Capitulo 2 El bosque Kiriu, el comienzo(corregido y actualizado)

Una vez decidieron de entrar pudieron observar que había una densa niebla que no les dejaba ver a penas lo que tenían a unos cuantos pasos. Transcurridos unos cuarenta o cincuenta minutos llegaron a una gran explanada donde parecía que ya no había niebla.

Ambos miraron por si había pruebas pero allí no encontraron nada...cuando se disponían a seguir su camino escucharon una voz masculina misteriosa que se dirigía a ellos.

— El rey impuro, aquél que se acostó con su primo solo para gozar y que ahora deberá sufrir una perdida.

Todo su alrededor estaba cubierto por altos árboles, lo que hacía que la voz se escuchara entre ecos de las hojas al compás del viento. Sin hallar la voz se atrevieron a preguntar.

—¿De qué estas hablando?¿Quién eres tú? ¡¡Muéstrate!!—gritó algo enfurecido por no poder verlo y algo confuso por saber quien era él, miró por todos lados sin encontrar a nadie.

— Tú ya deberías saber quien soy yo y de que hablo. Debes encontrar a una joven llamada Laila, pero si no te das prisa no podrás salvarla de una dolorosa muerte, a parte de perder a tu ser más amado —los dos primos se miraron perplejos y asustados— ¿ Enserio no me recuerdas? —soltó una carcajada— Mi nombre es Anágora, tu hermano, aquél que se entregó a ti por completo y me dejaste de lado en cuanto encontraste a otro al que tirarte encontrando el placer en él ¿o sería solo la lujuria? —otra carcaj૚a— Por esa razón el futuro te castigará. Aunque no deseo el mal para ti, te dije que alguien al que amas moriría.

—¡¡¡¿¿Anágora??!!! No puede ser, tú...tú moriste, vi como esa noche en palacio te abrían en canal. —temblando se cogió a Darsa— Aparte... ¡¡¿¿CÓMO PUEDES SABER EL FUTURO??!!¡¡¡ Es imposible!!!

— Querido hermano, no es imposible, yo ya podía revivirme... es solo que antes no me sucedió nada para hacerlo y lo de ver el futuro, lo adquirí hace unos años.

—Anágora, me alegro por ello, pero ¿ A qué te referías? Aunque causes el caos y mates a los demás...

—Luka, antes de hablar yo no dije de matar a nadie, lo que hablo es de algo mayor, una mutilación en masa, un gran crimen —una risa maníaca retumbó de entre los árboles— es mejor que una simple muerte rápida y si no corres, como he dicho, no lograrás salvarla, los ángeles son los culpables de éstas masacres, ellos comenzarán a despedazarla en cualquier momento. Yo solo vine a avisarte y ver que hacías, a parte necesitareis la máxima ayuda posible y por ti haría cualquier cosa, a pesar de lo que me hiciste. Yo ya he visto como han torturado a algunas humanas y puedo decirte que es el dolor en persona, en serio, si fuera tú ya estaría de camino, te puedo asegurar que no es nada bello, bueno para mi sí, —la risa volvió a retumbar— pero no es para unos vampiros agradable aguantar el hambre viendo tanta sangre esparcida por todas partes, te puedo asegurar que no lo aguantarías, —hizo una pausa— ya me costó aguantarlo a mí.

[Hechos pasados]

Para quien no lo sepa aún, Anágora es un príncipe vampiro y hermano mayor de Luka. Antes, cuando estaban en su reino Luka se enamoró de Anágora por su misteriosa y bella apariencia... Pero cuando con el tiempo el misterioso vampiro comenzó a enamorarse con más locura por el rey, éste se comenzó a interesar por su primo Darsa, un vampiro seductor y fuerte, alguien poderoso. Lo que Luka no sabía es que Anágora tenía poderes de brujería, un vampiro alquimista que una vez Luka lo abandonó, comenzó a ocultar su rostro bajo una capa que solo dejaba ver sus labios y cuerpo. Éste ser se encerró en sus aposentos y a no recibir visitas de nadie.

Una vez Luka hizo una visita a su amante Darsa, las luces estaban apagadas y cuando con tan solo un largo abrigo y nada debajo se situó delante de la cama...se quitó la prenda notando que en el cuarto había una energía muy diferente a la de su primo. Al encender una vela vio que Anágora estaba tendido en la cama solo cubierto con una fina túnica transparente de seda y al quitarse la capa de la cara pudo apreciar que su rostro estaba marcado con cortes y sus bellos ojos rojos ya no estaban, eran tan solo unas cuencas vacías que lloraban sangre... al ver eso retrocedió viendo como su hermano se incorporaba: " ¿Sigues sin amarme?¿Qué pasa?¿No soy hermoso?" esas fueron las palabras de su hermano mayor, Anágora. Luka soltó un alarido y corriendo entró un amigo de su madre... o eso decía ella: " Solo es un amigo, nada más", aunque todos sabían que eran amantes, o lo sospechaban. Cuando entró ese hombre llamado Magista y vio como se encontraban ambos, hizo como si no estuvieran desnudos y tirando de Luka sacó un cuchillo y comenzó a apuñalar a Anágora sin compasión "¿Cómo pudo pasar ésto? ", Luka quedó traumado en ese momento, sin su amado a su lado y con su hermano desangrándose pero en silencio..."¿ No crees que es un triste final? Tu hermano muriendo y tú mirando" esas fueron sus últimas palabras antes de que Magista lo rematara cortándole la cabeza sin compasión. Cuando Darsa apareció alertado por los gritos vio a su amor arrodillado en el suelo con los ojos abiertos como platos en silencio contemplando el cadáver del que una vez fue su amante y adorado hermano mayor. El hombre de que vió que ya estaba allí se llevó, o lo intentó, el cadáver del que decían " El alquimista de la necromancia y el dolor", Luka no permitiría que su hermano se pudriera en una fosa común, es entonces cuando consiguió reaccionar y se puso en pie decidido a hacerle un funeral digno.

Pasado el funeral estuvo tres años de luto sin salir de su cuarto, llorando, día y noche sin saber de él hasta que decidieron irse de allí al mundo humano, comenzar de cero como una pareja normal y corriente, pero ellos no pensaron que el pasado les seguiría hasta ahora, Anágora había revivido y ninguno sabía que intención tenía ¿Había venido a vengarse o quizá los había perdonado? Eso sería una duda que tendrían que ir averiguando, lo único que saben es que a vuelto.

[De vuelta al encuentro]

—Puede que sea así, pero debo ir a por ella, es nuestra misión y ya lo sabes, por lo que parece —comenzaron a caminar buscando la voz—.

— Hermano, deseas verme ¿cierto? Creo que ya sabes como acabé hace mucho tiempo —risas—.

— Así es, deseo verte... pero no se si querrás, a parte como tú has dicho, necesitamos la máxima ayuda ¿nos acompañarás?

— Es obvio que sí, ya te dije que haría cualquier cosa por ti.

Tras unos segundos se escucharon pasos que provenían del lado derecho de donde estaban, al girarse hacia allí vieron una sombra con la capa cubriendo el rostro de un alto y delgado hombre. Una vez llegó a un centímetro de distancia de los primos se descubrió el rostro, tenía las marcas de los corten que hace mucho se infringió él mismo, sus labios pintados de un perfecto tono morado estaban en perfecto estado, pero al subir la vista hacia sus ojos apreciaron que los tenía... pero con un gran corte que atravesaba su orbe derecho desde la mejilla hasta la ceja.

— Hermano... ¿Qué te han hecho?— dio el paso que los distanciaba y acarició la cicatriz del ojo— ¿Quién te lo hizo?

—¿Tan poca memoria tienes? —ríe cogiéndole la mano pero se la apartó—Quien lo hizo fui yo, pude revivirme pero las cicatrices se quedaron, es algo que me hace recordar que me hizo ser quien soy ahora, Sí... ese fuiste tú, tú me hiciste estas marcas, fueron tu culpa, solo me usaste... pero ahora no estamos para hablar de eso —miró a Darsa— a parte de que a nuestro querido primo no le agrado ni una pizca.—se volvió a poner la capa— Será mejor que me la ponga, es mucho mejor ¿no crees? Mi rostro solo daría asco a cualquiera...

— Eso no es cierto, tú sigues siendo hermoso.—después de esas palabras quitó sus manos y se puso serio de nuevo— Bien, es hora de seguir nuestro camino.— hace una pausa— Hablaste de que tú ya habías ido a ese castillo del bosque ¿Nos guiarías?

— Eso está hecho —sonrió y comenzó a andar— debo admitir que hay lugares peligrosos por aquí así que no os alejéis de mi.

Estuvieron un largo rato andando, una hora aproximadamente, hasta que anocheció, ya que era peligroso ir por allí a esas horas, decidieron acampar en una pequeña cueva que estaba creada por la corteza de un gran sauce. Una vez cenaron, algunos animalillos que encontraron por allí... —ardillas o pajaritos— consiguieron dormir.

Al día siguiente cuando despertaron decidieron emprender el camino de nuevo.

Anduvieron dos horas más y al fin llegaron al palacio pero cuando lo lo lograron allí comenzaron a escuchar los aullidos de unos lobos que se acercaban con paso veloz...

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