D I E C I S É I S (2015)

—Bueno, muchachos— comienzo—, yo soy Ted Lupin. Quizás me reconozcáis de haberme visto por los pasillos. Pero hoy estoy aquí para hablaros de los ÉXTASIS. Quizás yo no sea la persona más apropiada para hablar de esto, porque bueno, mis notas podrían mejorar. Aquí la sinceridad ante todo...

Miro a los alumnos de Quinto Curso de Ravenclaw, pero ninguno se ríe conmigo. Trago saliva. Esto va a ser duro. 

—Pero bueno. Con trabajo y actitud, se puede conseguir cualquier cosa. Este año está siendo vuestro primer contacto con grandes exámenes, los TIMOs. Tendréis que llevar las asignaturas al día e ir repasando casi constantemente. Algo parecido a lo que deberéis hacer cuando estéis en séptimo. 

Continúo hablando por unos minutos más, soltando toda la perorata de cosas que llevo practicando la última semana. Paseo mi mirada por todos los alumnos, uno a uno. Veo muchos rostros poco conocidos. Pero también veo otros que me suenan más. Por ejemplo, Scarlett intenta prestar toda la atención que puede, tomándoselo bastante en serio. También veo a Peter, que tiene su vista clavada en el asiento de delante, donde está... Donde está Victoire. Está jugueteando con su pluma distraídamente, dándole vueltas, moviéndola en el aire. 

—Ted...—me dice alguien. Solo entonces me doy cuenta de que me he quedado embobado mirando a Victoire en silencio. Delante de toda su clase. Vaya un genio estoy hecho. Oigo algunas risas sueltas, que poco a poco van creciendo. 

La rubia levanta la mirada hacia mí, extrañada. Me pilla mirándola atontado. En seguida, me sonrojo y desvío  la mirada. Oigo el sonido de su risa. Su auténtica risa. Y, sin poder evitarlo, sonrío. Tengo que contenerme mucho para no mirarla.  

—Eh... esto...—titubeo, tratando de ignorar el incidente.— ¿Por dónde iba?

—Bueno, chicos— dice Nathan viniendo en mi rescate—, quizás ahora mismo tengáis dudas sobre qué ÉXTASIS elegiréis, pero...

La voz de mi amigo empieza a dejar de llegar a mis oídos. Todo mi universo se está concentrando de nuevo en Victoire, quien intenta prestar más atención esta vez. De repente, me dirige una tímida mirada furtiva, y siento como si nada hubiese cambiado. Nuestros ojos coinciden tan sólo unos instantes. Dudo si quiera que haya llegado a ser un segundo. Pero me aferro a ese momento con todas mis fuerzas, esperando que se vuelva a repetir. No es así. 

La rubia mira hacia atrás riendo. Sigo el trayecto de su mirada hasta llegar hasta una sonrosada Scarlett. Decido que es momento de volver a la realidad. ¿Qué ha pasado con Scarlett? Miro a Nathan, quien también está sonrojado. 

—Pobrecitos, dejadlos en paz— dice una chica, que está intentando ocultar su risa también.

El "profesor" sigue hablando, ignorando el momento. Quizás debí haber estado más atento. No pasa demasiado tiempo hasta que acabamos la pequeña charla. Flitwick nos da las gracias por haber venido y nos despide ante la clase. 

Tanto mi amigo como yo, corremos hacia la salida, intentando no mirar atrás, mientras se escuchan algunas tímidas risillas. 

—Para ser nuestro primer día, no está mal— dice el Ravenclaw con optimismo mientras se sube las gafas. 

—¡Claro que no!—repongo con sarcasmo.— Podría haberme quedado atontado mirando a Victoire. Oh, espera. ¡Lo he hecho!

—Pero podía haber sido peor... Podrías haberte declarado en medio de la clase. O podrías haberte tropezado. O te podrían haber entrado ganas de ir al baño. O...

—Vale, lo he pillado...

Ambos reímos un poco, para liberar tensiones. Sin darnos cuenta, estamos rodeados de repente de los chicos a los que acabamos de darles la charla. Una fugaz idea pasa por mi mente. Me acerco a la Perfección Rubia y le digo: 

—Oye, ¿te apetece ir hoy por la tarde Las Tres Escobas? 

Ella se queda callada por un segundo, pensando en qué contestar. 

—La verdad es que... no lo sé. Preferiría pasar más tiempo con mis amigas, ya sabes...

—A eso me refería, Vic. Tu grupo de amigas y el mío. Además, creo que le haríamos un favor a Scarlett...— comento, recordando la actitud de la chica de ojos verdes en varias ocasiones cuando Nathan estaba presente. 

—¿Tú también te has dado cuenta?

Una sonrisa asoma desde la comisura de sus labios. Parece que va a ponerse a contarme todas sus sospechas sobre la hipotética pareja. Incluso le brillan los ojos. Sin embargo, pronto se vuelve a alzar esa barrera. 

—Sí, podría estar bien— responde con frialdad. 

Victoire se da la vuelta y se marcha, antes de que pudiese decirle algo más. Antes de que pudiese decirle todo lo que sé que debo decirle. "Vamos, Vic, te estás portando como una niña pequeña, y tú no eres así. Sé lo que pasa. He hablado con Dominique y me lo ha contado todo."

***

Nathan y yo caminamos en busca de Ethan y Alex antes de irnos a Las Tres Escobas con las chicas.

—¿Qué sucede? —me pregunta Nathan tras unos minutos de silencio, quizás sin aguantar esa tensión más. 

—Nada, es solo que... Se me hace raro. Estamos casi en Navidad y Victoire y yo no estamos entusiasmados hablando sobre los pasteles de la abuela Weasley —contesto.

—Si solo es eso, te puedo asegurar que esa señora sabe lo que se hace en la cocina —comenta él, despreocupado. Más de una vez le había traído dulces de la familia de mi madrina. 

—Ni que lo digas —río yo, sin ganas de especificar que lo que me perturbaba era que no estaba hablando con Victoire.  

En ese momento, diviso a la rubia corriendo por el pasillo paralelo. Sin quererlo, me paro, invadido por la curiosidad. 

—¡Profesor Jean! Tenemos que hablar —dice ella, muy seria. 

—¿Qué desea, señorita Weasley? —pregunta el hombre con tono amargo y seco.

—No puedo seguir con esto —afirma la rubia, con la voz temblando. La conozco, sé que está a punto de romper a llorar. 

En ese momento, el profesor abre la puerta del aula y le deja paso a Victoire, cerrando la puerta. La última palabras que alcanzo a oír es "Muffliato". 

—Ted, ¿se puede saber por qué te paras? —me reprenda Nathan, que ha seguido andado, absorto en sí mismo para variar. 

—Creo que Victoire y Mark Jean tienen una aventura —teorizo, asustado. ¿Qué es lo que acabo de oír? No puede ser posible, pero, ¿qué más cosas pueden ser? Intento recordar si alguna vez los he visto juntos, más allá de los encuentros casuales de profesores y alumnos, pero no me viene nada a la mente. 

—¿De qué hablas, Ted? —replica mi amigo, cansado. Me mira como si estuviese paranoico. 

—Les acabo de oír hablar. 

—Eso no significa nada. Anda, vámonos —me pide él, agarrándome del brazo para tirar de mí. 

—Y ella ha dicho que no podía seguir con algo —insisto, convencido de que se traen algo entre manos. 

—A lo mejor es un trabajo para subir nota o algo parecido... Vamos, Ted, conoces a Victoire y nunca te mencionó nada de un romance. Y no llevamos tanto tiempo como para que haya habido un romance entre un profesor y una alumna, Ted.

—Probablemente tengas razón, pero... algo me da mala espina.

***

Llevamos siete minutos exactamente en las Tres Escobas. Nathan, Violett, Scarlett, Alex, Ethan y yo. Alguien cruza la puerta, pero, desgraciadamente, no es Victoire. Y, desgraciadamente, es Peter Thomas. 

—¿Qué se te ofrece, Thomas? —pregunta Violett con una enorme sonrisa. En serio, esta chica es todo sonrisas. ¿Tan feliz es?

—Victoire me dijo que iba a estar con unos amigos en Las Tres Escobas. Me he venido a unir —nos suelta, con toda la alegría del mundo. 

"Nadie te ha invitado a ti, pedazo de...", quiero decir. Pero no. Este muchacho no tiene culpa de mis problemas con Victoire, ni de mis celos irracionales. 

—Siéntate, Peter —le ofrezco. En ese momento, me doy cuenta de que Scarlett estaba negando efusivamente con la cabeza. Me dirige ahora una mirada severa y de reproche. 

—Eso haría, pero... no veo a Victoire por ninguna parte. 

—Dijo que no nos preocupásemos, que ella tenía que recoger algo —explica la castaña.

"Algo en el aula del profesor Mark Jean", pienso. Finalmente, Peter se sienta. 

—Dime, hermosa...— suspira Alex, intentando pasar un brazo por encima de Scarlett. Mientras tanto, Nathan rueda los ojos con desesperación y se concentra enojado en su jarra de cerveza de mantequilla. Yo le miro divertido. 

—Así que, ¿celoso? —le susurro, con un tono desenfadado. 

—No sé de qué me hablas —masculla entre dientes, antes de dar un largo trago a su bebida. 

Scarlett se aparta sutilmente de nuestro amigo incómoda. La mesa se sume en un silencio tenso. Scarlett está molesta porque Alex está tratando de ligar con ella cuando claramente la joven está interesada en Nathan. Nathan está celoso porque me apuesto mi corbata de Hufflepuff a que le gusta Scarlett. Alex está enojado porque sus intentos de coqueteo no salen bien. Peter se desespera porque Victoire no llega, igual que yo. Y, bueno, Ethan... está siendo Ethan. 

Al fin llega la rubia tan esperada. 

—Siento llegar tar... ¿Qué haces aquí, Peter?

Su expresión ha cambiado de preocupación a desagrado. 

—Peter, te dije que quería pasar tiempo con mis amigos —dice ella, cruzándose de brazos. 

Al ver que el chico no dice nada, se acaba sentando, pero alejada de él. Le mira algo enfadada por unos instantes, pero pronto desvía la mirada hacia Violett. 

—Bueno, ¿cuándo es el próximo partido?

—El tercer fin de semana de febrero jugáis vosotros contra los Slytherins —informa Violett—. Y... —añade mirándome a mí fijamente—. Y el primer fin de semana de marzo, al fin competiremos de nuevo. No vas a volver a ganarnos, pelo de colores. 

—Te olvidas que este fin de semana nosotros vamos a practivar machacando a la casa de tu querida amiga —le digo yo, sonriendo amenazante. 

—¿Seguro, Teddy? —se burla ella.— Tu primito te va a aplastar en marzo. ¿No te has enterado de que es el mejor buscador desde su padre?

—Además, tú no vas a machacarnos, Lupin —afirma Peter muy serio, clavando su mirada en mí tan profundamente que me empieza a dar miedo. 

—Wow, ¡qué intenso! —bromean Scarlett y Nathan al mismo tiempo. Ella se ríe por la coincidencia y se sonroja un poco apartando la mirada. Tal para cual, pienso. 

Veo cómo Violett murmura algo en el oído de su amiga de rizos y esta le golpea suavemente. 

—Victoire, no quiero ser indiscreto, pero, ¿te preocupaba algo hoy con el profesor Jean? —pregunta, para mi sorpresa, Nathan. 

Con la sola mención del profesor, tanto ella como Scarlett se ponen tensas. "Scarlett lo sabe", me digo. 

—Oh, nada... Solo un trabajo... —responde la rubia tras unos segundos de silencio. Mira a su compañera de casa y ambas asienten con complicidad. Nos están escondiendo algo. 

Violett sigue hablando con Alex y Peter sobre Quidditch. Mientras tanto, Ethan permanece completamente callado escuchándolos hablar. Scarlett y Nathan conversan sobre yo qué sé qué. Y Victoire y yo fingimos escuchar en silencio. De vez en cuando, yo la miro, y la veo clavando su mirada en mí y retirándola incómoda. ¿Qué diablos pasa aquí?

***

Ethan se ha ido el primero, escudándose en que tiene que estudiar para mañana. Nathan está esperando a que Alex termine en el baño. Violett está terminando de pagar lo suyo. La chica ha comido un montón. Busco con la mirada a Scarlett y a Victoire y las veo hablando fuera. 

Salgo discretamente y entreoigo trozos de su conversación. 

—¿En qué estabas pensando, Vic?

—(...) más.

—Dile la verdad.

—¿Estás loca? Además...

Va a seguir hablando, pero me ve y se calla de inmediato. Nos miramos unos instantes, justo antes de que ella se vaya muy seria y callada. Scarlett nos mira alternativamente y sale detrás de su amiga. 

¿Qué está pasando aquí?, me pregunto, no por última vez. 


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