8. No es mi culpa
Voy hasta dónde Ace que habla con Jovan y al acercarme les pregunto de qué es su conversación, ya que mi amigo tiene la cara toda roja.
—No le metas cosas raras al pobre —le aclaro al adivino y este se ríe.
—No es extraño, solo vamos lento —hace una pausa el rubio y se cubre la cara —muy lento.
—¿Todavía nada? Ah ya sé porque te casas —bromeo.
—¡Darren! —se queja.
—Oh la pureza de mi angelical hechicera se irá, lloraré —hace puchero Ace —. Algún día tenía que pasar.
—Y la verdad que sí —me río y señalo la entrepierna de Jovan —porque sino a este hombre le explota.
—No seas malo —me reprende el adivino —. Cada uno debe sentirlo cuando sea su tiempo.
—No es mi culpa que mis tiempos sean más rápidos que los de muchas personas —alzo las manos —ya me quedé sin cosas que probar —muevo las cejas hablando pícaramente.
—Tú porque eres especial ¿Quién no quisiera cambiarse el sexo cuando quisiera? —se relame los labios —Me imagino las posibilidades.
—Ahora no sé quién es peor —hago una carcajada.
—Te llevas muy bien con Ace —opina Jovan —¿Me está quitando el puesto de mejor amigo o qué?
—¡No! —me río —Tú eres el amigo tierno y él el pervertido, todo tiene su balance.
—Creí que tú eras el pervertido —bromea.
—Es que él me gana —río otra vez —¿no? —lo miro pero él observa a otro costado.
—Voy a tener que irme, un matón quiere asesiname y también tengo que cobrarme una paga —aclara Ace y se gira.
—¡¡Seyn!! —oigo a Tarik.
¿Está todo el mundo hoy aquí?
—¡¡Tú!! —grita nuevamente el morocho y corre poniéndose delante del adivino —¡¡Deja de utilizar a mi pandilla!! —chilla como chica, pero el adivino ni se inmuta, sigue sonriente.
—Pequeño saltamontes, no te vi llegar, que grata sorpresa.
—¡Lo sabías, lo sé! —dice irritado.
—Deja de molestar a la gente —Seyn camina hasta nosotros.
—¡Vine a ayudarte, pero ahora quiero golpearlo! —señala a Ace —¡No puede ser que mi gente me reemplace por este!
—Si es mejor persona que tú, no es su culpa —opino.
—Tú cállate —me mira mal.
—Por favor, no peleen, si Aradia los ve, se sentirá mal —Jovan intenta calmar la discusión, por suerte su argumento sirve, porque todos nos quedamos en completo silencio.
Me siento como Emmet, y hablando de él, noto que observa la situación, más de lo normal. Dos opciones, está demasiado alerta o algo le molesta, me pregunto ¿Qué será? Quizás el imbécil de Seyn, porque también me mira demasiado. Que conste, no es mi culpa.
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