XXXIX
CAPÍTULO XXXIX
Ese viernes es demasiado diferente a cualquier otro, iniciando con que cuando Bella y Florence vuelven a casa, Scott y su madre han preparado la comida favorita de la niña quien se emociona. La pequeña rubia les agradece con un gran abrazo y varios besos, logrando quebrar a Lisa, quien no puede evitar soltar unas cuantas lágrimas.
Es entonces, cuando el menor de los hermanos Evans se acerca a Florence para decirle que Chris se encuentra en su estudio. La rubia no duda y se escapa de ese lugar, para dejar algunas cosas en su habitación y luego dirigirse a ese sitio, con el pretexto de guardar el resto de sus pertenencias.
Ella toca la puerta y obtiene respuesta hasta el segundo intento, Chris está con la mirada perdida, una botella de cerveza vacía a su lado y una más entre sus manos, cuando observa a su novia y descifra esa mirada, de inmediato se defiende.
—Sólo son estas dos —dice e intenta pararse en un pie, lo cual consigue con facilidad.
—¿Quieres que hablemos? —le pregunta Florence cerrando la puerta detrás de su espalda.
—No hay nada que no me hayas dicho ya, ahora sólo quiero sentirte cerca —murmura con la mirada baja y da el último trago a su bebida.
Florence le sonríe tímidamente y camina hacia él, no sin antes poner el seguro a la puerta. La chica parece leer sus pensamientos y se sienta en el sillón de dos plazas que se encuentra ahí, Chris pone una almohada sobre las piernas de la rubia y ahí coloca su cabeza para acostarse, quedando con las piernas colgadas en el reposabrazos debido a su estatura y a lo pequeño que es el sillón en comparación.
—Me trae mucha paz estar contigo —le confiesa el ojiazul.
La chica se agacha lo suficiente para besar sus labios. Luego, con la punta de sus dedos comienza a delinear el rostro de su novio, acariciando cada parte de este, provocando que el actor cierre los ojos.
—¿Qué opinas? —pregunta y sabe que lo que dijo es muy ambiguo —. De Lennox.
—¿Sobre qué exactamente? Simplemente intercambiamos un saludo de educación y ya lo detesto, me desconozco —murmura un tanto apenada.
Chris sonríe sin abrir los ojos, pero puede apostar a que está sonrojada.
—¿Crees que se parece a Bella? —le interroga más directo.
—Bella se parece mucho a su mamá —admite luego de pensarlo unos segundos —. Aunque no observé mucho a aquel hombre debido al poco tiempo que estuvimos de frente, sí te he observado a ti. Bella tiene tus ojos y algunos pequeños lunares, como este —señala aquel cerca del ojo derecho del actor.
—Yo también noté eso —admite y no puede evitar sonreír cuando su novia pasa suavemente su dedo por encima de sus pestañas.
—También tiene tus pestañas, en general, tu mirada —concluye —. El resto es de Anne. ¡Oh, espera! También tiene su sonrisa —agrega.
Chris sonríe de forma automática y abre los ojos.
—Así, de esa forma —señala Florence y delinea sus labios —. Ella es tuya, Chris, es tu hija.
—Nuestra —le corrige el actor.
Florence suelta un jadeo lleno de sorpresa, aunque esta crece cuando Chris se incorpora y se arrodilla frente a ella, toma las dos manos de la chica entre las suyas, para luego llevarlas hacia sus labios y dejar unos cuantos besos.
—Mi amor, sé que este no es el mejor momento, para nadie, en realidad, pero, me estás demostrando lo mucho que te importo y lo mucho que te importa mi hija, siempre lo hiciste, por encima de todo, hasta de mí —agrega con un encogimiento de hombros —. Pero eso sólo me demuestra tu inmenso amor por ella, algo desinteresado y real, y esa es una de todas las cosas que me hace amarte con todo mi ser. Quiero que esto sea una promesa, entre tú y yo, quiero que en un futuro no muy lejano, nos casemos, bueno, si tu quieres. Estoy más que seguro que no quiero a nadie más como mi pareja, como mi esposa, eres tú y sólo tú. Entonces, ¿te casarías conmigo?
La rubia toma el rostro del ojiazul entre sus manos y sonríe asintiendo con la cabeza antes de besarlo con las lágrimas comenzando a caer de sus ojos.
—Acepto, Chris —susurra.
Comparten un beso largo y apasionado, murmurando entre besos lo mucho que se aman.
—Lamento si esto no es lo que esperabas... —murmura con pesar a mitad del beso.
—Es lo que menos me importa, tú y Bella son todo lo que tengo, y estoy tan feliz por lo que dijiste yo... los amo, de verdad lo hago, cariño —admite la rubia con toda su sinceridad.
—Sé que tuvimos un comienzo difícil, lleno de malentendidos, en parte por culpa mía pero, ahora estamos juntos y es lo que me importa, me gusta ver cuando te vas a tu trabajo con una gran sonrisa y cuando vuelves a contarme todo tu día con ilusión —murmura acariciando el rostro se la chica —. Eres maravillosa, Florence, tu simple presencia es mágica.
—Te amo —murmura ella rozando sus labios con los de él —. Te amo y me gustaría que, en un futuro nos casáramos —responde.
—Gracias, amor —susurra el ojiazul dejando pequeños besos en su rostro, primero en sus mejillas, luego en sus párpados y concluyendo en sus labios.
Por la cabeza de Florence, ni siquiera pasa la idea de una sortija o algo que formalice este momento, pero siendo realistas, es lo que menos le importa. Están juntos y estas palabras tienen más peso en su corazón que cualquier artículo.
Luego de varios minutos besándose, Chris se devuelve a su primera posición, con la cabeza en las piernas de Florence, pero en esta ocasión, toma su mano y la coloca sobre su pecho, exactamente encima de su corazón.
Mientras ella se entretiene viendo la forma en que Chris deja pequeños besos en el dorso de su mano, el actor aprovecha para obtener del bolsillo de su pantalón una preciosa y bella sortija.
—Era de mi abuela, luego se la entregó a mi madre y ella la guardó. Prefirió darme esto antes que su anillo de compromiso con mi padre, dijo que por la suerte que puede acarrear —agrega en tono burlón.
—Chris... —balbucea sorprendida por el detalle.
—Mi madre la trajo para mí, aún no sabía cuándo iba a ser el momento adecuado para proponerte esto —susurra mientras empieza a colocar la sortija en el dedo anular de la mano izquierda de la chica —. Pero, lo único que sé es que te amo.
—Me encanta —murmura admirando brevemente la joya y luego perdiéndose en la mirada del ojiazul.
Florence se agacha lo suficiente para besarlo, Chris le corresponde con la misma efusividad y amor, formando un beso apasionado y cargado de muchas emociones.
Permanecen varios minutos así, entre besos largos y caricias demasiado dulces, están embelesados uno con el otro. Se han escondido dentro de una burbuja y no hay nada más que ese amor del uno por el otro. Al menos, hasta que Chris retoma la palabra.
—Estoy asustado, lo admito, pero sé que todo saldrá bien y será a nuestro favor —murmura el actor.
—Yo también estoy segura, cielo, estoy demasiado segura de que todo saldrá bien —reitera.
—Bella es mi hija, mi corazón no puede estar mintiéndome —afirma él con mucha seguridad.
[...]
La pareja sale de la habitación cerca de media hora después, son los únicos que no han comido, por lo que Chris se ofrece a calentar algo para ellos, dejando a Florence bajo la vista de su madre y hermano, Bella apenas si presta atención porque está pintando en un libro.
Las sonrisas que le dedican Scott y Lisa están llenas de emoción. El también actor, finge soltar un grito muy exagerado y lleno de emoción, pero totalmente silencioso, pues él está sentado al lado de Bella. Por el contrario, su madre no se contiene y se levanta para abrazar a la rubia.
—¡Felicidades, Florence! —le dice al oído.
La mirada que la madre de Chris le dedica, ensancha su corazón. Puede leer demasiada emoción y un sentimiento tan maternal, que hasta cierto punto, le trae recuerdos. Por ello, Florence la abraza por segunda vez, acción que le es correspondida.
—Bienvenida a la familia —murmura Lisa con una sonrisa sincera.
—Gracias —responde con los ojos acuosos, pues este pequeño momento, le ha hecho evocar los bellos recuerdos que ella guarda sobre su madre.
Ambas notan que Chris sale de la cocina con un par de platos, por lo que Lisa le indica que vaya a comer y ella retorna a la sala para ver a su hijo y nieta pintar.
—Ven aquí —susurra Chris con los brazos abiertos al ver el rostro de la chica.
Ella no lo duda ni un instante y se refugia en el pecho y brazos del ojiazul, este la abraza con fuerza y besa su frente un par de veces.
—Vamos a comer, preciosa —murmura antes de dejar un corto beso en sus labios.
La pareja intenta mantener una charla amena y lo más alejada que puede de sus preocupaciones. Florence, descubre en varias ocasiones a Chris mirando la sortija que ahora adorna su mano, y luego se dedican sonrisas cómplices.
Bella llega a mostrarles el dibujo que coloreó, pero no se percata de esa nueva joya, o simplemente no le presta importancia, pues está demasiado concentrada en demostrar que su dibujo quedó más lindo que el de su tío Scott.
Este, también se acerca a abrazar discretamente a Florence, expresando su felicidad por este paso entre ellos. Chris se une a la conversación, abrazando a la chica contra su cuerpo, quien intenta defenderse de las bromas de Scott por su eterno juego de Mary Poppins, aunque al final, termina sonrojada.
El sábado deciden no suspender su reunión con Scarlett, Colin y Rose, además, de que Lisa cambia su vuelo para el fin de semana siguiente, ya que ella se niega a dejar a su familia en este momento.
Bella y Rose pasan algún tiempo en la piscina, ya que es un día precioso. Todos se encuentran en esa zona, han preparado un asado y las niñas se encuentran en la parte especial para ellas, un pequeño chapoteadero que no tiene mucho que se mandó a construir.
Por ese momento, se olvidan de todo y disfrutan de este momento tan familiar, las risas de las pequeñas resuenan por todo el espacio mientras juegan con algunas muñecas de sirena, algunos barcos y otros juguetes.
—¿Ese anillo es lo que creo que es? —le pregunta Scarlett a Florence cuando ambas se ofrecen a traer algunos platos para que empiecen a comer.
—Lo es —responde con timidez.
—¡Felicidades! ¡Lo sabía! ¡Siempre lo supe! —exclama abrazándola.
Por suerte, ninguna de las dos cargaba con algo en las manos, por lo que la actriz felicita a la recién comprometida.
—Esto es demasiado bello en un momento así, ya verán que la siguiente semana todo volverá a la normalidad y empezamos a planear una boda —afirma mientras toma algunos platos.
—Aún no pensamos en la fecha o algo así, estamos tan concentrados en los resultados que... —murmura Florece cabizbaja.
—¡Hey! No, todo saldrá bien —declara con seguridad —. Bella es una mini Evans y no hay más.
Luego de esa pequeña charla, ambas salen con las cosas y las ponen en una mesa que han dispuesto ahí. Scarlett camina hacia Colin y le susurra algo al oído, provocando que él les dedique una sonrisa a la pareja.
Chris pasa su brazo por encima de los hombros de Florence y besa su frente, por lo que la rubia rodea su cintura con un abrazo.
—¡Enhorabuena! —exclama Colin y choca su botella de cerveza contra la de Chris.
El resto de la tarde, una vez que las niñas ya han salido de la alberca y se han cambiado, disfrutan de la comida entre pláticas y bromas, haciendo que dejen en segundo término, esa gran preocupación que los aflige.
La noche del domingo para lunes, Florence despierta al darse cuenta de que la lámpara de noche del lado de Chris sigue encendida, el ojiazul tiene un libro entre sus manos, aunque en realidad, no está leyendo y se encuentra sumido en sus pensamientos.
—Hey —le llama Florence moviéndose hacia su cuerpo y colocando su mano sobre el pecho de su novio.
—Lo lamento, te desperté —se disculpa apenado y cierra el libro para colocarlo sobre la mesa.
—Pasan de las 3 de la mañana, debes dormir —le pide y acaricia su rostro.
—Intentaba leer para que me diera sueño —se defiende.
—Cariño, no estabas leyendo —responde la rubia y pasa por encima de él para apagar la lámpara.
Chris aprovecha esa cercanía y abraza su cuerpo contra el suyo, impidiendo que ella retorne a su lado de la cama y en cambio, se quede acostada encima de él.
—Eres tan hermosa, mi amor —murmura besando su frente.
—Y tú eres todo un príncipe, pero eso no me importa ahora porque debes dormir ya —le dice fingiendo severidad.
—Te juro que cierro los ojos y miles de escenarios llega a mi mente, en la mayoría de ellos el resultado es mi peor temor —admite.
—Todo saldrá bien, tengo una corazonada —murmura y logra bajarse del cuerpo del actor.
Chris suspira y se acomoda abrazando el cuerpo de la chica, le gusta sentirla cerca. Él justo ahora se siente demasiado vulnerable y al estar rodeado por los brazos de Florence, es invadido por una inmensa paz. Últimamente disfruta mucho acomodarse sobre su cuerpo y sentir el suave latido de su corazón mientras ella acaricia su cabello. Es como estar en casa.
[...]
El lunes parece demasiado extraño para todos, menos para Bella que está feliz porque su padre llevará a ella y a Florence a su respectiva escuela. La pequeña rubia se mantiene tan parlanchina como siempre y eso los mantiene distraídos hasta que ella abandona el auto para entrar a la escuela.
—Necesitas descansar —afirma Florence cuando se percata que están cerca de su trabajo.
—Lo intentaré, lo prometo —responde y entrelaza su mano con la de ella, para luego dar un pequeño beso sobre la sortija de compromiso.
—Te amo —murmura la chica cuando se detienen y ella quita el cinturón de seguridad.
—También te amo, preciosa. Te veo más tarde —responde antes de atraerla hacia sus labios, compartiendo un beso de despedida.
[...]
Cada hora a partir de ahí se vuelve una tortura para todos, pues aunque intentan mantenerse distraídos con sus actividades habituales, la constante revisión al reloj, los mantiene nerviosos.
Todos se reúnen a comer juntos, pero sólo Bella termina toda su porción de forma habitual, mientras el resto de adultos come en silencio y de forma lenta, mientras que Chris apenas si toca su comida.
Han acordado llevar a Bella, pero ella se quedará en un espacio de área verde, junto con Lisa y Scott, mientras Florence se niega a apartarse de Chris, quien le entrega las llaves del auto a la chica, pues él se siente indispuesto, aunque la rubia le cede esa tarea a Scott.
Bella va más que emocionada por salir con todos, aunque alega un poco por haber dejado a Dodger en casa. Sin embargo, la niña se distrae contándole a su abuela, todo lo que hizo en la escuela y le enseña una nueva canción que aprendió hoy.
Llegan algunos minutos antes de la hora pactada y se encuentran con el par de abogados de Chris y a Lennox ahí. Se saludan por mera educación, aunque cada cual está hundido en sus propias preocupaciones.
El encargado de esas pruebas sale con el par de sobres, por lo que le piden que sea él quien los lea, así que toma uno al azar.
—Bien, empiezo con este —murmura acomodándose sus gafas.
La sujeción de Chris hacia Florence se hace más firme, pero también lo siente temblar, así que ella empieza a acariciar su brazo en un intento de calmarlo.
—Basados en los resultados obtenidos, el señor Joseph Lennox, padre alegado y con un 99.9% de fiabilidad, este queda excluido del vínculo biológico como padre respecto a Isabella Evans —lee aquel profesional.
De inmediato Joseph se levanta y toma aquel papel para leerlo por cuenta propia, mientras es abierto el otro sobre.
—Por otro lado, basados en los resultados obtenidos, el señor Christopher Evans, padre alegado y con un 99.9% de fiabilidad, este no queda excluido del vínculo biológico como padre respecto a Isabella Evans —lee aquel hombre —. Es usted el padre biológico de Isabella, señor Evans.
¿Acaso no vieron venir esa petición random de matrimonio? 🤭 Mi Doritonto diciendo cosas importantes en momentos de tensión 😅😅
¡Habemus veredicto! 🥳
Espero que les haya gustado el capítulo y me comenten su opinión 👉🏼👈🏼
Gracias por leer ❤️
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