Capitulo 100 (Final)
Narrador omnisciente
El sol salía lentamente, asomándose por la ventana, acompañado del sonido de las aves, siendo un mañana tranquila, que no duraría mucho.
Yumei: ¡¡Despierten!!
La pequeña saltaba en la cama una y otra vez, mientras tanto Akira entraba moviendo su cola de un lado a otro.
Yuzu: Ahhh...quiero dormir más...
Yuzu se movió ligeramente, abrazando a su esposa, quién aún seguía profundamente dormida.
Yumei: Qué flojas..
Yuzu: ¿No deseas dormir más?
Yumei: Bueno.
Destapó ligeramente a las mayores y se acomodó en medio de ambas, obligando a Yuzu a separarse de su esposa mientras que la pequeña la veía con una tierna sonrisa.
Yuzu: ¡¡Pero en tú habitación!
Yumei: Demasiado tarde, ya me acomode.
La rubia suspiro, no tenía la energía para llevarle la contraria a su querida hija.
Yuzu: Bien, ahora duerme.
Yumei: ¡Espera! Falta Akira.
Yuzu: Eh?!
Yumei: Ven Akira.
Yumei dio unas palmadas a la cama para que la labrador captará bien la orden, subiendo felizmente, no sin antes acostarse en Yuzu.
Yumei: Listo, ya estamos jeje
Yuzu: No no no, llenará las cobijas de pelos y baba!
Yumei: ¡Pero tú babeas más!
Yuzu: ¡Yo no babeo
Yumei: ¡Claro que sí!
Mei: ¡Ustedes dos! Guardarán silencio y me dejarán dormir.
La peli negra las vió un tanto enojada, los días anteriores se había desvelado gracias a su trabajo y en serio necesitaba descansar, pero ¿Quién podría descansar bien teniendo a Yuzu y a Yumei haciendo sus pleitos a cada rato?
Yuzu: L-Lo siento amor.
Yumei: Perdón mami.
Mei: Bien, ahora por favor duerman.
Ambas obedecieron, una cosa que sabían muy bien, era que no deben hacer enojar a Mei.
Pasadas unas horas, finalmente se encontraban desayunando, con Yumei comiendo su cereal entretenida en la televisión, Mei preparando su café y Yuzu viendo a su esposa.
Mei: ¿Pasa algo?
Yuzu: Sabes, creo que no volveré a ir a un museo.
Mei: ¿Mmm? ¿Y eso porqué?
Yuzu: Porque tengo una obra de arte ante mis ojos.
Yuzu sonrió ampliamente ante sus palabras, Mei tenía un leve rubor en sus mejillas, a pesar de qué no hubiera día en qué su esposa no le dijera palabras dulces, siempre la hacía sentir nerviosa y amada a la vez, claro, con un montón de sentimientos lindos más.
Yuzu: ¿No dirás nada?
Mei: Je se supone que esa es mí línea, además yo era la que siempre te haciendo congelarte ante mis cumplidos.
Yuzu: Jeje, es mi venganza.
Mei: ¿A qué hora llegarán las chicas?
Yuzu: Hasta las 4.
Yumei: ¿Vendrán todas?
Mei: Así es, solo espero que no causen problemas tú y tu tía Harumin.
Yumei: No puedo prometer nada, a ella siempre se les ocurren cosas divertidas.
Mei: Esas cosas divertidas, no son más que travesuras.
Yuzu: Vamos cielo, solos se divierten.
Mei: Y tú tampoco deberías unirteles.
Yuzu: Ay...
Finalmente la hora de las visitas llegó, el timbre sonó y se lograban escuchar ciertas voces conocidas.
Yumei: Llegaron.
La menor fue corriendo para abrirles.
Harumin: ¡Ahí está mí sobrina consentida!
Yumei: Soy la única sobrina que tienes...
Harumin: Mejor aún ¿No?
Tras ella entró Matsuri cargando a una pequeña de ojos verdes y cabellera color café claro, teniendo la edad de 3 años.
Yumei: ¡Hikari! ¿Puedo cargarla?
Matsuri: Bien, pero con mucho cuidado.
Himeko: ¿En qué les ayudamos?
Yuzu: No te preocupes, tenemos todo en orden.
Ayumi: Si en orden te refieres a que huele a quemado, Akira trepandose a los sillones y Mei viéndote asesina, supongo que está bien.
Yuzu: ¡Tus comentarios no ayudan!
Ayumi: No pensaba hacerlo.
Mia: Ahhh ya extrañaba a mí primita.
Acercándose a la mencionada y despeinar ligeramente su cabello negro.
Mei: Mia, ya no soy una niña para que me hagas eso.
Mía: Hay, pero te gusta, ¿Apoco no?
Mei solo de limitó a hacer un puchero, siendo notado por la rubia que las miraba.
Yuzu: ¡Mei! ¿También puedo despinarte?
Harumin: Pero tu la has de despeinar es sus noches intensas y de pasión.
Matsuri: Buen punto.
Yuzu: ¡Cállense ustedes dos!
Todas convivían en la sala contando chistes y anécdotas.
Yumei: Mami.
Yuzu: ¿Si?
Yumei: ¿Qué sentiste cuando nací?
Harumin: Que no sintió, casi se muere.
Yuzu: ¡Claro que no!
Mei: Amor di la verdad.
Yuzu: Bueno, claro que sentí dolor y cansancio je, pero estaba muy feliz, aunque no fui la primera en verte ya que me desmaye jeje.
Yumei: Entonces ¿Mami Mei me vió primero?
Mei: Si, yo me encontraba muy preocupada por el dedo de ambas, pasaban las horas y no tenía noticias, no pide dormir, pero una vez que una enfermera me llevo a conocerte y verte en esa incubadora....era simplemente maravilloso, te cargué y fue cuando te nombre cómo Yumei.
Yumei: Ohh... ¿Y desearían tener otro hijo?
Yuzu: Jeje, por ahora estamos bien así, eres nuestra bebé consentida.
Yumei: Jeje.
Yumei dormía abrazando cuidadosamente a Hikari, Ayumi y Mia reían borrachas siendo vistas por sus esposas, en cuanto a Harumin, ésta dormía en el sofá cómo bebé, tendiendo la cabeza recargada en las piernas de Matsuri, quien le hacía suaves caricias.
Mientras tanto Yuzu salió al balcón, admirando la estrellada noche, siendo un clima bastante cálido, sintiendo cómo su cintura era rodeada por unos brazos aún más cálidos.
Yuzu: Je, hola amor.
Mei: ¿Todo en orden?
Yuzu: Sip, solo andaba pensativa.
Mei: ¿A sí? ¿En qué pensabas?
Yuzu: En nosotras, en todo y lo muy feliz que estoy de tenerlas.
Mei: Je, son lindas palabras.
Yuzu: Y las que te esperan por escuchar.
Mei: Estoy ansiosa por oírlas.
Entrelazaron sus manos, apoyando Mei su mentón sobre el hombro de la rubia.
Mei: Te amo tontita.
Yuzu: También te amo, no sabes cuánto.
Mei: Bueno, nos esperan muchas aventuras y de verdad me alegrará vivirlas con mi bella esposa.
Yuzu: Jeje, la Mei cursi volvió.
Mei: ¿Y te gusta?
Yuzu: Me encanta.
Ambas finalmente se dieron un tierno beso, su amor perdurará y se apoyarán mutuamente, cómo también cuidarán de su seres queridos y hermosa hija.
fin....
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top