XII

CAPÍTULO XII

Aquella noche en vela, Florence no puede dejar de pensar en Chris y en todo lo que le ha dicho. Su corazón late desbocado por las palabras dichas por el actor, sin embargo, el claro recuerdo del beso que le vio compartir con Jenny la noche anterior, le atormenta.

¿Siente algo por Chris? ¡Claro que lo hace! El inocente crush que tuvo durante gran parte de su vida por él, ha tomado dimensiones reales y va en camino a convertirse en un enamoramiento, si no es que ya lo está experimentado.

En días pasados, las atenciones que el ojiazul tuvo con ella, le hicieron imaginar lo que podría ser, pero justo ahora se siente utilizada. Es probable que Chris no sea como ella lo imaginó y simplemente se esté aprovechando de la situación para mantener algo con ella mientras retoma su relación con la comediante.

[...]

Por su parte, Chris camina hacia la habitación de Florence para aclarar lo que sea necesario, pero justo cuando está a punto de llamar a su puerta, se detiene y opta por darle espacio, así que retoma el camino hacia su habitación.

Pero a pesar de que se prepara para dormir, no lo hace. Si tan sólo hubiese tenido el valor de decirlo antes o de preparar algo digno de Florence. Probablemente una cena o algo más romántico para expresar con más que palabras lo que su corazón lleva tiempo sintiendo.

Pero tuvo que hacerlo de esta forma tan improvisada y sin medir las consecuencias, ¿qué hubiese pasado si Florence optaba por irse? No pensó siquiera en eso, en la estabilidad de Bella, su hija. Sino que se dejó llevar por la emoción de sentirse enamorado como nunca antes pero, ¿para qué? Si todo le ha salido mal.

Los siguientes días se vuelven una tortura para Chris, a quien le sorprende que Florence no cambia su actitud amigable y servicial con él, aunque se nota que ella ha marcado su línea. Eso es lo que más le afecta al actor, que ella se muestra indiferente ante su declaración, como si no le hubiese importado que él abriera su corazón confesando todo lo que sentía.

Pensó, que probablemente lo que le dijo tendría un impacto en ella, que quizá lo precipitado que sonó todo, la hizo rechazarlo, pero cuando al día siguiente ella se presentó con esa dulce sonrisa, supo que lo que Florence le dijo la noche anterior, fue totalmente cierto.

Bella es completamente ajena a lo que sucede entre ellos, pues sigue aprovechando los días libres de su padre para organizar actividades que incluyen a su niñera, aunque en varias ocasiones, Florence prefiere darles espacio para que tengan tardes de padre e hija.

Chris ha intentando acercarse a ella y trata de tener detalles dulces, pero la chica simplemente le responde de forma amable, pero no le da apertura para algo más. La ha invitado a compartir alguna velada juntos, pero ella se niega alegando estar exhausta.

Por el momento, en un par de semanas, deben hacer un viaje hacia Nueva York, Chris estará participando en una serie de programas, entrevistas y sesiones de fotos, así que tendrá que estar ahí un par de semanas, por lo que ha decidido llevar a Bella con él, y por consiguiente, a Florence.

Pero por ahora, el compromiso más cercano para la familia Evans y su niñera, es la pequeña fiesta de cumpleaños que Jeremy está organizando para su hija. La noche anterior ellos estuvieron en casa, en donde charlaron y cenaron juntos, al parecer las niñas se agradaron y, prometen hacer una buena y adorable amistad.

Para Chris no pudo pasar desapercibida la amabilidad con la que Jeremy y Florence se trataron, y eso le dolió, porque la chica lo estaba tratando de la misma forma que a su amigo. Le hablaba con camaradería, sin llegar a ese sutil coqueteo que previamente hubo entre ellos.

—¿Quieres mucho a Flo, verdad? —le pregunta el actor a su hija cuando ambos se quedan solos, pues la chica ha salido de compras.

—Mucho, papá —responde luego de tomar una cucharada de su helado de limón.

—¿Y te gusta vivir con ella?

—¡Sí! Me enseña muchas cosas y sabe juegos muy divertidos, también Dodger la quiere, ¿verdad? —cuestiona la niña al sabueso que extrañamente realiza un adorable asentimiento con su cabeza —. Él dijo que sí, papi.

—¿Y a mí me quieres, Dodger? —pero justo ahora el canino decide ignorarlo y descansar su cabeza sobre sus patas delanteras.

—¡Dijo que no! —exclama Bella tapando su boca mientras deja escapar una tierna risita.

—Creo que quiere más a Flo que a mí —murmura fingiendo estar herido.

Su hija vuelve a reír pero casi de inmediato su sonrisa se borra.

—¿Tú ya no quieres a Flo, papi? —cuestiona la rubia con su rostro preocupado.

—¿Por qué piensas eso?

—Es que tú ya no juegas con nosotros —le responde encogiéndose de hombros, para luego tomar una cucharada más de su helado.

—Claro que la quiero —admite.

—¿Mucho? —cuestiona con inocencia.

—Cómo no tienes idea —afirma, a pesar de que la niña no entienda el verdadero peso de sus palabras, está siendo completamente sincero respecto a sus sentimientos por la castaña.

—Yo también la quiero mucho, hasta la luna y de regreso —secunda Bella con una gran sonrisa.

Chris no puede esconder su sonrisa, es evidente que Florence ha conquistado el corazón de su pequeña familia. Nunca, desde el fallecimiento de Anne, había pensado en tener algo serio con alguien más, pues siempre Bella en ese sentido fue su prioridad, pero esta chica que cuida a su hija, vino a revolucionar la vida de todos.

Sabe que es arriesgado, pero podría poner todas sus cartas en favor de Florence, pues confía ciegamente en ella y en el cariño sincero que tiene por Bella y Dodger. Chris sabe, también, que su corazón no está equivocado en esta ocasión, y que ese reciente cariño por la niñera es totalmente sincero.

Florence termina de recoger el cabello de Bella en una coleta luego de hacerle unas cuantas trencitas. La pequeña lleva unos shorts verdes y una blusa blanca de olanes con pequeños y tiernos dinosaurios estampados. La niñera prepara la mochila de la niña con algunas cosas básicas, aunque no van a un lugar ajeno y es realmente una casa.

Mientras Bella elige qué tenis utilizará, Florence aprovecha para ir por su chaqueta a su habitación, pero de camino a ella, se topa con el actor que le dedica una tímida sonrisa que la enternece. Ella opta por bajar la mirada y continuar su camino. Chris suelta una suave risa e ingresa a la habitación de su hija.

Florence llega a la puerta de su cuarto y encuentra una rosa roja atorada en la perilla de esta, así que, con mucho cuidado la saca y entra a la habitación.

No puede evitar acercar la flor hacia su nariz para aspirar ese dulce aroma, la admira por algunos segundos antes de colocarla dentro del florero que ha trasladado a la mesa de su habitación y en donde reposan el resto de las rosas que ha recibido por parte de Chris desde hace una semana.

No ha encontrado la forma de detenerlo, pero, tampoco es como si quisiera hacerlo, pues disfruta de este lindo gesto por parte del actor. Le gustan este tipo de detalles que evidencian una bonita intención, más que algo ostentoso.

Chris tampoco ha hecho comentarios al respecto, pero se siente feliz de que ella no rechaza ninguna rosa y prefiere mantener esa actividad hasta que crea prudente dar un siguiente paso.

—¿Estás lista, Flo? Debemos ir por el regalo para Ava —dice Bella tocando la puerta con insistencia.

Esto la saca de sus pensamientos, por lo que se apresura a tomar su chaqueta, así como su bolso y sale de su habitación. De inmediato la pequeña rubia toma su mano y caminan hacia la cochera, en donde Chris las espera.

—Te ves preciosa, Florence —declara el actor sin pensarlo, así que rápidamente baja la mirada esperando algún rechazo por parte de la castaña.

—Gracias, Chris —responde ella con suavidad.

Es cuando el actor vuelve la mirada hacia la niñera, que se percata de que las mejillas de la chica se encuentran sonrojadas. Bella observa todo confundida, pero igual no le presta mucha atención por su emoción de ir a la fiesta.

Los tres suben al auto y toman camino hacia una juguetería, Bella le pide a su padre que las acompañe, y aunque él duda un poco, a final la termina complaciendo, por lo cual, los tres caminan hacia el local.

Cualquier persona que los viera en esa situación, diría que son una adorable familia.

Es claro que Bella termina olvidando su propósito y enloquece con todo lo que hay dentro, así que Chris decide seguirla mientras Florence busca algún regalo. Varios minutos después, la chica lleva un adorable set de arte y Chris sujeta un muñeco de Buzz lightyear, un aro, una pelota, una muñeca y Bella trae en sus manos una figura pequeña del Rayo McQueen.

—¿Todo eso, Bella? —cuestiona Florence sorprendida por todo lo que la niña eligió en tan poco tiempo.

—La muñeca se parecía a ti, esa es tuya —explica mientras hace malabares para tomarla de la mano de Chris —. Mi papi también dice que te pareces a la muñeca.

Florence pasa de una mirada enternecida por el gesto de la niña a una llena de sorpresa por la declaración de Bella, además de que no le ayuda la mirada fija de Chris sobre ella.

El actor se percata de eso y les sugiere ir a pagar, por lo que los tres caminan hacia la caja. Mientras hacen fila, Bella agrega un león de peluche más para la colección de Dodger. Ya que empiezan a cobrarles y la niña sujeta con fuerza la mano de su niñera, pero es entonces cuando Chris se percata de que algunas personas han notado su presencia.

—¿Puedes pagar con tu tarjeta? —le pregunta el ojiazul a Florence al oído —. No puedo firmar, no ahora.

La chica está a punto de preguntar, pero distingue algunas miradas sobre ellos, por lo que rápidamente saca de su bolso la "tarjeta de Bella", como le ha llamado, y carga todo a esa cuenta. El actor sale de la tienda con la pequeña, una vez que Florence recibe las bolsas y le envuelven el regalo de Ava, los alcanza.

Chris carga a su hija con un brazo y con el otro toma la mano de Florence para apresurarla, y hasta cierto modo, para protegerla. Ella se niega a que le ayude con las compras, por lo que Chris, en esta ocasión, no presenta objeción.

Apenas salen, suben a la niña al asiento trasero y para no retrasar más las cosas, Florence se irá con ella. Chris de inmediato pone el auto en marcha apenas su hija tiene colocado el cinturón de seguridad.

—Papi, olvidaste mi helado —recuerda la pequeña con evidente preocupación.

Chris no responde, al contrario, está en total silencio mientras mantiene la vista fija en el camino e intenta regular su respiración. Florence se percata de la situación y se da cuenta que se acercan a un centro comercial cuyo estacionamiento está al exterior y se encuentra casi vacío.

—Detente ahí —le ordena la chica.

Chris no responde pero por suerte le obedece. Apenas se detiene, Florence le dice a Bella que su padre necesita salir un momento y que ella debe esperar, la niña le pide permiso para sacar de su caja a Buzz, a lo que ella accede.

La niñera baja del auto, Chris ya se encuentra afuera, está ligeramente encorvado y con sus manos sobre sus rodillas, él respira con dificultad. Florence le llama en un intento de obtener su atención, pero parece no funcionar, así que se termina colocando frente a él y con mucha fuerza logra que se incorpore.

—Chris, todo está bien —le dice tomando el rostro del rubio entre sus manos —. Chris, Bella está bien, está en el auto. Necesito que te calmes, por favor.

Pero de nuevo el actor no responde. La chica le retira la gorra y acaricia su cabello con suavidad, luego baja esas caricias de nuevo hacia su rostro.

—Necesito que te concentres en lo que voy a decirte, ¿está bien? Bella está perfecta, ella espera en el auto por ti, pero necesito que te calmes —afirma.

—¿Bella? —cuestiona confundido.

—Está en el auto, Chris, necesito que respires y te calmes —vuelve a pedirle, pero en esta ocasión el actor sí la escucha y asiente con la cabeza.

Florence siente los brazos del actor rodear su cintura con fuerza y luego él esconde su rostro en la curva de su cuello. Escucha el profundo suspiro que él emite y lo siente temblar. La chica acaricia su espalda con suavidad, repitiendo a cada momento que Bella se encuentra bien.

Cerca de 5 minutos después Chris se encuentra más tranquilo y empieza a separarse del abrazo de la niñera. Florence aún lo observa con preocupación, pero cuando el actor le dedica una pequeña sonrisa, sabe que está bien.

—¿Te sientes más tranquilo? —le pregunta la chica y no se contiene en acariciar su mejilla.

—Lo estoy, gracias —responde y suelta un nuevo suspiro —. Temí tanto que ella se asustara, que yo terminé siendo el asustado —le confiesa con tristeza.

—No pasó nada, Bella está bien —declara y ve hacia la parte interna del auto —. Sigue luchando por liberar a Buzz.

Chris da una rápida mirada a la pequeña que hace demasiada fuerza para despegar a su juguete de la caja. Sonríe al verla tan inocente y con preocupaciones propias de una niña de su edad.

—¿Seguro que te sientes mejor? No soy una experta manejando, pero no he chocado el auto que me diste — Florence declara con orgullo.

El actor finge dudar, pero al final decide entregarle las llaves del Audi negro. La chica da un pequeño grito de celebración cuando Chris le abre la puerta del conductor para que suba, luego él rodea el auto para subir del lado del copiloto.

—¿Por qué Flo va en tu lugar, papi? —le cuestiona Bella al darse cuenta del cambio.

—Porque Flo quiere conducir —le explica.

—Yo también quiero.

—Cuando seas grande lo harás —responde el ojiazul cuando Florence pone el auto en marcha.

—Pero ya soy grande, Ava tiene 4 y yo tengo 5. Soy grande —insiste.

Pero luego de que Chris se ofrece en ayudarla a "rescatar" a Buzz, Bella olvida su reciente idea y se concentra en animar a su padre para que logre entregarle a su muñeco libre, lo cual es claro que sucede.

Un cuarto de hora después, el precioso Audi negro ingresa al gran terreno de la preciosa casa en LA de Jeremy. La chica se sorprende ante los bonitos modelos que encuentra ahí, así que mientras Chris convence a Bella de bajar sólo a Buzz, ella se permite observar un poco el lugar.

La pequeña corre para tomar la mano de su niñera, por lo que el actor lleva la gran caja de regalo. Él las conduce hacia el interior, en donde de inmediato encuentran a Jeremy, quien los saluda.

—Los niños están jugando allá —dice señalando un sitio donde hay juegos inflables.

—Yo quiero ir, papá. ¡Vamos, Flo! —insiste Bella.

—¡Vamos, Chris! ¡Es una fiesta! ¿Acaso vas a mantener trabajando a esta chica en un lugar así? Hay personas vigilando y me encargué de que todo fuera seguro —afirma Renner.

—Técnicamente es mi trabajo —responde Florence con timidez.

Chris suspira y echa un rápido vistazo a aquella zona, no está muy lejos de donde se encuentran el resto de sus compañeros. Además, sabe que Jeremy es igual o más cuidadoso que él con su hija.

—Yo dejo a Bella, tú acompaña a Jeremy —le pide el actor tomando a su hija de la mano.

La pequeña empieza a dar saltitos de emoción y luego camina con su padre. El anfitrión le hace señas a Florence para que lo siga, por lo que ella se percata que ahí se encuentran los actores que conoció el día de la sesión y algunos más.

Jeremy la presenta como una amiga de Evans, aunque al final hace el comentario de que es también quien cuida a Bella. Todos se comportan muy amables y de inmediato Scarlett la llama para que no se sienta tan tímida entre "tanta testosterona".

Florence no duda en aceptar esa invitación, pero cuando camina hacia ese lado de los asientos, por esquivar a unos niños que pasan corriendo, choca con alguien más que la estabiliza tomándola por los brazos.

—Con cuidado, encanto —escucha que aquella persona le dice con ciertos toques de burla en su voz.

La chica se gira para disculparse, lo que no espera, es encontrarse con unos preciosos ojos azules y una sonrisa coqueta. Todo esto, ante la mirada sorprendida de Chris.

Fue un capítulo bien raro, pero aquí ya pasó algo. ¡Viva el drama! ¡Viva Dodger! 🎉 ¡Viva Bella! 🎉 ¡Viva México! 🎉 ¡Viva México 3 veces! :'v

En fin, espero que les guste y me comenten su opinión.

No sean lectores fantasmas y aunque sea dejen su voto como muestra de que están vivas 💁🏻‍♀️

Gracias por leer ❤️

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