1. El principio, presentando a la familia


Soy la hija mayor de Norma Villamizar, es un detalle importante ya que a esta mujer le debo todo lo que soy, algo de mi personalidad y las reglas que hasta ahora gobiernan mi vida. Tengo cuatro hermanas menores Claudia, Amanda, Aurora y Evelyn las cuales amo con todo mi corazón. Mi padre, bueno él se cansó de jugar a la casita, se dio cuenta que del abuelo, de la finca y el negocio familiar no sacaría ninguna herencia y que ese hijo varón que tanto anhelaba no llegaría. Cuando yo tenía 10 años desapareció de nuestras vidas. Por eso casi nadie que conozca la historia menciona el apellido Castillo siempre seremos las hijas de Doña Norma Villamizar.

Desde muy pequeña fui testigo de primera mano de la tortuosa relación de mis padres, de sus continuas infidelidades, de un machismo muy marcado hacia mi madre y nosotras sus hijas. Gracias a Dios mi madre con ayuda de mi abuela despertó un día con la fortaleza de decir hasta aqui .... Pero, fue más por el rumor que una de las empleadas de la casa mayor, estaba embarazada y que era confirmado con un examen de la capital (una ecografía) que tendría un niño y era de mi papa. Y así sin mas Alejandro Castillo "el forastero" como le decía mi abuelo se fue con Martina la empleada y su barriga, quien sabe donde ....no lo he vuelto a ver en todos estos años.

Los días y meses siguientes fueron muy difíciles, pues poco tiempo después mi madre descubrió que tenia tres meses de embarazo, si hay venia en camino mi hermana Aurora. Vivíamos en la casa del capataz, porque mi abuelo no soportaba tener a su hija Norma y a la prole Castillo en su casa. Pero, fue el día que nació Aurora que mi abuelo cambio; recibió a su nieta con la ilusión de un padre, pues mi hermana no era una Castillo era Aurora Villamizar el nombre de la madre de mi abuelo.

Don Pedro Villamizar y doña Susana, perdonaron a mi madre - pues siempre fue claro que su rebeldía la metió en esta situación, ella se enamoró del "forastero" un "mercachifle o comerciante de cachivaches" con apenas 17 años, regreso casi a los 19 conmigo en brazos, con el rabo entre las piernas y con un marido vago...palabras más palabras menos del abuelo...(lo repitió hasta el último de sus días). . Y ahora diez años después, volvíamos a la casa grande, con todo mi mama agacho la cabeza, pues sola sería imposible segur adelante, ella tenía 29 años y cuatro hijas a cuestas.

El día de la llegada a la casa Grande, se hizo una fiesta pues volvía Norma a la casa , mis tíos menores que mi madre venían de la capital para recibirnos e integrarnos a la familia El tío Marcos estaba especializándose en Medicina y el tío Fernando el menor de los Villamizar terminaba sus estudios en veterinaria.

La vida en la casa grande fue lo mejor que nos pasó, terminaron las carencias y los malos tratos. Pero, el abuelo fue claro en afirmar que se cometieron errores en la crianza de Norma (mi madre siempre fue una consentida y un tanto caprichosa). Mi madre al no estar mis tíos, empezó hacerse cargo de la finca y el negocio del pueblo una comercializadora de productos lácteos, la idea del abuelo era que mi madre estudiara Administración de empresas Agropecuarias .....pero, apareció el "Forastero" .

Mi madre cambio, poco a poco con el pasar de los años, se volvió una mujer recia, que se hacía respetar por los trabajadores y por la gente del pueblo, dejo de ser la mujer "abandonada" para ser Doña Norma Villamizar..... y mi abuelo decidió darnos una educación de mano dura y no consentir tanto a las niñas ......Para que no cometan los errores de Norma .-Decia.

La abuela Susy, era otra historia nos llenó de mimos y regalos. Siempre estaba pendiente de nosotras. Ya que, mamá trabajaba mucho. Nos brindó confianza , cariño atención y lo más importante se enfocó en que cada una de nosotras potenciara su capacidades.

Y así empecé a crecer Elizabeth Castillo Villamizar...perdón en el pueblo yo soy Elizabeth Villamizar, siempre fui la más sumisa a mi madre y abuelo. No quería ser un dolor de cabeza para ellos, pues fui testigo de primera mano del dolor que padeció mi madre, de las dificultades que pasamos cuando éramos pequeñas, de las humillaciones de mi abuelo ( sus palabras eran muy hirientes) y quería colaborar con el esfuerzo de mi madre por alcanzar un estatus y sentirse orgullosa de si mima y de lo que estaba construyendo.

Por todo esto me convertí en la perfecta Elizabeth, siempre llegaba con buenas notas del colegio ....(si estudie en el Colegio de Niñas Sagrada Maria), las monjas me querían, era la mejor estudiante, la líder del curso, la más puntual, la mejor declamadora y fui la mejor estudiante de mi generación. Simplemente perfecta................

Ayudaba en casa, en el negocio, con las tareas de mis hermanas, hacia todo lo que podía para complacer a todos a mi alrededor, siempre pensando en su bienestar con excelencia..

Me pregunto hoy ha mis 27 años...Quiero seguir siendo perfecta? Y en esta soledad perfecta para quien o para que?.  


Nota: Es mi primer intento de novela, me excusó de antemano por cualquier errores de ortografía o redacción (es obvio que lo encontraran). Cuénteme como ven la historia les gusta. Gracias.

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