XLVII
CAPÍTULO XLVII
Las vacaciones son el momento perfecto para todos, por lo que la nueva familia disfrutará de poco más de un mes en Boston y luego volverán a Los Ángeles, por ello, Bella estará durante esta última semana con sus abuelos maternos, quienes están muy felices por recibirla.
Justamente ahora la pareja se encuentra con Dodger en casa, han tenido días muy relajados y no pierden detalles de la evolución del embarazo, que cada día los tiene más emocionados.
—¿Qué? —le pregunta Florence a Chris, puesto que el actor lleva un rato observándola desde que ella ingresó a la habitación.
—Nada —responde el ojiazul con una sonrisa inocente, aunque sólo consigue una mirada seria por parte de la rubia —, simplemente me gusta verte, eres preciosa, Florence.
La rubia deja de husmear en el librero y devuelve su mirada hacia él, mostrando además el sonrojo en sus mejillas. Podrá pasar el tiempo, pero Florence no se acostumbra a esos dulces comentarios por parte del actor.
—Gracias —responde ella.
—Gracias a ti, mi amor, por ser parte de mi vida —afirma y se levanta para luego caminar y posicionarse a su lado.
Las manos de Chris acarician con suavidad el vientre de Florence que de una semana a otra, ha comenzado un crecimiento bastante notable, él sigue el trayecto de sus caricias hasta abrazar la espalda baja de la chica. Florence sonríe y coloca sus manos sobre el pecho del actor, para después subirlas y rodear su cuello, empezando a dejar suaves caricias en su nuca.
—Algo quieres —murmura el ojiazul luego de observarla a los ojos por unos segundos y ella lo ve con sorpresa —. Me gusta ser observador, además, te conozco y puedo reconocer esa mirada.
—Me conoces muy bien —afirma la rubia con una sonrisa —, y probablemente sí venga con la intención de pedir algo.
—Dime —la anima mientras hace que ambos tomen asiento en uno de los sillones del estudio.
—Bueno... —empieza a decir mientras juega con los dedos de sus manos —, ayer que acompañé a Shana de compras, vi algo que me emocionó, pero no quise decirle nada porque ella se iba a emocionar mucho y, ya sabes, iba a querer comprarlo todo, así que te quería pedir que me llevaras al centro comercial, si quieres esperar en el auto, lo entenderé, sólo que...
—¿Qué viste, mi amor? —le interrumpe Chris con una sonrisa tonta plasmada en sus labios, le encanta verla nerviosa.
—Una pijama preciosa, era un traje completo, aunque lo que me llamó la atención fue que el estampado es de perritos y te juro que eran idénticos a Dodger —explica, logrando que el sabueso le observe curioso al escucharla decir su nombre.
—¿Una pijama para ti? —pregunta confundido.
—Para el bebé —dice Florence en un susurro, con las mejillas teñidas de rojo, provocando que el corazón de Chris se ensanche por la emoción —. Sé que aún no hemos comprado nada, pero esa pijama es simplemente perfecta, porque, al verla, no pude evitar imaginarme a el o la bebé usándola —concluye con un suspiro soñador.
—Vamos —declara con decisión el actor, embelesado por aquellas palabras y el semblante dulce de la chica —, podemos comprar una talla un poco más grande para no errar.
Florence sonríe y le da un corto beso en los labios antes de apresurarse por sus zapatos, bolso y una chaqueta, mientras que Chris hace lo mismo y le deja servida la cena a Dodger. Cuando la rubia vuelve, encuentra al actor jugando con las llaves del auto y su chaqueta colgando de su brazo.
La pareja sale tomada de la mano y abordan el vehículo, se embarcan en una pequeña charla sobre las probables aventuras que Bella debe tener con sus abuelos, con quienes tienen contacto cada mañana. Pronto, llegan al centro comercial y para la sorpresa de Florence, Chris baja con ella, no sin antes colocarse una gorra.
Por suerte, Boston le ofrece cierta privacidad, aunque sabe que es "normal" encontrarse a niños que le pedirán alguna foto, cosa que no le molesta. Agradece que sólo sean unas personas quienes los observan, aunque ya va imaginando todo el revuelo que se hará por la sortija de matrimonio de ambos y el vientre medianamente abultado de la rubia que va tomada de su mano. Pero es justo lo que menos le importa, pues toda su atención está en el rostro lleno de ilusión de su esposa al encontrar aquella tienda.
—Es aquí, ven —dice Florence sonriendo y jalando de su mano para que se apresure.
La chica se detiene frente a un aparador con maniquíes, así como algunas prendas y artículos expuestos, pero ella camina directamente hacia una esquina, en donde se aloja dicho traje completo. Chris no puede evitar sentirse emocionado y al mismo tiempo, arrepentirse de no haber pasado este tipo de momentos mientras esperaba a Bella.
Florence interrumpe sus pensamientos tomando de nuevo su mano y conduciéndolo hacia la tienda repleta de artículos para bebé. La rubia es atendida de inmediato y no duda en preguntar sobre aquel traje, solicitando un talle para 3 meses o algo similar.
Chris observa cada artículo y no puede contenerse en acercarse a un exhibidor que justamente tiene prendas sobre Marvel, siendo atraído por un sencillo mono azul con un pequeño escudo del Capitán América, no suelen ser de su gusto, pero esto le hace demasiada ilusión.
Florence no se contiene y lo toma, encontrando que es una talla para 2 meses, por lo que es perfecto, definitivamente también se lo llevarán.
—Le queda bien —bromea la rubia colocando el pequeño mono sobre su vientre y fingiendo modelarlo.
El actor de nuevo experimenta esa maravillosa sensación de felicidad y demasiada ilusión, aunque sus pensamientos se cortan cuando la chica que les atiende vuelve con el traje que Florence ha pedido. Es ahí cuando ella lo reconoce, pero no hace comentarios y simplemente se pone nerviosa, por lo que intenta mantener su atención en la rubia que le hace algunas preguntas sobre otros artículos.
Chris se mantiene abrazando o tomando de la mano a Florence, que se pasea por toda la tienda, con la misma ilusión que la de él. Al final, no compran demasiado (al menos para ser una primera compra), sólo unos cuantos monos, pijamas y trajes sencillos, así como una toalla de patitos. Una vez que les cobran, la chica que les atendió, le solicita tímidamente una foto a Chris, quien no duda en aceptar, aunque le pide cierta discreción con sus compras, cosa que ella le promete sin dudarlo.
La pareja sale con un par de bolsas (repletas), además, ya es tarde y Chris decide invitar a Florence a cenar, cosa a la que ella no se niega, no sin antes hacer una rápida visita a un pequeño negocio de venta de helado de yogurt, de donde ella sale con un vaso del que le comparte un poco.
—Estás muy callado —murmura Florence cuando ambos se encuentran dentro del auto, pero aún no se ponen en marcha —, ¿qué pasa?
—Pensé en Bella —responde girando un poco su cuerpo hacia la chica —. Yo no viví todo este proceso cuando ella estaba en camino y justo ahora me arrepiento muchísimo —le confiesa colocando su mano sobre la rodilla de la joven.
—No puedes vivir toda la vida arrepintiéndote por todo. No hay forma de que regreses el tiempo con ella, pero esto que llevas viviendo realmente a su lado, ha sido maravilloso y lo han disfrutado juntos. Bella nunca te lo ha reprochado, porque está demasiado conforme con su vida actual, ella entiende que viajas, pero sabe que volverás a ella y te siente cerca. Este bebé es una nueva oportunidad para nosotros, lo viviremos con la misma intensidad con la que disfrutamos ver a Bella crecer y aprender cosas nuevas cada día —le dice colocando su mano libre sobre la de él —. Te amamos, los tres lo hacemos, bueno, los cuatro, contando a Dodger. Y no podemos estar más que satisfechos por tenerte a ti como padre de esta familia.
Una enorme e inevitable sonrisa aparece en los labios del ojiazul.
—¿Cómo logras hacerme sentir tan bien con sólo unas palabras? —cuestiona Chris maravillado —, ¿qué efecto tienes en mí? Siempre logras calmar mis tontas ideas y me haces ver todo lo positivo.
—Bueno, creo que el matrimonio es eso, formar un equilibrio perfecto, yo estaré para ti, así como tú lo estás para mí. Somos un equipo, Chris —susurra —. Nos complementamos.
—Ven aquí —murmura rompiendo el espacio entre ellos y tomando el rostro de la chica para besarla con amor —. Te amo tanto —le dice una vez que se separan.
—También yo, cariño —responde la rubia volviendo a comer su helado.
—Ahora vamos a cenar —afirma ajustando su cinturón de seguridad —. No creo que ese yogurt helado te haya quitado el apetito.
—En realidad, tengo más hambre —le confiesa apenada.
Chris ríe y pone el auto en marcha, le gusta esta preciosa estabilidad al lado de Florence y compartir con ella pequeños momentos así de sencillos, pero que significan demasiado para ellos.
[...]
Una vez de vuelta en casa, ambos se preparan para ir a la cama. Dodger extraña a Bella, por lo que decide pasar esa noche en la habitación de la niña, aunque Chris decide dejarle la puerta abierta, en caso de que decida cambiar de opinión.
Cuando el vuelve a la habitación, Florence se encuentra guardando las compras en una sola bolsa que pone cerca de la ropa que llevará de vuelta a Los Ángeles.
En pocos minutos, ambos se encuentran dentro de la cama, la rubia lee un poco y él se entretiene con su teléfono. La curiosidad le gana y empieza a buscar sobre él (o ellos) en twitter, para su buena o mala suerte, encuentra rápidamente algunas cuentas que hablan sobre su reciente aparición en el centro comercial, así como la foto de la chica que les atendió, quien simplemente la publicó junto a un corazón azul, además ella parece no estar respondiendo a los comentarios que le hacen respecto al actor.
Poco a poco, más sitios hablan sobre él y su novia embarazada entrando a una tienda de ropa para bebés, otros más mencionan algo sobre la sortija que algunas personas lograron ver en la mano de ambos. Está un tanto intranquilo y sabe que eso no le permitirá descansar bien, además de que tarde o temprano Florence se dará cuenta.
—Ya dime qué es lo que piensas —se burla la rubia bajando su libro y cerrándolo, para luego estirarse y apagar la lámpara de noche junto a ella, quedándose únicamente con la luz de Chris —. Estás pensando demasiado que creo que ya te sale humo de la cabeza —se burla, logrando que él se relaje un poco.
—Ya empiezan a hablar de nosotros, de nuestra salida y de esta dulce sorpresa —le confiesa luego de un suspiro y acaricia el vientre de Florence —. La vendedora al parecer no ha dicho nada y sólo subió la foto, pero muchos nos vieron.
—Oh, fue eso —susurra con cierto arrepentimiento —. No pensé que fuera a causar problemas, yo sólo quería que fuéramos juntos y...
—No, no es eso. No me molesta, pero me preocupa cómo te sientas con esto. No te lo había dicho, pero desde que se hizo "público" lo nuestro, he recibido muchas ofertas de exclusivas para revistas, pero he rechazado todas. Ahora que te han visto embarazada y que, muchos aseguran que llevábamos sortijas de matrimonio, sé que no tardarán en buscarme e intentar obtener más información —explica visiblemente preocupado.
Florence en esta ocasión no responde con la rapidez habitual, se queda pensando unos minutos y casi se forma inconsciente, lleva su mano hacia su vientre, chocando con la de Chris, que le observa en silencio.
—¿Qué opinas? —cuestiona el ojiazul con timidez.
—Bueno, tú y yo estamos felices juntos. Nos amamos. Bella está feliz y tiene una vida normal, en lo más posible. Tenemos una nueva familia estable y un bebé en camino —empieza a enumerar la rubia.
—No entiendo a qué quieres llegar con esto —declara él confundido.
—¿Por qué simplemente no les das lo que quieren? A tu modo y a tu ritmo. No lo sé, subir una foto a twitter y simplemente decir que estamos casados y que esperamos un bebé, y que agradeces que respeten tu privacidad. Fin —dice Florence con demasiada tranquilidad —. Según me dijiste alguna vez, tú verificas las preguntas que te harán en las entrevistas y puedes simplemente no responder las que hagan sobre nosotros y limitar la información a la que tú desees dar.
—¿Será buena idea?
—No estoy segura, pero es una sugerencia. Creo que es algo que nos afecta a ambos, tú pediste mi opinión y yo te la doy —afirma mientras gira su cuerpo y se acomoda con la cabeza recargada en el hombro del actor —. Nosotros estamos bien y siempre te apoyaremos, aunque este es tu mundo y lo que tú decidas, estará bien para nosotros.
Chris suspira y besa la frente de la chica, quien se limita a permanecer en silencio y a jugar con la sortija de matrimonio del actor, que aún no se la retira para dormir.
—Será como la información que di sobre Bella, sólo lo que yo quise —menciona.
—Exactamente, lo que tú desees, cariño —responde Florence seguido de un tierno bostezo.
—Lo lamento, estás cansada —se disculpa el actor intentando alcanzar la lámpara de la mesa de noche de su lado para apagarla, pero la mano de la rubia sobre su pecho, lo detiene.
—No, estoy bien —afirma y besa uno de sus pectorales —. Me gusta escucharte.
Chris sonríe y busca sus labios para depositar un dulce beso en ellos, siendo correspondido de la misma forma por ella.
—Mañana haré la publicación —declara acariciando el cabello de la rubia con ternura —. Ahora he pensando en otra cosa...
—Juro que yo no me terminé el helado —bromea y él ríe.
—Siempre supe que fuiste tú, mi amor —responde y de nuevo besa su frente —. De lo que quería hablar es sobre la próxima cita que tenemos con la doctora.
—¿Quieres saberlo? —pregunta Florence con una sonrisa burlona.
—Una parte de mí, sí. Pero otra parte...
—¿Desea tener la sorpresa en aquel momento? —cuestiona y el ojiazul asiente —. Supongo que estoy igual, quiero saberlo todo y al mismo tiempo no.
—Es demasiado emocionante con sólo pensarlo, aunque lo único que deseo es que todo salga bien —murmura Chris con sinceridad
—Bella está igual que con el color de su vestido, cada día cambia de opinión —le confiesa sonriendo —. Yo no sé qué esperar, pero deseo lo mismo que tú.
—La ropa que compramos es divertida y me gustó mucho —agrega y apaga por fin la luz de la lámpara de la mesa de noche.
—También a mí, pero ya sabes cuál será mi favorito —afirma y de nuevo suspira.
Chris besa su frente una vez más y la deja acomodarse entre sus brazos, tomando la postura que le parezca más cómoda, una vez que Florence la consigue, empieza a acariciar suavemente su cabello, hasta que ella cae rendida y luego él la acompaña.
[...]
—¿Y bien? —le pregunta Chris a la rubia luego de mostrarle el mensaje antes de publicarlo.
—¿No tenías una mejor foto? —bromea fingiendo molestia.
—Te ves hermosa —se defiende sentándose a su lado para poder besarla de forma cómoda —, siempre te ves preciosa.
Florence intenta bloquear el teléfono, para concentrarse en este momento con Chris, pero fracasa y termina publicando aquel mensaje y es, hasta que el teléfono del actor empieza a vibrar como loco, que ellos se percatan de todo.
—No me diste tiempo de cambiar la imagen, cielo —se burla el actor con una gran sonrisa en su rostro.
—Supongo que ya está hecho —declara la rubia besando su cuello, aunque un tanto asustada por la reacción de todos.
En ese momento el teléfono de Florence empieza a sonar, lo cual saben qué significa, por lo que inician su última llamada matutina con Bella, pues volverá a casa esta noche.
[...]
Chris Evans Un nuevo integrante llegará pronto a nuestra pequeña familia, por lo que mi preciosa esposa y yo agradecemos todos sus buenos deseos, así como el respeto a nuestra privacidad. Gracias 💙
Créditos por el manip a electricholmes 💕
Ya hacía falta un capítulo entre ellos medio tierno, así que aquí está 🥰🥰
Espero que les haya gustado y me comenten qué les pareció.
Gracias por leer 💕
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top