Otra noche interesante, voy al club de Ace, específicamente a la sala Vip. Recuerdo que la primera vez que vine aquí, estaba asqueado por tanto desnudo suelto, pero ahora ya hasta parece normal.

—Este debe ser el paraíso de Adam y Eva —tomo la bebida que me da Xia mientras estoy sentado en una de las sillas de la barra.

—Que sexy estás hoy —expresa la pelirroja haciéndose la coqueta —Eva estaría celosa por tanta belleza.

—Mi vestido ajustado ¿te gusta? —revoloteo las pestañas —Estoy que mato con mi maquillaje.

—Eres hermosa naturalmente, ni necesitas arreglarte —se acerca a mi rostro —. Aunque no voy a negar que me encanta tu escote —baja la vista hacia allí —que rico —vuelve a mirarme a los ojos —. Te besaría, pero estoy trabajando.

—Uno pequeño no hará daño.

Se ríe.

—No puedo, sino voy a querer seguir —se muerde el labio inferior —, y recuerdo que eso nos quedó pendiente.

—Quizás algún día podamos...

—Florecita, no me distraigas a mi bartender —se acerca Ace y señala mi vaso —o te cobraré eso —se ríe.

—Vale, me iré a bailar, explotador. Pero me quejaré con la dirección de protección al trabajador —bromeo.

Sonríe.

—Puedes jugar después con Xia, no sufras.

—Sí, sí, me voy a bailar —me levanto de mi banco y voy a la pista.

Muevo mis caderas y siento el ritmo de la música. Amo bailar, me hace saltar toda mi adrenalina. Doy un giro y le doy a una persona el monedero que se le cayó. Sigo moviéndome y siento las sensaciones que me rodean. Que buen ritmo.

—¿Por qué esa amargura? —le pregunto a una chica que se ve triste y toco mi collar de mariposa.

Me señala con la vista a un chico, entonces camino hasta él y le agarro la mano.

—Acompáñame un segundo —lo hago caminar y lo siento al lado de la chica —. Se ve que se deben una conversación, o otras cosas —muevo las cejas y luego doy un giro, alejándome de ellos.

—¿No era que ibas a bailar? —pregunta Ace y se ríe.

—Eso hice, pero me distraen —vuelvo al centro y le hago una señal —. Ven, mira esto.

—Claro, me encantaría ¿Qué quieres mostrarme? —me agarra de la cintura y yo de su cuello.

—Amo llamar la atención.

—Lo sé.

—Entonces voy a hacer un baile sensual para tu público —me acerco a sus labios susurrando y apoyando mi dedo en su boca.

—Ya me calenté —me parte la boca un beso y le correspondo.

Oh siento el fuego por dentro.

—¡Música para mí! —me giro y chasqueo los dedos.

Ace le hace una señal al DJ y la canción cambia, es hora de demostrar lo sensual que soy.