Narrador omnisciente

Después de una larga noche en el restaurante, todos felicitaban a la feliz pareja incluidas Matsuri y Harumin, ya pasadas unas horas volvieron al departamento de Mei para caer rendidas ante el cansancio, quedándose completamente dormidas.

Las semanas fueron pasando y platicaban poco a poco el tema de la boda que las tenía muy contentas.

Yuzu: ¿Qué te parece un delicioso y gigantesco pastel de chocolate?!

Mei: Me parece que eso te mataría por tanto azúcar.

Yuzu: Noooo como crees, eso es absolutamente...(Viendo a Mei que tenía una mirada seria) cierto...

Mei: Bien, hablando de los invitados, cuántos serían de tu familia aproximadamente?

Yuzu: Mmm tal vez unos cuatrocientos.

Mei: Yuzu, te estoy hablando de familiares, tus vecinos y todos tus amigos no cuentan en esa categoría.

Yuzu: Pero a todos los considero mi familia! (Haciendo un puchero)

Mei: Disminuye un poco la cifra.

Yuzu: Está bien está bien...Ammm trescientos ochenta?

Mei: Yuzu.

Yuzu: Trescientos cincuenta.

Mei: Yuzu!

Yuzu: Me dijiste que solo la disminuyera un poco!

Mei: Eres un caso perdido.

Yuzu: Pero soy uno exclusivo e irremplazable no crees?

Mei: Si si lo que tú digas.

Yuzu: No seas así!

Mei: Bueno, de mi familia...creo que solo iría mi tía, ya que es la única que tengo..

Yuzu: Ella no es casada?

Mei: No.

Yuzu: Entiendo, pero también puedes invitar a tus amigos!

Mei: Bueno.

Yuzu: ¿No te lo imaginas Mei?

Mei: ¿Qué cosa?

Yuzu: Vivir juntas...osea ya lo hacemos, pero vivir en nuestra propia casa junto con Akira, estaremos mucho más unidas e incluso tener una familia!

Mei: ¿Una familia?

Yuzu: Si! No suena fantástico?! Siempre he querido tener una bella hija y jugar con ella hasta que se quede dormida en mis brazos, poder contarle cuentos de hadas, cantarle canciones de cuna, llevarla a la escuela... eso simplemente sería hermoso.

Mei: Sinceramente nunca me imaginé con hijos, pero ahora como lo planteas tú, suena lindo, seríamos una gran familia.

Yuzu: Entonces estás de acuerdo en que tengamos uno?

Mei: Si a ti te hace feliz, también yo estaré feliz.

Yuzu: Aww Mei te amo tanto!!! (Abrazando y depositando besos en el rostro de la peli negra)

Mei: Y yo a ti mi adorable Yuzu.

La labrador ladró llamando la atención de ambas chicas que estaban en el sillón de la sala.

Yuzu: Alguien ya se puso celosa.

Mei: Tal parece que si, ven Akira. (Asiendole señas para que se sentará en el sillón junto a ella, lo cual hizo la labrador) tú también eres mi nena consentida.

Yuzu: Oye! Eso no es justo!

Mei: No seas así.

Yuzu: Pero se supone que yo soy la consentida!

Mei: Tú misma lo dijiste, se supone.

Yuzu: (╥﹏╥)

Mei: jejeje ambas son mis consentidas.

Yuzu: Eso no me hace sentir mejor al pensar que perdí con una labrador.

Mei: Hay Yuzu.

Yuzu: Nope, ya haz roto mi corazoncito.

Mei: Yuzu.

Yuzu: No, no y no, simplemente imperdonable. (Dándole la espalda a Mei)

Mei: ¿Ya no piensas hablarme?

Yuzu: No, estoy resignada.

Mei: Vamos amor, no te pongas así.

Yuzu: Ni con tus palabritas cursis me vas a convencer.

Mei: Pero me sigues contestando, quiere decir que no estás del todo enojada, además de que eres mala fingiendo.

La rubia negó con la cabeza sin mirar a Mei, quién se reía al ver la actitud tan infantil de su futura esposa.

Mei: Te amo Yuzu. (Abrazando la cintura de está, recostandola encima de ella) tal vez no me hables, pero eso no evita que pueda abrazarte.

Yuzu aún sin contestar y con las manos cruzadas, intentaba no hacerle caso a su novia.

Mei: Sé que no vas a soportar estar mucho tiempo así.

Y como siempre Mei había acertado, la oji verde cada vez se ponía roja e intentaba disimularlo.

Mei: Tontita. (Acariciando el cabello de Yuzu)

Yuzu: No soy perro Mei.

Mei: Hasta que te dignas a hablar jejeje.

Yuzu: Eso no cambia el echo que sigo enojada contigo.

Mei: ¿Me perdonas?

Yuzu: No.

Mei soltó un suspiro, cerrando sus ojos acomodándose. Pasados unos minutos Yuzu podía sentir la respiración calmada de la contraria que al parecer ya se encontraba profundamente dormida.

Yuzu: Es tan hermosa...

Narra Yuzu

Tomé con mucho cuidado el control remoto para encender la televisión y buscar un canal que no fuera tan aburrido.

Podía sentir como los brazos de Mei se aferraban a mí aún estando dormida.

Mei: Madre...

No pude evitar sentirme triste por ella, había perdido a sus padres, si me llegará a pasar eso, lo más seguro es me hubiera derrumbado, me sorprende lo valiente y fuerte que es y   la admiro mucho.

Me acerqué con mucho sigilo besando su mejilla, privando que ella se moviera un poco, rápidamente me separé, por fortuna solo fue un reflejo por parte de ella.

Seguía cambiando a los canales hasta ver uno de partos? Supongo que sería interesante saber las experiencias de las demás mujeres.

Podía ver cómo gritaban, algunas lloraban e incluso había otras que se desmayaban por el dolor.

Yuzu: Creo que adoptar sería una mejor opción, dioses, estoy segura que me moriría con el primer pujoncito que llegara a dar...

Observe el reloj y ya era muy tarde, e incluso Mei ya temblaba un poco por el frío. Me levanté con cuidado y me le quede viendo pensativa haciéndome una pregunta en mi cabeza. ¿Cómo la subiré hasta la habitación? Mis brazos parecían dos espaguetis era obvio que me rompería al tratar de cargarla, pero más vale intentarlo.

Comencé a levantarla con suma delicadeza de no despertarla, sinceramente no pesaba mucho, subí las escaleras hasta por fin llegar a la habitación, la coloque en la cama y me acosté junto a ella tapandonos con las cobijas para después abrazarla y sentir su calidez, minutos después sentí como sus manos se colocaron encima de las mías chocando nuestros anillos de compromiso, sonreí ante la acción y me quedé dormida pensando en la felicidad que me causaba estar en la vida de Mei.