Compromiso
Hola a tod@s,
Espero que el capitulo sea de su agrado, advierto que no tuve oportunidad de editarlo, así que es muy posible que tenga algunos errores, ojala pueda contar con su comprensión.
Esta semana tuve la oportunidad de subir dos capítulos de esta historia. Tengan un poco de paciencia por que se que la trama de la historia va lenta, tratare de hacer lo posible para que en el futuro mejore el ritmo y les resulte mas interesante.
Agradezco sus comentarios.
Saludos,
Helena Grand
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No recuerda la ultima vez que se sintió de aquella manera. Aun no sabe explicar el sentimiento que predomina en esa revolución de sensaciones que le hace tener ganas de gritar, por el simple hecho de poder hacerlo.
La pulcritud eterna de sus cabellos rubios se ha extinguido de la misma manera en que esas cadenas invisibles que se sujetaron a cada una de sus extremidades se han terminado soltando. Cierra los ojos dejándose llevar por los ruidos que hace el agua al chocar con el barco, la madera crujiente bajo sus pies, la tripulación moverse. El aire hace bailar sus cabellos, despeinándola, pero también haciéndola sentir un alivio que no ha experimentado por demasiados años.
No lamenta abandonar aquellas tierras. Ni siquiera se atrevió a mirar atrás mientras abordaba aquel barco que la llevaría de vuelta a ese hogar que nunca debió haber abandonado.
-¡Madre!
Es la voz de si amada hija lo que la trae de vuelta haciendo que habrá los ojos.
Las vestimentas sencillas que visten no le restan a la elegancia propia de la realiza. Vestidos de algodón y no de seda, sin encaje, solo bordados rústicos de colores suaves.
Narcisa gira lo suficiente para dedicarle una sonrisa serena a Adhara, estirando sus dedos acaricia la mejilla de piel blanca con cariño.
-Dime querida.
-¿Algún día regresaremos? -Pregunta.
Vestigios de miedo se pueden percibir en el temblor de su voz mientras la cuestiona, lo que logra que el corazón de Narcisa se apriete. Odia el sentimiento por que lo comprende, porque todavía siente bajo la piel la picazón de las cuerdas anudadas hasta en los nervios. Las marcas endebles de una libertad de tiempo limitado.
-¿Quieres regresar? -Replica tratando de ignorar el nudo en la garganta, así como las lagrimas que arden en los ojos, pero sobre todo en esa alma quebradiza, débil y asustada que a penas se puede sobreponer al propio miedo.
Pasa sus dedos con calma por sus cabellos, tratando que no tiemblen mientras acaricia el sedoso oro brillante.
-No regresaremos. -Dice al fin.
Mas que una declaración, es una promesa. Sonríe primero débilmente aun con el miedo tratando de aferrarse a cada hueso de su cuerpo.
Ahoga el llanto que punga por salir de su garganta, porque debe ser fuerte. Fuerte por su hija y su precioso Dragon que ya a crecido lo suficiente para volverse esa bestia territorial que puede valerse por si misma para tomar lo que por derecho le corresponde.
La estrecha en sus brazos para alejar la incertidumbre que le acecha.
Será fuerte -Se dice- con el cuerpo de su hija apretado en su regazo. Sobreponiéndose al miedo de la manera en la que siempre lo ha hecho.
Tuvo que dejar atrás a Draco, conociendo el peso que a dejado sobre sus hombros. En el fondo sabe que tiene que ser de esa manera, lo que no quiere decir que le haya hecho más fácil la despedida. Fue un adiós apresurado con miles de palabras que no pudieron ser pronunciadas, el tiempo era limitado y el peligro les acechaba como para entretenerse demasiado.
Aun no sabe claramente que ocurrió las ultimas horas. Para cuando se dio cuenta que era arrastrada con el rostro cubierto por guardias, pensó lo peor hasta que escucho que alguien pronunciada unas simples palabras que le hizo que el alma le regresara al cuerpo.
-Black nos envía.
Dejo de luchar de inmediato, no es que tuviera mucha fuerza o que pudiera oponer demasiada resistencia. Podía ser que todo fuera una trampa, pero la simple esperanza que encendió en su pecho le facilito respirar de nuevo.
Algo reverberó en su cuerpo cuando escucho la voz conocida de su hija demasiado cerca, cuando imagino que ya estaban en tierra firme. No podía saberlo con certeza pues todavía le cubrían el rostro con una gruesa tela. Pero a penas sus ojos azules se abrieron a la luz de la libertad pudo ver a su amada hija después de mucho tiempo.
Se abrazo a ella entre lágrimas besándole el rostro. Aferrándose a la esperanzadora idea de poder mantenerla de nuevo a su lado. En ese momento pensó que no podía ser mas afortunada, pero no fue hasta que fue llevada a lo que parecía la trastienda de un lugar donde vendían ropa fina que pudo sentirse completa de nuevo.
La inconfundible voz de Draco se hizo escuchar. La insistencia de una joven dama y después no pudo contenerse a si misma para tirar de su brazo para hacerlo entrar por fin y poder abrazarlo.
Sus ojos grises le miraban como si no pudiera creer que estaban en el mismo lugar. No pudo disfrutar demasiado de su compañía.
En poco tiempo una bonita joven entro para alertarlos que tenían que irse.
-Su majestad. -Les hizo una reverencia a penas traspaso el umbral de la puerta. -Lamento interrumpir, pero será mejor que continúen su camino para poder regresar nosotros al castillo.
-¡No las dejare solas! -Advirtió sin siquiera molestarse en ver a la princesa.
Hermione no se molesto por el tono, no pareció ofenderse por la respuesta de Draco. Ignorando por completo las palabras recientemente dichas se limito en dar algunos pasos hasta ponerse enfrente de la reina.
-Reyna Narcisa, Lord Black la espera de vuelta. Mi gente se encargará de llevarlas sanas y salvas hasta Uisce. Me disculpo por las molestias que pudiera causarle al terminar demasiado pronto esta reunión con su familia, pero es imperativo que se marchen ahora para reducir los riesgos y darle al príncipe Malfoy los elementos necesarios para que no este bajo sospecha.
Narcisa asistió de inmediato en compresión. Tomando las manos de la princesa, le miro fijamente.
-Gracias.
-¡No me iré sin ustedes!
La princesa Granger no discutió, haciendo una última reverencia salió para concederles un momento a solas.
Ignorando de nuevo la advertencia pregunto -¿Ella es tu prometida?
-No. -Contesto de inmediato a la defensiva.
-¿Quién es?
-La princesa Hermione heredera de Talamh.
-Si es una Granger será mejor no guardar esperanzas de tenerla por nuera. -Suspiro con cierta decepción la Reina.
-¿Qué dices madre?
-Eres demasiado testarudo y ella tiene demasiado carácter para tolerarte.
Draco bufa ofendido, con una sonrisa torcida ante las indirectas, demasiado directas de su madre.
. . .
La princesa Granger a su lado, hizo todo el camino de vuelta tomada de su brazo, sin perder la sonrisa. El viaje en carruaje lo hicieron en absoluto silencio, aunque esta vez no resulto incomodo sentarse frente a ella. La observo con calma mientras ella miraba por la ventana.
Todavía no podía creer que su madre y hermana ya no estuvieran bajo el yugo de su padre. En mucho gracias a la mujer que tenia delante y que había tomado por estúpida. El rescate de las damas de la familia Malfoy no fue cosa del momento, pudo notar lo bien planeado de todo el asunto a pesar de que no debió de disponer de mucho tiempo para hacerlo.
La princesa había puesto atención hasta en los detalles mas pequeños. Dejándose ver en los sitios más concurridos de la zona en el momento justo en que asaltaron el barco. Fue tan minucioso que no se armó ningún alboroto. Fueron silenciosos en la toma, los guardias fueron noqueados tan rápido que no había quien pudiera dar descripción alguna de los atacantes.
Encima de darle una coartada, le recomendó no dejar entrever que Narcisa y Aldhara fueron liberadas.
"Querrá confirmar que no tuviste nada que ver, lo más sencillo será amenazarte con su seguridad para ver tu reacción."
Eso era algo que el príncipe ya había considerado, pero el hecho de que fuera consciente incluso del carácter y la forma de ser de su padre lo dejo verdaderamente sorprendido.
Le seguía pareciendo un tanto odioso el aire de suficiencia al hablarle, sin embargo, ahora podía entender a mayor cabalidad a Nott. La princesa tenia cierto atractivo aun cuando no la considerara una belleza.
No tuvo mas remedio que ser el acompañante de la princesa hasta que termino la sesión del gremio. Participo del banquete a regañadientes, tolerando la presencia de Lucius, quien hasta el momento no se había enterado sobre lo ocurrido. Siendo una reunión a puerta cerrada, entre la realeza de los cuatro reinos no habían podido interrumpirle para avisarle de la huida de Narcisa y su hija.
Fue hasta que ya estaban instalados en torno a una larga mesa, cuando uno de los guardias principales del Rey Lucius, se acerco con cautela para hablarle al oído. De inmediato el hombre se disculpo para salir de inmediato, regresando unos minutos después tratando de controlar su rabia.
Los ojos grises de Lucius se clavaron como dagas en Drake, quien fingía disfrutar de la conversación con la princesa Hermione, quien parecía encantada con Lord Black sentado a su izquierda y su vástago a su derecha.
Sus ojos evaluativos irradiaban molestia, no así su semblante pétreo e inmutable. La mascara siempre perfecta se mantenía sobre el rostro ocultando los deseos asesinos que en ese momento laten en su interior como si se tratara del ritmo de su propio corazón. Perder a sus presas le deja un sabor amargo, aun no sabe quien a tenido la osadía de tomar algo suyo, pero tiene como una verdad absoluta que cuando lo descubra, el o los responsables tendrán un a muerte demasiado lenta entre sus manos.
Come y bebe sin ser capaz de saborear lo que lleva a su boca, los ojos grises vigilantes no se apartar en ningún momento de la princesa Hermione y Drake.
-Se ven bien juntos. -Deja caer el comentario al hombre a su lado.
El Rey Beathan dirige su vista a donde le indica Lucius.
-Cierto, -Se limita a decir llevándose la copa a los labios para darle un largo trago al liquido rojo antes de seguir hablando. -Aunque aún es demasiado joven para pensar en compromisos.
-No concuerdo con usted, la princesa tiene la edad justa para adquirir un compromiso matrimonial a corto plazo. Tengo entendido que su esposa la Reina Eppie tenia la misma edad cuando les comprometieron. Además, siendo una heredera recientemente reconocida no jugara a su favor.
Los ojos del Rey Beathan se oscurecieron por un momento. El silencio se volvió denso antes de que pudiera contestar sus ojos azules se fijaron en los grises de Lucius. La sonrisa que vino después le hizo ver mucho mas joven de lo que era. Le gustaría decir en voz alta que Eppie usurpo un lugar que no le correspondía, que su esposa legitima, la verdadera Reina fue Ronnette y por tanto la única heredera legitima es Hermione, pero prometió guardar el secreto.
-Es verdad Eppie tenia la misma edad que la princesa cuando se acordó nuestro compromiso. Sin embargo, Lady Ronnette, su madre estaba cerca de los 20 cuando fue mi concubina y 21 cuando dio a luz a Hermione. Espero disfrutar por un par de años mas de su compañía. Por esa razón he detenido las peticiones de compromiso, contrario a lo que la mayoría puede suponer su origen no hecho más que aumentar el interés de muchas personas, por ejemplo, mi buen amigo Lord Black a puesto sobre la mesa una solicitud de compromiso con su ahijado y heredero al trono, poniendo a los pies de mi hija el reino de Uisce si se desposa con Lord Potter.
Lucius agito la mano con desdén.
-Uisce no se compara con Glaonna. Drake esta por encima de Potter.
Beathan sonrió ocultando su enfado. Malfoy nunca fue de su agrado, siempre le pareció un hombre demasiado arrogante para tolerar, poderoso, pero sobre todo innecesariamente cruel. Aun no tenía una opinión hecha sobre el príncipe Drake, su fama de conquistador no era buena, pero fuera de eso no se sabía que aplicara los mismos métodos que su padre, aunque si debía elegir, Harry le parecía la opción más segura para garantizar la felicidad de su única hija.
-No le impondré ningún compromiso o matrimonio a la princesa Hermione. Le he concedido el derecho de elegir por si misma el hombre con quien desee desposarse. -Dijo directo. -Aunque parece que su hijo ha llamado su atención, me han dicho que han pasado juntos todo el día, será ella quien acepte o niegue a un pretendiente.
-Si, me han mencionado que Drake a sido afortunado en disfrutar de la compañía de su hija.
-Incluso los rumores de un posible compromiso han corrido como pólvora en la corte desde muy temprano. No dejan de ser rumores, pero parecen favorecer una futura relación. Es cuestión de esperar a ver que pasa mas adelante, como ya he dicho mi hija es joven, tiene el tiempo y las opciones de elegir a quien ella prefiera.
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Hermione
Conozco demasiado bien a Lord Black para detectar su inquietud mientras mantiene un conversación ligera y cortes durante la comida. La reunión se alargó demasiadas horas para su gusto y por mucho que intentaba disimular su fastidio cada vez le costaba mas trabajo mantenerse en calma, lo que no deja de causarme gracias.
Este tipo de reuniones es una de las muchas razones por las que se negó a subir al trono de Uisce, podrá ejercer el papel de líder, pero se niega a seguir los protocolos y el sin fin de obligaciones que implicaría que tomará el poder. A mi parecer es absurdo cuando cumple con los deberes mas pesados aun cuando no posea el título de Rey.
Tuve al menos la satisfacción de darle la buena noticia de que dos preciosas aves viajaban a casa seguras. Su semblante tenso se suavizo de inmediato, incluso se mostro simpático mientras charlaba con el príncipe a mi lado.
Ha sido un día demasiado largo también para mi gusto, sin duda alguna ha valido la pena los resultados positivos. A pesar de que he tenido que jugar un papel que aborrezco para que exista la duda razonable sobre mi inclinación por el príncipe heredero Drake.
Tengo que admitir que, en un hombre apuesto y galante, cuando se lo permite. De la misma manera en que es un odioso arrogante cuando quiere. Deja en evidencia que proviene de una cuna de oro y que todo se le a dado a manos llenas.
El cansancio de mantener una actitud dulce y tímida, la sonrisa que debo mantener mientras le miro como si no hubiera nada mas interesante, comienzas a entumecerme el rostro.
-Espero que sigan pasando una buena velada. Si me disculpan me retirare primero. -Me excuso dando una ligera reverencia cortes como despedida.
-Descansa querida. -Me dice dulcemente Lord Black.
-Si me permite me gustaria acompañarla a la salida princesa.
Drake se inclina corte mientras ofrece por enésima vez en ese día su brazo para que lo tome.
-No es necesarios. -Le digo sonriendo de manera forzada.
-Insisto Princesa, mi honor de caballero se vera ofendido si no puedo acompañar a su majestad al menos hasta la puerta.
-Gracias entonces. -Suspiro al fin tomando su brazo, tratando de ocultar mi disgusto. -Si me acompaña a despedirme primero de mi padre se lo agradecer.
-Por supuesto, es un placer.
Caminamos codo a codo, su cercanía me pone nerviosa de un modo extraño. Tratando de ocultar la inquietud que despierta el calor de su piel llegamos hasta el lugar donde se encuentra mi padre y el Rey Lucius.
-Padre me retiro. -Hago una reverencia mas profunda. -Rey Lucius a sido un placer volver a verle.
-El placer es todo mío Princesa. No sabe la satisfacción que me causa verla cercana a mi hijo. Me complacería mucho la posibilidad de llamarla hija en un futuro.
La insinuación nada sutil de un futuro matrimonio con el príncipe me provoca un escalofrió que trato de ignorar. Fingiendo timidez agacho la mirada, incluso puedo sentir el calor de un rubor coloreando mis mejillas. Dejare que piense que es por timidez y no por rabia.
-El príncipe es todo un caballero. -Admito con voz suave como la seda. -He tenido el placer de su compañía.
-Puedo asegurarle princesa que a sido un honor y verdadero placer que fuera tan amable de mostrarme lugares tan interesantes del Reino de Talamh.
El príncipe Drake tiene la desvergüenza de tomar mi mano para besar el dorso. Una sonrisa de lado ilumina sus facciones, el gris de sus ojos parece mas profundo. Me basta verlo para confirmar que se ha ganado la fama a pulso, cualquier dama caerá a sus pies si le dedica esa mirada o sonrisa.
Suspiro en respuesta, como si estuviera deslumbrada por sus atenciones galantes que no hacen mas que incomodarme más.
Después de un corto intercambio de palabras de despedida, me dejo guiar por el andar seguro del príncipe.
Apenas salimos del salón, suelto su brazo como si su tacto quemara. Afuera nos esperan dos personas que conozco demasiado bien.
Nott se inclina ante mi a manera de saludo, lo que me hace sonreír de manera genuina. El hombre me agrada mucho mas que el príncipe.
-Sir Theodore espero que su viaje de vuelta a casa sea agradable.
-Así será princesa, agradezco mucho este tiempo.
-Al contrario, soy yo quien le agradecer su lealtad y cuidados hacia mi persona. Si no conociera los secretos que guarda su corazón y honor le pediría que considerara quedarse de manera permanente.
El príncipe bufo molesto, parece que no le gusta ser ignorado.
-Su príncipe no parece satisfecho con la idea.
-No puedo mostrar placer si desea quitarme parte de mi guardia personal.
-Estoy segura de que le dolería más perder al amigo, más que al guardia. Pero solo estoy haciendo suposiciones sin sentido. -Me atrevo a burlarme del enojo notorio en el príncipe. Creo que es momento de despedirnos.
-Pensé que podríamos hablar un poco más, hay temas que aun no hemos tenido oportunidad de tratar.
-Me encantaría, pero me encuentro sumamente cansada. Si le parece mañana antes de que su comitiva se retire podemos hablar.
No espere respuesta, no es conveniente que oídos curiosos puedan escucharnos. Mire a Harry en aceptación y este se encargó de acercarse lo suficiente a Nott para entregarle una nota sin ser visto.
-Buenas noches. -Dice sin girarme mientras Harry se seguía de cerca.
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