Capítulo 6

Llegamos frente a la casa donde nos había guiado el GPS pero miré la dirección y luego las casas una y otra vez. Este es un barrio de ricos.

-Esto no puede ser... ¡¿Aquí vive la nerd?! -dije sorprendida.

-Es la dirección correcta, ¿no? -comenta Louis mirándome por el espejo.

-Se supone... -hablé en suspiros.

Estaba dudando de que así fuera pero aún así me bajé del auto y toqué el timbre de la mansión fuera de las grandes rejas.

-¿Hola? -era la voz de una mujer.

-Am, hola, ¿está Hunter? -pregunté.

-De parte de quién?

-Zaira Adams, una compañera -respondí.

No se escucha más nada hasta que las rejas del portón se abren para que pueda ingresar.

-Puede pasar.

-Gracias -sonreí amable ya que sabía que había una cámara por la que me estaba viendo.

Me despedí de Louis con otra sonrisa junto a un movimiento de manos antes de entrar. Pasé por el jardín delantero hasta la entrada de la casa, estaba por llamar a la puerta cuando esta es abierta por Hunter.

-Bienvenida a mi pocilga -sonríe ampliamente con arrogancia pero de nuevo rodé los ojos.

-No repetiré que fue solo una broma, andarás de resentido hasta olvidarlo.

-Créeme que jamás lo olvidaré -responde riendo-. Mejor pasa.

Se hace a un lado, dejándome espacio para cruzar. Así lo hice y él cierra la puerta tras de mí mientras yo me quedaba observando la decoración interna. Tenia una decoración que le daba un cierto toque moderno pero a la vez tenía decoraciones vintage que le quedaban muy bien.

-¿Te quedarás mirando la casa o vamos a hacer el "proyecto"? -pregunta con cierto doble sentido sin creer que yo podría hacer un proyecto.

-Lo siento -dije apenada volteando a verlo.

¡¿Apenada?! ¿Desde cuándo soy tan tímida?

Dimos solo unos cuantos pasos cuando escuchamos risas que se acercaban aquí, entonces vi a Zack con Tesha quienes al verme se tensaron y pusieron nerviosos, a la defensiva mejor dicho. Noté incluso cuando Zack, aunque trataba de disimular, colocó a Tesha un poco detrás de él. La tensión se hizo presente en el aire de inmediato.

-¿Qué hace aquí? -pregunta Tesha tratando de sonar firme pero le temblaba la voz.

-Tranquila, hermanita, tenemos que hacer juntos el proyecto, así como ustedes -responde Hunter.

-¿Seguros que van a hacer el proyecto? -pregunta dudosa.

Rodé los ojos y me crucé de brazos mirándola molesta por querer meterse en donde no la llaman.

-¿Te importa? Si hacemos el proyecto o no, es nuestro problema -respondí-. Ah y Zack... ya entiendo porqué tan pegado a la nerd -sonreí con malicia y miré a todos lados- ¿Te aprovechas de lo que tiene así como lo hiciste conmigo?

Él me mira serio pero vi que Tesha se ponía nerviosa, era tan fácil hacer que se creara mil dudas con respecto a Zack, a pesar de que este jamás hizo y jamás haría algo así. Lo conozco.

-Mejor nos vamos -repentinamente Hunter me empuja leve por la espalda para incitarme a caminar y eso hice.

-Chaito -me despedí con un tono burlesco.

Subimos las escaleras, aunque el ambiente se volvió tenso, Hunter estaba serio y no me miraba. Bueno... normal cuando atacas a alguien de su familia. Cruzamos pasillos y luego llegamos a su habitación. Nos acomodamos en su escritorio y yo saqué mis cosas para hacer el proyecto.

-¿Qué? ¿De verdad haremos el proyecto? creí que nada más llegar aquí me saltarías encima -habla bromeando pero con cierto tono asombrado, yo rodé los ojos divertida.

Me aguanté las ganas de reír ya que con mucho esfuerzo y solo acomodé mis cosas.

-Tampoco es que tenga ganas las veinticuatro horas del día -respondí.

-¿En serio? -dice aparentando asombro.

-De verdad. Ahora empecemos con esto.

-¿También estudias? Creí que no sabrías nada.

Resoplé teniendo un nudo en la garganta que molestaba cada vez que las personas suponían eso de mí y los escuchaba decirlo directa o indirectamente.

-A diferencia de lo que creen los demás... a mi me importan mis estudios -solté.

-Wau, eres una estafadora -se carcajea por un momento-. No eres igual a las zorras de las novelas como lo pensé.

-Sí, bueno... no te lo creas tanto -respondí.

-¿Te gusta estudiar entonces? A caso no eres la que se burla de mi hermana por eso.

-No me gusta, pero debo hacerlo.

-¿Por qué debes? -preguntó de nuevo.

-Hm... por nada -negué tratando de no soltar algo que me delatara.

-Eres mala mintiendo cuando ya te acorralan entre la espada y la pared -responde con una sonrisa y se acerca hasta mí para acorralarme contra el escritorio-. Yo no le veo a la necesidad de estudiar, prefiero hacer algo más...

-Hunter... -él me interrumpe besando mi cuello.

-Vamos, no hay algo muy importante por lo que debamos estudiar, ¿o sí?

-S..Sí... -respondí.

-¿Cuál?

-B..Bueno, pues... -me desconcentré por sus besos-. No podré ser doctora si no...

¡Mierda! ¡Lo dije! ¡Maldito idiota que me hizo desconcentrarme! Él se detuvo, claramente sorprendido y se separó para mirarme.

-¿Quieres estudiar medicina? -levanta una ceja mientras sonríe.

-No... Olvídalo... -respondí volteando a sentarme en la silla y ver las hojas sobre el escritorio y la computadora encendida.

Hunter claramente no iba a olvidarlo, en su lugar agarra los reposabrazos de la silla y hace que me gire para quedar frente a frente con él.

-Oh no, preciosa, ahora me diste curiosidad, Adams.

-Te dije que lo olvidaras. No tocaré ese tema de nuevo así que no insistas -espeté bruscamente y él se queda mirándome algo sorprendido.

Lo aparté girando la silla de nuevo y volviendo mi atención al proyecto. Él se queda quieto por más tiempo hasta que suspira y me ayuda con esto. Me sorprendía lo inteligente que era en realidad, era algo más que sabía sobre él.

Pasamos la tarde haciendo nuestro trabajo hasta que por fin terminamos con la primera parte por hoy. Ya era tarde y yo tenía que irme. Junté mis cosas algo somnolienta para irme.

-Oye, oye, ¿te irás ya? ¿Ni unos toques, sexo...? ¿Nada? -pregunta.

-Tengo sueño -respondí sin darme cuenta que había dejado mi típico tono chillón que siempre uso y que estaba usando desde que llegué.

Él se quedó mirándome pero yo me apresuré a guardar mis cosas aún más rápido que antes.

-¿Puedo preguntarte algo? -dijo de repente.

-Ya lo hiciste -traté de evadirlo.

De reojo vi que él rueda los ojos y luego se levanta y me acorrala contra el escritorio otra vez. Se me queda mirando a los ojos, yo comencé a sentirme nerviosa y ansiosa.

-Quería preguntarte desde que llegaste... ¿Por qué el azul de tus ojos es más oscuro? -sonríe con un poco de burla por haberse dado cuenta.

¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda!

-N..No sé de que hablas... -traté de irme pero coloca su brazo frente a mí sin dejarme escapar.

-Usas lentillas... -afirma.

-No. Ya déjame ir.

-Respóndeme y lo haré, ¿por qué las usas? -que gran metiche que es.

-No te importa -respondo más tajante.

-Entonces admites usarlas -sonríe mientras yo maldecía-. Si no me dices entonces no te dejaré ir.

Bufé nerviosa pero luego se me encendió el foco finalmente, me acerqué a él enrollando mis brazos en su cuello y rozando nuestros labios mientras curvaba una sonrisa seductora.

-Bien, no me dejes ir entonces... -murmuré.

Él sonríe y por la desconcentración que le causé suelta sus manos del escritorio y yo agarré disimuladamente mi bolso para luego empujarlo y así salir casi corriendo.

-¡Oye! -me llama Hunter desde el pasillo mientras yo comenzaba a bajar las escaleras como Cenicienta en su fuga, aunque yo no fui tan estúpida como para dejarme el zapato.

Miré por última vez hacia Hunter mientras corría, estaba bajando las escaleras y se detuvo al verme en la puerta. Le sonreí de lado y salí al patio delantero, justo estaban cerrando las rejas así que me apresuré y salí a la calle antes de que se cerraran.

Louis estaba ahí, corrí hacia él y me subí al auto, me aplaudía en estos momentos por mi gran habilidad de correr en tacones y falda.

-Vámonos -dije suplicante al ver a Hunter en la entrada de su casa y Louis me hizo caso.

Aceleró dejándo a Hunter atrás, volví a sentarme mejor en el asiento y suspiré aliviada por el momento.

-¿Descubrió lo de sus lentillas? -pregunta Louis mirándome por el espejo retrovisor, vi la sonrisa divertida en su rostro, asentí en respuesta.

-Vamos a comprar las correctas, por favor -pedí.

-Está bien.

Resoplé y miré por la ventana pensativa. ¿Qué excusa inventaría para mañana?

Estás medio ciego y por eso viste mal...
¿Am, la luz?
Esto... em... es por la humedad...

¡Ugh! ¡Tuve que haber llegado tarde por comprar las lentillas correctas en lugar de esto! ¡Estúpida!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top