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—Sabes que eres muy listo mi amor. —Le sonríe Luna. —Yo creo que tienes mucha razón.

—Yo sé todo y soy el mejor. —Presume él tocando su papel de chico fresa.

—Te amo tanto. —Ríe la mexicana antes de darle un beso en la mejilla.

—Yo también te amo.

Se abrazan y ponen el próximo capítulo.

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En un banco frente al mar, Simón y Luna acaban de besarse.

Simón : Perdón, perdón.

Luna : No, no...

Simón : Lo siento, perdón.

Luna : No, perdóname a mí yo... yo... yo... me... No lo sé.

—Son un par de nerviosos. —Se burla el italiano en broma.

Simón : Bueno, ¿qué me ibas a decir?

Luna : No, no. Tú primero.

Simón : Que no pude evitar darte un beso.

—Yo tampoco. —Dice el castaño antes de robarle un beso a la castaña. —Tampoco pude evitar darte un beso.

La menor sonríe y lo abraza.

Luna : (muy nerviosa) Eh si, si.

Simón : Si, si porque...

Luna : Simón, es que eres mi mejor amigo. Además tu acabas de terminar con Daniela.

Simón : Bueno Luna, escúchame ¿okey? Yo nunca estuve enamorado de Daniela porque no puedes estar enamorado de una persona que ni siquiera conoces. Y además me di cuenta de algo. Luna, tú siempre estuviste cerca de mí.

Luna : Para mí tú eres muy importante Simón.

Simón : (ríe) Perdón si no fue el momento o no fue el lugar.

Luna : No, está bien. No.. o sea... que... si.. o sea que...

Simón : Luna, habla por favor.

Luna : Es no sé qué decirte.

Simón : Okey, yo sé que decirte. Me encantas, me encantas, me encanta y te lo tenía que decir. Perdón pero es que no había tenido la fuerza ni se había dado el momento. (Luna se ríe) Luna... No te ríes por favor Luna. Mira, me pusiste temblando.

—Bájale la intensidad hermano. Es mía. —Comenta el mayor con celos.

—No soy un objeto pero soy toda tuya mi amor. —Le susurra la ojiverde al oído.

Luna : (sigue riendo) Perdón perdón.

Simón : ¿De qué te ríes?

Luna : Simón, Simón es que... es que siento bien raro besar a mi mejor amigo. ¿Tú no?

—Es muy raro. —Agrega Luna.

Simón : Si pero hace tiempo que dejé de verte como amiga.

Luna : (lo abraza) Simón, mira. Te voy a ser muy sincera.

Simón : Por favor.

Luna : Tengo mucho miedo. Mira, tú eres mi mejor amigo ¿y si nos peleamos? Porque va a pasar. ¿Tú crees que podamos ser amigos como antes?

—Eso que dijiste confirma aún más mi teoría. —Señala el ojimiel.

Simón : Luna, entiendo tus miedos ¿okey? Porque a mí me pasa lo mismo. Pero yo te propongo que pongamos el todo por el todo. Luna, te prometo que siempre voy a estar cerca de ti. Te lo prometo. Bueno, te invito un ratito a Cancún.

Luna : ¿Qué? Si, si, ahorita tomamos el barco mira. ¡Barco! (hace una señal)

Simón : (hace una señal) No, no vengas, no vengas.

Luna : ¿Cómo nos vamos a ir?

Simón : Okey, escúchame. Te tengo un plan perfecto.

Luna : A ver.

Simón : Hay unos tacos que acaban de abrir en esta costa que están increíbles.

—El mejor plan del mundo mundial. —Comenta la mexicana. —Amo los taquitos.

Luna : ¿Es neta?

Simón : Es neta.

Luna : Bueno, no le puedo decir no a unos taquitos. ¿Vamos? Es el mejor plan del mundo mundial. (choca la mano con él)

Simón : Pero antes quiero decirte algo.

Luna : Ya, vámonos.

Simón : No, no, no. Escúchame Luna. El último que llegue paga los tacos. (sale corriendo)

Luna : ¡No! No, no ¡Simón! ¡No!

Luna sale corriendo detrás de él y ríe.

—Es un maldito tramposo. —Se queja la castaña y Matteo se ríe.

***

Al Jam&Roller, Simón lleva a Luna sobre su espalda.

Luna : Te juro que comí muchísimo ya.

Simón : Si yo los acabé todos.

Luna : Si pero a mí no me gustaron.

Nicolás : ¿Cómo están los mejores amigos del Roller?

—Se convirtieron en novios. —Comenta el italiano rodando los ojos.

Simón y Luna se miran.

Pedro : ¿Y se enteraron de las últimas noticias?

Luna : No, no. ¿Qué?

Pedro : Es sobre el Open. Se va a hacer otra vez de chicas por un lado y chicos por otro.

Simón : ¡No! ¿Qué? (finge desmayarse)

—El guitarrista estaba encantando de cantar conmigo.

—Tanto como tú con él. —Replica la menor riendo para molestarlo y el castaño pellizca su nariz.

Luna : (ríen) ¡Simón! Oye pero ¿por qué o qué?

Nicolás : Si, esta vez cada grupo tiene que componer una canción. Y yo estuve pensando, no sé qué pensan ustedes pero pensé que podíamos usar la música que le presentamos al productor de cine.

Simón : No, no porque esa la utilizamos muchas veces.

Pedro : Si para mí también. Después de lo que pasó creo que no.

Nicolás : ¿Pero no la vamos a usar nunca más?

Simón : Lo que estaba pensando es dársela a alguien que quería ponerle una buena letra y aparte una energía única.

—Déjame adivinar, te van a dar la canción.

—Acertaste mi chico fresa. —Ríe la ojiverde aplaudiéndolo.

Pedro : Pero para Simón porque tiene que ser alguien especial, alguien que se merezca ese tema. (miran a Luna)

Simón : Alguien muy especial.

Pedro : Muy especial. Muy.

Simón : Pero muy.

Pedro : (siguen mirando a Luna) Muy especial.

Simón : ¿Qué te parece?

Luna : ¿Es en serio qué me la quieren dar a mí?

Pedro : Si.

Luna : ¡Gracias! (abraza a Pedro y choca la mano con Nico)

Pedro y Nico se van para dejar a Luna y Simón a solas. Ellos se rían nerviosos.

Simón : ¿Y cómo te lo pasaste?

Luna : Me la pasé súper bonito.

Simón : ¿Y sólo súper bonito?

Luna : No. Mira, así de bonito. (abre sus brazos) Así. Un poquito más grande.

Simón : O así. (abre sus brazos)

Simón la abraza y Matteo los ve reírse felices con celos.

—Y entra el Matteito celoso a la pantalla. —Comenta el mayor riendo y Luna lo abraza.

Luna : (ve a Matteo y se suelta de Simón) ¡Matteo! ¿Qué estabas haciendo allí? No te vi. Oye, por cierto felicidades por lo de la pista. Estuviste increíble de verdad.

Matteo : (cortante) Gracias. (se va)

—Voy a ser un poco duro contigo los próximos capítulos. —Recuerda el ojimiel.

Luna : Bueno, adiós.

Simón : ¿Qué onda?

Luna : No sé, no sé qué le pasa.

Simón : Estaba enojado ¿no?

Luna : Pero ¿por qué tendría que estar enojado? Tendría que estar súper feliz porque su equipo calificó.

Simón : Es que a Matteo casi nadie lo entiende. Bueno, ayúdame a recoger las cosas.

Luna : Si te ayudo. (se lo queda observando)

Simón : ¿Estás bien?

Luna : Si. Simón es que... no sé. Se me hace raro que tú y yo estemos juntos.

Simón : ¿Pero raro o raro bonito?

Luna : (se acerca a él y toma su mano) No, no. Raro bonito. Simón, prométeme que pase lo que pase nunca dejaremos de ser amigos ¿si?

—Otra vez, eso confirma que tu temor a perderlo te llevó a salir con él.

Simón : Te lo prometo. Pero lo que yo te propongo es que pongamos atención en las cosas bonitas que nos pasan y en las cosas que no.

Luna : Está bien. Okey.

Simón : Bueno, y otra cosa que te quería decir es sería un placer que usted señorita acepte una invitación a cenar el día de mañana conmigo.

Luna : ¿En serio?

Miguel llega interrumpiendo el momento y Simón y Luna se alejan.

—El suegro llegó.

Miguel : Hola chicos.

Luna : Papá, ¿qué haces aquí?

Miguel : Pues nada. Me mandó tu madre pare recogerte con una sorpresa y llevarte a cenar a la casa.

Luna : Eh pero yo le dije a mi mamá que no iba a cenar con ustedes.

Miguel : Pero ¿cómo? Tu madre no me dijo nada.

Luna : Ah... qué raro ¿no?

Simón : Si, raro.

Miguel : Si. Más bien ustedes están raros. ¿Les pasa algo?

Luna y Simón : No.

Luna : No, no. Estamos normalísimos. Súper normales.

Miguel : Normalísimos.

Luna : Si, normalísimos.

—Más dices que son normales y más parecen raros ¿sabes? —Dice Matteo riendo.

—Sabes que no sé ocultar mis nervios chico fresa. Eres la primera persona que debería saberlo.

—Créeme, lo sé muy bien. —sigue riendo antes de besar la frente de la mexicana.

Simón : Si, si. Normales.

Miguel : Bueno entonces ¿ya cenaron?

Simón : Ya. Fuimos a cenar.

Miguel : Entonces más bien los que me tienen una sorpresa son ustedes dos ¿no?

Luna : ¿Por qué sorpresa? No, no, no.

Miguel : ¿Ah no? ¿Y a qué se debe esta cena tan especial?

—El detalle no se le pasó desapercibido con tantos nervios.

Luna : No, no era especial. Era como todas las cenas que tenemos los mejores amigos y... Oye sabes qué, ahorita que estás aquí. Vámonos porque ya es muy noche y tenemos que ir a dormir.

Miguel : (mira su reloj) Pero no es tan tarde.

Luna empuja a su padre para que salgan.

***

Por la noche, Luna se duerme y empieza a soñar.

La pequeña Sol baja del columpio.

El italiano abraza más a su prometida y acaricia su pelo viendo el sueño.

Ella corre a través del jardín para encontrar a su mamá en una mesa dibujando un sol y una luna.

—Mamá... —Susurra la castaña a lo bajo y su chico fresa besa su coronilla.

Sol la mira dibujar.

Después se ve enterar la botella en la tierra.

Sol : ¡Ma!

La menor se sobresalta un segundo y se reincorpora un poco.

—¿Estás bien mi amor? —pregunta él acariciando su espalda.

—Si, es como te dije. Es raro. —Juega con sus dedos y el castaño la abraza antes de besarla con ternura.

Luna se despierta de repente y mira su medallita en su mano.

***

El día siguiente al Blake, Luna llega hablando con Simón al teléfono.

Luna : (en llamada) La verdad es que me encantó ir a México. Aunque sea por un ratito. Tenemos que regresar muy pronto. (ve a Nina llegar) Eh bueno eh... hablamos al rato ¿si? Te mando un beso. Si, no, ni si. Es que me acabo de encontrar a Nina. Bye. (cuelga)

—Que sean amigos, novios, ex o amigos de nuevo se la pasan al teléfono todos los días. —Comenta el mayor riendo.

—Es que nos contamos todo entonces tenemos que llamarnos todos los días para contarnos todos los chismes.

Nina : ¿Te pasa algo? ¿Con quién hablabas?

Luna : Con Simón.

Nina : Luna te conozco. ¿Qué pasa?

—¿Y le cuentas cosas de mí? —Pregunta el ojimiel con curiosidad.

—Si como él me cuenta cosas de Ámbar.

Luna : (sonríe) Nina, adivina.

Nina : Dame alguna pista.

Luna : Es que pasó algo que jamas pensé que pasaría.

—¿Acaso tú no hablas de mí con Gastón?

—Si, tanto que le estoy cansado pero estamos a mano porque hace lo mismo con Nina.

Nina : ¿Con Simón?

Luna : Si pero pasó.

Nina : ¿Qué pasó? Cóntame.

Luna : Es que no te conté nada porque no te había visto pero...

Nina : ¿Pero qué?

Luna : Simón me besó.

Nina : (grita) ¿Qué?

Luna : Nina, cállate.

Nina : Perdón, perdón, perdón. (se ríen)

Luna : Si no lo puedo creer. Pasó así de la nada y (salta)

Nina : ¿Estás enamorada?

—De él no, de mí si.

—De ti sí. —Le sonríe la ojiverde.

Luna : No, no lo sé. Bueno sí. Mira, quedamos en ir poco a poco. Porque él acaba de terminar con Daniela y entonces yo no quiero cómo intervenir en eso porque ya sabes porque... ¡Ay pero me besó Nina! No puedo creerlo.

Nina : ¿Y por eso tu cara de sueño?

Luna : No, no esta cara no es por eso. Es que anoche tuve un sueño muy extraño. Mira, estaba una mujer dibujando una luna igualita a la de mi medallita. Pero también dibujada un sol.

Luna toma la medallita de su niñez entre sus manos y sonríe. Matteo le acaricia la mejilla con ternura.

Nina : ¿Y eso que tiene de extraño?

Luna : Pues es que yo ese sol ya lo había visto pero no me acuerdo en donde.

Nina : Creo que ya entiendo.

Luna : ¿Qué entiendes?

Nina : Que ahora que estás con Simón, encontraste la otra mitad que te faltaba. Simón representa al sol.

—Nina es muy romántica.

—Lee muchos libros de amor.

Luna : (ríe) Nina, es que tú siempre le encuentras una solución a todo toda romántica. No mira, si se trata de Simón. Entonces ¿por qué esta mujer estaba allí? Mira porque su voz era muy conocida como si ya la hubiera escuchado pero ni me acuerdo de quién ni de dónde.

Nina : Es que bueno, muchas veces es lo que pasa en los sueños. Que se mezclan sonidos, se mezclan la voz de las personas, los recuerdos como si fuese una licuadora.

Luna : Bueno, mi mente es una licuadora en serio. (ríe)

—También eres una vidente. —Agrega el italiano.

Las chicas siguen hablando del Open. Después ven a Matteo y Gastón hablar de Felicity. Luna escuchaba la conversación y Nina la tira de su brazo para que se vayan.

Gastón : ¿Y vos? ¿Qué onda con Luna? ¿Cómo va eso? Te noto que miras.

Matteo : No nada, nada. Ninguna onda. Te dije que no era para mí.

Gastón : Si pero te gusta igual.

Matteo : Si me pasó. Estaba confundido. No me puede gustar una chica que no tiene nada que ver conmigo. Fue una pérdida de tiempo. Además, ey yo soy un ganador y tengo que estar con una ganadora.

—Soy una perdida de tiempo. —Dice la mexicana con un puchero.

—La mejor perdida de tiempo del mundo mi chica delivery. —Le aclara el castaño riendo antes de besarla. —Te amo.

—Yo más Matteo, te amo.

Gastón : Eso suena a que querés volver con Ámbar ¿o me equivoco?

—¡Me opongo! —Exclama la mexicana y Matteo ríe.

***

En la pista, el equipo de Ámbar, Matteo, Delfina, Gaston, Jazmin y Pedro entrena.

Mariano : Ganaron la competencia interna pero estuvieron muy flojos. Tienen que reforzar el trabajo de filos en los deslizamientos porque sino olvídense de la regional y de mí. Yo no entreno perdedores.

—Porque él mismo es un perdedor. —Replica la menor y Matteo asiente.

Ámbar : Te aseguro que lo vamos a lograr. Si hay algo que no hay en este equipo son perdedores.

Ámbar y Matteo toman un descanso para beber agua cuando Luna llega.

—Uh no, me acuerdo que te hablé mal en ese momento. —Dice el mayor.

Luna : ¿Qué onda? Oigan, ¿les puedo decir algo? Es sobre la coreografía que hicieron en la competencia.

—No es necesario escuchar dos veces las mismas tonterías. —Dice el ojimiel tapando los oídos de Luna.

—Mi amor tranquilo. Todo eso es pasado y no importa ahora. —Le tranquiliza ella acariciando su mejilla.

Matteo : Gracias pero no necesitemos tus consejos. Nadie te pidió ayuda. Somos los ganadores. Sabemos lo que tenemos que hacer.

Luna : Si ya lo sé, solo que pensé que los podía ayudar. Matteo, ¿por qué me estás hablando así?

Matteo : ¿Qué pasa? Si quieres palabras dulces, pedíselas a tu novio. (se va)

La ojiverde abraza a Matteo y él le da un beso en la cabeza.

Ámbar se acerca a Luna.

Luna : Oye, ¿qué le pasa a Matteo? Yo solo quería darle mi punto de vista. Sé que no estamos en las regionales juntos pero somos un equipo y nos tenemos que apoyar siempre.

Ámbar : Mal día en el Blake Lunita no te lo tomes personal.

Luna : (mira a Matteo) Okey. Yo lo único que les quería decir es que para que el cruce les salga bien, tendrían que tener una distancia entre cada uno para que la simetría salga perfecta.

—Era un consejo muy bueno y no lo escuché. —Se lamenta el italiano y Luna le da un beso en la mejilla.

Ámbar : Puede ser. Gracias por tu consejo. Igual Matteo tiene razón.

Luna : ¿Razón en qué?

Ámbar : Está todo bien con que nos quieras dar consejos. Pero nosotros somos los ganadores. Eso significa que sabemos un poco más que vos, sin ofender obvio. (se va)

Simón entra en la pista.

Simón : ¡Fulger Wheels siempre llega a tiempo! ¿Todo bien?

Matteo se da la vuelta y los observa un poco.

Luna : Si bueno no, la verdad es que quise darles un consejo a Matteo y Ámbar pero me hablaron súper mal.

Simón : Pues que pena por ellos que no te quieren escuchar. Oye, no me gusta verte así. Así que señorita Luna Valente, ¿aceptaría usted ir a dar una vuelta sobre ruedas por la ciudad de Buenos Aires?

Luna : Hmm espera. (fingir pensarlo)

Simón : Piénsalo bien eh.

Luna : Si. (sonríe)

Simón : Me gusta verte sonreír. (la abraza)

Quiero verte sonreír, quiero verte junto a mí. —Canta el castaño y la mexicana canta con él. —No puedo ya no quiero. No es fácil ocultar mis miedos.

***

En el escenario del Jam&Roller, Matteo está tocando la guitarra cuando Ámbar llega y se sienta junto a él.

—Ah, es el regreso de Mambar. —Avisa el mayor.

—¿Hay beso?

Asiente rascando su nuca.

Ámbar : ¿Estás bien?

Matteo : Si, perfecto. Como siempre.

Ámbar : Si veo. ¿Estás componiendo una nueva canción para el Open?

Matteo : No, no. Es solo para mí.

Ámbar : ¿Seguro que estás bien? Sabes que me puedes decir la verdad.

Matteo : Estoy bien, estoy bien pero ahora que te veo en realidad, nunca estoy tan feliz como cuando estamos juntos.

Ámbar : A mí me pasa lo mismo.

Jazmin y Delfina llegan y graban todo de lejos.

Matteo : Creo que fue un error terminar nuestra relación Ámbar. Tenías razón. Los dos nacimos para ganar, para brillar arriba de un escenario, en la pista, en la vida real. Pero eso pasa solo cuando estamos los dos juntos.

Matteo le tapa los ojos a la castaña para que no vea el beso.

Matteo se acerca y besa a Ámbar. Delfina y Jazmin festejan.

Jazmin : (grabando) ¿Viste eso?

—Ya está. —Quita sus manos.

—Son cuatro besos. —Dice la castaña con falsos celos.

—Bueno, pero ya no hay más. En cambio a nosotros, el conteo no ha terminado. —Sonríe haciéndola sonrojarse y se besan.

***

En la mansión, Luna entra en la cocina bostezando.

Miguel : Hola mi amor. ¿Cómo te fue?

Luna : Hola pa. (se sienta en la mesa)

Miguel : ¿Vienes de la escuela cansada?

Luna : Si pero no es por la escuela. Es por uno de mis sueños raros otra vez.

Miguel : ¿Otra vez con lo del columpio?

Luna : Si pero es que esta vez había algo más. Una mujer que dibujaba.

Miguel : ¿Y qué dibujaba?

Luna : Mira, primero empezaba a dibujar una luna. Era la luna de mi medallita pero al lado dibujaba un sol. Luego empezaba a hablar y de verdad, esa voz se me hacía súper conocida papá. De verdad. Es que mira, yo cuando lo escuchaba yo ya sabía que... no sé cómo que la había escuchado pero no sé de qué persona.

—Parecías angustiada. —Señala el ojimiel interesado.

—Es que era como si una tormenta estaba en mi mente y que no podía encontrar el rumbo. No podía recordar y era como si algo me bloqueaba. —Explica ella y Matteo la abraza para tranquilizarla.

Sharon : (desde la sala) ¡Miguel! Venga por favor.

Luna : Papá... Papá, esa es la voz.

Miguel : ¿Qué cosa?

Luna : La voz. La voz que te estoy diciendo de la mujer de mi sueño. Es que es esa papá.

Sharon : Miguel, está allí?

Luna : Papá, papá, espérate. Es que esa es la voz.

Miguel : ¿Qué cosa?

Luna : Papá, es que esa es la voz de la mujer de mi sueño.

Sharon : Miguel, ¿está allí?

Luna : Si. La voz de la señora Sharon es igualita a la de la mujer de mi sueño.

—La voz de Lili me parece tan lejana. La puedo escuchar en un casete que grabó para mí. Pero viene de tan lejos que a veces duele. —Confiesa la ojiverde derramando una lágrima. El italiano abraza a su prometida y trata de calmarla acariciando su pelo. —Hay sueños que me duelen como ése porque me hacen acordar que no los conozco, qué no llegue a conocerlos bien y que me duele ver solo pedazos de mi vida con ellos y no recordar todo.

—Mi amor, eras una niña. No se puede recordar tantos recuerdos de infancia. Pero puedes acordarte de ellos a través de todas las fotos que tienes de ellos.

—Quisiera solamente una cámara que me mostraría toda mi vida con ellos. —Dice Luna llorando un poco.

A Matteo se le aprieta el corazón verla así.





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Amo los sueños de Luna sobre tu pasado. ✨
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