Todo comienza la mañana del 26 de Febrero del 2020 en casa de los detectives Darsa y Luka cuando sonó el teléfono y Luka lo cogió.

—Buenos días, aquí el detective Luka ¿Qué desea? —mientras hablaba estaba sentado en su despacho con las piernas cruzadas—.

—Buenas, necesito ayuda, me llamo María y mi hija Laila desapareció hace tres días, esperaba que volviera... que solo fuera una de sus rabietas, pero ya hace mucho que no vuelve y estoy preocupada, —la voz a través del teléfono se notaba agitada y asustada. Desesperada— por favor señor, se lo ruego, tráiganmela de vuelta—rompió a llorar—.

— Tranquila señora, se la traeremos sana y salva, en cuanto tengamos alguna pista o la encontremos la llamaremos. —una sonrisa de dibujó en el rostro del detective—Pero antes necesito saber como iba vestida la última vez que la vio y como es.

— Mi hija tiene 17 años, morena, de ojos azules, alta y delgada. La última vez que la vi llevaba puesto su traje preferido de color rosa con capucha y botines rojos hasta por debajo de las rodillas. —intentó aguantar las lagrimas que aún le brotaban de los ojos hasta llegar a la boca—Señor, me siento culpable, si ese día no hubiéramos discutido...— el detective tomaba notas de todo—.

— ¿Habían discutido?—dejó de escribir sorprendido— Explíqueme bien, María usted no tiene la culpa, cálmese y cuénteme lo que pasó cuando su hija se fue.

— Verá es que cuando desapareció, como ya le he dicho hace tres días, discutimos porque mi marido falleció hace ocho años y yo conocí a un hombre, ya sabe no puedo estar anclada al pasado, aunque le eché de menos — se limpió las lágrimas para poder hablar con claridad — , mi hija cree que yo no amaba a mi esposo y le dije que no era eso, que lo amaba más que a mi vida, Laila se enfadó y salió corriendo de casa. —hizo una pausa—Si yo no hubiera comenzado a salir con otro... — las lágrimas aguantadas comenzaron a brotar y rompió a llorar — .

—María creame, usted no tiene culpa de nada, la encontraremos y se la traeremos sana y salva, creame. ¿Sabe hacia dónde fue? — estaba dando toquecitos con el bolígrafo en la mesa — .

— Sí, ella se fue corriendo hacia el bosque Kiriu. Muchas gracias señor.

— No es nada, es nuestro deber, en cuanto sepamos algo se lo haremos saber, ahora mismo nos pondremos manos a la obra— tras decir ésto colgó el teléfono —.

Después de ello se fue al cuarto de su primo y se acercó a su cama en silencio.

—Buenos días cariño...— dijo burlándose — despierta ya bella durmiente, tenemos un caso.

— Primo, dejame 5 minutos más, es muy pronto aún — Luka se echó a reír cuando con su voz seductora y medio dormido lo dijo — .

— Levanta ya o tendré que obligarte —se acercó más a éste y le fue bajando la sabana, ya que el otro estaba desnudo abrió los ojos de golpe — ¿Ya estás más despierto?

— Primo... — le cogió la mano y tiró de él para que quedara sobre él — te dije que me dejaras dormir — sus labios rozaron los de Luka en un apasionado y húmedo beso de amantes — ¿Amor, tan urgente es ese pedido?

—Darsa... — gimió al notar la mano de su familiar bajo la camisa rozando su pecho perfecto y musculoso — para, hay trabajo... — se estremeció al notar el pellizco en el pezón endurecido y el otro sonrió pícaramente —

—¿Enserio quieres que pare? — bajó aún más la mano hasta su pantalón — ¿No quieres que siga?

—¡Darsa! — se apartó de golpe. Su primo lo miró con deseo al ver a Luka sonrojado y excitado — Para, lo digo en serio, hay trabajo, y sí, es urgente — se dio la vuelta poniéndose la ropa bien, Darsa se rió de la vergüenza que sentía su primo —.

—¿Ahora te sientes avergonzado? Creí que te gustaba que te tocara—se incorporó en la cama y una vez se levantó con un perfecto y musculoso cuerpo hacia el armario, se paró de golpe —¿Vas a ir así vestido a una misión?

—¿Uh? ¿Vestido como?— Darsa soltó una carcajada—.

— A mí no me molesta que vayas con pijama, pero para una misión es algo extraño ¿No crees? Deja ahora voy yo, espera—cuando se iba a ir Luka lo abrazó por detrás— ¿Qué ocurre?

— Te amo primo—poniendo sus manos en el pecho del otro le besó despacio para saborear cada centímetro de su tonificado cuello—.

—¿No decías que había que trabajar? —se rió para a continuación girarse y abrazarlo— Yo también te amo—le cogió la barbilla y lo miro a los ojos— jamás dejaré de amarte—le volvió a besar apasionadamente y le mordió el labio inferior—.

— Esta bien, es verdad, hay que trabajar,—se separaron un poco los dos—espera aquí, iré a por tu ropa, pero antes deja que me vista yo. — tras guiñarle un ojo se acercó a su armario y cogió un pantalón corto negro; un top con la palabra "zombie" escrita y de calzado cogió unas botas de cuero negras que le llegaban por la rodilla. Después se peinó su cabello negro y lo recogió en una coleta alta que le llegaba hasta el pecho.— Listo, ya voy a por tu ropa.

Cuando fue al cuarto de Luka una vez entró se acercó al armario y eligió las ropas más exquisitas. —Lo que se me olvidó comentar es que Luka es un aristócrata, hijo del antiguo rey Vampiro del Reino Oscuro, situado en el otro mundo—Entonces cogió una camiseta de encajes roja y con un gran escote, ya que a Darsa le gustaba verlo así vestido, y con las mangas de rejas que permitían ver sus brazos; un pantalón corto y negro de cuero con cadenas, medias de rejillas y botas altas hasta las rodillas con bastante plataforma pero lo suficientemente cómodas como para que correr.

Una vez cogió la ropa volvió a su cuarto y en silencio se quedó apoyado en la puerta mientras observaba como Luka se iba desnudando para cambiarse.

— Hmm... —se relamió sus labios cuando el noble se giró y sobresaltado se tapó con la sabana que tenía a mano—¿Intentas provocarme de nuevo, primo?

— N-no es mi intención —dijo algo sonrojado— ¿Qué haces hay parado? Ven aquí y dame mi ropa, tenemos prisa.

Darsa sonrió y con paso lento y sensual se acercó al otro, una vez llegó a su lado comenzó a recorrer su cuerpo con sus manos.

— Que piel tan suave y hermosa, alteza.—dijo burlándose—Siéntate, yo te pongo la ropa , amor.—Luka obedeció—

Una vez ya vestidos Luka se levantó y sacudiendo su largo cabello rubio — que le llegaba por el trasero— se lo recogió en una trenza y luego lo alzó en una larguísima coleta de perfectas ondas de la trenza para acto seguido colocarse el maquillaje, elegantemente puesto.

Una vez que ya estaban listos se dispusieron a salir a la calle y comenzar con la investigación. Ya fuera se dispusieron a interrogar a la gente, pero parecía que esa chica no salía a horas que la pudieran conocer, ya que nadie sabía nada, pero lo que más le irritaba a Luka era que toda la gente los observaba.

—Darsa ¿Qué le pasa a la gente que no dejan de mirarnos? Es irritante eso, me sacan de quicio. —dijo mirando a su alrededor con desprecio—

— Será porque nunca vieron a una persona tan hermosa como tú. —se paró de golpe y agarrándolo de la cintura lo atrajo hacia él plantándole un beso en sus labios rojos, mientras lo hacía comenzó a bajar su mano hasta su trasero y lo puso más contra sí—¿No lo crees amor? —mirando el rostro sonrojado de Luka se dispuso a situar su muslo entre las piernas del aristócrata, es ahí cuando reaccionó—.

—¡¡Darsa!!—le dio un empujón y se separó un poco con la respiración entrecortada por la sobre excitación—No debemos hacer eso en público,—miró a su alrededor— todo el mundo nos mira. Debemos concentrarnos, ya tendremos tiempo para eso en otro momento... —se acercó al oído de su primo— con más intimidad.

— Eso me gusta más. —sonrió— Esta bien, me contendré las ganas de hacerte mío.

La gente que estaba por allí comenzaron a murmurar mientras los observaban. Cuando ellos se disponían a ir cara la gente, ya enfurecidos. Todo el mundo se disipó y apareció una joven muchacha que se fue aproximando a ellos.

—Buenas, ¿Tú eres el rey de las criaturas de la noche?

Ambos se quedaron mirándola algo confusos y al cabo de unos segundos reaccionaron.

— Así es ¿Se puede saber quién me nombra? —Darsa vio como Luka estaba tan decidido en sus palabras, dejando el peso en una de sus piernas mientras apoyaba su brazo contrario en su fina cadera, sin percibir el peligro que se notaba en el aura de la joven—.

—Me llamo Veróna Di Strelle, hija del señor del cielo, Gabriel. Cuando lo vi sabía que eras tú, aquel que posee el poder de destruir todo y el que domina el Reino Oscuro, verá, como es de suponer yo soy un ángel, pero vine al mundo humano hace 12 años y rápidamente me hice amiga de Laila. Me he enterado que ella a desaparecido y me gustaría poder ayudar a encontrarla, es la mejor amiga que tengo aquí. —los miró a ambos y vio que Darsa estaba alerta— No pienso haceros nada, solo quiero a mi amiga de vuelta.

— Esta bien, vayamos por partes. Tú, la hija de un arcángel estás en el mundo humano y tu mejor amiga a desaparecido, entonces tú nos quieres ayudar ¿es eso cierto? —cruzándose de brazos Luka miró a Darsa y le hizo un gesto de negación, la chica no era peligrosa hacia sus ojos—.

— Así es, no pido que me crean, ni mucho menos, solo deseo que ella regrese sana y salva a casa. Cuando ella discutió con su madre me llamó diciendo que estaba cansada de su madre...que todo lo sucedido había sido su culpa y que se largaba, cuando fui a su casa vi que había huellas que se adentraban al bosque Kiriu, entonces la seguí y vi que entraba en un palacio que había allí.

— ¿Por qué no entraste tú para que volviera? —miró serio a la chica—.

— Eso fue porque...—se abrazó a si misma apenada— porque escuché algo en el bosque y me entró el pánico... fui demasiado cobarde y salí corriendo.

— No tienes la culpa, gracias por la información y estate calmada, la traeremos de regreso a casa, sana y salva. Cuenta con nosotros.

— Muchas gracias a vosotros, les estaré en deuda si ella vuelve bien a casa—sonrió— ahora dejo que se marchen, yo también debo regresar, padre me llamó — tras despedirse con la mano se marchó al cielo—.

Una vez Veróna se fue ambos primos continuaron su viaje hacia el bosque tan serios que parecía que alguien los había amenazado de muerte a ambos.

Pasadas las horas llegaron donde se suponía que empezaba el bosque se miraron ambos.

— Es hora de entrar—tragó saliva y miro a Luka —manos a la obra, alteza.