XXXVIII
CAPÍTULO XXXVIII
Florence intenta mantenerse ocupada durante su jornada en la escuela, los pequeños y sus ocurrencias la hacen olvidarse momentáneamente de todo lo que aqueja su mente y su corazón.
No concibe la idea de lo que les está pasando. Una simple foto, un evento y la primera vez que Chris presenta oficialmente a su familia, les trajo esta preocupación. Tarde o temprano aquel hombre habría descubierto a Bella, ¿o tal vez no?
Ella se encuentra segura de que Bella es una Evans, no le cabe la menor duda de que lo es, y se quiere mantener con esos pensamientos firmes. Reconoce que las palabras de Scott hicieron mella en todos, hasta en ella, la inseguridad es su peor enemigo en este momento y lo que menos necesita es expresarle eso a Chris, a quien desea mantener positivo y tranquilo.
Cuando llega su hora de descanso, opta por llamar al actor, pero le responde Megan diciendo que se encuentra reunido con los abogados, pero que le devolverá la llamada, ahí Florence le explica que está pronta a retomar la clase, así que le pide que no apresure a Chris.
Sin embargo, no pasan ni dos minutos cuando la llamada del ojiazul llega.
—Hola, amor —saluda el actor, y para Florence no pasa desapercibido ese tono desganado.
—Hola, ¿qué tal todo, cariño? —cuestiona y se sienta en un lugar desde donde puede vigilar una gran zona del área de juegos.
—Acabo de salir de hablar con los abogados, por lo que me explicaron, Anne y ese sujeto, Joseph Lennox, trabajaron juntos hace años y ahora él tiene demasiada importancia en su medio —murmura —. Pero le daré lo que pide, ambos nos someteremos a la prueba de paternidad y... a esperar.
—Chris... —lo nombra la rubia, deseando con todas sus fuerzas estar justo ahora a su lado.
—Tengo miedo, Florence —susurra el actor —. ¿Qué voy a hacer si sale que no soy el padre?
—Eso no será así, tú eres el padre de Bella en todos los ámbitos posibles —afirma ella.
—¿Y si no? ¡Mierda! ¿Qué haré si no es así? ¿Y si ese tipo hace hasta lo imposible por quitármela? Yo...
—¡Basta Chris! —exclama molesta, sorprendiendo a su novio quien nunca había escuchado ese tono de voz en ella —. Eso no va a pasar, deja de mortificarte. Bella es tu hija y no hay más.
—No lo entiendes...
—¡Claro que lo hago! Y ya debo colgar, te veo más tarde —murmura ella regulando su voz —. Te amo.
—También yo y, lo siento —responde.
—No importa. Te veo después —y sin más, cuelga.
La agenda de Chris está hecha un caos, pues luego de la reunión con sus abogados, tuvo que asistir a un evento referente al estreno de Endgame y agradeció que sus mismos compañeros intentaran que pasara desapercibido su poco humor y la falta de atención que estaba teniendo. Por suerte, las entrevistas no serían en vivo y tenían la oportunidad de editarlas.
Scarlett lo invita a comer, en un intento de asegurarse que lo haga, pues conoce bien a su amigo y sabe que es lo mejor que puede hacer en este momento. Chris se mantiene tranquilo y le sigue la conversación a su amiga, fingiendo que todo lo que atormenta su mente, no está ahí.
Sin embargo, cuando llega el momento de irse, el nerviosismo de Chris se vuelve algo físico y no pasa desapercibido para quienes le rodean.
Megan acordó la reunión en las oficinas de los abogados de Chris, por lo que ellos se encuentran ahí poco más de 10 minutos antes y puntualmente llega Joseph Lennox.
Es entonces cuando Chris puede observarlo a la perfección, emite esa misma aura autoritaria que tenía Anne, esa mirada llena de confianza y una actitud firme y segura. Lennox deja sus cosas sobre la mesa y escanea al par de abogados y al actor.
—Espero que se encuentre mejor, señor Evans —murmura Joseph luego de saludar con educación a todos.
—Lo estoy, gracias —responde el ojiazul.
—¿Y bien? —les pregunta con interés.
—El señor Evans accedió a que se realice la prueba de paternidad con la pequeña, lo harán ambos para evitar confusiones —dice uno de los representantes del actor.
—Perfecto, es lo que esperaba —responde el inglés —. Sin embargo, me gustaría conocerla.
—No —dice Chris con firmeza.
—¿Por qué no, señor Evans? Creo que ahora que existe la posibilidad de que esa niña pueda ser mi hija, me gustaría tener la oportunidad de conocerla —insiste.
—He dicho que no —repite el actor.
—Creo que no lo entiende...
—No, usted no lo entiende. Isabella es mi hija y mientras no tenga unos resultados que digan lo contrario, usted no tendrá contacto con ella —dice Chris de manera firme, no puede imaginar a su pequeña siendo presentada a aquel hombre.
—¿Isabella? ¿Y le llama Bella o Isa? Porque Anne tenía una fascinación por los nombres de los que se podían obtener pequeños sobrenombres —recuerda el abogado para sorpresa del actor —. ¿Quién eligió el nombre?
—Yo lo hice —declara con seriedad —, pero esa fue la condición que Anne me puso.
Chris escanea el rostro de Lennox, quien dirige su mirada hasta la imagen de la pequeña que ahora está impresa, es la misma de la premier.
—Es una niña preciosa —afirma con aires de melancolía —. Se parece demasiado a su madre.
—Tiene algunos rasgos —murmura Chris, no le gusta hacia dónde se están yendo sus pensamientos.
Uno de sus abogados le pasa la cita del laboratorio para el día siguiente, viernes. Ellos intentaron que no chocaran los horarios para que la pequeña no se encontrara con Joseph.
—Preferiría estar presente cuando tomen las muestras —solicita el inglés una vez que lee la hoja que Chris le entrega —. Estamos hablando de una prueba de paternidad en la que estoy implicado y deseo ver que sea tomada de forma adecuada, no quiero malentendidos.
Chris parece gruñir y les dedica una mirada a sus abogados, estos intentan hacerlo cambiar de opinión, pero el inglés parece inquebrantable.
—Pero no tendrá contacto con ella, Bella simplemente irá para que tomen la muestra y luego retomará sus actividades, tiene escuela —espeta con brusquedad.
—Me parece bien —acepta de forma arrogante.
Florence recoge a Bella, quien está muy animada por un experimento que su profesora les mostrará al día siguiente. La niña es totalmente ajena a lo que todos los adultos en su pequeña familia experimenta.
Cuando llegan a casa, es recibida con mucha alegría por Lisa y Scott, quienes la procuran más de lo usual. Ellos y Florence comen juntos, pues saben que Chris no tiene una hora fija para llegar. A pesar de que todos se mantienen hundidos en sus pensamientos a veces se escucha la voz de Bella lanzando alguna pregunta o simplemente haciendo un comentario habitual en ella.
Una vez que terminan, Scott la invita a salir a jugar con Dodger a un parque cercano, por lo que Lisa también se apunta a ir, dejando a Florence en casa, pues tiene que preparar algunas cosas para su clase del día siguiente.
Media hora después de que ellos se marchan, la chica escucha ruido en la casa y la voz del actor llamándolos. Ella le responde que se encuentra en el estudio trabajando y pronto, el actor entra a aquella habitación.
Chris se acerca a ella para besar sus labios, acto que ella le corresponde con entusiasmo. Luego de esto, el ojiazul se acomoda en uno de los sillones ahí y Florence gira la silla para verlo de frente. Ahí, él comienza a relatar las dos reuniones, y termina pidiéndole que lo acompañe al día siguiente, pues quiere que Bella se sienta segura y que eviten el menor contacto con Lennox.
—Estoy aterrado —confiesa.
—Todo saldrá bien, estoy segura de que saldrá todo a tu favor —afirma y se levanta de su silla, sólo para caminar hacia el actor y sentarse en sus piernas.
—Intento mantenerme positivo, pero, luego mi cabeza me empieza a jugar en contra y... Tengo miedo —susurra.
La rubia rodea su cuello con sus brazos y él recarga su cabeza en su pecho, mientras uno de sus brazos lo pasa alrededor de la cintura de su chica, y el otro lo deja sobre sus piernas.
—Mañana tomarán la prueba, intentaremos mantener esto lo más privado posible —murmura.
Florence acaricia su cabello y la parte superior de su espalda, siente lo tenso que se encuentra y, aunque en su momento no dijo nada, sabe que Chris estuvo despierto gran parte de la noche y sus ojeras no pasan desapercibidas para ella.
[...]
Cuando Bella, Lisa y Scott vuelven, traen algunas cosas que han pasado a comprar para la pizza que planean preparar. Por suerte, la niña no tuvo actividades de tarea y se dedicará a ayudar a su tío, no sin antes ser recibida por un cálido y emotivo abrazo por parte de su padre.
Chris permanece observando cada movimiento de la niña mientras Scott intenta que juntos preparen la masa, pero es claro que Bella termina totalmente manchada y sin conseguir que la mezcla se separe de sus manos, por lo que Lisa va a apoyarlos. Florence llega algunos minutos después, auxiliado ahora a Scott quien comienza a entrar en pánico.
Es una tarde muy bonita y divertida para ellos, no pasa desapercibido que todos le dedican miradas furtivas a la niña, quien se concentra en colocar los ingredientes que quiere en su pizza. Saben que "accidentalmente" deja caer pequeñas rebanadas de jamón o salchicha, las cuales Dodger desaparece de inmediato.
Una vez que las meten al horno y han descansado del arduo trabajo, Florence se lleva a Bella para que tome su baño. En ese momento, Chris lo aprovecha para hablar con su familia, les cuenta lo mismo que a la rubia y puede leer el miedo y la expectativa en su madre y hermano.
Esa misma noche, Florence se remueve en la cama y se da cuenta de que Chris no está a su lado. Pasan de las 2:00am y ella se levanta con pereza para ir a buscarlo, aunque presiente saber su ubicación.
Se alumbra con la lámpara de su celular y sale de la habitación, sus sospechas terminan siendo ciertas y encuentra la puerta de la habitación de Bella entreabierta. Se asoma y ve al actor de pie frente a la cama, al parecer la escucha llegar porque talla su rostro con ambas manos.
Florence se introduce a la habitación y se acerca hasta quedar a la par de Chris, este, de inmediato entrelaza su mano con la de ella y besa el dorso de esta.
—Volvamos —susurra el ojiazul, no sin antes, darle una última mirada a la niña y a Dodger, que sigue acostado, pero mantiene los ojos abiertos.
La pareja camina en silencio hacia la habitación, Florence intenta encontrar las palabras correctas, pero sabe que no las encontrará nunca. Chris se sienta en la cama y la observa, la rubia camina hasta quedar de pie en medio de sus piernas, ahí el actor la abraza y recarga su cabeza en su abdomen, mientras ella acaricia su cabello.
—Debes descansar un poco, Chris —murmura ella intentando sonar tranquila, pues en el fondo, ella está hecha un mar de nervios.
—No puedo dormir —admite tal cual un niño pequeño.
—Debes hacerlo.
—Florence, no puedo —insiste.
—Pero lo intentarás, ven aquí —dice y se suelta de su abrazo, para después caminar hacia su lado de la cama y acomodarse.
Chris duda un poco, pero al final sabe que lo necesita. Se mete también a la cama, aunque ahora es él quien se acomoda sobre el pecho de la chica y la abraza en búsqueda de consuelo, Florence comienza unas pequeñas caricias en su cabello y espalda, hasta que logra que se duerma y ella también es vencida por el sueño.
No saben qué harían uno sin el otro, se han convertido en un buen equipo en el tiempo que llevan como pareja, justo ahora, Florence es ese cable a tierra que evita que se torne fatalista y que lo llena de palabras de aliento. Es simplemente su otra mitad.
—¿Por qué tenemos que ir primero al doctor? —le pregunta Bella a Florence mientras son seguidas por el auto del actor, en donde también va Scott.
—Porque te van a tomar una muestra pequeñita —responde la rubia intentando mantenerse tranquila.
—¿Me va a doler?
—No, lo tomarán de tu boca.
—¿Cómo el dentista?
—Algo así, aunque no será tan largo como una visita al dentista —explica.
Bella asiente más tranquila, su abuelo paterno se ha encargado de que no le tema a los dentistas y ella se siente confiada con las palabras de Florence.
Entran por una puerta secundaria y los hermanos Evans por una trasera, por lo que ellos llegan primero al lugar citado. Los abogados de Chris y Lennox ya se encuentran presentes, y el actor no puede estar más que nervioso por el encuentro de ese hombre con la niña.
La puerta se abre y Bella ingresa de la mano de Florence, todos los varones se mantienen al margen y simplemente las observan. La recepcionista las atiende y le dan algunas indicaciones a la chica para que auxilie a Bella, quien intenta ponerse en puntas para ver lo que se encuentra en esa barra.
—Mami, ¿por qué tío Scott también vino? —le pregunta la pequeña.
Para Joseph Lennox no pasa desapercibida la forma en que la niña nombra a la rubia. Tampoco él puede ignorar el apego que ella tiene con Bella y mucho menos la mirada que intercambió con Chris. La chica es completamente diferente a lo que era Anne, lo cual le sorprende. Anne se imponía en cualquier sitio que se presentara, mientras esta joven desprende dulzura y compasión.
Escucha que les indican que ingresarán a tomar la muestra, a ellos ya se las han tomado y ahora estarán como testigos de que la obtención de la muestra de Bella sea correcta, por cuestiones del mismo Lennox quien se está comportando demasiado paranoico e inseguro al respecto.
Bella se asusta un poco, pero escucha como Florence logra calmarla, aunque luego pide a Chris y este se acerca del otro lado. La toma de muestra es demasiado sencilla, pero algo desconocida para una pequeña la cual se siente intimidada por la presencia de tantas personas.
Una vez que terminan, les notifican que los resultados serán entregados el siguiente lunes por la tarde, hay demasiada presión por ambas partes, además de que no escatiman en pagar lo necesario por la prontitud y la confidencialidad.
Para su mala suerte, cuando vuelven al pequeño vestíbulo, Joseph logra acercarse a Bella, quien está distraída viendo todo sin soltarse de la mano se Florence.
—Hola —le saluda Joseph colocándose de cuclillas frente a ella.
Chris se tensa de inmediato, pero sabe que no debe hacer una escena, pues Bella puede asustarse y se formaría un verdadero escándalo. La pequeña le dedica una mirada a Florence y afianza su sujeción a ella.
—Hola —responde con timidez —. ¿Cómo te llamas?
—Joseph, ¿y tú, pequeña?
—Isabella Evans —responde balanceando suavemente su pequeño cuerpo.
Lennox ya no responde, pues queda embelesado con esos potentes ojos azules con sutiles manchas de otras tonalidades, algo que le intriga. Le sorprende que la niña se parece mucho a Anne, pero por más que busca, a simple vista, una pequeña marca familiar en la barbilla de la niña, no la encuentra.
Para la buena suerte de todos, el teléfono de Florence suena con la alarma que tiene "por si acaso" para llevar a Bella a la escuela.
—Despídete, Bella, es hora de ir a clases —dice Florence por primera vez.
—Sí, mami —responde —. Adiós señor Joseph —susurra sacudiendo su mano en forma de despedida.
—Hasta luego, Isabella —se despide.
Lennox no aparta su vista de ellas, al menos hasta que la pequeña se despide de Scott y luego se lanza a los brazos de Chris, a quien llena de besos. Florence también se despide de Scott y luego le da un corto beso al actor en los labios, antes de salir con la niña quien empieza a hablar.
—Nos vemos aquí el lunes, 5:30pm —murmura Joseph apenas la puerta se cierra.
Chris no responde verbalmente y simplemente asiente, luego todos se despiden y salen del lugar. Le entrega las llaves a Scott, quien lo observa en silencio y simplemente las toma. Por suerte no tiene compromisos este día, sin embargo, resulta contraproducente, pues sabe que sus pensamientos tomarán una misma dirección.
Ya el otro es el bueno :'v
Pero un poquito más de drama, no le hace mal a nadie. Creo.
Gracias por leer ❤️
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