Capitulo 6 -El hombre poseido

    Me encuentro finalmente en la habitación de mi hogar. Recostado en mi cama apoyando un pie sobre otro. Me llega a la memoria todos los acontecimientos que he pasado. Comienzo a meditar en porqué no ha habido rastro de mamá desde que comenzó todo esto. Cierro mis ojos y bajo a un sueño profundo...

   ¡ RING! ¡RING! ¡RING!

 
    El celular comienza a vibrar y a resonar en todo el aposento. Me levanto de la cama medio somnoliento y voy hacia la mesa de trabajo en donde está el celular.

- ( ¿ Que coños  te pasa llamando a estas horas?) me llegó a la mente decir pero respondí con un..

- Quien habla?

- Buenas, Salmon. Soy Augusto, solo quería decirle que usted está invitado a mi escuela de entrenamiento. Sabemos muy bien que usted tiene las marcas del elegido. Este es uno de los recintos de mayor calidad a nivel interplanetario. Si está interesado puede devolver la llamada.

- Bueno Pero Se pu...

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   Ha enganchado y siquiera había terminado de hablar. Recojo el celular para devolver la llamada.

- Veo que está interesado. Una voz masculina emerge detrás de mi.

   Al voltearme puedo ver un hombre de un aspecto mayor. Tiene un traje de boda rojo y una barba blanca como la nieve.

-Como entraste?. Le pregunto algo alterado.

- Eso no importa. Ahora si de verdad desea unirse, deberás decir nuestro juramento de lealtad y compromiso.

-Hmm adelante. Le respondo seguro de mí mismo.

- Bien, ahora le pediré que cierre los ojos.

     Me siento en la cama y cierro los ojos. Siento una sensación de seguridad y valentía al cerrarlos.

- Repite conmigo. Dice el hombre seriamente.

- Yo, Salmon de California.

  Me entra una duda en decirlo pero lo digo como quiera.

- Yo, Salmon de California.

- Hago este juramento delante de los espíritus vigías del Norte.

-Hago este juramento delante de los espíritus vigías del Norte. Al terminar de pronunciar la frase, siento como si alguien intentase hablarme pero susurrando tan bajito que parecen murmurios de muchas personas.

    

   Termino de decir el juramento y me siento más relajado y seguro. Augusto me explica los motivos del juramento y el porqué es necesario decirlos. Comenzamos a dirigirnos hacia la puerta de salida al jardín exterior de mi hogar pero augusto se detiene, agarra el pestillo de la puerta y comienza a recitar algo en un lenguaje extraño que me erizó los cabellos de la nuca. Al abrir la puerta, me sorprende ver que no nos encontramos en el jardín exterior. En cambio a ello, me encuentro junto Augusto frente a un castillo gigante hecho de guijarro y roca caliza. Frente a ella se encuentra una gran entrada con algo de musgo y deterioro de hace siglos, protegido por dos guardas con espadas en forma de cruces y en su pecho tenían un símbolo que dice, EXO.

- Bienvenido al colegio EXO. Me dice Augusto con una sonrisa segura.

- Es..... Impresionante. Le respondo sinceramente.

- De eso estoy seguro, tan solo estás viendo la entrada. Deja que veas todo lo que compone nuestra Academia.

- Bueno, ¿ que esperamos ?. Le dije un tanto impaciente.

       Comenzamos a caminar hacia el interior. Al pasar la entrada, se puede denotar un gigantesco parque en la cual se puede apreciar tres edificios en el lado este. En el oeste se ve una estructura en forma de pirámide y en su entrada tiene un cartel de hierro algo mohoso que dice "Cantera". En el parque se encuentran personas de todas las edades. Algunas conversando y riendo, otras jugando a algo que parece esgrima y muchas más caminando de un lado a otro. Al norte está un gran edificio que tiene escrito en rojo fuego " ACADEMIA ".

     Augusto viendo la cara de idiota impresionado que he dejado, me invita a explorar toda la academia. Me guía hacia el lado este hasta llevarme al edificio primero. Este tiene escrito en amarillo " Entrenamiento ". Al entrar, Se ve muchas personas jóvenes con un uniforme blanco de bordes negro. Un grupo de ellos lanzaban patadas al aire, otros decían frases irreconocible y con la palma abierta señalaban hacia el suelo en donde hay un pentagrama dibujado con marcador negro. El grupo de traje naranja son los únicos que llevan un traje distinto. Ellos se ven sentados juntos en una silla de madera leyendo algo parecido a la biblia. Por último se ve un diminuto grupo de 4 personas con un traje rojo y bordes de oro con sus nombres escritos en oro a sus costados.

   Augusto me ofrece una sonrisa y comienza a explicar cómo funciona los atuendos y qué representa.

- Los de traje blanco con bordes negro son aquellos con habilidades de combate mano a mano indescriptible. También hay alumnos que pueden invocar demonios para que les ayude en sus batallas. Augusto se toma un tiempo para tragar saliva.

- Los de traje naranja son los exorcistas. Ellos aprenden lenguajes muertos como el hebreo antiguo y el latín para exorcizar a los poseídos. Esos muchachos no hay demonio que se resista a sus oraciones.

Augusto se toma un tiempo observando a los de traje naranja con orgullo y felicidad. Me ha dado la curiosidad de saber quiénes eran esos cuatro distinguidos de traje rojo y oro.

- Y ¿quienes son esos? Le digo señalando a los de atuendo rojo.

- ¡AH! Esos son los leyendas. Ellos pasaron por todos los atuendos y salieron perfecto en todos. Pero lo que más los distingue es que pueden exorcizar sin decir ni una sola palabra y pueden elegir si desean mandar al infierno al demonio, destruirlo dentro del cuerpo o controlarlo. Sólo son cuatro de  ellos ya que es casi imposible llegar allí.

- Toma, tienes media hora para empezar tu primera prueba. Ah y por favor , no mueras.

    Augusto sonríe y me lanza un gigantesco libro con tapa de cuero con el título de Exorcizamus. Apenas pude agarrarlo a tiempo.

- ¡ESPERA! ¿qué quieres decir con que no muera? Le digo con un tono exasperado.

- Eso lo verás usted mismo.

 

   Comienzo a desglosar cada página. Las primeras hablaban del origen del exorcismo y cómo fue descubierto. Apenas empiezo el capítulo uno, veo frases en latín con sus significados y para qué funciona. En cuestión de instante suena una alarma a mi lado y Augusto se acerca a mi.

- Bueno, sigame. Augusto toma el libro de mis manos y comienza a caminar a la salida del edifico.

- E.... ¡Espera! . Le digo corriendo para llegar a su paso.

     Llegamos a un edificio abandonado y Augusto sonríe con cara malvada. Con un chasquido de sus dedos, estoy dentro del edificio. Dentro se iluminaba con una tenue luz que titila cada segundo. Me encuentro en cuatro paredes blancas ( incluyendo el suelo) y un hombre agachado de cuclillas en el borde de la pared más lejana. Comienzo a caminar lentamente en dirección al hombre y el corazón comienza a palpitar rápidamente. Mientras me acerco se puede escuchar sus respiros con ronquidos graves como si intentase respirar sin aire.

  - Oye, emm.. ¿Se encuentra bien? Le pregunto bastante asustado.

     De repente el hombre deja de respirar y se tarda unos segundos en girarse lentamente en dirección mía. Al mirarme, las venas de sus ojos estaban rojas y alteradas con sus pupilas negras como la noche. De su boca un hilo  fino de saliva quedaba a cuerda floja sin caer de sus labios. El hombre aprieta su mandíbula dándome una mirada con un odio indescriptible.

- Oh, maldición.

 

    Comienzo a correr como si de la vida se tratase en dirección contraria al hombre. El emite un grito mezclado con muchas voces y comienza a  correr a una velocidad incomparable. Justo en ese momento me llega a la memoria algunas frases que había ojeado rápidamente en el libro.

- ¡Espíritu potestad infernitis reprendemuste!

El comienza a gritar con horror y espanto y comienza a correr mucho más rápido que antes. Sintiendo que llevo corriendo medio maratón llego al final en la cual solo se encuentra una pared blanca.

- ¡ AYUDA ! ¡ DONDE ESTÁ LA PUERTA! comienzo a decir horrorizado intentando encontrar la puerta al golpear la pared una y otra vez.
Giro hacia atrás y veo el hombre a unos cuantos pasos de distancia observándome mientras cruje sus dientes.
     

- ¡ ECHAMUS AL INFERNIS Y NO ME ACUERDO DE MÁS NADA! Digo agitado y asustado a la vez.

Al ver que no pude hacerle nada comienza acercarse a mi. Cierro los ojos y espero lo peor. Cuando comienzo a sentir el olor apestoso emanando de su boca, escuchó una voz femenina.

- ¡ DEMONIO ! Te ordeno a que salgas de inmediato.

     Escucho un grito horrendo y unas sacudidas en el suelo que pareció durar siglos. Al abrir la mitad de mi ojo derecho, veo un cuerpo inerte en el suelo la cual era el hombre. Dirijo mi mirada hacia el frente y veo una joven de alrededor 19 años,  pelo marrón con una cola de caballo unos labios voluminosos y sus ojos color café extendiendo su mano hacia mí y ofreciendo una cálida sonrisa. Al ver su atuendo me quedo boquiabierto. Su atuendo era rojo con bordes de oro, en su lado derecho tenía escrito en oro,

Mari......



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