En el lado opuesto de donde quedaba el Palacio de Topkapı, había otra magnífica construcción. O por lo menos así fue en su gloria. El primer edificio construido después de la conquista de Constantinopla, por el sultán Mehmet el Conquistador. El Eski - Saray ,o Viejo Palacio,o aún Palacio de Lágrimas ya fue, a su vez, el lar de la dinastía otomana. Hoy viven en el concubinas viejas, mujeres nobles desgraciadas, sirvientes sin rango, y todos aquellos que el pueblo otomano quiere que se quede en el olvido. Las antiguas concubinas del sultán Selim murieron en su mayoría. Las más jóvenes fueran casadas por la Sultana Ayse Hafsa. Las madres de los hijos que el mismo sultán executo o murieron de enfermedad también se quedan allá, pobres espectros olvidados, cuyo el título de Kadın ( con la muerte de sus hijos,perdían el título de sultana ), era el único que les quedaba,junto a una pobre pensión, unas pocas monedas. Y que esas tenían suerte. La mayoría de las mujeres allí,que no fuesen sirvientes,solo contaban con cama y comida. Pero ni una sola moneda para cualquier cosa considerada un lujo.

El harén era frío, con un o otro fuego quemando para aquecer un poco las infelices.
Los pasillos eran feos y sin vida,sin brillo.

Claramente ya tuvo su gloria. En el aún habían también concubinas jóvenes y hermosas. Pero no hermosas lo suficiente para el harén. Aún así demasiado hermosas para sirvientas. Así que se iban al viejo Palacio. De tiempos en tiempos una era llevada para servir a las sultanas de sangre, a las consortes y las de mejor suerte eran casadas con Beys adinerados o pashas de menor rango. Hasta algunos Aghas de mejor fortuna. No era tan malo.

Ese Palacio era actualmente " gobernado " por una antigua consorte del fallecido sultán Selim, la Sultana Ayşe .

Fue madre del fallecido Şehzade Mehmet. Su hijo murió a los 12 años,y era un año menor que Suleiman. Ella y Hafsa tendrían una extraña pero sólida amistad. Poco antes de la muerte de su hijo perdió a su pequeña sultana,la bebé Suheyla. Así que pidió al sultán Selim retirarse de su harén. El la envío al Eski Saray, pero en condiciones distintas a las otras . Se le fue permitido permanecer con su título. Recebia una generosa pensión,y sus joyas, vestidos finos,y regalos le fueran mantenidos. No podría casarse o salir de allí,pero tendría mucho poder para poner en ordem la situación. La Valide iba visitarla, y intercambiaban cartas y regalos. También podría salir para irse a donde estaban enterrados sus hijos, y para irse a la mesquita en el mes de Ramadan. El sultán Suleiman también le garantizo que recibiera las arrecaudaciones de unas cuantas prioridades de alquiler,y más recientemente,la Sultana Hatice le había propuesto sociedad en un buen negocio. La vida no era mala. Al menos no para ella,con su séquito de sirvientes y aliados.

Le fue comunicada la llegada de Hürrem. Y ella se preparó para recibir el huracán de cabellos rojos.

La mujer solamente llegó por la noche,pues estaba lloviendo,y por seguridad se retardo su partida de Topkapı. Vino llorosa, y Ayşe ordenó que la metieran por un pasillo lateral.

Observó de lejos la cara que hizo la rusa el ver su nueva morada.

- Mírala bien, Nasuh agha. Conozco a una mujer peligrosa y ambiciosa de lejos. Esa Hürrem aún causará muchos dolores de cabeza. Ay que cuidar para que no dañe la dinastía. Ella y sus sirvientes deben ser mantenidas bajo estricta vigilancia.

- Lo sé mi señora. La Sultana Hatice ya me lo había dicho. Elegí a unas muchachas muy listas para la tarea.

- Bien. Y que Allah nos ayude. Toca recibirla . La habitación ya está lista?

El eunuco asintió. Ayşe salió de su puesto y fue recibir la concubina. Le había preparado una habitación decente, pues sabía que iba a recibir la visita de sus hijos una vez al mês. Eso claro, pasaría de acuerdo con su comportamiento.

Llegó con las dos sirvientas que fueron expulsadas con ella. Zehra,una aprendiz de Hakime ( niña estúpida,podria haber llegado lejos) , y Burcu hatun, una aspirante a kalfa.
Ambas me hicieron reverencia al verme.

Pero la pelirroja mantuvo el mentón al alto. Mujercita petulante. Tendré que bajarle un poquito el ego.

- Hürrem hatun, bienvenida. Ahora veo que realmente la calidad de la educación en el harén realmente ha decaído. Miren niñas - las otras mujeres en el harén se voltearon a ver la escena - esa hatun aquí se cree más que yo,una sultana. Ni un buenas noches se me dió.

- No necesito hacerle reverencia. Soy la Sultana Hürrem,madre de un príncipe y una sultana vivos y saludables. Usted es una concubina olvidada, cuyos hijos están muertos, y que se está pudriendo acá. Yo volveré a la gloria, usted no. Esta vieja, seca, y amargada aquí.

La bofetada se escuchó hasta en el jardín. La cabeza de Hürrem volteó. Las concubinas miraban atonitas la escena. Ayşe estaba furiosa. La cara roja,y los ojos saltados.

- Cállate, cállate de una buena vez. Quien piensas que eres para hablar de mis hijos? Tu no eres nadie, ni nada. Eres una sucia esclava. Nunca fuiste y jamás serás sultana. Eres nadie,me oíste? No tienes el derecho de hablar de mis hijos. Nadie lo tiene.

Los ojos de Hürrem se llenaron de agua. Las lágrimas empezaron a salir.

- La sultana Mahidevran es demasiado buena. Yo te hubiera hecho en pedazos. Ojalá aún te regalen el tuyo. Aghas,lleven esa mujer hacia su habitación. Y que no salga. - se volteó para salir,pero volvió - otra cosa, Hürrem hatun. Las visitas de tus hijos están a mi criterio. Y por los próximos 3 meses no podrás verlos. Hasta que te portes como un ser humano y no un perro rabioso, te quedarás encerrada. Lleven la ya!

Los guardias llevaron a Hürrem pataleando y gritando. Ayşe se retiró a sus habitaciones..

Es mejor que Hafsa empiece a agradarla con muchos regalos desde ya. Pues no matar a la concubina rusa le costará mucho.