XLVIII
CAPÍTULO XLVIII
La pareja decide salir a caminar con Dodger después del desayuno, no se quieren agobiar con todo el caos que la publicación de Chris ha provocado. Van tomados de la mano, disfrutando del aire fresco y charlando de diversas cosas, manteniéndose también, mentalmente alejados del tema.
—¿Crees que deberíamos llevar algo para la comida? —le pregunta la rubia al actor —. Ya sabes, para no llegar con las manos vacías.
—¿Te refieres a algún aperitivo o postre? —ahora es él quien la interroga y ella se encoge de hombros —. Mi amor, ¿intentas disfrazar tus antojos con la amabilidad de ser un buen invitado?
—Es muy probable, pero de verdad tengo una buena intención detrás de mi antojo por comer algo dulce —murmura con inocencia.
Chris niega con la cabeza y besa su frente con mucho cariño, dejando que ella lo abrace por la cintura. Dodger les observa con curiosidad antes de que la pareja reanude su caminata de vuelta a casa, pues irán a prepararse para ir a la comida con los abuelos maternos de Bella.
Hora y media después, la pareja, acompañada de Dodger, sale de la casa en dirección a la zona central en búsqueda de algún aperitivo para llevar y además, de algo que calme el antojo que tiene Florence.
Chris estaciona en un buen sitio y, él y Florence bajan con Dodger, quien se encuentra muy feliz por estos momentos siendo el consentido. Van a un sitio donde venden algunos aperitivos y otros comestibles, de donde algunos minutos después salen con una charola llena de bocadillos para obsequiar a los anfitriones y la rubia trae comiendo un delicioso pastel de crema, especialidad de la ciudad.
—¿Quieres? —le ofrece ella a Chris quien niega con la cabeza mientras sube a Dodger al auto —. Mejor, más para nosotros —murmura y el ojiazul sonríe.
Pero antes de que él pueda decir algo, o siquiera ambos ingresen al auto, un par de personas se detienen detrás de ellos.
—¿Chris? —su inconfundible voz los sorprende, por lo que Florence no puede evitar voltear, evidenciando su estado de gestación.
Jenny viene de la mano con un sujeto, este parece amigable, aunque lo que no lo es, el rostro de la comediante que rápidamente escanea el vientre de la rubia, a quien discretamente Chris rodea con su brazo.
—Jenny —susurra el ojiazul en un tono neutro. Florence puede notar que no hay ni una pizca de emoción, ni siquiera enojo o algo similar.
Se forma un momento totalmente tenso, pues ninguno de ellos puede hablar y es el acompañante de la rizada, quien lo rompe.
—Soy Matt, un gusto —se presenta, saludando primero a la rubia y luego al actor, ambos le responden con cortesía.
—Es bueno verlos —murmura la comediante e inevitablemente su mirada vuelve hacia el vientre de la rubia —. Y felicidades por esto, y por su boda —agrega.
—Gracias, Jenny —susurra Florence mientras coloca una de sus manos en su vientre, como si intentara protegerlo —. Bueno, tenemos un poco de prisa, nos esperan para comer —les dice con una tímida sonrisa.
Se despiden con educación, aunque, pueden notar lo tensa que se encuentra la actriz, quien luego se marcha con su acompañante mientras ellos suben al auto.
—Eso fue muy incómodo —confiesa Florence mientras se coloca el cinturón de seguridad.
—Demasiado —concuerda el ojiazul —, y un poco raro.
—Ella quedó impactada, por todo, quiero pensar —murmura la rubia con cierta melancolía en su voz —. Siento pena por ella.
—¿Después de todo lo que hizo? —cuestiona el actor con cierta incredulidad.
—Para mí ya no importa, todo lo que hizo ya es pasado y, ahora tú y yo estamos casados —responde —. Cuando vi su rostro, me dio mucha pena, en serio —susurra.
El actor la observa por unos segundos y antes de asegurar su propio cinturón de seguridad, se acerca a la chica para besar su mejilla.
—Eres demasiado para este mundo, preciosa —le dice el ojiazul, provocando un leve sonrojo en las mejillas de la rubia —. Te amo.
—También yo, te amo mucho —responde mientras le sonríe.
Chris pone el auto en marcha y conduce hacia la casa de los abuelos de Bella, con quienes comparten una exquisita comida y una tarde muy agradable.
[...]
El regreso a Los Ángeles se siente diferente, pues cuando partieron aún eran novios y el vientre de Florence era muy discreto, y ahora que vuelven, ambos llevan una sortija de matrimonio y, el vientre de 5 meses y medio de la rubia, ha crecido mucho en comparación a como se fue.
Por suerte, Scott viajó con ellos también de vuelta, por lo que él cuidó a Bella y Chris pudo prestar toda su atención a su esposa.
Gracias a los constantes viajes, Florence fue acostumbrándose a los vuelos y se sentía más tranquila, aunque ahora fueron las náuseas lo que los mantuvo alerta.
Por ello, el actor no la quiso dejar ni un segundo y se mantuvieron cerca del baño, en caso de que algo pasara. Para su buena suerte, poco después de despegar, Florence queda profundamente dormida en los brazos de Chris y así se mantiene hasta poco antes de aterrizar.
Florence pasea por la casa una vez que ha terminado con las labores de la escuela, pues están prontos a volver y ella ya ha notificado su estado gestante, aunque ya lo sabían debido a la publicación de Chris, que literalmente tiró el Internet.
Los medios no dejaron de hablar sobre las "sorpresas y secretos" que últimamente el actor mantiene, empezando por Bella, luego la confirmación de su noviazgo y paternidad durante la premier de Endgame, y ahora esta inesperada imagen, que además aclaraba su nuevo estatus como casado y el embarazo de su esposa.
—Ya terminé —le dice ella al ojiazul que vigila a Bella mientras ella pinta en su mini caballete —. Es muy bello, pequeña, ¿Qué es eso?
En el pequeño lienzo hay una figura sin tanta forma y llena de muchos colores, aunque la orilla fue repasada en color negro.
—Es el bebé —afirma tomando un poco de pintura amarilla —. En la foto es así, aunque no está tan bonito —murmura con un dulce puchero.
Chris no puede evitar reír ante la mirada llena de confusión de su esposa, quien se guarda sus comentarios, pero no puede controlar sus gestos que intentan tomarle forma a la obra de arte de la pequeña rubia.
—Supongo que es así como ella entendió la ecografía —murmura luego de unos segundos, cuando siente las manos del actor acariciar sus hombros.
—Princesa, ve a limpiarte, te llevaremos con tu tío Scott mientras vamos a ver una nueva imagen del bebé —dice el actor a su hija, quien suelta un gritito de alegría y empieza a guardar sus cosas.
Florence y Chris le terminan ayudando a recoger las pinturas, mientras le piden que vaya a lavar sus manos y luego la mayor la alcanzará para peinarla.
—¿Ya lo pensaste bien? —le pregunta Florence al ojiazul, quien apila las pinturas en la pequeña caja.
—No pude dormir por eso —confiesa luego de unos segundos —, la idea me da vueltas y apenas creo tener una respuesta definida, cambió de opinión porque pienso en las desventajas.
—¿Por qué no decides esto de forma más simple y lanzas una moneda al aire? —sugiere ella.
—Creo que esto es demasiado serio, preciosa.
—Lo sé pero, te veo tan indeciso, que no se me ocurre otra forma de que lo decidas —murmura, luego limpia sus manos para acercarse a él y acariciar su rostro.
Chris suspira y deja las cosas de Bella, para colocar sus manos libres sobre la cintura de su esposa y luego mover una de ellas hacia el vientre de la rubia.
—¿Por qué estás tan tranquila? —le cuestiona mirándola a los ojos. Últimamente es una de sus actividades favoritas, pues le transmite demasiada dulzura.
—Bueno, tarde o temprano lo sabremos. Ya sea ahora o cuando nazca, lo único que deseo escuchar es que todo está bien. Por eso te estoy dejando esto a ti, tú pareces estar más nervioso al respecto, así que lo que decidas está bien para mí —concluye con una pequeña sonrisa.
La rubia besa suavemente sus labios y luego se separa de él, para caminar hacia la habitación de Bella mientras es seguida por Dodger.
Chris la observa durante unos segundos y toma las cosas de su hija para llevarlas al cuarto de juegos, caminando detrás de su esposa.
—Florence —murmura en tono suplicante —, no me dejes esta decisión. Soy una persona muy indecisa en estos casos y estoy demasiado confundido —explica.
—Es que, estoy bien con lo que sea que decidas, cariño —responde y entra a la habitación de la niña.
Chris se comporta como un niño pequeño mientras observa a su esposa peinar a la rubia, que aprovecha esa cercanía para "hablar con el bebé", por lo que le cuenta todo su día y las ideas que le surjan en ese momento, es simplemente una escena preciosa.
Minutos más tarde, se encuentran dejando a Bella y a Dodger con Scott, con quien quedan para cenar. Durante el viaje a la clínica, Florence no puede dejar de ver a Chris, quien va en completo silencio, probablemente aún debate sobre su decisión.
Por ello, una vez que él estaciona, la rubia lo detiene colocando su mano sobre la rodilla del ojiazul, provocando que él le mire confundido.
—¿Quieres saber o no? —cuestiona intentando mantenerse seria, aunque se está controlando demasiado para no reír por la cara de preocupación del actor.
—Sí, pero no —responde él —. Amor, quiero saber para emocionarme y comprar cosas como loco; pero no quiero saber y deseo emocionarme en ese momento en que nazca —explica.
—Bien, mira, esta es la última visita del segundo trimestre, ¿te parece pensarlo hasta la siguiente consulta?
—Sí, supongo que es justo —murmura Chris luego de pensarlo un poco.
El actor se acerca a la rubia y la besa antes de bajar del auto. Ambos caminan la poca distancia que queda hacia la clínica y esperan unos cuantos minutos antes de que sean llamados.
La consulta evidencia lo bien que va el embarazo, el tamaño del bebé es adecuado y Florence no ha presentado ningún signo de alarma, su alimentación es adecuada y se encuentra dentro del peso esperado, a pesar del crecimiento tan grande que la pareja vio durante las últimas semanas.
—Bien, ¿ya lo pensaron? Porque justo ahora está en la posición adecuada para que ustedes lo vean —dice la doctora con una amigable sonrisa.
Chris y Florence no pueden evitar mirar hacia la pantalla, pero sinceramente no ven nada y es justo cuando terminan de entender la percepción que tuvo Bella sobre la ecografía.
—No, aún no. Preferimos esperar hasta la siguiente visita —responde el actor luego de intercambiar una mirada con Florence, quien le sonríe.
—Perfecto, será lo que ustedes decidan —afirma ella y se levanta para empezar a retirar las cosas, les cuestiona además sobre si desean obtener alguna imagen, a lo que ellos aceptan un par, para Bella.
Es entonces, cuando la doctora se levanta, que se dirige hacia su escritorio y hace algunas anotaciones en la computadora. Chris la observa fijamente, no puede evitarlo, aunque luego pone toda su atención en Florence a quien ayuda a limpiarse y acomodar su ropa.
La rubia se disculpa un momento para ir al baño y Chris se queda solo en aquella pequeña habitación. Su corazón late de forma acelerada y se levanta de forma casi involuntaria hacia el escritorio de la profesional, en donde sus ojos ven de forma rápida lo que ella acaba de escribir.
—Mierda... —murmura el ojiazul dando un par de pasos hacia atrás.
—¡Chris! —exclama Florence, logrando que él voltee y vea en ella una sonrisa de burla en sus labios.
—Ya sé qué será nuestro bebé —susurra sin salir de su sorpresa.
— ¡No quiero saberlo! —declara Florence con rapidez.
—Mi amor, tú dijiste...
—Pues ya no, ya me había hecho a la idea de que lo sabríamos después, no ahora —explica, aunque no puede evitar reír ante la curiosidad de su esposo —. No puedo creer que lo hicieras.
—¿Pasa algo? —pregunta la doctora ingresando con las impresiones dentro de un sobre. Ella mira a la pareja y cuando ve los gestos en ambos, lo entiende todo —. Señor Evans, usted no debió leer eso —le reprende.
—Lo lamento, me ganó la curiosidad y... ¿Eso es real? —cuestiona asustado.
—Bueno, es lo que vi, aunque siempre existe un margen de error —agrega sonriendo, pues le causa gracia el estado de la pareja —. ¿Usted lo vio, señora Evans?
—Nope, y no quiero saberlo —responde guardando sus cosas.
La pareja se despide de la profesionista y salen del lugar, aunque una vez que suben al auto, el actor no arranca y se queda sumido en sus pensamientos.
—¿Segura que no quieres saber?
—No, lo sabré hasta la siguiente visita, además, esta será tu penitencia por curioso —murmura con burla —, y no quiero que me hagas indirectas —le advierte.
—Pero, mi amor... —replica con un puchero demasiado dulce, como si fuera un niño pequeño que hizo una travesura.
—Por favor, Chris —insiste.
—¿Entonces viviré con este secreto por un tiempo? Porque no pienso decirle a nadie más, quiero que lo sepas primero tú. Aunque la idea principal era saberlo juntos y ahora lo arruiné...
—Claro que no, mi amor. Sólo que eres la evidencia palpable del dicho: la curiosidad mató al gato. Y tú eres el gato más guapo de todos —concluye. Chris suspira y recarga su cuerpo hasta posar su cabeza sobre el vientre de Florence, para dejar un par de besos sobre este —. Sólo tendrás que esperar un mes para ser exactos.
—Espero soportar ese mes y no morir en el intento —murmura besando una vez más el vientre de la rubia para luego acomodarse en su asiento y conducir hacia la casa de su hermano menor.
¡Nuestro Chris-tonto ha vuelto! 🥳
Ay, pobre chiquito chismoso 🤭 Es como cuando stalkeas a alguien y ves algo que no deberías haber visto 😬
Espero que les guste y siguen las apuestas. Al igual que Chris, ya sé lo que será 🤭🤭 Gracias por leer ❤️
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