64. Buenos amigos
No perdemos el tiempo, cambio a mi forma de hombre y voy con Emmet junto con Nadir, que aun sigue triste por su máquina robada y obviamente viene también Eliza ¿A dónde? Hasta la casa de su pareja. No podemos interrogar a Rein, pues vamos directamente con su hermano mayor, a ver qué sabe al respecto.
Al llegar, mi amiga abre la puerta, ya que tiene la llave, obvio vive ahí. Visualizo al doctor sentado en el sillón, mirando unas placas.
—Hola cariño —sonríe Eliza y le da un leve beso —me dijeron en el consultorio que estabas aquí, así que vinimos, mis amigos quieren preguntarte algo —expresa lo último un poco nerviosa.
—Soy todo oídos —responde de buen humor y apoya las placas sobre la mesa pequeña que tiene adelante.
—Quizás esto te suene extraño —comienzo —pero de casualidad ¿Sabés que tu hermano es Nyx? ¿Cierto?
—¿Nyx? —frunce el ceño —No sé de qué hablas, Nyx es un nombre de chica —mira a Eliza —. Me has dicho que tienes amigos raros, pero esto es excesivo ¿De qué está hablando? ¿De qué acusan a Rein? —vuelve a observarme —Mi hermano no anda haciendo cosas raras, que te quedé claro, más respecto —se enfada.
Creo que no me entendió.
—No, yo no quise decir...
—¡¿Qué sabés tú?! —me interrumpe con más furia —¿Qué te da derecho a hablar mal de él? Siempre la gente tratándolo como basura, me ponen de malas, otra vez la misma mierda —mira a Eliza —¿Qué clase de amigos tienes?
—No yo... —ella se traba, no sabe que decir y luego me mira mal a mí.
¡¿Y yo qué culpa tengo?
—Esto es delicado, no debí haberlo mandado contigo —la culpa y bufa —. Dios, dame paciencia.
—Sé que lo de Rein es un tema complejo —Eliza intenta calmar las cosas —y tú sabes que Darren cambia —guía la conversación de diferente forma —entonces Rein...
La lámpara de techo explota de repente y Maik rápidamente se levanta para que el vidrio no le dé a Eliza.
—¿Te lastimaste? —pregunta preocupado.
—No, no, estoy bien —contesta ella confundida —¿Qué fue eso?
—Sufrir maltrato es horrible, pero ellos no han hecho eso —aparece Rein en su forma de manjar, digo de hombre, saliendo del cuarto y comiendo papas —¿Qué hacen? —sonríe.
—No, tú ¿Qué haces? —Emmet frunce el ceño y observa la luz rota en el suelo.
—Comiendo papas porque no soy comida —llega detrás Max y apoya el brazo al borde de la puerta, además de robarle una papa de la bolsa.
—¡Oye! —Rein mira hacia arriba, ya que el cazador le lleva una cabeza de altura.
—Hola Max, no sabía que estabas —sonríe Maik —me alegra que los buenos amigos se sigan viendo ¿Dónde has estado? No te he visto en un tiempo.
El castaño sexy sonríe ampliamente.
—Trabajando como siempre.
—Encima trabajador —mira a Eliza —¿Ves? Esos son buenos amigos.
Este tipo no sabe nada y parece que Rein se lo oculto bastante bien. No me sorprendería, es un ser como yo, claro que puede ocultarlo bien durante tantos años. Después de todo, la noche es oscuridad y en la oscuridad no se ven las pistas.
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