XLIII

CAPÍTULO XLIII


Chris abre los ojos y se encuentra con la mirada acuosa de Florence, quien intenta sonreír. Ella mantiene su mano por encima de la suya, presionando suavemente contra su vientre. El actor está lleno de sorpresa, pero cuando nota que la rubia empieza a asentir lentamente, la realidad lo golpea.

—¿D-de verdad? —le pregunta titubeando, tiene una mezcla de sorpresa e ilusión, mucha ilusión.

Florence de nuevo asiente y saca detrás de ella una pequeña bolsa de regalo, la cual le entrega al ojiazul. Este saca de ahí una prueba de embarazo positiva y una más de laboratorio que certifica el resultado, además de una cita para la primera ecografía pactada para la semana entrante.

—Mi amor, ¿cómo...?

—No te lo dije... Lamento no haberlo dicho, pero, había notado unos cambios en mí y luego tuve un retraso en mi periodo, me aventuré a comprar una prueba y cuando salió positiva, decidí corroborar con un examen —murmura y ella aclara la voz —. Quise guardar este pequeño secreto hasta ahora, así que... ¡sorpresa! —declara extendiendo sus manos.

Chris está ahora sin expresión y dura así unos segundos, aunque cuando sus miradas vuelven a encontrarse, se lanza hacia los labios de Florence, logrando que ella quede acostada sobre la cama, con él encima, aunque luego se retira con miedo y vuelve a colocar su mano sobre el vientre de su novia.

—La ginecóloga me dijo que por fecha probablemente tenga nueve semanas y media, pero que estaremos seguros con la ecografía —explica con una sonrisa risueña —. Igual ya me recetó unas vitaminas y todo eso.

—Gracias —murmura el actor abrazando a la chica contra él —. Gracias por tanto, cielo.

—Chris...

—Eres lo mejor que hubiera deseado para Bella, eres más de lo que merezco y ahora esto... Florence, no hay palabras para expresar lo mucho que te amo —declara con sinceridad y besa las mejillas de la rubia.

Esa noche, ambos se van a la cama con una enorme sonrisa en el rostro. La percepción de todo lo que los rodea ha cambiado y comienzan a idealizar ese precioso futuro juntos, con Bella, Dodger y ese pequeño o pequeña que viene en camino. Ambos se encuentran rebosantes de felicidad, por lo que duermen abrazados uno al lado del otro, compartiendo esa bonita sensación.

[...]

—¿Cuándo le diremos a Bella? —le pregunta Chris a Florence.

Ellos van hacia la clínica en donde le realizarán el ultrasonido a la rubia, han optado por no decirle a nadie y simplemente llevaron a Bella y a Dodger, para que Scott los cuidara, con el pretexto de arreglar algunas cosas de la fiesta de la pequeña, cosa que en parte es verdad.

—¿Te parece esperar hasta su fiesta? Sería un bonito regalo para ella —sugiere.

—Me parece bien —responde y coloca su mano sobre el muslo de su novia, dando un pequeño apretón —. Es emocionante guardar este pequeño secreto para nosotros.

—Pero al menos ahora lo puedo hablar contigo, porque mantenerlo para mí sola y esperar a que no fuera cosa mía, fue terrible —confiesa mientras ella pone su mano encima de la del actor.

La sonrisa de Chris es enorme, está demasiado ilusionado con el momento y con esta experiencia. Bella ha sido y siempre será lo más maravilloso de su vida, sin embargo, el apego hacia Anne durante el embarazo nunca se sintió tan real como esto. Puede ver la ilusión en la mirada de Florence y además, esa dulzura que la caracteriza, parece intensificarse con cada segundo que pasa.

Cuando llegan a la clínica, él le dedica una sonrisa de emoción y ella le corresponde, se sienten demasiado felices. Caminan de la mano hacia el lugar y debido a que van por cita, no tardan mucho en darle las instrucciones y pedirle a la rubia que se prepare.

La consulta es demasiado tranquila, pues la ginecóloga ya ha hablado previamente con Florence y Chris no está tan curioso, sino ansioso por el ultrasonido. El transcurso de tiempo que pasa desde que inicia la consulta hasta que la imagen aparece en la pantalla, les parece eterno. Pero al final sucede.

—¡Miren qué tenemos aquí! —exclama emocionada la doctora y señala una porción de la imagen —. Esto que ven aquí, es su bebé y este, es su corazón —agrega moviendo algunas cosas en la máquina.

Un suave, pero rápido latido se hace escuchar, es constante y ese mismo ritmo los emociona. Chris sostiene con fuerza la mano de Florence que llora en silencio, él besa el dorso de la mano de la rubia en varias ocasiones, no puede ni hablar de todos los sentimientos que le embriagan.

Además, ahí les aclaran que en realidad está alrededor de las 11 semanas (una más de lo que creían) y que todo parece ir bien, sin embargo, les externa los datos de alarma y algunos síntomas que Florence podría experimentar.

Todo pasa en cámara lenta dentro de la cabeza de Chris, su corazón late casi tan rápido como el de ese pequeño ser que crece dentro de Florence (bueno, no tan rápido). La observa y la nota demasiado tranquila, pero con un aura de paz y armonía, está serena y rebosante de felicidad. Admira eso de ella, la templanza que siempre muestra en momentos así, se lo ha demostrado en varias ocasiones y él sabe que la rubia es ese cable a tierra que siempre necesitó.

Cuando finalizan, luego de que agenden la siguiente consulta y recibieran algunas instrucciones y folletos, salen de la clínica y van directamente al auto. Chris suspira una vez que se coloca el cinturón de seguridad.

—Es precioso —murmura el ojiazul y nota que Florence saca esas pequeñas impresiones del ultrasonido que les han entregado.

—Lo es —responde y ella le entrega un par de fotografías.

—Esto es maravilloso, preciosa.

Ella sonríe y lo atrae para besarlo, los labios de Chris le corresponden con el mismo ahínco e intenta transmitirle todo su amor y emoción. Ella suspira contra sus labios y luego se separan con lentitud. El actor revisa las imágenes y al finalizar, las devuelve al pequeño sobre que la rubia guarda en la guantera del auto.

—Esto se siente bien —confiesa el ojiazul.

—Demasiado bien —corrige ella y lleva una mano sobre su vientre, la cual es cubierta por la de Chris —. Iba a fingir un reclamo por nuestra plática de tener bebés, pero al parecer esto fue antes —murmura sonrojada.

—Soy libre de culpa y simplemente voy a disfrutar mi inesperado y sorpresivo triunfo —bromea y la rubia ríe —. Estoy muy feliz, cielo.

—Yo también, cariño. Sinceramente no lo esperaba pero, ahora que es real, me siento con mucha ilusión —confiesa con una pequeña sonrisa —. Hay tanto que no tuve en mi vida y que deseo darle a este bebé y a Bella.

—Mi amor... —susurra el ojiazul al notar que los ojos de la rubia se tornan acuosos.

—Estoy bien —declara con una pequeña sonrisa mientras limpia su rostro —, supongo que por eso estaba muy sensible a todo —se excusa.

Chris asiente, pero sabe que más tarde buscará tener esa conversación con Florence. Le dará tiempo y espacio, además de que dejará que por el momento se concentre en las cosas referentes a la fiesta de Bella, pues aún tienen que concretar algunas cosas respecto a la celebración, así que por fin pone el auto en marcha.

[...]

Cuando ellos vuelven por Bella, Chris decide llevarlas a cenar, por lo que la pequeña está más que emocionada y aunque Scott rechaza la oferta, la niña sigue igual de alegre contando todo lo que se divirtió con su tío.

Deciden ir a comprar la cena al restaurante favorito de hamburguesas de Bella, aunque cuando Florence percibe el olor a papas fritas, todo dentro de su estómago se revuelve. Están haciendo el pedido por el servicio para autos, por lo que ella abre la ventanilla para que entre un poco de aire mientras Bella decide.

—¿Te duele tu pancita, mami? —le pregunta la niña preocupada al ver la palidez en el rostro de la rubia y que no ha apartado la mano de su vientre.

—No, pequeña, estoy bien —responde con una pequeña sonrisa —. Simplemente no me apetecen las papas.

—¿Puedo quedarme con las tuyas, mami? —cuestiona con inocencia, acto que le roba una sonrisa a Chris, quien permanecía serio.

—Sólo si prometes compartirlas con tu papá —afirma y Bella acepta.

Ella saca algunos juguetes y se distrae en el asiento trasero, mientras Chris coloca su mano sobre la rodilla de la rubia.

—La doctora mencionó náuseas matutinas, pero he estado bien —le explica ella al notar la preocupación en el rostro del actor —. Supongo que tendré que alejarme por un momento de las papas —susurra.

—¿Segura que no quieres que haga algo?

—No, ya estoy bien —declara de forma sincera —. Se sintió como un golpe de olor cuando bajaste la ventanilla, pero ya pasó.

Chris sonríe y besa cariñosamente su mejilla, comienza a sentirse demasiado sobreprotector con ella, aunque realmente ya lo era, pero en este estado, se conoce y sabe que será peor.

[...]

Luego de cenar y de que hagan toda la rutina previa a llevar a Bella a la cama, Chris se ofrece a hacerlo para darle un poco de espacio a Florence, quien por suerte comió todo con tranquilidad.

Cuando el actor entra a la habitación, encuentra a la chica mirando por la ventana y sumida en sus pensamientos. Él camina con lentitud y la rodea por la cintura, descansando su palma abierta sobre el vientre de su novia, quien suspira.

—¿Todo en orden? —le pregunta el ojiazul con voz suave.

Florence asiente con la cabeza y recarga su espalda contra el pecho de Chris, le gusta la sensación de protección que experimenta cuando él la abraza de esa forma. El actor suspira y la pega más hacia su cuerpo, además de que recarga su cabeza en el hombro de la rubia.

Es entonces cuando Chris se percata de lo que Florence está viendo la misma estrella que Bella suele tomar como su mamá, y que ella misma ha dicho, que comparte con la madre de la mayor. Ahora es la rubia quien suspira y relaja los hombros, el actor besa suavemente su mejilla y ella ladea la cabeza para capturar sus labios en un dulce beso.

Luego de esto, ella se separa de los brazos del ojiazul y camina hacia la cama para sentarse, el actor observa cada uno de sus movimientos y luego la imita, sentándose a su lado.

—Siempre dices que yo soy quien le da estabilidad a nuestra relación y que me mantengo positiva ante la adversidad —murmura Florence obteniendo toda la atención del ojiazul —. Pero supongo que es mi mecanismo para todo.

Chris no responde, no desea interrumpir lo que ella tenga por decir, así que simplemente busca su mano y la sostiene con firmeza entre las suyas, la rubia suspira y aprieta suavemente la extremidad de su novio.

—Crecer sin un padre fue duro, al menos cuando era una niña y veía a la mayoría de los niños de mi clase con su padre, y quieras o no, te crea cierta presión de no ser como los demás. Pero, conforme fui creciendo, me di cuenta que un padre puede ser necesario, más no indispensable, porque tuve a mi madre que... simplemente fue lo mejor que pude desear. Ella me demostró la fortaleza, a dar amor incondicional y a luchar siempre —explica con cierta melancolía —. Cuando ella enfermó, yo iba a empezar mi carrera, iba adelantada, teníamos tantos sueños que... Cuando lo supe, no dudé en aplazar todo y quedarme a su lado.

Florence toma un respiro y de cierto modo, agradece que Chris se mantenga en silencio y no le haga preguntas, al menos por ahora.

—Fue una enfermedad pulmonar terminal que, se la llevó en menos de un año, aunque ese año fue totalmente doloroso al verla decaer ante mis ojos, no hubo demasiado qué hacer debido al daño irreversible y... Un día simplemente se fue. En ese momento fue cuando comprendí el peso de la soledad, los meses posteriores fueron horribles hasta que encontré su diario. ¡Qué mujer tan fuerte! Ese diario fue como una despedida entre ella y yo, había tanto en esas hojas, que cambió mi visión y no dudé en apuntarme a la escuela en la primera oportunidad que tuve. Lo haría por ella y por mí. No fue fácil, tuve que hacer trabajos de medio turno entre semana y los fines de semana completos, por suerte tenía casa propia y el apoyo de unos vecinos amigos de mi mamá. Tuve muchas noches sin dormir y días muy estresantes, pero siempre que me sentía triste, ese diario me daba las palabras adecuadas. Aunque una vez que egresé y me aventuré al mundo laboral, fue de nuevo una bofetada en la cara, aunque encontraba trabajo muy rápido, estos eran temporales y en uno de esos conocí a Carly. Luego vi que no funcionaba en ese ámbito y empecé de niñera, me preparé para ello y estuve así hasta que llegamos a la actualidad.

—Nunca habíamos hablado de esto —murmura Chris acariciando con suavidad la mano de la rubia —. No tienes idea lo mucho que te amo y te admiro.

Florence sonríe a medias y recarga su cabeza en el hombro del actor.

—Todo lo que viví me enseñó demasiado, pero ese diario fue esa guía que necesitaba. Por eso suelo buscarle el lado bueno a las cosas y a siempre mantenerme positiva, probablemente no siempre obtenga lo mejor, pero eso me mantiene feliz y con esperanza, que es lo último que muere. Quiero ser feliz y disfrutar todo lo que me rodea, ahora los tengo a ustedes y no puedo desear nada más, tengo una familia, casa, comida y un trabajo que amo —concluye.

Chris no le responde y simplemente la besa, en espera de que esa dulce muestra de amor le transmita todo lo que en este momento siente por ella. No creía posible amarla más, pero justo ahora así se siente. No hay forma alguna de que desee a alguien más en su vida, ni en la de Bella, mucho menos ahora que saben que están en espera de un hijo o hija para ambos. Florence es lo que siempre esperó y el ejemplo que desea darle a Bella.

—Te amo, mi amor —murmura Chris una vez que sus labios se separan.

Los bonitos ojos azules de Florence le miran alegres, aunque ahora reconoce un dulce brillo, el mismo que lo mantuvo tranquilo durante esa tensión con Lennox, y que ahora lo puede relacionar con que ella ya se encontraba embarazada en esas fechas.

—Lo repito y lo sostengo, eres más de lo que merezco, Florence, eres un completo ángel en mi vida —declara acariciando el rostro de la rubia.

—Te amo, Chris —susurra ella.

—Y yo a ti, cielo —concluye el actor besando sus labios.

Me costó mucho escribir este capítulo, espero que sea de su agrado, sinceramente pensé que no lo terminaría hoy (ni mañana), pero, al final sí se pudo. Así que ya conocen más a Florence. Espero que les guste.

Gracias por leer ❤️

P. D. Por si no quedó claro: sólo es un embrión 🙃

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