Capítulo 18
-Bien, todo listo -habla el doctor que me extrajo los vidrios, cosió las heridas y vendó todo mi antebrazo derecho- ¿Puedo preguntar... cómo es que pasó esto?
-Me caí sobre una mesa de vidrio en la sala y se rompió -expliqué simple.
Técnicamente, no mentía... pero omitía detalles. Él doctor asiente dudoso pero por suerte ya no preguntó más. Nos despedimos de él y junto a Hunter salimos del hospital para luego entrar en el auto nuevamente.
-Oye... sé que seguro no quieres hablar de esto pero... ¿Por qué tu mamá comenzó a...?
No hizo ni falta que terminara la pregunta, ya sabía lo que quería saber. Suspiré profundo mientras volvía la mirada a mi brazo vendado.
-¿Recuerdas cuando Tesha, Zack y tú me encontraron en el baño? -cuestioné y él asintió-. Pues fue por haberles dicho a Paula y Mika que ya no quería seguir con esto de la popularidad... ellas se lo dijeron a mi mamá y pues... pasó lo que pasó.
Él asintió comprendiendo todo pero ya no dijo nada. Puso en marcha el auto y yo suspiré mirando por la ventana. En un momento en el que el auto se detuvo por un semáforo en rojo, sentí como Hunter agarraba mi mano para colocarla sobre la palanca de cambios y dejarla así.
Yo me quedé mirando nuestras manos, luego lo miré a él, que estaba relajado aunque con una pequeña y casi invisible sonrisa que disimuló mirando por su ventana. Tenía apoyado el codo sobre la ventana abierta y sujetando el volante.
Se veía muy... sexy, debía admitirlo de nuevo.
Decidí dejar de mirarlo para tratar de calmar mis hormonas y corazón. Cerré los ojos con fuerza y sacudí un poco la cabeza. Aún así no moví mi mano y la dejé allí incluso cuando él movía la palanca y el auto arrancaba de nuevo.
Me miré por el reflejo del espejo de a un lado. No tenía las lentillas ni el maquillaje, pero las palabras de mi madre retumbaron por mi mente.
<<-Eres un asco, te pareces demasiado a tu padre, con esos ojos, esas manchas... eres igual a él... Una basura ->>
Cerré los ojos y respiré profundo, trataba de olvidarlo y que esos comentarios no me afectaran. Podía sentir como me tensaba pero Hunter apretó levemente mi mano. Yo lo miré un momento y recordé...
<<-Pues... para mí, tus ojos serán únicos siempre, aunque se parezcan a los de otra persona, a ti te quedan perfectamente bien, combinan contigo - >>
Justo en ese momento, Hunter voltea la cabeza para mirarme y atraparme cuando lo estaba viendo.
-¿Qué? -pregunta sonriendo. Negué con la cabeza, sonriendo igual que él.
-Nada...
Hunter vuelve a mirarme un segundo buscando una explicación pero al notar que no iba a dársela, suspira y sigue mirando el camino. Yo volví a mirarme en el reflejo del espejo.
Sonreí al dejar de pensar en los comentarios de mi madre o Mika y Paula. No sé como es que Hunter consiguió que comenzara a amar mis ojos como son... o quererme con manchas o sin estas.
Me di cuenta que habíamos llegado cuando él estaciona el auto en mi casa.
-Bueno, aún hay que terminar un proyecto comenta haciéndome recordar.
-Es verdad -respondí con una sonrisa.
-Estás sonriendo mucho... ¿Te sientes bien? ¿El golpe te afectó mucho? -pregunta poniendo su mano en mi frente causando que comience a reír. Quité su mano lentamente negando con diversión.
-¿Qué? ¿No puedo sonreír? -cuestioné.
-No, solo que... es raro.
Ante su comentario mi sonrisa desapareció, instintivamente cubrí mi boca con una mano.
-¿Mi sonrisa es rara o...? -Hunter se inclina sobre mí, agarrándo mi mano que cubría mi boca, con delicadeza y la quita.
-No me refería a eso, princesa... tu sonrisa es la más hermosa de todo el mundo -responde rozando nuestros labios-. Al igual que tu risa o toda tú en general.
Yo me sonrojé, mi cuerpo reacciona al nerviosismo que me causaba él, lo aparté rápidamente y por instinto.
-T..Tenemos que hacer e..el proyecto -dije queriendo salir del auto.
Al estar apresurada me había olvidado que era mi brazo derecho el que se había llevado la peor parte del día, cuando agarré la manija de la puerta, me dio una punzada de dolor que me hizo quejarme.
-¿Estás bien? -pregunta preocupado-. Espera un momento.
Lo miré confundida pero él sale del auto y lo rodea hasta llegar a mi puerta, abre esta y me deja bajarme. Suspiré mientras lo hacía y susurraba un leve "gracias" al que respondió con una sonrisa.
Ambos entramos en casa, aunque yo no dejaba de mirar a todos lados cautelosa pero luego las chicas aparecieron corriendo.
-¿Estás bien, cariño? ¿Cómo te sientes?-pregunta Úrsula. Asentí sonriendo un poco más tranquila.
-Sí, estoy bien, aún estoy un poco anestesiada así que no siento dolor si no lo uso -mencioné levantándo un poco mi brazo. Ellas suspiran aliviadas.
-Gracias, Joven... en serio... -habla Mariana.
Hunter solo sonríe y asiente sin más.
-Bueno... nosotros tenemos que seguir con el proyecto -mencioné- ¿Mi mamá...?
-Tuvo una llamada de su trabajo y se fue -explica Camila sonriendo.
Asentí comprendiendo, escuchar eso fue un gran alivio para mí. Nos despedimos de ellas y fuimos a mi habitación para seguir con el trabajo que apenas pudimos hacer algo antes de lo que pasó. Aún así no tardamos mucho en terminarlo y eso me emocionó ya que por fin estaba todo y estaba completo, pero sí tardamos más de lo que había calculado por mi brazo que apenas y podía usarlo.
Guardamos las cosas con cuidado de que no faltara nada ni se perdiera ningún archivo, y yo vi la hora. Las ocho de la noche.
-¿Te quieres quedar a cenar o ya te vas? -pregunté repentinamente, hasta a mí me sorprendió y me sonrojé un poco.
-¿Quieres que me quede o que me vaya? -sonríe de lado y se cruza de brazos esperando mi respuesta.
-Hm, depende... si te quedas no intentarás nada sexual ¿o sí? -enarqué una ceja.
-Depende... si me dejas quedarme más que hasta la cena ¿Podemos ver una película mientras cenamos o sin película?
-Me parece buena idea lo de la película -respondí-. Pero sí será una película. Nada de esa excusa de ver Netflix y al final terminamos en sexo.
Él comienza a carcajearse por mi comentario, su risa fue como una hermosa melodía para mis oídos.
-No te preocupes, en estos momentos prefiero no causarte daño -dice apuntando a mi brazo-. Prefiero cuidar de ti.
Abrí los ojos más grande mientras me sonrojaba de nuevo, tragué grueso y cambié de tema.
-E..Entonces, ¿pizza? -pregunté
-Pizza.
Salí al pasillo y llamé a Camila para decirle lo de la pizza. Entré de nuevo y prendí la televisión mientras que nos acomodábamos en la cama.
-Esta está interesante -comenté señalando la película.
-Está bien para mí -asiente Hunter.
Apagamos una luz primero, esperamos a la pizza mientras hablábamos un poco y cuando llegó, la pusimos en medio de ambos, junto a la gaseosa que también había, apagamos todas las luces y ahora sí, pusimos la película. Esta iba siendo bastante divertida y buena luego de un buen tiempo de verla, aunque la pizza se estaba acabando en medio de la película.
-Oye yo lo agarré primero -dije sin soltar la última porción de pizza.
-Mentira, fui yo -responde.
Ambos empezamos a pelearnos por el último pedazo hasta que sonreí teniendo una muy buena idea y me acerqué a su oído.
-Por favor Hunter... -hablé con voz dulce pero rozando mis labios contra su oreja.
Él se estremece y suelta la pizza a lo que, al agarrarla, me separé de él rápidamente y la comí felizmente.
-¡Eso fue trampa! -me reprende.
Yo subí y bajé los hombros mientras seguía comiendo. Aunque él no se quedó atrás y se subió un poco sobre mí para luego morder el otro extremo del borde relleno.
Pareciamos como en esa película de Disney, La Dama y el Vagabundo, solo que en lugar de spaghettis era el borde de una pizza. ¿Dónde están los italianos con su música "Bella Notte" cuando se les necesita?
Él sonríe partiendo el borde en el momento en que nuestras bocas se rozaron y luego ambos masticamos y tragamos pero al instante en que habíamos acabado, Hunter me besa.
Este beso era de nuevo de la misma manera cálida, tierna y dulce como la otra vez...
Mi mano sana fue a su mejilla, la rocé y pasé por su cuello hasta dejarla en su pecho y volver a subir hasta sostenerme de su hombro. Una de sus manos me acaricia la cintura haciendo círculos con su dedo sobre mi piel desnuda ya que se me había levantado un poco la remera.
Hasta que una explosión en la película que sonó bastante fuerte nos hizo terminar el beso por la impresión. Hunter me sonríe de forma tierna y luego me da un corto beso en los labios para luego acostarse a mi lado y concentrarse en la película, solo que nos acomodó de modo en que mi pierna se colocaba sobre su cintura y él me sujetaba por el muslo y acariciaba formando círculos en mi piel.
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