DIFERENTES AL RESTO
La muchacha era muy diferente al resto de los Leppala, y Sonia también era algo totalmente inesperado, habían estado seguros que la esposa de Markkus sería muy parecida a él en carácter, pero se habían equivocado.
Sonia y su hija eran diferentes a todos los que tenían relación directa con esa familia. Ellas realmente eran decentes, e inocentes, no solo en su manera de ser y ver a los demás, sino también de todo lo que pasaba a su alrededor. Ellas no ordenaban, ellas pedían por favor y daban las gracias. Ellas no los trataban de manera grosera, ellas les preguntaban si estaban bien o si necesitaban algo. Ellas hacían que las personas se sintieran valoradas y apreciadas, jamás rechazadas o pasadas a llevar.
Todos los días Sonia enviaba a alguna de las criadas para que fuera por ellos, ya fuera para que tomaran su desayuno y almorzaran en la cocina y no en el establo donde se estaban quedando. De más está decir, que Ary y Sonia se habían horrorizado al saber dónde ellos estaban durmiendo, sin embargo ellos habían dicho que era su decisión. Ninguna lo creyó pero ellas no podían hacer más y Markkus decía que no los obligaría a hacer algo que ellos no querían. Los dos hombres a duras penas evitaron reírse a carcajadas por esas sínicas palabras. Llevaban más de un siglo siendo esclavos de los Leppala.
Ellas no desistían, siempre les preguntaban si querían alojarse en alguno de los cuartos de invitados en la casa principal o en alguna de las casas para los trabajadores que habían repartidas por la hacienda. Ellos siempre se negaban.
Declan se escondía entre los árboles o donde pudiera y observaba a Sonia a veces por horas, por alguna razón no podía alejarse de ella. Mientras más defectos trataba de encontrarle, más perfecta le parecía. Y aquello no le gustaba. Pero no podía evitar lo que sentía cada vez que la veía.
Nono se había dado cuenta de esto y se había sorprendido, pues Declan no se interesaba por cualquier mujer,sobre todo si esta tenía alguna relación con los cazadores. Había empezado a poner más atención a su hermano y veía como día a día se volvía más osado para poder mirar a la mujer de Markkus o estar cerca de ella. El miedo de Nono era que Markkus o algún otro trabajador se diera cuenta de lo que pasaba. Si eso sucedía,Markkus no lo iba a castigar o a correr de la hacienda. Lo iba a asesinar y depaso a él también. Pero su hermano no entendía razones. Su excusa era que había algo en Sonia que lo obligaba a estar cerca de ella.
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