Capitulo 3 - El encuentro

Las 11:30 pm y todavía mamá no me busca. Mi abuelo quedó dormido con su cabeza recostada en la mesa donde jugamos dominó. Las fichas desparramadas por toda la mesa y su zumo de lima en el lateral derecho derramado ligeramente. Comienzo a caminar hacia el exterior delantero. Tan pronto abro la puerta, pude sentir el frío que emanaba de la noche. Su casa quedaba en una empinada colina lo cual no se veía transito en la carretera. La única fuente de luz que hay es el quinqué verde de mi abuelo que me traje. Quise mirar al árbol que tiene dibujado el pentagrama pero algo impedió que me moviese. El quinqué se apagó y no se puede ver nada en absoluto. Mi corazón comenzó a latir rápidamente como si quisiese salir del pecho. Cuando al fin pude mirar hacia el árbol. Entre las ramas pude ver unos grandes ojos totalmente rojo sangre, con las pupilas negras observando fijamente.

- ¿ QUE QUIERES? ¡ DEJAME ! -

Tuve las agallas para preguntar aunque me quería partir en dos y que la faz de la tierra me tragase del miedo. De repente los grandes ojos comenzaron a titilar rápidamente y se cierran. El pentagrama de mi abuelo se enciende en una inmensa llama azul y se escribe a su lado un lenguaje irreconocible.

SĘRË ODIGOCSĒ

Ante mis ojos se comienza a recoger y traducirse..

ĘRËS ĒSCOGIDO

Siento un ardor penetrante en mis manos y cuando bajé la mirada hacia ellas, estas sangraban e iban formando un pentagrama con mi propia sangre. Mi cabeza comienza a palpitar en dolor. La visión se distorsiona y se comienza a formar una figura en la carretera. Al limpiar mi ojos con mis puños, pude ver un ser parecido al ser humano, aproximadamente 7 pies de altura y extremadamente delgado. Sus largos brazos se arrastraban en el piso, su piel descompuesta y pies enormes. No tenía ojos ni orejas y mucho menos nariz. En su rostro solo denotaba sus dientes como de marfil y sable ... Esa cosa sólo sonreía y reía de la manera más satánica que haya visto y escuchado.... En un abrir y cerrar de ojos, todo desapareció.. Caí como tronco en el suelo, golpeando mi lado derecho del rostro. La visión comienza a disminuirse y lo último que pude ver fue el quinqué volver a encenderse.....






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