Capitulo 99

Narrador omnisciente

Mia veía la televisión acostada desde la cama, cambiaba de canal, aún sin encontrar nada que le interesará del todo, volteó a su lado, encontrándose a Chloe viéndola.

Mia: ¿Pasa algo amor?

Chloe: ¿Mmm? ¿Porqué la pregunta?

Mia: Llevas vigilandome desde que salí del hospital jeje, te dije que estoy bien.

Chloe: No debemos cantar victoria hasta que estés al cien.

La peli negra hizo un puchero un tanto tierno, llevándose la mirada de la contraria.

Mia: No soy tan débil si es lo que piensas.

Chloe: ¿Eh?! ¡N-No! Yo no pienso eso de ti...es...todo lo contrario.

Bajó la vista, empezando a jugar con sus dedos teniendo bastantes sentimientos encontrados sin saber que decir, Mia sabía que necesitaban hablar y quitarle ese peso de encima.

Mia: Bien, ¿Puedes contarme?

Chloe: Siento...que debería ser una mejor persona para ti, enfrentar mis temores...

Mia: No pienso lo mismo, eres fuerte aunque no quieras aceptarlo, me visitaste todos los días cuándo estaba inconsciente, me cuidaste y lo sigues haciendo, eso ya es muy valiente y lo valoró cómo no te imaginas.

Chloe: ¿De verdad?...

Mia: Claro que sí tontita.

Chloe: Je... Está bien.

La chica se paró dando un gran suspiro de alivio.

Chloe: Sip, me siento mucho mejor, siempre has sido buena con las palabras.

Mia: Gracias.

Chloe: ¿Quieres que te traiga algo? ¿No tienes hambre o sed?

Mia: Amor.

Chloe: ¡Cierto! Lo siento jeje

Mia: ¿Sabes que me encantaría y me haría feliz?

Chloe: ¿Qué?

Chloe hizo una carita de cachorro esperando una orden, dándole demasiada ternura a Mia.

Mia: Que te quedes conmigo y veamos una película juntas.

Chloe: Jeje suena bien.

Se acomodaron abrazadas cariñosamente disfrutando de la tarde.

Mientas tanto Himeko y Ayumi disfrutaban comprar cosas, paseaban y hablaban de cosas triviales tomadas de la mano. Pasado un rato, se sentaron junto a un pequeño lago, regalándose tiernas sonrisas.

Ayumi: ¿Te parece ir a la plaza? Escuché que ya abrieron nuevas tiendas.

Himeko: Cómo te encanta turistear...

Ayumi: Hey! No es malo, siempre hay que disfrutar de las cosas, no solo materiales, además me encanta pasar tiempo con mi bella Himekito.

Himeko: En primera nunca dije que fuera malo cielo y en segunda, también me encanta estar contigo tontita.

Ayumi: Jeje

Himeko: ¿No extrañas tú país natal?...Digo...es tú hogar después de todo.

Ayumi: Himekito, mientras estés a mí lado, estaré en mi hogar.

Himeko: ¿Porqué tienes que ser tan cursi?

Ayumi: Es tú culpa.

Himeko: ¡¿Mía?!

Ayumi: Yep.

Iban a cruzar la calle, Ayumi alcanzó a ver una moto que pasaba a rápida velocidad, en un movimiento un tanto brusco jaló a Himeko hacía ella, dejando pasar la moto.

Ayumi: ¿Pero qué? Oye idiota! Fíjate por dónde vas?!

Himeko: Eso estuvo cerca...

Ayumi: ¿Qué demonios le pasa a esa gente?! Se fue cómo si nada, ese tonto cree que estamos en Latinoamérica...

Himeko: Amm...amor.

Ayumi: ¿Qué pasa Himekito?

Himeko: Mí anillo se cayó...

Ayumi: .....¡¡¿Qué?!!

Himeko: Creo que fue en el momento en el que me jalaste un poco fuerte.

Ayumi: Ahhh!!!! ¡¿Dónde habrá caído?!

Himeko: N-No lo sé, ¡¿Y-Y si se fue por una coladera?!

Ayumi: ¡¡Eso sería malísima suerte!!
¡La cuál lamentablemente se me da bastante bien! Ahhhh!!! Haber haber calma...calma...que no cunda el pánico...

Ambas se calmaron un poco,empezando a buscar el anillo por doquier sin tener éxito alguno.

Ayumi: Maldición...solo queda..

Voltearon al pequeño lago al mismo tiempo.

Himeko: ¿Será que...

Ayumi: No lo sabremos si no lo intentamos, es pequeño y no tiene una gran altura.

Himeko: ¡¿Eh?!

Ayumi sin más, entró al agua siguiendo la búsqueda.

Himeko: ¡Tonta! ¡Te vas a enfermar!

Ayumi: Prefiero enfermarme a qué mí esposa sé quedé sin anillo.

Himeko: Podemos comprar otro.

Ayumi: No, con ese te pedí matrimonio y con ese seguirás tú vida conmigo.

Himeko: Ayumi...

La chica seguía insistiendo, logrando ver algo brillante cerca de una roca.

Ayumi: ¡Si! Lo encontré.

Lo saco y limpio, saliendo, estando muy empapada por las sumergidas.

Himeko: Dios...eres un desastre...

Ayumi: ¡Misión cumplida! No podía rendirme, es importante y además si un pecesito se lo comía se iba a ahogar.

La contraria soltó un suspiro, quitándole el suéter y tapandola con su sudadera, mientras que ésta tenía una dulce sonrisa de victoria.

Nuevamente le puso el anillo para después besar su mano.

Ayumi: Listo je.

Himeko acarició sus mejillas, depositando un delicado beso en sus labios, separandose a los pocos segundos.

Himeko: Gracias mí Ayumi.

Ayumi: ......

Himeko: ¿Pasa algo?

Ayumi: wkjshdjd

Himeko: ¿Qué fue eso?

Ayumi: ¡Lo siento! Se me pegaron ciertas expresiones y actitudes de Yuzu jeje.

Himeko: Ya lo noté, pero aún así te amo.

Ayumi: También yo.

Himeko: Bien, vamos a casa, ya fue demasiada aventura por un día.

Ayumi: Sip.

Los días transcurrían, Harumin hablaba animadamente con Yuzu y compañía en la sala.

Yuzu: ¿Y que ha pasado con los planes de la adopción?

El silencio se hizo en todo el lugar, dejando a Mei y a Yuzu con la duda.

Harumin: Verás...es algo divertido je je je...

Mei: ¿Ahora que hiciste?

Harumin: ¡No hice nada!

Matsuri: ¿Cómo de que no? Camino al orfanato te desviaste y decidiste ir a un albergue...

Harumin: Quería ver a los perritos...

Matsuri: Querías ahorrarte tener la responsabilidad de cuidar a un bebé.

Yuzu: No lo entiendo, Harumin estabas muy dispuesta y feliz porque algún tendrían un hijo, ¿Qué te hizo cambiar de opinión así de repente?

Matsuri: Por sus crisis existenciales y de ser madre... El otro día compro un pañal para ver cómo ponerlo adecuadamente.

Mei: ¿Y luego?...

Matsuri: Termino haciéndole calzón chino al pobre gato...

Harumin: ¡Estaba moviéndose mucho!

Mei: No puede ser...

Yuzu: Si ese es el caso ¿Porqué no compran un bebé de eso que hacen pipi y los tienes que alimentar, sería un buen ejercicio?

Harumin: Yuzuchi, ¡¿Enloqueciste?!, ¡Esas cosas están carísimas!

Yuzu: ¡Qué tacaña saliste!

Harumin: ¡Lo tengo! Préstame a Yumei dos semanas, así podré formarme perfectamente cómo madre.

Yuzu: No arriesgaré la vida de mi pequeña por tus caprichos, está sana y salva en su camita durmiendo.

Harumin: Porfis, lo haré bien.

Yuzu: No, ya te conozco.

Yuzu y Harumin empezaron a discutir, mientras Matsuri y Mei veían extrañadas

Matsuri: Bueno, creo que ésto tardará un poco...

Mei: ¿Gustas té?

Matsuri: Gracias.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top