— Estamos aquí mi niña — dijo mi mamá tocando una pequeña cruz que se encontraba dentro de los jardines

— No sabía que la tumba estaba aquí — dije observando a mi alrededor

— Nadie aparte de mí lo sabe — dijo sin dejar de sonreír

— Mamá... creo que es mejor volver — dije sintiendo escalofríos por el lugar

— Nunca les contamos como es que su hermana falleció, ¿No es así? — preguntó para mirarme de reojo

— No, pero mejor me lo cuentas en la casa — dije queriendo salir de ahí

— Tu pobre hermanita fue tan solo una inocente palomita, no tenía por qué terminar así —

— Mamá quiero irme —

— El embarazo siempre fue complicado con todos ustedes pero con ella era el doble, los dolores no me dejaban tranquila pero gracias a esa señora pude dormir bien por una semana, no sabía que era un veneno lo que me estaba dando — pude notar como se tensó — ella desapareció de la nada como si nunca hubiera existido, nadie la recuerda —

— Mamá, creo que necesitas descansar —

— Luego de eso mi barriga se puso dura y una noche la sangre empezó a manchar las sábanas de mi cama — dijo empezando a llorar — grité lo más alto que pude pero nadie me escuchó, todos se demoraron en llegar, el doctor me la sacó y cuando la vi no-o respi-ira-aba — dijo hipando — era una niña muy linda, sus cabellos eran dorados —

— Mamá, vamos a que descanses —

— Luego de eso no podía dormir, siempre escuchaba los llantos de una bebé, siempre me traía a éste lugar. Éste lugar me pareció tranquilo y la traje para enterrarla aquí junto a las flores más hermosas — dijo dejando las rosas encima de la tierra — seguía viendo a mi niña, cuando venía aquí siempre la veía, la vi crecer —

— Mamá, eso no es posible — dije riéndome

— Lo es, yo la vi pero la dejé de ver cuando me quedé embarazada de nuevo — dijo con rencor — él no debía nacer, yo tomaba todos los días la misma yerba pero nunca me causó nada — dijo parándose — la dejé de ver, fue culpa de él — dijo con la mirada perdida — incluso lo intenté ahogar pero él sobrevivió — dijo con gracia — pero hice algo mejor que eso, le eché toda la culpa — dijo carcajeando

— Mamá... me asustas — dije alejándome un poco

— Cuando él cumplió los dos años volví a ver a mi niña — dijo sonriendo, pero sin mirarme — ella estaba más grande y me dijo que él la lastimaba mucho, él es malo, la hace sangrar — dijo desesperada

— Mamá — dije con miedo

— ¿No me crees? — preguntó de manera sombría — crees que estoy loca cómo el restó — dijo viéndome fijamente — mira allá — dijo señalando la cruz — ¿Ves la sangre? —

Yo vi por curiosidad, pero no creí que fuera a ser verdad. Las rosas tenían manchas de sangre.

— Ella iba ser la bruja, estoy segura — dijo sonriendo

— Me voy — dije dándome la vuelta

— Si te vas no podrás verla — dijo agarrándome de la mano — ella pude volver a traerla a la vida —

— Estás loca — dije soltándome de su agarré, para irme corriendo

○●○●⊙●○●○

— Jisoo, ¿Has visto a Taehyung? —

— No, de hecho también vine a buscarlo — dijo mientras caminábamos los dos por el pasillo — Jungkook, ¿Vas en serio con mi hermano? — preguntó sin verme

— Creo que no es lugar para hablar de eso — dije sonriendo algo nervioso

— Tú sabes mucho — dijo viéndome

— Lo sé — dije para verla también

— ¡JISOO ENCONTRÉ A TAEHYUNG! — gritó Yerim haciendo que los dos miremos al frente — lo encontré — dijo sonriendo mientras tenía a Taehyung agarrado del brazo

— Suéltame Yerim — dijo Taehyung soltándose de ella

— Taehyung, tenemos que hablar — dijimos Jisoo y yo a la misma vez

Él no nos escuchó y se fue.

— Creo que no está de ánimos — dijo Yerim incómoda

— ¿Dónde lo encontraste? — preguntó Jisoo acercándose a Yerim

— Estaba con su papá y mi madre —

— ¿Mi Tía? —

— Estaban hablando de algo y cuando me vieron callaron todos... — dijo encogiéndose de hombros

— Voy a ir a hablar con él — dije para irme por dónde él se fue

Corrí para poder encontrarlo y pude verlo a lo lejos entrando al bosque.

— Taehyung, espérame — dije corriendo atrás de él, pero él estaba mucho más adelante mío — ¡TAEHYUNG! — grité corriendo más rápido sintiendo como la herida me estaba volviendo a doler

Lo seguí hasta lo mas profundo del bosque, llegamos a un punto en el cuál pensé que me había perdido, pero pronto pude identificar en dónde estaba, era el lugar en dónde le pedí a Taehyung que seamos algo más que amigos.

— ¿Taehyung? — pregunté observando a mi alrededor

— Jungkook — dijo sentado cerca a la laguna

— ¿Te sientes bien?, te pregunto como te vi raro hace un rato... — dije viéndolo preocupado

— Tengo muchas dudas — dijo sin verme

— ¿Qué? —

— Me han contado cosas que no quería creer, pero ahora no sé que pensar —

— No entiendo —

— ¿En realidad te gusto o solo es un juego todo esto para tí? — preguntó para voltear a verme

— Yo-o — dije desconcertado

— Me dijeron que te gustaba alguien y que es mi hermana Jisoo —

— No es cierto — dije intentando que me escuche

— Me dijeron que solo buscas una cosa y luego te vas —

— No me estás escuchando — dije desesperado

— He visto cosas hoy y he llamado a la conc... —

— ¿¡PUEDES CALLARTE Y ESCUCHARME!? — grité harto — ¡NO ME ESTOY BURLANDO DE TÍ! — grite para luego intentar calmarme, no sé por qué el solo pensar que piensa esas cosas de mí me altera — no sé quien te habrá dicho ese tipo de cosas pero no es cierto, debes creerme — dije acercándome a él

— No te creo —

— ¿Tanto confías en esa persona cómo para creerle de ese modo? —

— Lo hago — dijo viéndome fijamente

— Bien — dije sin mostrar una emoción, sin mostrar lo mucho que me dolió eso

— Bien — dijo sin dejar de mirarme — debes alejarte —

— Si así lo quieres... — dije intentando no llorar, sentía un horrible dolor en el pecho

— Sí, así lo quiero — dijo para acariciar mi mejilla — gracias por los bonitos sentimientos que me has hecho sentir, tal vez para tí no han sido reales, pero para mí sí y los tendré bien guardados en mi corazón —

— ¿Entonces es el fin? — pregunté sin querer verlo a los ojos

— Es el fin — dijo para luego irse

Me quedé parado en el mismo lugar, no quería moverme porque sabía que cuando de vuelta y vuelva a esa mansión ya nada sería igual.

— Todo acabó, tengo que alejarme — dije secando mis lágrimas a la fuerza — me voy a alejar eso es lo mejor —