IV

CAPÍTULO IV

Muy temprano por la mañana, Chris hace una inspección general por la casa y levanta a su pequeña hija un poco antes de lo usual, para que tome un baño y se prepare para estar presentable ante la primera candidata. Lisa, Scott y Shana llegan casi sincronizados, pues quieren estar presentes en esto, al menos Lisa sí tiene una buena intención, pues sus hijos menores van a con todo el interés de ver el caos que se haga.

—Hoy vendrá la primera niñera, quiero que seas amable y respetuosa, si algo no te gusta, puedes hablarlo conmigo en secreto, ¿está bien? —le explica Chris a la pequeña Bella.

—Sí, papi —responde con una sonrisa mientras asiente con la cabeza.

Lunes: Niñera #1

Cuando aquella despampanante mujer baja de tan elegante y bonito auto rojo, Scott y Shana no pueden evitar emitir un silbido de asombro. Es realmente hermosa y parece que su ropa es un tanto incómoda para seguirle el trote a una niña de 5 años, pero quizá es su estilo y ella puede manejarlo.

—¿Ella quién es? —cuestiona Lisa antes de que el timbre suene.

—Sarah, de la agencia que Megan consultó —responde Chris mientras revisa su teléfono.

En ese mismo momento llama a la puerta y Chris se apresura a abrir con Bella detrás de sus piernas, de inmediato la chica le saluda con coquetería al darse cuenta de su identidad. El actor no le es indiferente, en otras circunstancias la historia sería otra, pero justo ahora busca niñera para su hija y debe mantenerse serio.

Todo va bien las primeras dos horas, charlan un poco con Sarah y ella parece saber demasiado del trato con los niños, sin embargo, cuando llaman a Bella, ella no responde. De inmediato todos empiezan a buscarla, pero es Scott quien la encuentra 5 minutos después escondida en el armario de toallas, la niña ha hecho una camita con las mismas.

El menor de los chicos Evans se mete con ella al armario y se sienta a su lado, Bella le hace señas para que guarde silencio y luego empiezan a platicar.

—¿Qué hacemos aquí? —le pregunta Scott en un volumen de voz apenas perceptible.

—Ella no me agrada —susurra Bella de la misma forma.

—¿Por qué, pulga? —vuelve a cuestionar, utilizando el apodo que su padre, Bob, le ha puesto de cariño.

—Creo que también quiere a mi papi, y no la quiero —responde con simpleza mientras se encoge de hombros —. Y me dijo que mi playera de Mickey es de niño, y no es de niño, porque yo la estoy usando, y yo soy una niña —dice señalando su camiseta, que claramente es del departamento de niños.

Es una de las prendas que Ethan ha dejado por su rápido crecimiento y que pasó a manos de la pequeña una vez que manchó su ropa y Carly se la obsequió.

—Tienes razón, no puede decir eso de tu ropa —afirma con demasiado orgullo.

—Además su juego no me gustó —murmura y se cruza de brazos —. Me preguntó si mi papi tenía novia, y no me quiso explicar qué era una novia.

—¡Uy, no! ¡Siguiente! —exclama.

Lisa escucha toda la conversación, pues antes de iniciarla, Scott le hizo una llamada en secreto. Primera candidata fuera, no sin antes dejarle su número personal a Chris, en caso de que sea necesario.

Martes: Niñera #2


La segunda chica de la agencia que recomendó Megan no está disponible, pues se ha comprometido con otra familia para cuidar a sus hijos. Por lo que piden una prórroga para enviar a alguien más el viernes, así que citan a una de las chicas que conocieron en la entrevista, Zoe.

Todo va bien, la chica es agradable y está muy preparada, congenia de inmediato con Bella. Preparan algo para merendar juntas y se divierten mucho jugando, todo va bien hasta que empieza a terminar el día.

—¡Mira, Zoe! ¡Este es mi perro Dodger! Bueno, también es de mi papá —menciona Bella mientras le muestra una foto que tiene con el sabueso.

—No me gustan los perros, pequeña. Son sucios y agresivos.

¡Siguiente!

Miércoles: Niñera #3

—¡Oh por Dios! ¡Trabajaré para Chris Evans! ¡Qué emoción! —y diciendo esto, la chica toma una rápida foto con su teléfono.

¡Siguiente!

Jueves: Niñera #4


La última persona que conocieron en las entrevistas llega, ella fue elegida por Lisa, quien tuvo oportunidad de hablar con ella aquel día. Tiene un curriculum impresionante y mucha experiencia con los niños, es muy seria y al mismo tiempo, agradable.

—Creo que ella será perfecta —les dice la madre de todos los presentes.

Rachel se presenta con demasiada educación, luego se dirige hacia la pequeña Bella con quien se presenta. De inmediato la invita a jugar, a lo que la niña accede. Conforme pasa el día, empieza a marcar las reglas con Bella, haciendo que la obedezca y mejore sus modales, que aunque no son malos, hay que pulirlos un poco.

Parte de la familia Evans observan esto complacidos, parece que esta es la niñera adecuada, pues tiene todo lo que ellos buscaban en una. Les sorprende cuando lleva a Bella a acostarse bajo la atenta mirada de Shana que queda más que conforme.

—Fue perfecto todo —afirma Lisa cuando Rachel vuelve acompañada de su hija —. La forma en que trataste a Bella, con respeto y autoridad, pero sin llegar a verte como malvada,me encantó.

—Por mi está bien la forma en que trabajó con ella —declara Chris con sinceridad.

—Muchas gracias, señor Evans.

—Estoy más que complacido y realmente me gustaría contratarla. Espero que pueda empezar a convivir con Bella antes de viajar a Los Ángeles —continúa diciendo el actor.

—¿Los Ángeles?

—Sí, ahí es donde paso la mayor parte del tiempo. Lo decía en los requerimientos —murmura el actor.

—Yo no viajo, señor Evans. Mi residencia es en Boston, es aquí donde puedo cuidar a su hija sin problemas. Me atreví a venir porque pensé que cambiarían de opinión y decantarían por una vida un poco menos ajetreada —explica. 

—¿No hay forma de que haga una excepción? —le pregunta Shana 

—No, no la hay.

Sin más, Rachel se despide y se marcha.

¡Siguiente!

Viernes: Niñera #5


—Esta es la última opción —dice Chris luego de revisar su teléfono —. Pero me acaba de informar que viene un poco retrasada por la tormenta.

—Supongo que tendremos que esperar un poco por ella —afirma Shana.

—¿Por qué no va a volver Rachel? Sus panqueques saben mejor que los de mi papi —pregunta Bella que juega con Scott.

—Rachel no puede viajar con ustedes, pulga —le cuenta su tío.

—Oh. Está bien —murmura sin realmente entender mucho de esa problemática.

Pasa poco más de una hora hasta que Scott suelta una sonora carcajada, seguido de él, la que ríe es Bella. De inmediato la familia se apresura hacia la ventana que da a la calle y observan como el viento voltea y zangolotea el paraguas de una chica. Justo en ese momento, el teléfono de Scott suena anunciando que Carly le llama, sin embargo, lo ignora por seguir riendo de aquella chica.

—Pobre mujer —exclama Lisa con pena.

—Creo que viene para acá —murmura Shana y luego de pensarlo unos segundos, todo encaja en su cabeza —. ¡Es la niñera!

De inmediato Chris y Scott corren hacia la puerta, alcanzan a ver a la joven correr hacia ellos mientras intenta meter sus papeles dentro del mini impermeable que la cubre.

—Vengo por lo del trabajo de niñera —murmura con la voz completamente acelerada, una clara evidencia de que probablemente corrió un buen tramo.

—¡Estás empapada, pasa! —exclama Lisa —. Bella, ve por una toalla limpia, por favor.

La pequeña asiente y corre hacia el armario de donde toma una de color oscuro. La chica deja los vestigios de lo que alguna vez fue un bonito paraguas de colores por fuera de la casa, luego ingresa y se queda en el recibidor mientras su cabello y chaqueta escurren.

—Gracias, pequeña —responde cuando Bella le acerca la toalla, la niña se aleja un poco sin dejar de mirarla.

La chica deja sus papeles en la mesa del recibidor, de inmediato se quita el impermeable tamaño infantil que la cubría y luego su chaqueta empapada, como puede, se cubre con la toalla para empezar a escurrir su cabello.

—¡Ay, qué tonta! —exclama al darse cuenta de que no se ha presentado —. Lo lamento tanto. Soy Florence Jones, un placer —se dispone a saludar a cada uno de la mano, sin saltarse a la pequeña.

—Soy Chris, ella es mi madre Lisa; Shanna y Scott, mis hermanos; y esta pequeña es Isabella, mi hija —dice el actor con educación.

—Un placer conocerlos a todos, lamento estas fachas, pero mi auto se descompuso media milla atrás y de por sí ya venía retrasada, así que tuve que correr —la chica se disculpa apenada.

—No te preocupes, suele pasar —dice Scott y luego una sonrisa se le escapa —. Lo que no me explico es, ¿por qué estabas usando un impermeable infantil?

—Suelo traer uno en mi auto, por si acaso. Sabía que mi paraguas no iba a sobrevivir y debía cubrirme de alguna forma, o al menos los papeles —afirma y los empieza a revisar —. ¡Ay no! Se mojaron algunos. De verdad, estoy muy apenada por esto.

—No es problema, van a secarse —le dice Chris.

—¿Tu paraguas era para llegar al mero estilo de Mary Poppins? —de nuevo Scott pregunta, le está tomando demasiado humor a la situación.

—Eso hubiera sido una entrada perfecta, ¿o no? Pero para mi mala suerte, no hubo un viento otoñal, sino una lluvia torrencial —declara, causando que la familia sonría ante su ocurrencia que casualmente ha quedado en verso.

Unos minutos después, ya con el cabello más seco y cubierta solo por su fino suéter que por suerte está seco, empiezan a charlar con ella en la sala principal. Bella se sienta en las piernas de su padre para escuchar todo.

—Y bien, Florence, aquí dice que eres profesora de preescolar, ¿por qué trabajar como niñera? —le pregunta Lisa luego de leer parte del currículum todavía húmedo de la chica.

—No encuentro trabajo y realmente lo necesito, las cuentas no se pagan solas. Me gusta trabajar con niños, y aunque sea de niñera, intento aplicar mis conocimientos y deseo no perder ese contacto —responde con una pequeña sonrisa.

—¿Leíste todos los requisitos? ¿Estás dispuesta a viajar y cambiar de residencia? —cuestiona rápidamente el actor —. Aún no tienes el trabajo, pero deseo saberlo, antes de que continuemos con esto.

—Nada me ata, así que sí —afirma la chica —. Nunca he volado, pero siempre hay una primera vez, ¿no?

—Bien, supongo que tienes razón —menciona el actor dedicándole una pequeña sonrisa —. Pero, ¿no le tienes miedo a las alturas o sí?

—No realmente —de inmediato responde.

Luego de esto, dejan que Bella la invite a jugar, por lo que se van seguidas de Shana, quien las vigilará a lo lejos. La joven no puede ocultar su sorpresa ante el impresionante y bien surtido cuarto de juegos de la niña, pues hay juguetes para todos los gustos.

—Señorita Flro-Fro-Floures —dice Bella intentado pronunciar su nombre.

—Es Florence, pero puedes decirme Flo —afirma sonriendo.

—Mi papá dijo que me llamo Isabella, pero a mi no me gusta que me llame así, mejor Bella, como la princesa.

—Me gusta Bella, es un lindo nombre —declara y la niña asiente llena de orgullo —. Bien Bella, ¿a qué quieres jugar?

—Podemos tomar el té y jugar a que somos princesas, ¡yo quiero ser Bella!

De inmediato la pequeña niña corre hacia un cofre, de ahí obtiene una corona y un vestido que intenta ponerse encima de su ropa, aunque al final recibe ayuda de la chica.

—¿Y yo? ¿Qué princesa sugieres que sea?

Bella lleva su manita hacia su rostro y con su pequeño dedo índice golpea su barbilla, en una clara señal de que está pensando mientras camina alrededor de la niñera postulante.

—Pareces otra Bella, por el color de tu cabello, pero yo soy Bella. Deberías ser... ¡Cenicienta!

De inmediato buscan el vestido de dicha princesa, aunque es evidente que Florence no entrará en él, pero este no es impedimento para la chica, pues lo sujeta a su cuerpo atando algunos listones y luego Bella le coloca su corona.

Las chicas pasan al menos una hora jugando, Shana se limita a observarlas y de vez en cuando, emitir algún comentario a las invenciones de su sobrina. Florence no tiene ninguna objeción en seguir el juego de la niña, y al final, comienza a peinarla a petición de la misma pequeña.

En la parte baja, el resto de la familia disfruta de un programa en televisión, en ese momento, Chris recibe una llamada y se aleja hacia su estudio para responder.

—Que raro, tengo 3 llamadas perdidas de Carly —le dice Scott a su madre una vez que se quedan solos.

Ella se levanta del sillón y va hacia la cómoda en donde ha dejado el suyo.

—Yo tengo 4, ¿Sabes qué? Le voy a marcar, debe ser muy importante.

Mientras Lisa contacta a su hija, Chris ya se encuentra hablando y está con el corazón desbocado.

—¿Cómo que la niñera no va a llegar? ¡Si ella ya está aquí! —exclama muy nervioso.

—Es imposible, señor Evans, la niñera iba a viajar desde Nueva York hasta Boston, pero el vuelo fue cancelado por la terrible tormenta —le responde la señorita de la compañía.

—¡No puede ser! La señorita Florence Jones está en mi casa conviviendo con mi hija —reclama, ahora está aterrado.

—Según el sistema, no tenemos a nadie registrada en nuestra base de datos con ese nombre —afirma la chica.

Chris de inmediato lanza el teléfono a la mesa y sale corriendo en dirección al cuarto de juegos de su hija. Nunca había sentido tanto miedo, probablemente se encuentre pálido por el susto.

—¡Chris, debo decirte algo! —exclama su madre cuando lo ve salir tan molesto —. ¡Chris! —le grita.

—Es una maldita impostora —murmura entre dientes cuando pasa en medio de la sala.

Scott que ya ha escuchado el mensaje que su madre recibió de su hermana mayor, entiende la situación y sale corriendo detrás del ojiazul.

El actor pasa a Shana de largo y encuentra a Florence atando el último mechón de cabello de su hija formando un bonito peinado lleno de trencitas.

—Ahora mismo me dices quién diablos eres —espeta con molestia —. ¡Y aléjate de mi hija!

Bella se gira hacia su padre, nunca lo había escuchado tan enojado. Florence, en cambio, le observa un tanto asustada y llena de preocupación.

—No entiendo, señor Evans.

—Que eres una impostora —grita y toma a la pequeña asustada entre sus brazos, alejándola de Florence.

—Señor yo...

—¡Ya vine a evitar la tragedia! —exclama Scott entrando al cuarto de juegos seguido de su madre y Shana, quien está igual de confundida. Se coloca en medio de Chris y la castaña —. Florence fue enviada por Carly, probablemente si alguno de nosotros hubiera respondido a sus llamadas, lo sabríamos desde hace horas —afirma el actor.

—¿Carly que tiene que ver con esto? Yo esperaba una niñera de la agencia —reclama Chris, sin soltar a su hija.

—Carly envió a esta chica porque al parecer trabajaron un tiempo juntas, la conoce y cree que es la persona más adecuada para el puesto —secunda Lisa —. Acabo de hablar con ella.

Florence, que poco a poco ha salido de su sorpresa, aclara su voz para captar la atención de todos.

—Lamento mucho la confusión, Carly me dijo que hablaría con usted muy temprano, señor Evans. Yo trabajé hace un año supliendo a una maestra en la misma escuela que su hermana, ella sabe que estoy desempleada y anoche me informó del trabajo, me citó aquí a las 9:00 am, pero como lo pudo notar, la lluvia me jugó mal, llegué varias horas tarde y terminé empapada. Lamento la situación.

Chris suelta el aire que ha contenido. Por un momento, cuando la chica de la agencia le dijo que Florence no era aquella niñera, temió por su hija. Pero justo ahora, se siente realmente apenado con la joven y con Bella que lo observa aún asustada.

—No pasa nada, princesa —dice Chris y besa la frente de su hija, en un intento de tranquilizarla.

—¿Ella debe irse? —le pregunta con un pucherito, pues es lo que menos desea.

—No si acepta mis disculpas, soy yo quien está verdaderamente apenado por mi comportamiento —murmura mirando a la chica —. Quiero pedirle perdón por gritarle y llamarla impostora. Realmente lo siento mucho.

—Lo entiendo, señor Evans. Es comprensible que usted temiera por la seguridad de su hija. También fue mi culpa por confiar en la memoria de pez de Carly —declara y todos ríen un poco más relajados.

Florence realiza un tierno gesto y luego sonríe a medias, sigue apenada y un tanto sorprendida por aquella escena. Luego extiende su mano hacia Chris para que él la tome.

—Ahora hagamos las paces, señor Evans —dice moviendo con firmeza su mano estrechada con la del ojiazul.

Chris la imita ante la mirada curiosa de su hija, que observa todo asombrada. Su padre le había enseñado a pedir perdón, pero nunca había visto algo así.

—Dígame Chris, por favor. Lamento haber interrumpido su hora del té —dice y le da una rápida mirada al vestido sobrepuesto de la chica mientras baja a su hija de sus brazos.

—Ya no era hora del té, papá, ahora es el salón de belleza, pero igual te perdono. Hagamos las paces —afirma y extiende su manita hacia su padre que de inmediato la toma —. ¿Ya viste mi peinado? Flo lo hizo.

—¿Flo? —cuestiona asombrado por la confianza de su hija y la chica vuelve a sonreír.

—Florence es un poco difícil para algunos niños, así que prefiero que me llamen Flo —explica la chica.

—Bueno, en media hora vamos a comer —avisa Lisa y regresa al salón principal en compañía de todos, incluyendo a Chris, que les da una última mirada a las chicas que retornan a su juego.

¡Habemus nueva bebé!

Les presento a Florence Jones ❤️ No había pensado en ponerle rostro, pero necesitaba unos gifs para darle más realismo y siento que Melissa Bernoist es muy parecida a lo que tengo en mente, al igual que sus gestos. Sigo emocionada 😊

Aclaración: Melissa es en versión castaña, aunque a veces ponga gifs donde salga rubia 🤭🙈

Ando inspirada y este capítulo más largo de lo usual lo demuestra 😅

Muchas gracias por leer ❤️

P. D. Gracias por los 200 votos 🥺🥰

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