XLV
CAPÍTULO XLV
Las vacaciones no tardan demasiado en llegar, específicamente tres semanas después del cumpleaños de Bella, quien estuvo algunos días hablando de lo maravillosa que fue su fiesta y lo mucho que se divirtió, además de que no pudo contener su emoción en la escuela y les contó a todos sus amiguitos que tendría pronto un hermanito o hermanita.
Hoy por la mañana, la rubia abre los ojos lentamente, suspirando al sentir el pecho de Chris contra su espalda. Es el primer lunes de vacaciones y tienen demasiada pereza para levantarse.
—Buenos días, preciosa —susurra el actor besando su hombro, luego empieza a mover una de sus manos hasta que llega al vientre de la chica y se cuela por debajo de su blusa de pijama, para extender su palma sobre su piel —, buenos días a ti también.
Florence sonríe enternecida por este nuevo gesto del actor, quien no pierde la oportunidad de demostrar lo emocionado que se encuentra por el embarazo. El vientre de la rubia ya ha comenzado a notarse (muy poco, a decir verdad), aunque como siempre ha utilizado ropa suelta y cómoda, nadie se dio cuenta en los últimos días de clases.
—¿Nerviosa? —le pregunta el ojiazul al no obtener respuesta de su saludo.
—¿Por qué tendría que estarlo?
—Porque esta noche volamos a Boston —responde el actor de forma cantada.
—¿Y eso qué significa? —cuestiona en tono burlón, es claro que lo sabe, pero le encanta jugar con Chris.
—Que este fin de semana tú y yo estaremos casados —murmura en su oído.
Florence no puede evitar soltar una genuina risa de felicidad, pues el sentimiento de la emoción la invade de pies a cabeza.
—Serás mía y yo seré tuyo, de forma legal, claro está; porque mi corazón te pertenece desde que me enamoré de ti —murmura el actor.
—Estás demasiado cursi últimamente —bromea Florence mientras se gira en la cama para encararlo.
—¿No te gusta?
—Me encanta —responde y besa suavemente su barbilla, cubierta por una barba de tres días —. No puedo estar más que feliz con esto, con nosotros —agrega con dulzura.
—¡Mamiiiii! ¡Mamiiiii! ¡Mi diente! —grita Bella desde el pasillo llena de terror, poniendo en alerta a Chris.
—Probablemente se le cayó su diente flojo, tranquilo —responde la rubia al ver que el actor palidece.
Florence se levanta de la cama y Chris no puede evitar llevar su vista hacia el sutil bulto en el vientre bajo de su novia, ya que justo ahora su pijama se amolda a su cuerpo por la suave tela. Es claro que ella se da cuenta y le sonríe antes de caminar hacia la puerta de la habitación y acudir con Bella.
Chris se tarda un poco más en levantarse, aunque al final también va hacia el cuarto de su hija, encontrando a ambas rubias dentro del baño y a Dodger acostado junto a la puerta.
—¡Mira papá, mi diente! —exclama con emoción mostrando su pequeño diente de leche que Florence le ha entregado envuelto en un pequeño trozo de papel, claramente luego de lavarlo.
—¿Puedo ver tu sonrisa, princesa? —le pregunta él a su hija.
Bella le dirige una mirada a la rubia y esta asiente, por lo que la pequeña de nuevo se gira hacia Chris y le dedica una sonrisa enorme, mostrando un pequeño hueco justo al centro de su fila de dientes superiores.
—Eso significa que ya estas creciendo, pronto tendrás dientes de gente grande —explica el actor un tanto melancólico por el rápido crecimiento de su hija.
—Sip, eso me dijo abu Bob —responde ella con orgullo mirando su diente.
—¿También te contó la historia del hada de los dientes? —le pregunta su padre de forma curiosa.
—¡El hada de los dientes! ¡Sí! También mami me contó esa historia —exclama y se escucha un sutil silbido al pronunciar la palabra afirmativa, lo que causa que los adultos compartan una sonrisa —. Debo guardar bien mi diente.
—Puedes guardarlo desde ahora debajo de la almohada, pero recuerda que esta noche nos vamos—le explica Florence.
Ambas rubias salen del pequeño baño seguidas de Chris, que las observa fijamente. Florence obtiene una pequeña bolita de tela en donde introducen el diente ya limpio y seco de Bella, pero antes de que lo pongan debajo de la almohada, la pequeña corre hacia el vientre de la mayor y pega su bolsita de tela a ella.
—¡Mira, bebé! Ya se me cayó un diente —le enseña con orgullo —. Mami, ¿el bebé tendrá dientes?
—No, pequeña, los bebés no tienen dientes porque son muy pequeños y sólo comen leche, cuando crecen un poquito, le salen dientes chiquitos como a ti y ya que son grandes, como ahora tú, se les caen porque tendrán dientes fuertes y grandes —explica la rubia acariciando la cabeza de Bella que ahora la abraza.
—¿En la noche me puedes contar otra vez la historia del hada de los dientes, papi? —le pregunta ahora Bella al actor mientras camina hacia su cama para guardar su bolsita con el diente.
—Claro, princesa —responde el ojiazul caminando hacia su novia para abrazarla y luego volver con Bella.
Chris ayuda a la pequeña a tender su cama, mientras Florence se dedica a acariciar la cabeza de Dodger que se ha recargado en sus piernas.
[...]
Esa noche se dedican a organizar las maletas y algunas cosas que necesitan para el vuelo, por suerte, Scott también viajará con ellos, por lo que llega entrada la tarde.
El caso del menor de los Evans es similar al de su hermano, pues está demasiado entusiasmado con el embarazo de Florence. Ambos hermanos procuran mucho a la rubia y tratan de hacer todo por ella, aunque Chris ya ha recibido su respectivo llamado de atención.
—Mami, ¿crees que si pongo mi diente debajo de la almohadita en el avión, el hada de los dientes llegue por el? —cuestiona Bella entrando a la habitación principal.
—Si duermes de verdad y no finges estar dormida, es seguro que sí —responde con una sonrisa risueña.
—Bien, porque lo tengo aquí —dice abriendo un poco el cierre de la bolsita que lleva cruzada al hombro.
—Guárdalo bien, para que no se caiga —le recomienda.
Bella asiente y procura cerrar su bolsa con cuidado, luego gatea hasta quedar acostada junto a Florence y poder observar su vientre con atención.
—¿El bebé sigue aquí? —le pregunta con curiosidad.
—Sí y ya va creciendo —responde empezando a acariciar su cabello.
—¿Sabe que soy su hermanita?
—¡Claro que sí! El bebé sabe que tiene una hermanita que espera a que nazca —afirma sonriendo —. Cuando le hablas, el bebé ahí dentro sabe que eres tú y se emociona por conocerte.
—Yo también quiero conocer al bebé, le enseñaré a atar sus agujetas y comeremos muchas galletas juntos —comienza a decir con ilusión —. ¿Va a ser chiquito?
—Bueno, todos los bebés son chiquitos pero, luego de un tiempo, empiezan a crecer y cuando tu hermanita o hermanito esté más grande, jugará contigo —le anima.
—Ya le dije a Dodger que debe cuidarlo —confiesa la niña —. Porque va a estar chiquito.
—Lo estará, y todos lo vamos a cuidar —menciona Florence y Bella la abraza, quedándose dormida con su cabecita sobre su vientre.
Poco tiempo después, parten hacia el aeropuerto, con Bella hablando de forma graciosa porque aún no se acostumbra a ese pequeño diente faltante dentro de su bolsa.
—Entonces... ¿Si es niño le llamarán Scott? —le pregunta el también actor a la rubia.
—No lo creo, aunque todavía no consideramos nombres —responde Florence mirando a su novio por el retrovisor.
—¿Chris? —ahora Scott cuestiona a su hermano.
—Ni lo pienses —afirma el mayor de forma burlona.
—Si es niño se llamará Dodger 2 y si es niña, Bella 2 —murmura la pequeña con inocencia, logrando que hasta el chófer se ría.
—No creo que deba llamarse así —le responde Chris con una sonrisa.
—¿Por qué, papi? —cuestiona Bella abrazando a Dodger.
—Porque el bebé debe tener un nombre diferente —aclara el actor.
—¡Bye, bye a mi sueño de Chris Jr y Florence Jr! —exclama Scott.
[...]
—¿Ya lo colocaste? —le pregunta Florence a Chris cuando él vuelve a su lado, luego de intercambiar el pequeño diente de Bella por un par de billetes y una barra de chocolate, pues la pequeña sí lo colocó debajo de su almohada dentro del avión.
—Sí —responde el ojiazul mostrando la bolsita de tela que contiene el pequeño diente de su hija —. Lo guardaré porque es el primero.
—Supongo que está bien —afirma abrazándolo.
Chris suspira y besa su frente, para luego pasar su brazo por encima de sus hombros. La rubia suspira y recarga su cabeza en el pecho del actor.
[...]
—¡Mami! ¡Papi! ¡Tío Scott! ¡Miren! Sí me encontró el hada de los dientes —dice Bella mostrando su pequeño obsequio, y despertando a todos.
—¡Debajo de la mía no hay regalo! —reclama Scott mientras finge molestia.
—Es que no dejaste tu diente, ¿te quito uno para que te traigan regalos, tío? —cuestiona Bella con inocencia.
—No, mejor así —responde él arrepentido.
Además, Scott suelta momentáneamente a Bella, quien corre hacia los brazos de Chris, este no duda en recibirla y acunarla entre ellos, por lo que la pequeña termina descansando sus piernas sobre las de Florence.
La familia de Chris está más que animada con la boda, que será celebrada con una sencilla ceremonia en un campestre local, al aire libre y donde albergarán a sus invitados, quienes apenas si sobrepasan las 100 personas, entre familiares y amigos, aunque Florence sólo ha invitado a la familia vecina con la que convivió.
El vestido es otro punto aparte, pues Florence no es demasiado llamativa en su forma de actuar o vestir, y eso mismo ha dejado claro cuando empezó a contactar al diseñador oriundo de Boston, quien está más que feliz por hacerle el vestido.
Todo lo han hecho por teléfono y las medidas que ella envió fueron tomadas por Scott, por lo que existe un margen de error, además de que el embarazo empieza a crear pequeños cambios en su cuerpo.
—¿Estás nerviosa? —le pregunta Scott, quien va manejando hacia el taller del diseñador y modista.
—Un poco, espero que no haya olvidado los centímetros de más —bromea la rubia.
—Sigo muy emocionada por todo, sólo les aviso —admite Carly desde el asiento de atrás.
—Estás así de emocionada desde que Chris te dijo que estaba enamorado de Florence —se burla su hermano menor.
—Es muy probable que así fuera, pero es inevitable —se defiende la castaña.
Una vez que llegan con el diseñador, él y Florence se conocen por primera vez, por lo que no tardan mucho en hacerle la prueba del vestido a la rubia.
—Fue realmente un reto, ya sabes, por el embarazo —agrega David —, quise subir un poco el inicio de la falda, para no molestar mucho a tu vientre y que este se esconda un poco, aunque por nada del mundo deseo apretarlo —menciona mientras la rubia sale del vestidor con la preciosa pieza.
—¡Te ves hermosa! —exclama al mismo tiempo Shana y Scott.
Florence sonríe y da una pequeña vuelta. El vestido, aunque es corte princesa, no tiene demasiado vuelo ni adornos, es tan sencillo como hermoso, aunque dejando sus hombros al descubierto.
Por suerte, aún queda espacio para lo que pueda pasar en los siguientes 4 días, además de que al haber subido un poco el inicio de la falda, si logran disimular un poco el pequeño vientre de Florence que está cerca de los 4 meses y que por el momento crece de forma lenta, aunque esperan que para el quinto o sexto mes, se vea el gran cambio.
El vestido será enviado al día siguiente, porque aún quedan los últimos detalles que necesitaban mantener pendientes hasta ese momento, además de que Florence opta por no usar velo y mantenerse fiel a su sencillez.
Una vez terminado ese encargo, Scott pasa a dejar a la chica con Chris, quien la espera en los locales de la empresa de banquetes, pues ofrecerán un buffet y barras para que todos tomen lo que deseen, además de que quieren revisar que ninguno de esos alimentos le cause malestar a la rubia, a pesar de que luego del episodio de las papas fritas, ha estado bien.
La pareja hace su elección, así como el sabor y relleno de su pastel (pues el diseño ya estaba elegido desde el momento en que contactaron a la agencia). La organizadora que contrataron ha sugerido puras empresas pequeñas y locales, quienes han aceptado el contrato de confidencialidad, así como la rapidez de las cosas, aunque hay algunos puntos que se adelantaron desde un inicio.
Además de que Bella también ya tiene su vestido, que al final de cuentas terminó siendo rosa muy clarito con varias flores de tela pegadas de un color lila casi pastel, que lleva pegadas en varios puntos la falda, similar al de Stella, aunque con los colores invertidos (vestido lila y flores rosas).
Los días parecen pasar más lentos conforme la gran fecha se aproxima. Los últimos detalles se pulen, el vestido de Florence es entregado, así como el traje de Chris, además de que sus amistades empiezan a llegar a la ciudad.
Y así, llega el gran día.
Corto porque con el que sigue me esmeraré para que quede bonito, así que, con calma 😊😊
Gracias por leer 💕
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¡Muchas gracias a los lectores viejitos! Valen mil ocho mil💕😊
¡Bais!😘
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