Capitulo 84
Narrador omnisciente
Ya habían transcurrido tres meses, pero cierta rubia le costaba dormir y llegaba a tener algunos dolores, pero por suerte siempre tenía a Mei a su lado, otra vez pasaría la noche sin poder dormir, contemplaba el techo, siendo ligeramente iluminada por la luz de la luna.
Mei: ¿No puedes dormir?
Yuzu: No...
La peli negra acaricio su mejilla llamando su atención.
Mei: En ese caso, me quedaré despierta contigo.
Yuzu: ¿Y si no logro conciliar el sueño?
Mei: Ya te lo dije, no pienso dormir hasta que tú lo hagas, no pienso dejarte sola en ningún momento.
Yuzu: Jeje te amo mucho.
Mei: Yo más.
La mañana llegó, Yuzu se encontraba viendo la televisión, mientras que su esposa se alistaba para salir de compras.
Mei: No tardaré, recuerda que si ocurre algo debes llamarme en seguida.
Yuzu: Si si, no te preocupes.
Mei: Hablo en serio...no quiero que te pase nada malo a ti, ni al bebé.
Yuzu: Lo sé, estaré bien.
Mei: Bueno... (Acercándose para darle un delicado beso, para después tomar las llaves del auto y salir de la casa)
Mei hacía las compras cómo todos los días y siempre quedaba viendo el pasillo dónde estaban los productos para bebés.
Matsuri: Vaya vaya, alguien ya está ansiosa.
Mei: Oh, hola Matsuri.
Matsuri: Hola hola, ¿Cómo está Yuzu?
Mei: Aún le cuesta dormir, espero nazca pronto.
Matsuri: Jejeje ha de estar muy redondita.
Mei: Si jeje.
Con Yuzu
La ojiverde se levantó con cuidado, quejándose de dolor.
Yuzu: Maldición.... dejé las pastillas en la cocina... (Caminando, sosteniendo su vientre)
El dolor era fuerte y punzante, provocando que está cayera al suelo, poniendo sus manos rápidamente, para que su vientre no impactará.
Jadeaba y se quejaba, buscando su teléfono, recordando que lo había dejado en el sillón.
Yuzu: Mierda...
Con Mei
Mei: ¿Qué te trae aquí Matsuri? Vives un poco lejos de éste super compras.
Matsuri: Pues digamos que a mi esposa le gusta un cereal que solo venden aquí, así que no me quedó de otra.
Mei: Jeje ya veo.
Una vez que finalizaron y pagaron, ambas se dirigían al auto.
Matsuri: ¿Crees que pueda acompañarte? Harumin aún está en el trabajo.
Mei: Está bien, apuesto a que Yuzu le gustará verte.
Pasó solo una media hora para que llegaran a la casa.
Mei: Hogar dulce hogar. (Abriendo)
Matsuri: Sin duda su casa está más ordenada que la nuestra.
Mei: Jejeje, pasa, Yuzu debe estar en la sala, mientras iré sacando la despensa.
Matsuri: Vale.
La peli rosa entró directo a la sala sin encontrar a su amiga.
Matsuri: Mmm.. ¿Yuzu? ¿Dónde estás?
Mei: Matsuri! ¿Me ayudarás con ésto? (Extendiendole unas bolsas)
Matsuri: Si, voy. (Tomándolas) ¿Dónde las pongo?
Mei: En la barra de la cocina por favor.
Matsuri: Claro. (Volviendo a entrar)
Mei seguía sacando algunas cosas, cuando un fuerte sonido se escuchó en el interior de la casa.
Matsuri: Mei!!
No pasaron muchos segundos para que la oji morada llegara a la escena a toda prisa.
Su cuerpo temblaba al ver a su esposa en el suelo, estaba sangrando.
Mei: No pude ser...(Revisándola) llama a una ambulancia rápido!
Matsuri: Si! (Procediendo a realizar dicha acción)
Mei: Yuzu... Yuzu, amor...¿Puedes escucharme?
Yuzu: Hola...
Mei: Todo estará bien ¿Si? Ya viene la ayuda, solo resiste.
Yuzu: Je...no terminé de ver mi serie...iba en la mejor parte.
Matsuri: Ya vienen.
Mei: Bien.
Unos minutos después la ambulancia llegó, subiendo a Yuzu con ayuda de la camilla.
Mei: Dejen que vaya con ustedes, quiero estar con ella.
Paramédico: ¿Es su familiar?
Mei: Si, soy su esposa, por favor, déjenme ir.
Paramédico: Lo siento, tengo prohibido que otra persona ven-
Yuzu: Por favor...la necesito...
Paramédico: Está bien...
Mei: Matsuri..
Matsuri: No se preocupen por mí, las alcanzaré más al rato, Mei cuida de Yuzu.
Mei: No tienes que pedirlo.
La ambulancia arrancó e hizo sonar la sirena para facilitar la ida en el tránsito y llegar lo más pronto posible al hospital.
Paramédico: Perdió bastante sangre. (Dándole tratamiento)
Mei: El bebé...
Paramédico: Descuide, aún está bien, pero la sangre está debilitando demasiado el cuerpo de su esposa, eso puede afectar en el parto.
Mei: No no no...si me hubiera quedado... é-ésto...
Yuzu: Hey....(Tomando su mano) Estaré bien, lo prometo, (Mostrándole su típica sonrisa infantil)
Ya en el hospital, los paramédicos gritaban y corrían junto a la camilla, Mei no soltaba la mano de la rubia, pero ésto no duró mucho.
Enfermera: Señorita, ya no puede pasar de aquí.
Mei: No no, es mi esposa, debo estar a su lado!
Enfermera: Lo siento, no puede pasar.
Yuzu: Mei...haz caso...
Mei: Pero...
Yuzu: Hazlo...
Paramédico: Está perdiendo la consciencia, rápido, a emergencias!
Todo paso tan rápido, Mei no podía hacer más que esperar.
Matsuri: Mei!
Harumin: Ya llegamos! ¿Dónde está Yuzu?! ¿Cómo está?!
Mei: Se la llevaron a urgencias...
Harumin: ¿Qué más? ¿No te han dicho nada sobre su estado?! ¿Y el bebé?!
Matsuri: Harumin!!
Harumin: .....
Matsuri: Basta...Mei no está bien, solo harás que se preocupe más.
Harumin: Lo siento...
Mei tenía la mirada agachada, no sabía que pensar.
Matsuri: Todo saldrá bien.
Ambas chicas la acompañaron e intentaron consolar, sin tener éxito alguno.
Enfermera: ¿Familiar de la paciente Yuzu?
La peli negra se levantó y esperaba impaciente alguna noticia de su esposa.
Enfermera: Por favor, sígame.
Mei: Pero la sala de emergencias es hacía el otro lado...
Enfermera: Así es, pero necesito que me acompañe.
Matsuri: Vé Mei.
Mei: Bien...
Caminaron un poco hasta dar a una sala, donde podía verse una gran vitrina, la enfermera abrió la puerta dándole paso a la más alta.
Mei: Ésto es...
Enfermera: Véalo usted misma.
Mei se acercó, logrando visualizar una incubadora, dónde se encontraba una pequeña bebé dormida.
Enfermera: Felicidades, es una niña.
Mei: ¿Puedo?
Enfermera: Adelante.
Cargó a la pequeña entre sus brazos, provocando que se moviera un poco.
Enfermera: Es muy linda.
Mei: Si, lo es, igual que su madre. (Soltando unas lágrimas)
La bebé tomó un dedo de la pelinegra, haciéndola sonreír.
Mei: Bienvenida Yumei.
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