Capítulo 2

-Oye, tu popularidad sigue igual, si sigues así no ganarás a Michelle, ella sigue aumentando -comenta Puala teniendo su celular en mano viendo las estadísticas que ellas mismas hicieron para ayudarme con todo este tema de la competencia.

-¡Eso no puede ser! -dije chillando enojada-. ¿Qué puedo hacer para que eso cambie?

-Una fiesta -recomienda Mika sonriendo-. Hace semanas que no las haces y todos ya esperan otra de las tuyas.

-Bien pensado, Mika. Eso suena genial -respondí-. Luego les pasaré los detalles.

Ellas asintieron emocionadas sabiendo que haría la fiesta. Era la mejor idea para que los demás recuerden quién soy y porqué soy la mejor.

-Oh y Matt te está esperando en la parte trasera del edificio -avisa Paula.

Mis ánimos decayeron enseguida con la mención de ese tipo, me tiré hacia atrás chocando mi espalda con el respaldo de la silla y bufé rodando los ojos.

-Ugh, ese idiota ¿otra vez? la tiene pequeña -dije haciendo que ellas rieran-. Siempre tengo que buscar a alguien más luego de estar con él porque me deja insatisfecha.

-¿Qué importa? Recuerda que él es la razón por la mayoría de tu popularidad, es la persona maa influyente aquí -me recuerda Mika.

-Anda ya, no estés de quejosa ahora.

Bufé molesta pero terminé asentintiendo renfunfuñando. Me levanté y fui al encuentro de ese idiota quien nada más al verme me acorrala por la pared comenzando a besar mi cuello.

-Tardaste mucho -se queja mientras jadea.

Me aguanté las ganas de rodar los ojos y gritarle unas cuantas cosas para nada lindas en su fea cara.

-Lo siento, bebé. Te hice esperar -respondí "dulcemente".

-Bueno, ya estás aquí de todas formas -me toma por las mejillas con una mano-. Así que mejor cállate y usa esa boca para lo que mejor sabes.

Se le notaba lo desesperado que estaba y yo solo pude tragarme el orgullo y aceptar esto. No podía arriesgarme a que le fuera con el cuento a los demás y por eso mi popularidad disminuya y así terminaría perdiendo contra Michelle, él sabe hacerse muy bien de la víctima.

Terminé por arrodillarme mientras él sacaba su miembro ya erecto y así meterlo de lleno en mi boca sin dejarme tiempo a respirar siquiera.

-Mhm... sí, se siente tan bien dentro -suspira sonriendo-. Ah, tengo una sorpresa para ti...

Mientras se la chupaba escuché unos pasos acercarse que me hicieron mirar de reojo hacia un lado. Vi que sus tres amigos se acercaban, uno con un móvil en mano, apuntándome. Me separé de inmediato y miré a Matt molesta.

-Oye, oye... nunca dije que podían gra... ¡Hey! -él me agarra por la parte de atrás de la cabeza al sujetarme y hacerme meter su erección de nuevo en mi boca.

-Ay vamos, es solo un video, además... no digas que no te excita la idea de tener sexo con nosotros mientras estás siendo grabada.

¡Claro que no! ¡Es un asco, idiota! ¡Estás enfermo! Saqué su miembro de mi boca para replicar pero él habla primero.

-Déjanos hacerlo y te prometo que haremos que la fama de Michelle caiga mientras que la tuya aumenta, ¿te gusta la idea?

Me lo pensé un momento y terminé resoplando derrotada, su sonrisa de victoria ya había aparecido.

-¿Prometes no subir el video? -no confiaba en él de todos modos pero quería aparentar tener un poco de dignidad.

-Lo prometo.

-Está bien... -dije finalmente.

Los chicos sonríen ampliamente y Matt asiente a sus amigos. Ellos se acercan a nosotros liberando sus erecciones.

Ellos me fallaron a su antojo y yo tuve que aceptarlo, aunque sus amigos no estuvieran mal, la idea de que me graben me incomodaba, pero el placer estaba pudiendo conmigo y solo dejé pasar las cosas.

***

***

Volví a enjuagar mi boca y escupir el agua en el lavadero del baño por décima vez. Esos tipos se habían corrido tantas veces que me llenaron por completo, por suerte sí usaron protección cuando entraron en mí parte baja. Pero el tener más de un tipo diferente de semen en mi boca y garganta era asqueroso.

Volví a escupir agua y suspiré profundo mientras me apoyaba en el lavabo. Guardé silencio por quedarme pensando en ese video, esperaba que no lo subieran a ninguna página porno o algo así.

-¡Es tan sexy! Dios, jamás había visto a un hombre así -escuché decir a un chica.

-Sí... creo que solo con su llegada ya pasó el nivel de popularidad de Zack -responde otra.

Ambas entran al baño mientras comentaban eso que llamó mi atención. ¿Alguien más atractivo que Zack? Tengo que ver eso.

-¿De quién están hablan? ¿Quién es ese famoso chico sexy? -pregunté.

-Z..Zaria... Ah, esto... em...

Ellas dudaban si decirme o no, así que recurrí a mi especialidad. Sabía que una de ellas esa bisexual y que la otra era una curiosa; me acerqué a ambas y abracé a una pegando nuestros senos y acercando mi rostro al suyo.

-Vamos... si me lo dicen probablemente les de una recompensa ¿qué dicen? -miré a la otra acercando mi mano a su mejilla y acariciandola.

Ellas tragan grueso mientras se sonrojan tan rápido y de una forma impresionante, pareciera que estallarían. Finalmente una de ellas habló.

-U..Un chico nuevo... se llama Hunter, e..en realidad no es nuevo solo que hace años se fue de intercambio a Hungría y volvió para terminar sus estudios aquí.

-Eso suena interesante...

Uní mis labios con la que tenía más cerca y la besé con intensidad, luego me separé y besé a la otra chica dejándola más sorprendida.

-Gracias chicas -dije al separarme y salí de los baños.

Caminé hasta mi siguiente clase, donde al entrar vi que mis amigas le estaban tirando papeles a la nerd, quien solo intentaba ignorarlas.

La mayoría de la clase se reía de eso, otros miraban a Tesha con pena. Fui a sentarme a mi lugar riendo de la situación levemente, mis amigas me dieron más papeles y me uní a los disparos de papel.

***

***

-Te lo juro, amigo. Ella es la mejor para el sexo, es increíble -escuché a un chico al otro lado del pasillo.

Estaba segura que hablaba de mí, porque ¿de quién más si no? ¿Michelle? ¡Ja! Nadie habla así de ella, solo de mí.

No le presté atención y seguía acomodando mis cosas en mi casillero.

-¿Ah sí? Eso tendré que comprobarlo yo -escuché.

Me detuve en seco de lo que hacia por aquella voz tan sexy y profunda. Mi piel se eriza de tan solo escucharlo, inmediatamente me entró la curiosidad de saber si el dueño de esa voz también era sexy. Cerré mi casillero y doblé por el pasillo para verlo.

¡Wau! ¡Pero que hombre! ¡Consiguió excitarme y solo lo escuché y vi por primera vez ahora!

Mis piernas temblaron, mi intimidad comenzó a mojarse y mis pezones se endurecieron. Comencé a calentarme demasiado y eso que solo lo estaba viendo caminar.

-Hablando de la reina del sexo... Ahí está -el chico a su lado me mira-. Zaira.

El nuevo mira hacia mi dirección, casi caigo por su intensa mirada que me inspeccionaba de pies a cabeza. Sin quererlo, me sonrojé y por primera vez me sentí nerviosa por un chico.

-¿Ella? -pregunta enarcando una ceja y sonriendo de lado-. Me esperaba algo mejor.

Toda mi calentura se fue al instante. Me había dado justo en el orgullo. Fruncí el ceño y apoyé mis manos sobre mi cintura.

-¿Disculpa? -comenté.

-¿Te disculpas por no ser la gran cosa? -murmura sonriendo de manera burlesca antes de reír pero su amigo lo mira sorprendido.

-Hermano, ¿qué te pasa? ¿Estás ciego o qué? -ese chico me mira y prácticamente me estaba descistiendo con la mirada, estoy segura que también me follaba en su mente.

- Es que es la verdad. Me he acostado con mujeres mucho más hermosas. Las chicas de Hungría son unas diosas. ¿Lo sabías?

Su arrogancia se hizo notar, pero eso no me iba a importar. Me le acerqué de manera sensual hasta estar frente a él.

-Las chicas de Hungría... no pueden compararse conmigo -apoyé mis manos en sus hombros aunque fuera realmente alto y apenas podía alcanzarlo, por lo que decidí bajar y pasarlas por su pecho- ¿Ellas consiguieron satisfacerte? ¿O quieres intentarlo conmigo?

Él deja escapar una corta risa entre dientes, era ronca y masculina... era sexy.

-¿Crees poder hacerlo? Realmente dudo de lo que todos dicen sobre ti.

-Ponme aprueba, galán. Te aseguro que te sorprenderás y pedirás volver a hacerlo.

-Eso ya lo veremos.

Sonreí parándome de puntillas e intentar besarlo pero antes de poder hacerlo, una voz atrás de él nos interrumpe.

-¡¿Hermano?!

¡¿Ah?!

El nuevo reacciona rápido y se da vuelta y consiguiendo, que al estar de puntillas y apoyada en él, al separarse yo cayera al suelo.

-Tesha -se aleja a paso rápido para acercarse a la nerd.

Yo me paralicé cuando me puse de pie. Los vi y ella salta a sus brazos para abrazarlo efusivamente mientras que él le corresponde inmediatamente y da vueltas con ella.

-Te extrañé, pequeña -habla él.

-Y yo a ti, Hunter.

¿Él era el chico que fue a Hungría? ¿es el hermano de la nerd? ¡Pero si son muy diferentes!

Ambos se separan pero Tesha por fin nota mi presencia y por instinto busca la protección de su hermano apegándose a él.

-H..Hunter... ¿Qué hacías con ella? -pregunta.

Rodé los ojos y me crucé de brazos, Hunter me mira así que le guiñé un ojo haciendo que sonriera.

-Nada, peque. Solo hablábamos -dice él.

-Hm, está bien... -murmura no muy convencida-. Bueno. ¿Cuándo fue que llegaste? ¿Y por qué no me has avisado que volverías?

-Quería sorprenderte, hermanita.

Ellos empiezan a alejarse pero no pensaba que se fueran así como así. Me acerqué a ambos y cuando pasé por su lado acaricié por la barbilla a Hunter con la yema de mis dedos.

-Nos vemos... Hunter... -saboreé su nombre en mis labios.

Tesha me mira entre fulminante y cabizbaja, le sonreí con altanería antes de alejarme de ellos e irme, ya que ya era hora de irnos a nuestras casas, lo supe porque justo en ese momento empezó a sonar el timbre y todos salieron de sus aulas.

Me encontré con Zack fuera del edificio y de inmediato me acerqué para besar sus labios.

-Bebé... hoy no podré ir a tu casa -avisa bufando.

-¿Y eso por qué? -chillé en protesta.

-La estúpida de la maestra de biología nos puso en un proyecto en parejas y me tocó con la nerd. Tendremos que hacer el proyecto en su casa porque mis padres tienen una reunión importante hoy.

Rodé los ojos e hice un leve puchero disconforme con la situación.

-Ugh, ella siempre estropeando todo. Pobre de ti que tendrás que ir a su casa, seguro es una pocilga -comenté asqueada.

-Tal vez sí lo sea -responde sonriendo-. Bueno, nos vemos preciosa -pero se acer a a mi oído-. Mañana te espero en los baños...

Yo sonreí ampliamente y asentí recuperando los ánimos. Asentí como respuesta antes de que ambos nos fuéramos por nuestros lados. Vi a mi chófer, Louis, ya esperándome, me subí al auto y él arrancó.

Enseguida empecé a quemarme por el ardor que me empezaban a provocar estas estupendas lentillas. Me mataban.

-Debería de dejar de usar esas lentillas si tanto le molestan, señorita -opina Louis.

Como siempre, él leyendome la mente, mis expresiones y quejas.

-Imposible, con los ojos azules la gente me quiere más -respondí mientras me ponía las gotas para estas.

-Los ojos verdes también lo hacen, creo que cualquier color de ojos de hecho, todos son hermosos -responde sonriendo.

Suspiré pesada y no respondí. Louis es como un padre para mí, estuvo conmigo más de lo que mi madre, que vivo con ella, estaba o siquiera mi verdadero padre.

-No lo sé... como sea, no importa, como dice mi madre: "mejor sufrir por ser bella que sufrir por ser fea" .

-Tu madre solo no supera a tu padre... no deberías de creer en todo lo que dice.

-Es difícil cuando lo dice desde que tengo nueve años hasta el día de hoy con dieciocho.

Ninguno de los dos dijo más nada luego de ese comentario, Louis solo me mira un segundo por el espejo retrovisor antes de prestar atención al camino.

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