puedas arrepentirte, de hecho, te agradezco la oportunidad.

-¿A qué se refiere?

-Gracias ti pude confirmar mis sospechas.

-¿Sospechas?

-No es algo importante, -Hizo espavientos con las manos restándole importancia a las palabras como si no fueran nada. -Creo que el mas sensible al respecto es tu hermano Draco. Imagino que no esperabas ser atrapado por le precisamente.

-No pensé en mucho, a decir verdad. No tenía planeada hace lo que hice y sé que tomé un riesgo innecesario.

-En algún momento la princesa descubriría su peculiaridad mágica.

-¿Usted lo sabía?

-Yo estuve presente cuando ocurrió.

-Puede decirme entonces como es posible que tenga una tercera raíz mágica.

-No es una historia mía para contar mi estimado joven Castor. Solo puedo confirmar lo que ya has visto con tus propios ojos. La princesa Hermione Granger posee tres diferentes elementos en su magia. Fui llamado para efectuar una lectura de magia como la que hiciste por tu cuenta, aunque no parecía la mitad de sorprendida por mis hallazgos. Quizá lo único que llamo su atención fue el hecho de que en su primer examen mágico en el templo que se realizó cuando fue reconocida formalmente como princesa de Talamh y Scamail, no se hubieran dado cuenta de la peculiar situación.

-Me preguntaba lo mismo, pero concluí que no hay necesidad de un examen de lectura de magia, lo normal es efectuar una simple ceremonia de manifestación. Por lo que, mostro su afinidad mágica mas fuerte y que había presencia de otro elemento, aunque no se especificará exactamente cuales o cuantos mas podría tener.

Dumbledore sonrió complacido por el inteligente comentario de su discípulo.

-Es así. -Confirmo con esa dos simples palabras.

Castor se relajó después de eso mientras hablaban sobre el interesante caso de la princesa, especulando sobre las posibles repercusiones de poseer tres de las cuatro raíces posibles de la magia. Por lo que lo tomado completamente desprevenido la última aclaración de su maestro. Cuando estaba por retirarse, Dumbledore lo detuvo con una sonrisa que le causo escalofríos.

-Sera mejor que te prepares, mañana visitaras el reino de Talamh, la princesa Hermione está muy interesada en conocer al hombre que se atrevía a entrar sin permiso a su habitación.

-¿Qué? -Pregunto palideciendo. 

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