CAPÍTULO LIII

Son 15 días, desde su nacimiento, los que Fiorella pasa en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales. En este tiempo, la coloración amarillenta en su piel desaparece, gana peso, crece y logra por fin alimentarse del pecho de Florence, quien desde que la dieron de alta, pasa casi todo el día ahí, junto a Chris, que ha tomado la responsabilidad de pasar la noche en vela mientras cuida a su pequeña hija.

Sin embargo, cuando por fin les notifican que la darán de alta, la pareja olvida todo signo de cansancio y estalla de felicidad, cosa que también ocurre con el resto de la familia y algunos amigos que se han enterado (gracias a los medios) sobre la estadía de la recién nacida en el hospital.

Florence, por mucho que deseara volcarse en atenciones por su hija, tiene muy presente, que ella también debe cuidarse, y lo hace sin chistar, por la simple motivación de mejorar rápidamente para ocuparse de ambas niñas. Empezando con Bella, quien cuando la vio llegar del brazo de Scott, se sorprendió al notar el cambio en su cuerpo y rostro, porque aunque intentó verse presentable, la rubia es muy observadora y no pudo ignorarlo.

Otra cosa que sucedió con Bella, fue que se tomó muy en serio la petición de su padre por cuidar a su mami, por lo que la niña se había vuelto su pequeña cuidadora, permaneciendo todo el tiempo que estaban juntas, al lado de Florence. Le acercaba algunas cosas y le daba atenciones, como peinar su cabello luego de la ducha o elegir su pijama, responsabilidad que Bella tomaba muy en serio.

Chris, por su parte, pasó cada una de las 15 noches en el hospital, yéndose a dormir muy temprano, cuando alguno de sus hermanos o su madre, lo sustituyen hasta que Florence llegaba, un par de horas después, pues se preocupaban por darle buenas horas de sueño.

Ese era el momento en que la pareja se encontraba, pues Chris llegaba directo a tomar un baño y a meterse a la cama, hasta la hora de la comida. Cuando Florence abría los ojos, su esposo se encontraba durmiendo literalmente como caía y apenas si se movía, así que simplemente besaba su frente o espalda, y salía cuidadosamente de la cama.

Pero justo hoy, era el gran día de volver a casa, bueno, tarde, pues entre el papeleo y las miles de indicaciones que la pareja recibió, tuvieron que comer en la cafetería del hospital, para luego volver y esperar los últimos momentos.

Florence se encuentra con la cabeza ligeramente recargada sobre el hombro de Chris, pues aunque el proceso de cicatrización va perfecto, aún hay cierta molestia al estirarse. El actor tiene su mano entre las suyas, ambos no pueden apartar la mirada del gran ventanal.

—¿Tienes sueño? No dormiste mucho esta mañana —le recuerda ella.

—No, en realidad, me siento bien. Estoy demasiado emocionado que no existe ni un ápice de cansancio en mi cuerpo —declara con efusividad —, ¿cómo te sientes tú?

—Bien, estoy muy feliz de saber que esta tarde iremos los tres a casa, con la otra parte de nuestra pequeña familia —afirma evidenciando su emoción, logrando que su esposo sonría de la misma forma.

—Pero tú, ¿cómo te sientes? ¿Te duele algo? ¿Quieres estirar un poco las piernas o caminar en el pasillo? ¿Deseas beber algo? —insiste mientras gira su cuerpo para observarla.

Florence niega suavemente con su cabeza mientras lo mira a los ojos y él no puede evitar admirar su belleza, que parece haberse incrementado desde que dio a luz hace más de dos semanas. Hay un brillo muy especial en sus preciosos ojos azules, hay más felicidad y, si aún es posible, hay más amor.

Chris no se contiene y acerca su rostro al de ella para darle un tierno y corto beso en los labios. Ella le sonríe apenas se separan y acaricia su rostro totalmente libre de barba. Florence toca sus mejillas y luego delinea sus labios, finalizando con un suave "golpe" a la punta de su nariz, logrando que Chris suelte una suave risa.

Es entonces cuando la puerta se abre y les piden que pasen. El actor entrelaza su brazo con el de su esposa y juntos caminan hacia ese sitio.

A pesar de que compraron la talla para recién nacido y Shana encontró un traje aún más pequeño, a Fiorella le sigue quedando muy grande su ropa y el gorrito se resbala hacia su carita. Ella está dormida y se encuentra en brazos de una enfermera, quien se la entrega a Florence.

Ella no puede evitar soltar unas cuantas lágrimas al tener a su hija de esa forma, sabiendo que ya no deberá devolverla y que ahora volverán juntos a casa. Chris empieza a agradecerle a todo el personal, uno por uno, expresando su gratitud por todas las atenciones y el cariño que tuvieron por su hija, quien logró robarle el corazón a muchos de ahí.

Florence hace lo mismo, luego de pasarle su hija a Chris, quien sigue maravillado con lo preciosa que es. Ella repite agradecimientos similares a los de su esposo, pues ambos se encuentran demasiado satisfechos por las atenciones.

Luego de esto y de que Florence alimente de nuevo a Fiore, por fin, se van del hospital.

Acomodan a Fiore en su portabebé que tiene todas las medidas de seguridad habidas y por haber, además de que Florence opta por ir con ella en el asiento de atrás. Chris le sonríe a su esposa por el retrovisor y esta le devuelve el gesto, luego le da una rápida mirada a su hija, que duerme profundamente y arranca.

El regreso a casa es completamente diferente, además de que es amenizado por la voz de Florence, quien le va tarareando algunas canciones de cuna para su hija, ya que abre momentáneamente sus ojitos, parece echar un vistazo a su entorno y luego de nuevo quedar rendida.

Una vez llegan a casa, Chris ayuda a Florence a bajar y después toma a su hija en brazos, dejando el resto de las pertenencias ahí, ya luego las bajará. Les llaman la atención unas letras colocadas casi frente a la puerta, pero en la zona del jardín, no las habían notado hasta que bajaron del auto. Es el nombre de la bebé que Chris lleva en brazos y ese pequeño detalle los emociona más.

Cuando por fin abren la puerta del departamento, se encuentran con la adorable y graciosa escena de la familia del actor gritando "en silencio", pues temían despertar a la bebé. Sin embargo, al parecer no le avisaron a Dodger, que ladra un par de veces al darse cuenta de la personita que Chris lleva en sus brazos.

Bella corre hacia Florence y la abraza con mucha delicadeza, sabe que si usa mucha fuerza, puede lastimarla. Justo en ese momento y gracias a un par de ladridos más de Dodger, la bebé despierta soltando, ahora sí, un fuerte y potente llanto.

Florence se acomoda en el sillón, siendo apoyada por Carly para adecuar el lugar, Bella le observa curiosa, pues quiere conocer bien a la bebé, que justo ahora se ha calmado luego de las palabras amorosas que su padre le dedica.

—¿Quieres sentarte aquí, cariño? —le pide Florence a la rubia quien observa a su padre moverse suavemente con la bebé en brazos.

—Ya la quiero ver —balbucea hipnotizada la pequeña.

Chris sonríe emocionado y se da cuenta de cómo su esposa y Carly, acomodan a Bella en una posición cómoda, además de que le colocan una gran almohada que Scott ha traído de una de las habitaciones. La niña da un gritito de emoción cuando su padre pone a la bebé sobre la almohada.

—Es muy pequeñita —susurra la rubia con una risa nerviosa —, y mira su carita.

Bella ríe un poco más, completamente fascinada por la pequeña entre sus brazos. Nunca había "cargado" ni conocido a un bebé tan pequeño, y su emoción es más, sabiendo que es su hermanita.

—¿Cómo se llama? —cuestiona tocando con la punta de su dedo el rostro de la bebé y siguiendo, para sorpresa de sus padres, el mismo patrón de caricias que Florence hizo hace casi una hora en el rostro del actor.

Chris se acerca a su esposa y besa su frente, para luego sentarse al otro lado de Bella. El resto de la familia y Dodger, les observa desde el sillón de enfrente. A Scott le causa gracia la pregunta de su sobrina, pero justo ahí recuerda que apenas está empezando a leer y aunque reconoce todas las letras, aún no es una experta leyendo sin apoyo.

—Fiorella —murmura Florence acariciando el cabello de la niña.

—Fiorella, Isabella, ¡es casi igual! Suena muy bonito —afirma riendo con emoción —, ¿por qué se llama así?

—Bueno, quisimos que tuviera un nombre similar al de las chicas Evans, además, el significado de Fiorella es perfecto para esta pequeña princesa —declara el actor sin poder apartar la vista de sus chicas.

—¿Qué significa? —pregunta.

—Flor pequeña o florecita —responde Florence llena de emoción.

—Mami Flo y bebé Florecita —concluye Bella y sonríe —, me gusta, ¿Puedo decirle Florecita?

—Claro, princesa. Aunque mami le llama Fiore —declara el actor.

—Pero está chiquita, es una florecita pequeñita pequeñita —murmura seguido de una risa, cuando el gorrito baja y cubre el rostro de su hermana.

La risa de Bella, provoca que Fiore haga algunos gestos con su rostro, concluyendo con uno que asemeja una sonrisa. La rubia no puede estar más que emocionada por ver "sonreír" a su hermana y que ella haya sido la causante.

—¿Te acuerdas de mi Florecita? Te contaba cuentos cuando estabas en la pancita de mami, ya me se otros cuentos, mi maestra nos enseñó unos nuevos, también sé una canción —le empieza a contar —. Oh, el otro día me dieron muchas estrellas porque puse mucha atención en un cuento y respondí todo, ¿quieres que te cuente la historia? Prometo que no te haré preguntas, además, aún no sabes hablar, eres pequeñita.

—Creo que a ella le gustará escuchar esa historia, cariño —murmura Florence.

Como lo ha prometido, Bella cuenta al menos tres cuentos que sabe, a pesar de que Fiore se ha quedado dormida a mitad del primero.

Dodger se acerca de forma sigilosa y husmea, primero en la sabana que Chris dejó en el sillón, luego observa a su dueño que le hace señas para que guarde silencio. El canino también huele la ropa del ojiazul y luego la cobijita que cae por las piernas de Bella, concluyendo en concentrar su atención en la bebé que duerme ahora en los brazos de Florence, pues la pequeña rubia se ha cansado de sostenerla en sus piernas, además de que tiene mayor movilidad para narrar bien su cuento.

—Ella es mi hermanita, Dodger. Es la bebé chiquita que te dije, recuerda que prometiste que no vas a ladrar muy fuerte porque se va a espantar —le recuerda la niña mientras acaricia el pie de la bebé.

El sabueso gira su cabeza intentando entender las palabras de la niña, para luego oler ese pie cubierto por la misma ropa, aunque es evidente que el traje le queda enorme. Dodger suspira y acuesta su cabeza sobre las piernas de Bella, para poder observar a ambas niñas a la perfección.

—Creo que le gusta —susurra la pequeña rubia.

—Él sabe que debe cuidar a ambas —le responde su padre.

[...]

Florence alimenta a Fiore antes de la cena y aunque Chris está a punto de tomarla para sacarle el aire y hacerla dormir, Lisa se adelanta a él y es ella quien se hace cargo de su nueva nieta.

Scott y Shana han preparado una deliciosa cena, por lo que todos toman su respectivo lugar. Bella no pierde tiempo y se acomoda al lado de Florence, quien la procura doblando las mangas de su blusa y acomodando su cabello, consintiendo a la niña que disfruta de esta atención. Chris se sienta al otro lado, pidiéndole que le cuente lo que ha pasado en todo su día y obteniendo una respuesta muy emocionante de su hija.

Le dedican, al menos durante toda la cena, su atención a la rubia, quien sólo deja de hablar cuando tiene comida en la boca, pues tiene demasiado que contar. Está muy emocionada por tener a sus padres en casa y ahora a su pequeña hermana.

Cuando llega la hora de ir a la cama, Chris y Florence acompañan a Bella, mientras Fiorella se encuentra hipnotizada por la voz de Scott que se ha puesto a contarle cosas sin sentido, pero que parece tener toda la atención de la bebé de 15 días.

—¿Mañana seguirán aquí? —les pregunta Bella mientras se mete a la cama, luego de colocarse su pijama.

—Ya no saldremos más, corazón —responde Florence arropándola.

—¿También seguirá aquí la bebé Florecita? —de nuevo insiste.

—Ella estará aquí, con nosotros, porque somos su familia —agrega el actor.

—Parecía un pecesito en esa cajita, toda chiquita y solita, ¿por qué la pusieron ahí?

Chris intercambia una mirada con Florence, quien se encoge de hombros y luego toma su mano.

—Ella será un poco más pequeñita que el resto de los bebés, porque nació un poquito antes de tiempo —declara la rubia con ternura —, por eso, aún no estaba totalmente lista para salir al mundo y debieron meterla en esa cajita para que terminara de prepararse.

—Parece un bebé de juguete —susurra sonriendo —. Pero no sabe dar besitos.

—Aún no, cielo, está muy chiquita, pero estoy seguro que si le enseñas, ella va a aprender —le dice el actor.

Bella sonríe y espera a que su padre lea el cuento que ella ha elegido, Florence se dedica a acariciar su cabello, hasta que por fin se queda dormida.

Cuando salen de la habitación de la niña, Florence se detiene, logrando que Chris la observe confundido, pero ella le responde con una tímida sonrisa y le extiende su mano. Parecen comunicarse con las miradas, así que él simplemente camina hacia ella y rodea su cuerpo con sus brazos, transmitiendo todo su amor y calidez en ese gesto.

—Necesitaba esto —declara ella escondiendo su rostro en el pecho del actor —, necesitaba este momento sólo contigo —murmura.

—Estamos en casa, cielo, con nuestras niñas —agrega besando la frente de su esposa en repetidas ocasiones —, ahora estamos realmente juntos.

Los brazos de Florence que rodeaban su cintura, escalan un poco más para acariciar su amplia espalda, disfrutando de esa suavidad de su cuerpo. Chris, por su parte, acaricia la espalda y el cabello de su esposa, sin dejar de repartir besos en el rostro de la chica y concluyendo con un largo beso en sus labios que es interrumpido por un fuerte llanto proveniente de la sala.

—De vuelta a la realidad —susurra Florence cuando Chris separa sus labios de los de ella.

—Nuestra preciosa realidad —concluye el ojiazul.

ADGCFJJRHRJG❤️
Bella por fin conoció a su hermana, y Dodger también, aunque probablemente esté un poco tímido 🤭

Espero que les haya gustado el capítulo. Muchas gracias por leer 🥰

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