XXXVI
CAPÍTULO XXXVI
Los encabezados publicados desde esa noche y los de la mañana siguiente, además de evidenciar el grandioso evento de que fue la premier, también proclamaron la "presentación" oficial de la hija secreta del afamado actor, Chris Evans, así, como la confirmación de su relación con la misma chica con la que se le ha visto los últimos meses.
No hubo sitio web de espectáculos, revista, periódico o noticiero que no presentara las fotos de la nueva pareja y mucho menos ignoraron esa imagen tan bella en donde posó de toda la dinastía Evans.
Sin embargo, debido a esa propaganda que se le dio y siendo una premier que fue noticia en casi todo el mundo, provocó que muchas personas vieran y escucharan los reportajes, aún sin ser fans o conocer algo de los actores.
Por otro lado, el nombre de Chris Evans se hizo tendencia en twitter y eso revivió las antiguas notas que hablaron sobre la paternidad que mantuvo en secreto, mismas que fueron publicadas cuando salieron las primeras fotos con Bella, hace casi un año. La diferencia es, que debido a los reflectores que ahora tienen por la premier, que la noticia se esparce con rapidez y la historia de la pequeña niña huérfana de madre, se reparte por todo el globo.
Uno de esos lugares es en el centro de Londres, donde los titulares presentan un recorte de la foto familiar de los Evans, centrándose en la pequeña familia de Chris: su nueva novia y la hija del actor, aquella preciosa rubia de ojos azules y sonrisa adorable.
Esa misma nota atrae la atención de un transeúnte, este, camina chocando y esquivando a la gente, concentrado en la imagen un tanto borrosa, pero que le permite admirar algunos detalles de aquellas personas. No duda en comprar el ejemplar y busca entre las páginas hasta encontrar la gran nota dedicada al actor y a su familia.
Lee cada letra y cada palabra, entre más se informa, se va dando cuenta de que sus sospechas parecen ser ciertas y una sensación indescriptible se instala en su pecho y luego le revuelve el estómago. Encuentra en la nota, los próximos eventos que tendrán los actores protagonistas de la franquicia de Marvel, todos serán en Los Ángeles.
Su teléfono empieza a vibrar dentro de su abrigo, sus manos aún tiemblan cuando lo toma para responder, es su secretaria quien le recuerda una reunión que tiene por la tarde.
—No, cancela todo lo que tengo pendiente hasta el próximo lunes y consigue el vuelo más próximo para Los Ángeles —le pide a la chica.
—¿Los Ángeles? —le pregunta la chica con su voz reflejando su confusión.
—Sí, lo envías a mi correo, yo iré a hacer mi equipaje, no tardes —responde antes de colgar y buscar un taxi que lo lleve a su departamento.
Por otro lado, Florence se despierta al escuchar la alarma, Chris la abraza contra su cuerpo y esconde su rostro en la curva de su cuello, deja pequeños besos que la hacen abrir los ojos de golpe.
—Buenos días a ti también —dice la rubia acariciando la espalda del ojiazul —. Ahora debo alistarme —murmura con pereza.
—Quédate conmigo —le pide risueño, negándose a soltarla.
—Es lo que más deseo, pero sabes que no es posible, además, tú también tienes compromisos —le recuerda y lucha hasta que él desiste de su plan.
Cuando Florence retorna a la habitación, Chris sigue en la cama, aunque ahora con el teléfono en mano, además de que se ha cambiado el pijama. Ella está casi lista, bajó a desayunar algo rápido y ahora ha vuelto a peinarse, además de que tomará sus cosas.
—Guardaré todas las fotos de anoche y si no te importa, imprimiré algunas para tenerlas aquí en la casa —dice Evans con una sonrisa tonta —. Se veían hermosas, siempre se ven así, pero anoche fue perfecto.
—Lo fue, me divertí mucho y me gustó estar contigo —responde Florence.
—Las cámaras te adoraron, cielo, eres preciosa —declara y camina hacia ella para abrazarla.
—Eso es lo que menos me importa, Chris, ustedes me hicieron sentir parte de una familia y fue una sensación inigualable —afirma y lo besa.
El actor envuelve sus brazos alrededor de ella, empujando suavemente su cuerpo hasta acorralarlo contra la cómoda, la rubia suspira, rodeando el cuello del ojiazul y acariciando su suave cabello.
—Debo irme —murmura al sentir que él baja los besos hacia su cuello.
—Déjame llevarte —le pide, obteniendo una respuesta negativa de la joven —. ¿Por qué no? —Chris realiza un adorable puchero.
—Descansa un poco más, según me dijo Scarlett, tienen varios eventos hoy y quiero que estés tranquilo, estaré bien —afirma y le dedica una mirada comprensiva, acaricia la mejilla de su novio y lo besa una vez más.
—¿Me llamarás cuando llegues? —le pregunta.
—Sabes que sí, lo prometo —responde antes de besarlo y que él la acompañe hacia la puerta.
[...]
Tal como le ha dicho, Florence le realiza a Chris una rápida llamada apenas llega a la escuela, deseándole también un buen día y prometiendo verse por la tarde.
Durante las clases, ella se percata de que su teléfono en el escritorio se enciende recibiendo un par de llamadas de Sebastian, las cuales claramente ignora porque se encuentra con los niños. Una vez que salen al descanso, ella se toma unos minutos para devolverle la llamada.
—¡Florence! Pensé que no querías hablar conmigo —susurra agitado.
—Estoy trabajando, Sebastian, y apenas pude responder, ¿necesitas algo? —le pregunta intentando mantener un tono de voz neutro, pues está un tanto molesta.
—Quería disculparme por lo de ayer. Yo... De verdad lo siento, no me quiero excusar completamente en que había bebido, pero es lo único que puedo decir, lamento si dije o hice algo fuera de lugar —murmura el rumano.
—Los niños y los borrachos dicen la verdad —menciona la joven, recordando las palabras que Chris le dijo la noche anterior.
—¡No! No es lo que piensas, en serio. Yo estoy muy feliz por ustedes y si te aconsejé en su momento, fue algo que hice de corazón, para que fueran felices. Lo de anoche no tiene excusas, pero estoy muy arrepentido, realmente aprecio tu amistad y no me gustaría perderla —dice y Florence percibe la sinceridad en su voz.
—Fue un Sebastian muy diferente al que conocí —declara ella.
—Lo sé y de verdad lo lamento.
—Te disculpo, todo queda olvidado y nos quedamos hasta la parte en que nos reencontramos durante la alfombra —sugiere y escucha una respuesta afirmativa del ojiazul —. Pero ahora te dejo, debo vigilar a mis niños.
—Sí, no hay problema. Gracias, Florence. Espero que tengas un buen día —dice con emoción —. También espero que podamos hablar después.
Y sin más, terminan la llamada y ella de nuevo se concentra en su trabajo. Aunque no durmió lo habitual, no se siente tan cansada y su energía está intacta para trabajar con los niños.
El resto de las clases transcurren con normalidad, sus actividades van de acuerdo a su planeación y los pequeños están muy participativos y activos. Sin embargo, a la hora de la salida, nota que algunos padres de otros salones, se acercan a su salón y hacen discretos comentarios, pero no pasa a más. Cuando sale de la escuela, luego de hacer algunas actividades, por unos momentos se siente observada y de inmediato se imagina la razón, pero prefiere mantenerse tranquila.
En el trayecto a casa, pasa a comprar algunos bocadillos y postres para la familia, además de unas cosas más para los niños.
El resto de la tarde transcurre con normalidad, la familia Evans se mantiene aún en modo celebración por el éxito de Chris, quien cuando llega de sus compromisos del día, es recibido con emoción y una deliciosa cena que todos han preparado.
Así transcurre en paz ese día y el siguiente, que es miércoles, en donde Bella se reincorpora a sus actividades, por suerte, el prestigioso colegio, le da la facilidad de camuflarse entre otros niños con padres igual o más famosos que el suyo, o con algunos herederos que asisten a la misma escuela.
Por la tarde, Shana, Carly, su esposo e hijos retornan a Boston, junto a su padre, Bob, mientras que Lisa se quedará el resto de la semana, pues ayudará a Scott en algunas cosas.
Por ello, Florence y Bella se quedarán solas con Dodger, al menos hasta la cena, hora en la que todos volverán, hasta Scott, que se está quedando ahí mismo, aprovechando esa visita familiar.
Chris termina su última entrevista, apenas si tuvo tiempo para comer, pero está tranquilo y lo que más desea, es volver a casa, con su familia. Siente no haberse despedido de forma apropiada de su padre y sus hermanas, pero su agenda es demasiado extraña y ellos ya tenían los boletos.
Husmea un poco en su teléfono, intercambiando algunos mensajes con Florence, quien le cuenta que Bella tomará su baño y luego prepararán algo para cenar. Tiene una sonrisa tonta en los labios, cosa que no pasa desapercibida para sus compañeros actores, quienes bromean un poco sobre su estado de "hombre enamorado".
Es entonces cuando Megan, su publicista, entra directamente caminando hacia él. La rubia está completamente pálida y se nota demasiado nerviosa, cuando se detiene frente a Chris, el actor puede ver que le cuesta hablar, o intenta elegir las palabras correctas.
—No me digas que hay una entrevista más —susurra el ojiazul con evidente preocupación.
—No, no es eso —responde nerviosa —. Necesito que me acompañes.
Y sin esperar respuesta, empieza a caminar, por lo que Chris se levanta, toma su chaqueta y va detrás de ella. La rubia camina por los pasillos del edificio, hasta que entran al elevador y ella presiona para ir a la planta alta.
—¿Qué pasa? —insiste el actor.
—Alguien quiere verte —susurra Megan.
—¿Quién? Pensé que ya estaba libre.
—Y lo estás. Pero esto es diferente y de imprevisto, he pedido un lugar para que hablen y...
—No te estoy entendiendo, Megan. Explícate.
—No soy la indicada para decirlo, pero quiero que escuches todo y te remitas a las pruebas, yo estaré aquí afuera —afirma cuando las puertas del elevador se abren y ella camina hacia dicho salón —. Si me necesitas, sólo llámame.
Chris duda un poco en entrar, pero en todo el tiempo que lleva trabajando con Megan, nunca la había visto tan nerviosa e indecisa con sus palabras. Usualmente ella se mantiene seria y concentrada en su trabajo, así que no tiene más que confiar en ella y entrar.
En el salón sólo hay una persona, específicamente, un hombre de traje, quien se encuentra acomodando unos papeles y que se levanta al ver al actor ingresar confundido.
—Señor Evans —saluda el elegante hombre —. Soy Joseph Lennox —se presenta y le entrega su tarjeta, ahí mismo, el actor se percata de que se trata de un abogado.
—Un gusto —responde el ojiazul estrechando su mano —. ¿A qué debo su visita? —interroga visiblemente sorprendido.
Es entonces, cuando la seriedad de Joseph se esfuma y Chris percibe cierta indecisión. Nota que el abogado camina hacia sus papeles, toma algunos y se sienta en el sillón, invitando al ojiazul, a que lo imite, tomando asiento en el que está enfrente.
—¿Sabe que no hablaré si no está mi abogado, verdad? —le pregunta el actor, quien empieza a pensar en cientos de posibilidades de lo que puede estar pasando.
—Créame que esto es algo enteramente personal —responde el visitante.
—No lo estoy entendiendo, señor Lennox. Le pido que sea claro, por favor.
—Lo entenderá pronto.
Joseph suelta un suspiro y gira la portátil frente a él, además de que le entrega algunas fotografías impresas y un par de cartas al actor.
Chris se sorprende al ver que la imagen en la pantalla es de Anne, la madre de Bella, abrazando de forma muy cariñosa a Joseph. Las imágenes en sus manos muestran una actitud similar, aunque estas son provenientes de esas cabinas donde toman tiras de fotos, en un par de ellas, su difunta esposa besa al abogado. Nota que hay un par de cartas y algunas impresiones de chats, logra leer la mayoría en tiempo récord y conforme lo hace, su nerviosismo aumenta.
Su misma curiosidad, lo lleva a revisar las fechas impresas en la parte trasera de las fotografías y algunas notas en donde reconoce la letra de su difunta esposa. Todas datan de mediados del 2012 y principios del 2013, fechas correspondientes a...
—¿Qué significa esto? —pregunta con cierta molestia, sus pensamientos le están abriendo una cantidad inmensa de posibilidades y hay una que ha comenzado a aterrarlo.
Sin embargo, Joseph se mantiene firme y trata de ignorar la palidez en el rostro del actor.
—Hice lo propio, señor Evans, creo que encontré las pruebas suficientes para haberme aventurado a tomar un vuelo urgente desde Londres y buscar aquí las respuestas a todas las dudas que me surgieron cuando vi a esa niña en sus brazos —dice Joseph y se acomoda en el asiento —. Tengo firmes razones para sospechar que esa pequeña rubia, la hija de Anne, puede ser mi hija.
Y es entonces, cuando Chris siente que retiran un peldaño de su estabilidad y cae hacia el precipicio. En ese momento, encuentra demasiados rasgos similares de Bella en ese hombre, aunque justo ahora, no sabe si este es sólo el resultado del ataque de ansiedad que comienza a experimentar o algo más. Su mente es un completo caos.
Joseph se sorprende de ver la reacción física en el actor, así que se apresura a llamar a la publicista que previamente conoció y quien intenta ayudar a Chris, este hombre obtiene más ayuda y es Scarlett, quién aún permanecía ahí, la que llega por sí sola.
Les toma varios minutos hacer que el actor se tranquilice, aunque tener las pruebas frente a sus ojos, no le ayuda mucho y Scarlett alcanza a cerrar la pantalla de la portátil, no sin antes, echa un discreto vistazo que le hace entender la seriedad del asunto.
Una vez que consiguen que Chris regule su respiración, Megan se aleja para concretar una reunión posterior con el abogado, quien se mantiene insistente en realizar alguna prueba o buscar una solución a su alegato, por lo cual, la publicista termina agendándolo para la tarde del día siguiente, quedando por confirmar la cita.
Scarlett logra que Chris salga hacia el auto que los espera para ir a la casa del actor, mientras tanto, el ojiazul alcanza a ver que Joseph recoge todo lo que ha puesto a su disposición. No puede imaginar la posibilidad de que Bella no sea su hija.
Siempre supo que su relación con Anne no era la mejor, aunque establecieron algo más abierto cuando Bella llegó a sus vidas. Sin embargo, nunca imaginó que ella pudiera serle infiel y que se llevara a la tumba ese secreto que albergaba la posibilidad de que el bebé que esperaron juntos, pudiera ser de alguien más.
[Se va a esconder debajo de su cama]🏃♀️🏃♀️🏃♀️
En mi defensa, esto ya estaba planeado, y por más que me guste verlos bien felices, quiero mantenerme firme a mi plan inicial 👉🏼👈🏼
¡Hasta el próximo capítulo! ❤️
Gracias por leer ❤️
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