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Nada mas salir Scott, Stiles cogió un libro de un estante y se puso con la espalda en el suelo y las piernas en el sofá, leyendo dicho libro, el cual era su favorito, “Donde esté mi corazón”, un libro español del que ninguno de sus conocidos sabia, rezando para sus adentros que siguiese así.
De repente, oyó la puerta de su despacho Abrirse, y entrar por ella al hombre mas guapo y con los ojos mas verdes que había visto en su vida; se quedó viéndole unos segundos en la misma posición, hasta que cayó en como estaba puesto y se puso de pie lo más rápido que pudo, con el hombre desconocido mirándole de arriba abajo.

—Wow...

Cuando el hombre sonrió, sintió como su cuerpo reaccionaba de mil maneras distintas, y sin poderlo evitar se sonrojó con fuerza.

—Eres precioso chico, totalmente hermoso.

Stiles se puso nervioso, con el pulso a mil por hora.

—Eh...- De pronto cayó en que ese hombre era un completo desconocido, por lo que empezó a sospechar.

-Disculpa que te hable así, pero, ¿quién eres?

Stiles gruño, lo que hizo que a Derek le irritara de sobre manera.

—Niño, responde cuando te hablan.

Stiles apretó los puños, entrecerrando los ojos.

–¿Con que eso quieres, he?

—Soy Stiles Stilinski- Sonrió con suficiencia al ver como el color se iba de la piel del otro- Presidente de los Estados Unidos de América... y supongo que tu jefe.

Derek se mordió la lengua y en cambio suspiró.

—Supongo que ahora le dan el cargo a cualquiera.

Stiles estuvo a punto de romperse los dedos de lo fuerte que los apretaba, pero lo próximo si que acabó con su paciencia.

—¿Cuántos tienes, 19? ¿20?

—¡Tengo 23!- Stiles gruñó- ¡¿Pero y tú quien eres?!

Ahora fue el turno de Derek de sonreír.

—Derek Hale señor, su nuevo jefe de guardia y guardaespaldas personal.

La expresión que tenía Stiles en el rostro era épica: tenía los ojos abiertos como platos, la boca en una perfecta o, se había puesto pálido y no se movía, lo que hizo que Derek se preocupase.

–¡¿Y si se a vuelto tonto?!

—Disculpe, ¿se encuentra bien?

Con esas simples palabras, el menor salió de su estado, empezando a hacer gestos con los brazos.

—¡Imposible! ¡Inaudito! ¡No puede ser!

Parecía que se le había cruzado un cable, y Derek ya empezaba a ponerse nervioso cuando de repente la puerta se abrió, dejando ver al expresidente, a la mano derecha y a dos guardias, Isaac y Liam, que al ver a su mejor amigo casi se dan de chocazos con la pared.

—¿Qué está pasando?- la voz de John se hizo presente en la sala.

Stiles miró a su padre fijamente, con una mirada medio loca.

—Papá... dime que no es cierto... dime que él- recalcó la última palabra y señaló a un ofendido Derek- No es mi guardaespaldas, dime que es una broma.

John se rascó la nuca, algo incómodo.

—Bueno, si prefieres que te mienta...

Un TIC apareció en el ojo derecho de Stiles, que sentía ganas de gritar.

—Haber, tampoco es como si a mi me hiciese gracia tener que cuidar de un crío- Derek cruzó los brazos en su pecho, desafiando a Stiles con la mirada ante la mirada incrédula de sus amigos.

Mentes de Isaac y Liam.

–¡¿Se a vuelto loco?! 

Stiles apretó la naturaleza con fuerza.

—No me hables así, Hale.

Derek sonrió con ironía.

—Tú tampoco a mí, Stilinski.

Scott sonrió.

—Eso a sido un claro Turn Down For What hermano.

Stiles le fulminó con la mirada.

—Te me callas, Mcall.

Scott rodó los ojos.

—Te me calmas, Stilinski.

Ambos se miraron seriamente a los ojos durante unos segundos, hasta que prorrumpieron en carcajadas, haciendo que John rodara los ojos, Isaac parpadeara y Liam y Derek... bueno...

Mentes de Derek y Liam.

–Drogados, definitivo.

Stiles y Scott chocaron sus puños.

—Extrañaba bromear contigo, Scotty.

—Yo también lo extrañaba, Stiles.

Y ante la mirada divertida de los demás, se dieron un gran abrazo.