Capítulo 38
Había dejado de llorar hace una horas y solo mantenía la mirada perdida con mi cabeza contra la puerta. Estaba seca y mareada, además de tener un horrible dolor de cabeza por todo el llanto. Solté un suspiro profundo y di media vuelta la cabeza.
-¿Hunter? ¿Sigues aquí? -pregunté con la voz áspera por llorar.
-Aquí sigo princesa.
Volví la mirada al frente y seguí pensando. Me quedé en silencio de nuevo al igual que Hunter, por varios minutos otra vez, pero luego volví a girar mi cabeza.
-¿Hunter?
-Estoy aquí.
Eso me hizo pensar y cuestionarme muchas más cosas. No me animaba a preguntar pero lo hice finalmente.
-¿Por qué?
-Porque no voy a abandonarte -responde haciéndome suspirar.
-Aún no entiendo porqué lo haces, ¿por qué aún no te has ido? -volví a preguntar.
-¿Quieres que lo haga?
-Es lo que todo el mundo hace.
-Pues a mí me importa un carajo el resto del mundo. No voy a dejarte sola.
Volví a quedarme en silencio por sentir mi corazón acelerado. Esa era otra cuestión que aún no podía entender.
-Hunter...
-¿Sí, princesa?
-¿Cuál es tu tipo de chica? -pregunté-. De las que querrías como novia.
Lo escuché suspirar pero de forma pensativa; y como si pudiera verlo, me lo imaginé sonriendo levemente y pensando.
-Veamos, me gustan castañas, ojos verdes, con pecas... bajitas, de esas con uno sesenta y dos exactamente, con un lunar en la mejilla y otro bajo el ojo...
-Mentira... -murmuré.
-¿No me crees?
-Tus amigos dijeron que te gustaban rubias, de ojos azules y altas... Así como Imara.... -respondí
-No me estás entendiendo -comenta él.
Lo escuché removerse, o supongo solo se puso de frente a la puerta.
-¿Qué no entiendo? -cuestioné.
-Zaira... esa descripción que acabo de hacer, eres solamemte tú -responde-. Tú eres la que me gusta.
Me quedé paralizada mirando un punto fijo en mi habitación. Mi cuerpo comienza a temblar un poco creyendo que está mintiendo pero luego recordé las palabras de Tesha.
<<-...si alguna vez te llegara a hacer un oral... no dudes que él, no solo te quiere, sino que está jodido por ti. Enamorado hasta los huesos ->>
Me encogí en mi lugar sin responder, seguía dudando. Era como si yo misma quisiera convencerme de que no era cierto.
-Creí que lo sabías cuando estuvimos en la fiesta -comenta suspirando pero sabía que estaba sonriendo.
<< -yo nunca he sentido nada romántico por alguien de este grupo.
Abrí los ojos de par en par al ver a Hunter beber. >>
-¿Quién pensabas que me gustaba? -cuestiona.
-Pues Imara... -admití.
-Imara es mi mejor amiga, nada más que eso. No me gusta ella.
-Pero... encontré su collar en tu habitación, y... ella bebió cuando preguntaron si nos acostamos con alguien del grupo.
-Debo de admitir que sí... hace tiempo, cuando nos conocimos, nos acostamos en una fiesta. No quiero mentirte -responde, hice una mueca por la respuesta-. Pero eso fue hace tiempo y no volvió a ocurrir. No sé porqué estaba ese collar allí. Conmigo no ha sido, créeme.
Volví a callar, ya ni siquiera sabía qué creer o qué no. Hunter se mueve de nuevo y suspira profundo.
-Escucha... no soy muy bueno con las palabras, menos cuando se trata de mis propios sentimientos... Pero me gustaría demostrarte cuánto me gustas.
Me quedé en silencio pero me giré hacia la puerta, como si pudiera verlo a través de esta.
-Solo intentas aprovecharte de la situación -comenté con voz quejosa pero sonriendo un poco.
Escuché su risa del otro lado y eso me hizo suspirar un poco por lo mucho que me gustaba escucharlo.
-Créeme... no intento aprovecharme de ti. Si no quieres está bien, jamás te obligaría.
Lo escuché levantarse del suelo pero no se alejó de la puerta. Suspiré y me levanté también, llevé mi mano hasta la traba de la puerta y resoplando y dudando un momento lo moví para destrabarla.
Me alejé un poco para darle espacio cuando Hunter abre la puerta y cruza hasta entrar a mi habitación. Me mira un segundo, el nudo en mi garganta regresó y pareció notarlo, se acercó y me abrazó con efusividad por la cintura hasta levantarme un poco. Rodeé su cuello con mis brazos y escondí mi rostro en su cuello, sentía la calidez y la protección que emanaba de él.
Solté un suspiro prolongado y profundo. Hunter me deja en el suelo pero ninguno de los dos se separa, nos miramos al rostro por un instante hasta que me di cuenta de su mano elevada hasta mi mejilla. Roza las yemas de sus dedos en mi mejilla pero su pulgar acaricia mis labios con suavidad; se inclinó sobre mí y los unió con los suyos dulcemente.
El beso fue perfecto, de una forma en la que solo Hunter lo había hecho: con amor sincero y gentileza. Me sentía mucho mejor mientras lo tuviera a mi lado, sentía que podría con todo si él está conmigo. Quisiera que fuera así siempre...
-No voy a abandonarte princesa... no importa que pase -habla como si leyera mis pensamientos.
Sus palabras eran sinceras y cargadas de sentimiento, besa mis labios nuevamente y con más intensidad, sentí mi corazón latiendo rápidamente una vez más pero esta vez no tenía ganas de apartarme, ya no tenía miedo. Solo acercarme más.
Sus manos fueron a mis piernas y me hizo enredarlas en su cintura, me sostiene por la espalda baja con una mano y con la otra cierra la puerta. Nos acerca a la cama y me deja sobre ella mientras que él se sostiene por sus brazos mientras me mira apasionado. Su mani acaricia mi brazo hasta alcanzar la mía, decide tomarla y llevarla hasta sus labios, comenzando a dejar besos en esta y en mi muñeca. Pronto sentí como empezaba a levantar mi remera, lentamente para darme tiempo a negarme y rechazarlo por si no fuera un momento adecuado para mí.
Pero ese es el tema, para mí... este es el mejor momento. Mientras sea con Hunter, es perfecto.
Mi remera desapareció cuando me la quitó por completo; sus ojos jamás se apartaron de los míos, como si me diera a entender que no le portaba la apariencia de mi cuerpo, solo lo que yo quiero y siento. Besa mis labios una vez más antes de bajar a mi cuello, me sonrojé y ericé cuando lo hizo. Me sentía como si fuera una inexperta en su primera vez: nerviosa.
Fue quitando mi sostén y lo lanzó hacia cualquier lado en la habitación, la respiración se me cortó, él sujetó mi barbilla e hizo que elevara un poco la mirada para besarme de nuevo. Sus manos me tocan con delicadeza, cada toque, cada roce, cada beso... era como si tocara algo de cristal... como si fuera lo más valioso y frágil del mundo, y eso me hacía sentir bien... me hacía sentir especial.
Bajó una mano hasta mi parte inferior y me desabrochó los shorts sin dejar de besarme, metió su mano acariciando mi intimidad y robándome un gemido en cuanto despegamos nuestros labios. Su mano se metió bajo mis bragas y tocó directamente mi intimidad frotando sus dedos y haciéndome estremecer del placer que me hacía sentir. Sus besos vuelven a mi cuello mientras yo jadeaba y gemía, pero luego baja hasta mis senos y se lleva uno a la boca, yo me arqueé un poco y busqué más del tacto de Hunter en mi intimidad. Él metió uno de sus dedos comenzando a simular embestidas mientras con su pulgar estimulaba mi clítoris.
-¡Hm, H..Hunter...! -me aferré a su remera y sentí como metió un segundo dedo haciéndome arquear aún más, dándole un mejor acceso a mi pecho.
Finalmente deja de tocarme cuando ya fue suficiente de sus dedos. Decide despojarnos del resto de nuestra ropa por completo, se coloca entre mis piernas y se agacha sonriéndome hasta hundir su rostro en mi intimidad.
-¡Ah...! -me arqueé por estar mucho más sensible-. Hunter... ¡Mhm!
Su lengua se mueve con maestría, me hacia sentir mejor que antes. No podía contenerme, me encantaba lo que me hacía. Empezaba a sentir que iba a estallar, iba a correrme en su boca pero él se separó antes de eso. Respiré agitada y necesitada; Hunter se levanta para verme de nuevo. Sonríe de lado antes de relamerse los labios y besar mi lunar bajo mi ojo y el de mi mejilla, luego baja hasta mi lunar en mi cuello besándolo y luego al que estaba en medio de mis senos.
Comienza a besar los lugares en donde tenía mis lunares como en las piernas y los brazos además de que tenía dos sobre mi intimidad, en mi vientre bajo.
-No logro comprender como hay gente que no les gustan los lunares -sube hasta mi rostro-. A mi me encantan...
Me sonrojé por sus palabras. Él se endereza para mirar hacia mi mesita de noche y extenderse hasta mi cajón, lo vi sacar un condón de allí; se lo pone fácil y rápido antes de acomodarse sobre mí de nuevo y empezar a meter su miembro en mi interior. Me sostuve por sus hombros mientras él se movía no tan rápido pero con dureza haciendo de las embestidas más placenteras. Besaba mi cuello mientras me embestía y yo empezaba a rasguñaba su espalda.
Sus caderas se movían en un delicioso vaivén, golpeando mi piel con la suya. Besa mi frente y luego mi cuello, pareciera que le encantaba esa zona porque sabía lo sensible que era a sus besos allí.
-¡Ah, Hunter...! No puedo... más...-hablé entre gemidos por cada embestida.
-Yo también estoy en mi límite -comenta sonriendo.
Unas cuantas embestidas fueron suficientes para hacerme correr de una vez, solté un grito ahogado cuando ocurrió y podía sentir que él también se había corrido. Ambos respiramos agitadamente, él se enderezó para verme al rostro y sonrió tiernamente antes de besar mi frente.
-¿Te ha quedado claro? Me gustas, Zaira -habla contra mi oído haciéndome estremecer.
Se aleja para verme al rostro mientras sale de mí pero yo lo tomé por las mejillas y le sonreí con la misma dulzura que él a mí. Hoy había sido más especial que en todas las situaciones anteriores... lo sentí perfectamente.
-Me gustas, Hunter...
Su sonrisa se ensancha en su rostro. Besa mis labios con intensidad a la que correspondí de inmediato.
-Me hubiera gustado saber como más poder decírtelo y que me creas, quería que fuera especial para ti... -comenta él.
-No necesita ser muy especial para que me guste. Saber que sientes lo que yo lo hace mejor... y además, para ser nosotros, fue lo mejor que pudimos hacer.
Juntamos nuestras frentes sonriendo ampliamente, Hunter acaricia mi mejilla antes de volver a besarme. Ambos nos levantamos para buscar nuestra ropa, decidimos vestirnos pero fuimos hasta el balcón para respirar un poco del aire fresco, hacia un gran día, no pude apreciarlo bien con todo lo que pasó. Me apoyé contra el barandal y Hunter me abrazó por detrás.
-Gracias por todo lo que has hecho por mí, Hunter... no recuerdo haberlo dicho antes -mencioné.
-Ni tienes porqué agradecer, haría lo que fuera por ti. Créeme.
-Y te creo... me has demostrado que es así, y por eso quiero agradecerte -me giré para verlo mejor.
Ambos nos mantuvimos cerca por un tiempo, Hunter suelta una leve sonrisa de lado agarrando mi barbilla y acercándose a mí.
-Zaira... creo que ya no puedo resistir, quiero preguntarte... ¿Si me harías el gran honor de salir conmigo, de ser tu novio oficialmente?
Mi corazón se aceleró pero mi sonrisa se agrandó. Rodeé su cuello con mis brazos y asentí un par de veces.
-Sí, por supuesto que sí, Hunter.
Él sonríe más que yo y finalmente volvimos a unir nuestros labios en nuestro primer beso como una pareja oficial. Se sentía mejor...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top