Advertencia: Historia +18.

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-Estuvo realmente delicioso, hermosa. Lo haces tan bien -comenta el chico con la respiración agitada y una sonrisa satisfecha.

Sonreí mientras quitaba el hilo de saliva que sobresalía de mis labios antes de acercarme a él y susurrar cerca de su oído.

-Espero repetir pronto -hablé sensualmente consiguiendo que se estremeciera.

Volteó a verme y chocó sus labios con los míos en un intenso beso apasional. Sus manos recorren mi figura hasta mi trasero y lo aprieta a la par que mete su lengua en mi boca y la mueve sobre la mía. Detuve el beso para agarrar aire y llenar mis pulmones de nuevo.

-Claro que sí, lo haces mejor que Michelle -respondió a mi comentario anterior.

Eso sí que me hizo sonreír con superioridad y victoriosa. Escuchar eso me subía el ego, me hizo sentir mucho mejor. Ambos decidimos arreglar nuestra apariencia, terminé antes y lo volteé a ver.

-Nos vemos, cariño -le guiñé un ojo y salí del armario del conserje.

-Finalmente -escuché una voz femenina conocida.

-Ni que las hubiera tenido vigilando por una eternidad -respondí.

Mis dos mejores amigas: Paula y Mika ruedan los ojos mientras empezamos a caminar, dejando al chico de antes atrás y solo.

-No parecías querer salir, ¿qué? ¿Te ha gustado tanto? -se burla Mika.

-Pues sí, en realidad -sonreí-. Lo hizo increíble.

-Zorra -se ríen ellas y yo las seguí.

Las tres fuimos hasta el baño para que pueda limpiarme mejor mientras hablábamos, o mejor dicho, criticábamos a ciertas personas del instituto. Ellas más que yo, estaba mucho más concentrada en retocarme el maquillaje.

-Tuvieron que verle la cara a esa nerd ¡por Dios, fue tan gracioso! Más cuando se cayó por estúpida -Mika y Paula ríen a carcajadas y yo solo solté una leve risa.

-Creo que necesita más aumento en esas gafas, aunque de igual forma creo que ser así de idota nunca se le saldrá-comenté.

-Totalmente -responden ellas con sonrisas de burla aún.

Terminamos en el baño y salimos aun riendo, pero en cuanto doblamos por un pasillo encontré a mi novio Zack, el más sexy de todos y el capitán del equipo de rugby.

-¡Amor! -chillé con voz aguda, ya se me había vuelto un hábito usarla, siento que mi voz normal no es tan femenina, por lo que prefiero hacerla así.

Zack me ve y de inmediato sonríe, ambos nos acercamos pero no pasó mucho tiempo antes de que él empezara a devorar mis labios con necesidad, mis amigas solo nos ignoran y hablan entre ellas. Me acorrala contra la pared y se aprisiona a mí para hacerme sentir perfectamente su erección.

-Te necesito. Ahora -susurra contra mis labios exaltado y agitado. Asentí sonriente y miré a las chicas.

-Nos vemos después.

Antes de que dijeran algo Zack y yo nos alejamos tomados de las manos y volvimos a entrar a los baños, encerrándonos en un cubículo del fondo; sin esperar mucho más me arrodillé frente a él, le desabroché el pantalón y saqué su erección para empezar a aliviarlo con mi boca.

Zack suspira profundo y sonríe mientras sujeta mi cabello y tira su cabeza hacia atrás disfrutándolo. No era por nada pero... realmente soy la mejor en este tipo de cosas.

***

***

Salimos del cubículo ya arreglados... mayormente, pero en cuanto levanté la mirada vi a la nerd de nombre Tesha, que tenía las mejillas sonrojadas y apenada por habernos escuchado.

-¿Y tú qué nos miras, nerd? -pregunté chillando.

-N..Nada... s..solo que... -eleve una ceja retadora cuando ella tartamudeo, pero sorpresivamente levanta la mirada y me mira fijo-... el instituto no es para sus asquerosidades.

Abrí los ojos de par en par al igual que Zack, sin duda nos había sorprendido su arrebato de seguridad. Una parte de mí sabía que ella tenía razón, pero la otra parte le importaba una mierda y le molestaba que se atreviera a hablarnos de esa forma.

-¿Y tú quien te crees para decirnos dónde podemos o no tener sexo? ¿Quién te has creído, maldita rata? -respondí chillando.

-No le hagas caso, amor. Mejor vámonos y dejemos a esta, sola -Zack rodea mi cintura con una mano.

Chasqueé la lengua mientras fulminaba a la nerd con la mirada, simplemente asentí. Zack y yo salimos del baño y fuimos a nuestras clases. Me senté junto a mis amigas, quienes me miraron de forma pícara y yo solo sonreí, aunque pude sentir la mirada de alguien, que ya sabía de quién se trataba, quemándome la nuca. Volteé para encontrarme con Michelle, le guiñé un ojo con superioridad haciendo que ella tensara la mandíbula.

Ella sabía que yo estaba ganando más popularidad y eso la enfurecía a más no poder. Casi siempre fue así entre nosotras, en el pasado ambas fuimos mejores amigas, pero como dije... eso es "pasado". Ahora competimos por ver quien termina el instituto siendo la más popular.

Sin importar que tengamos que hacer para conseguirlo.

Por ejemplo, yo conseguí ser la capitana del equipo de porristas, la líder de las mejores fiestas, y además... sin ser menos importante, también salgo con el chico más sexy y popular del insti, y eso me da bastantes más puntos, sin contar que también dejo que los chicos, y algunas chicas, hagan conmigo lo que quieran con tal de decir que yo soy mejor que Michelle.

Oh, también sin dejar de lado que mi familia es una de las más importantes y adineradas de toda la ciudad. Bueno, aunque en realidad yo vivo con mi madre. A veces visito a mi papá que vive con su nueva esposa y mi repugnante hermanastro, pero solo a veces, porque me obligan a hacerlo.

En fin, ¿recuerdan aquellas historias donde la chica nerd se enamora del chico popular pero hay una zorra, normalmente rubia, de por medio? Bueno... esa soy yo, y no la protagonista, sino la zorra rubia, porque sí, soy una rubia teñida.

Esto puede que haya empezado por una rivalidad entre Michelle y yo, pero las cosas cambiaron cuando mi padre le fue infiel a mi madre y se fue de la casa, ella siempre me está diciendo que nunca me enamore porque eso me hará débil. Dice que los hombres solo son para complacer a las mujeres y nada más, y confirmé eso con mi primer novio al que amé de verdad.

Desde ese momento todo en mi vida se desequilibró, traté de hacer algo y la mejor forma que encontré para eso fue la competencia con Michelle que se nos escapó un poco de las manos. Además de las exigencias de mi madre aunque esté más ausente que presente en mi vida.

Aún recuerdo sus palabras...

<<-No importa lo que tengas que hacer con tal de que seas la número uno... que nadie te lo impida, menos un maldito y estúpido hombre. Tienes que ser la mejor, consigue fama, popularidad, lo que sea. Pero sé alguien que todos recuerden. ¿Lo has entendido Zaira? ->>

Bastante exagerada y sin sentido, lo sé, pero si no quiero terminar en la calle, porque estoy segura que a lo de mi papá no voy a ir, tendré que hacer lo que ella dijo... si no lo hago se molesta demasiado y más de una vez me ha amenazado con mandarme a la calle.

Hasta ahora lo estoy haciendo bien, desde que tengo trece años soy así, y mi popularidad sube y sube sin parar porque ya todos aquí me conocen y los nuevos lo empiezan a hacer.

-Hey... pst -miré atrás en el momento en que Mika y Paula me entregaron un papel doblado y señalaron hacia la nerd con sonrisas malvadas.

Desdoble el papel y miré lo que decía.

"Nerd de mierda, ¿por qué sigues aquí? Es mejor si desaparecieras de una vez, ¡MUERETE MEJOR!"

Solté un suspiro pesado antes de voltearme con una gran sonrisa hacia mis amigas quienes rieron por lo bajo y asintieron. Miré a la nerd y le lancé el papel. Ella miró hacia mi dirección cuando el papel chocó contra su cabeza, vio el papel y lo desdobló para leerlo.

Vi que sus manos comenzaban a temblar, cosa que debilitó mi sonrisa, pero me mantuve firme, reprimiendo mis ganas de negar todo lo que decía ese pedazo de papel.

Tesha se levanta escondiendo la nota en su abrigo y con la cabeza agachada.

-Maestra... ¿P..Puedo ir al baño un momento? -pregunta con la voz temblorosa.

-¿Qué pasa Tesha? ¿Te sientes mal? -pregunta la maestra preocupada.

-No, solo... necesito ir.

-Está bien.

Al escuchar a la maestra acceder, Tesha no pierde ni un segundo más y sale casi corriendo pero me mira una vez más, yo vi sus ojos cristalizados por las lágrimas y mi sonrisa desapareció al fin.

El único pensamiento que cruzó mi cabeza en este momento fue "pobre chica".

Aparté la mirada mientras que mis amigas se seguían riendo, aunque lo ocultaban de la maestra para que no creyeran que fueron ellas. Dejé de prestarles atención y solo miré por la ventana.

Las palabras, aunque sean escritas, pueden herir profundamente a alguien... lo sé muy bien.

***

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Suspiré mientras me miraba en el reflejo de mi espejo en mi habitación, miré mi cabello rubio por un momento pero me di cuenta de que en las raíces se comenzaba a ver el color natural. Solté un chillido de sorpresa al verlo; agarré mis cosas de nuevo y salí apresurada de mi casa para ir a la estilista y así que me arreglen eso.

No podía dejar que alguien vea mi color natural, debía mantener el rubio porque a todos les encanta. Al igual que les encantan las de ojos azules. Ya saben, el típico estereotipo de mujeres.

Por lo que tuve la genial idea de cambiarme el color de cabello y ocultar mi verdadero color de ojos bajo unas lentillas azules. Todos creían que así era yo realmente, nadie me conocía de otra forma. A los hombres les encanta, a todos de hecho, y a varias mujeres también.

Pero otras me llaman falsa y plástica, aunque, la verdad es que jamás me había hecho ninguna cirugía, ni siquiera la de la nariz. Yo tenía el cuerpo perfecto porque hacia ejercicio y comía bien. La nariz viene de la genética, por suerte, nuestra familia fue dotada con un rostro perfecto natural y yo no era la excepción. No como Michelle, que ella sí se ha hecho más cirugías que cualquier otra persona.

Por suerte... puedo ser yo misma en una cosa como esta.

Me esfuerzo todos los días para mantenerme así, aunque a pesar de todos los cumplidos y halagos de los hombres... no termino de convencerme de que realmente "estoy bien". Mi madre es la principal razón, siempre encuentra algo imperfecto en mí y si me esfuerzo por cambiarlo o taparlo, ella encuentra algo más. Jamás está conforme conmigo...

Resoplé aliviada al salir de la peluquería con el cabello como nuevo. Estaba feliz ahora, o eso me quería hacer creer todo este tiempo desde que empezó esta mierda. Pero la verdad es... que no soy feliz para nada.