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— Si, no sabes todo lo que va a pasar. Fue un viaje largo y llenos de emociones de todo tipo. —Suspira Luna.

—Te creo, para todos fue un viaje de muchas emociones. Pasó de todo.

—Si, hasta tuve mi primer beso. —Ríe la mexicana.

—Ah si, ¿y con quién? —Pregunta Matteo jugando.

—Ah no sé, habrá que ver los capítulos. —Sonríe la castaño.

—Pues con mucho gusto.

El italiano pone el capítulo siguiente.

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Luna, Simón, Ámbar, Matteo, Jazmin y Támara se fueron de Buenos Aires para ir a otra ciudad de Argentina para la competencia. Entran todos en el hotel.

Matteo : Me gusta.

Ámbar : Si.

Todos miran alrededor. Jazmin graba todo con su tablet.
Luna esta feliz.

Luna : Está padrísimo. (abraza a Simón)

—Bueno, eso fue rápida para una primera escena. —Comenta el castaño.

***

Luna avisa a sus padres de su llegada al hotel. Támara le da unos formularios a llenar y las llaves de los cuartos.

Luna se dirige hacia Simón quien está sentado en un sillón.

Luna : Toma, tu planilla tienes que llenarla.

Simón : ¿Ahorita?

Luna : Si, ahorita.

Simón : Pues dame esto. (intenta tomar su hoja)

Luna : No. (se apoya en su espalda)

Luna le roba su bolígrafo a Simón y él se ríe. Para vengarse, se aleja y Luna cae pero Simón la agarra.

Luna : ¡Simón! (se ríe) Toma, a ver yo le pongo Simón ¿va?

Matteo pasa atrás con su maleta.

—Huele a celos. —Comenta ella mientras él gruñe con un puchero. Luna ríe y le da un beso en la mejilla.

Simón : Es que Luna... (se ríe)

Luna : Tú haces la mía y yo la tuya.

Matteo se dirige hacia Ámbar y se sienta en el sillón al lado de ella. Mira a Luna y Simón de lejos.

Ámbar : Qué aburrido esto. No lo puede hacer un asistente. A ver, no somos empleados administrativos. ¿O no mi amor?

Matteo : (sigue mirando a Luna y Simón) Si, si muy lindo el hotel.

Ámbar : No te estoy hablando del hotel. Te estoy hablando de las planillas.

Matteo : Yo también. No tengo ganas de llenar las planillas.

—¿Qué tiene que ver que el hotel está muy lindo con que no tienes ganas de llenar las planillas? —Pregunta la mexicana para molestarlo.

—Pues que prefiero ver el hotel que llenar planillas. —Justifia Matteo sacándole la lengua.

Ámbar le sonríe falsamente.

Jazmin empieza a grabar Ámbar pero ella se queja. Tamara llega.

Támara : Chicos, ¿me presten atención un minuto? Ahora vamos a ir a las habitaciones. Nos encontramos para cenar en el restaurante de acá en el hotel, ¿si? Mañana vamos a hablar de la dinámica de la competencia. Las llaves ya se la di a Luna y Simón.

Ámbar : Támara, ¿y mi llave?

Matteo : Si, ¿y la mía?

Támara : Son las mismas llaves.

Ámbar y Matteo se miran confundidos.

Ámbar : ¿Qué? ¿Cómo?

Támara : Claro.

Ámbar : No, no entiendo. ¿Cómo que son las mismas llaves?

Támara : Claro, los chicos duermen juntos en un cuarto y las chicas en otro. ¿Algún problema?

—Menos mal ahora tú y yo podemos compartir habitación juntos. —Le susurra el italiano en su oído.

Matteo suspira.

Ámbar : No. No, no, ninguno. De hecho, me encanta la idea de compartir más tiempo con mis amigas pero creo que estuviera mucho más cómoda si tuviera mi propio cuarto.

Támara : Imposible. Son todos parte de un equipo. Van a tener que compartir habitación. (se va)

Matteo : Bueno, voy a la habitación con Simón. No me quedó otra opción.

Matteo se levanta y se va.

***

En el restaurante del hotel, Luna y Simón están desayunando pero él está un poco deprimido porque no puede ensayar bien con la banda.

Simón : Fue un desastre. Horrible, horrible. Todo estuvo súper mal.

Luna : No Simón, no digas eso. Ellos te van a entender. No puedes hacer todo al mismo tiempo.

Simón : No si puedo, si puedo. Por eso es que yo les dije, yo me comprometí Luna. Mi sueño es la música, mi sueño es estar arriba de un escenario.

Luna : Si, y este sueño se va a cumplir. Ya va a llegar tu momento ¿si? Mira, ahora estás aquí y bueno a ver espérate, yo me quedé en que no tenías un clon ¿o si?

Simón : No.

Luna : Bueno, entonces. (da palmas) Simón, aquí. Arriba ese ánimo. Ven, dame tus manos. (toma sus manos y grita antes de reír)

—Tú y tu manera de dar ánimos. —Ríe el castaño.

Simón : Luna perdón pero es que no hay nada que me puede poner de buen humor ahorita, perdón.

Luna : Qué aburrido eres.

Simón recibe un mensaje y sonríe.

Simón : Luna, ¡los underwheels me acaban de escribir para decir que podemos ir con ellos a patinar hoy! ¡Los underwheels!

Luna : Oye, oye, oye ¿que no había nada que te pueda poner de buen humor? Ves, sabes que, yo creo que soy tu amuleto de la suerte.

Simón : Ay si. Oye amuleto, vamos a patinar con ellos hoy ¿no?

Luna : La verdad es que me encantaría pero es que también quiero ir a dar una vuelta con Nina.

Simón : Si pero que yo sepa no tienes un clon ¿o si?

Luna : (se ríe) No, ¿te imaginas? Dos Lunas serían como un tornado.

—Bueno entonces dos Matteos darían un dolor de cabeza y dos Luna darían un tornado. —Comenta él riéndose.

—Será el fin del mundo.

Simón : No, no, no, y Simón se vuelve loco.

Luna : Oye, ¿qué es eso de los underwheels?

Matteo, Ambar y Jazmin entran en el restaurante.

Matteo : ¿Van a patinar con los underwheels? No sabía que les gustaba tanto perder el tiempo.

—Gracias a ellos sabemos hacer la serpiente de fuego. —Recalca la castaña.

Luna : Hola.

Jazmin se va.

Ámbar : ¿Vamos a entrenar mi amor? Quiero tener la rutina perfecta.

Matteo : ¿Por qué tanto apuro? Somos los suplentes. Hay que relajarse un poco.

Ámbar : Un verdadero profesional siempre está preparado.

Matteo : Bueno, como quieras pero yo quiero ir a dar una vuelta así que te alcanzo después.

Ámbar : Está bien. Nos vemos después. (se va)

Matteo : Ciao.

Matteo mira a Luna y Simón desde su mesa.

—Volvió el espía Balsano. —Lo mira ella riéndose.

***

Luna y Simón salieron para encontrarse con los underwheels.

Simón : No sé qué onda, se supone que ya deberían de estar aquí.

Luna : La neta es que no los conozco.

Simón : Me dijeron que los íbamos a reconocer súper rápido.

Luna : Oye, ¿no son ésos?

Un grupo de patinadores llegan haciendo pasos increíbles y Luna y Simón se quedan asombrados.

—Bueno sí son muy buenos. —Admite Matteo.

Oscar : ¿Qué tal chicos?

Simón : Los underwheels. Nunca creí que fueran reales.

Oscar : Claro que somos reales. ¿No nos ves?

Simón : No no sí pero es que yo pensé que era una leyenda urbana.

—Simón parece como si se hubiera enamorado. —Comenta el italiano riendo.

—Y si. Estaba muy emocionado.

Mar : Urbanos somos, leyenda no sé.

Luna : Bueno, nos presentamos. Yo soy Luna y mi amigo que está todo choqueado es Simón.

Oscar : Yo soy Oscar. (señala a sus amigos) Toni, Mar, Allie. Juntos somos los underwheels.

Simón : Underwheels, tienen toda la onda. Neta, se los digo. Y tenía muchas ganas de conocerlos.

Toni : Nosotros también. Me gustó mucho que nos contaron sobre ustedes. ¿Cómo es eso de conectar en Cancún y Buenos Aires sobre ruedas?

Simón : (mira a Luna y ella se sonroja) Eso es una larga historia que ya les contaré. Luna y yo somos en una competencia. Estamos entrenando durísimo día, tarde y noche. ¿Verdad que a ustedes no les gusta competir?

Toni : No. Patinar y bailar, libertad sobre ruedas.

Luna : La verdad es que yo amo patinar. Podría estar todos los días en mis patines si pudiera.

—Tanto que ni siquiera aprendiste a caminar bien antes de subirte a los patines. —Bromea el castaño y Luna le saca la lengua.

Mar : Como nosotros.

Oscar : Bueno, bueno ¿listos para una aventura?

Simón y Luna : ¡Listos!

Se chocan la mano y patinan juntos hasta que el celular de Luna suena y ella se detiene. Simón lo nota.

Simón : Luna, ¿qué onda?

Luna : No, no nada. Es que Nina me acaba de mandar un mensaje que está por aquí y quiere verme.

Simón : Ay pero ¿quieres que te acompañe?

Luna : No, no, no te preocupes. Tú quédate con los underwheels. Además no te puedes perder esta oportunidad.

Simón : Okey, te veo después ¿si?

Luna : Si, bye.

Simón : Bye bye bye, con cuidado. (se va)

—Acuérdate de los underwheels y de Mar.

—¿Por qué? —Pregunta él.

—Ya vas a ver.

***

Luna llega a un lugar esperando ver a Nina pero no está. La llama y se da cuenta que se equivocó de lugar. Cuelga y se queda tomando fotos de su entorno.

Matteo llega y sale en una foto que Luna toma.

—Todavía tengo esa foto en mi antiguo celular. —Dice la mexicana emocionada.

—¿De verdad?

—Si, si. Después lo busco.

Matteo : ¿Salí bien? (se ríe)

Luna : (se ríe) ¿Qué haces aquí?

Matteo : Yo también me pregunto lo mismo. ¿No deberías estar patinando con los underwheels? ¿Qué pasó? ¿Se dieron cuenta de que no eran tan buenos como pensaban o tu noviecito te dejó acá solita solita?

Luna : No, quedé de verme con Nina pero me perdí aquí estoy. (grita)

—Siempre te pierdes mi chica delivery. Te acuerdas cuando fuimos a Italia y te dejé sola un minuto para comprar un helado habías desaparecido.

—Solo caminé un poco para tomar fotos y me encontré en un parque sin saber como. —Se justifica la castaña riendo.

Matteo : Bueno, tuviste suerte. Te encontraste conmigo.

Luna : ¿No te cansas de ser tú verdad chico fresa?

Matteo : No, no, no, no, nunca. Es un trabajo de tiempo completo.

Luna : Wahoo. (empiezan a caminar) Oye ese lugar está bien bonito. Tomé fotos súper chidas mira. (le enseña y Matteo se sonroja cuando ve la suya) Ah ya sé lo que me vas a decir, que está foto es la más bonita porque estás tú. Ay si estoy yo.

Matteo : No, no, no. No iba a decir nada. Ey, ¿no me estarás siguiendo no?

—Más bien tú me estabas siguiendo chico fresa.

Luna : ¿Qué? A ver, tú crees que no tengo otra cosa más importante que hacer o qué?

Matteo : No me extrañaría chica delivery. Me estás siguiendo desde México.

Luna : Si, si. Yo creo que te sigo desde China. Mira, tú dime cuando sale el vuelo y yo patinando voy a llegar rapidísimo.

—¿Y ahora me vas a seguir hasta el final del mundo?

—Hasta el final del mundo y más allá mi amor. —Dice ella antes de besarlo con amor.

Matteo : Bueno vamos de a poco, vamos de a poco. Por ejemplo, podrías seguirme por acá porque conozco muy bien a este lugar.

Luna : ¿Y por qué lo conoces tan bien?

Matteo : Vivía acá cerca y nada, podría ser tu guía. Me gustaría llevarte a un lugar que quiero que conozcas.

—Es la fuente al revés. —Exclama Luna feliz.

Luna : Pero ¿a dónde? A ver.

Matteo : Bueno, ¿me vas a aceptar mi invitación? Dale, vamos, vamos. (empieza a caminar)

Luna : No chico fresa, espérate. (Lo sigue)

***

Luna y Matteo llegan a una plaza con una fuente.

Matteo : ¡Bienvenida a la fuente al revés!

Luna : ¿Cómo? ¿La fuente al revés? Oye, la verdad es que está bien bonito. ¿Aquí venías cuando eras niño?

Matteo : Si cuando salía del colegio y todos los chicos iban a jugar a fútbol y a mí no me invitaban, siempre venia a ver esta fuente.

La mexicana abraza a su prometido y le da un beso.

Luna : A ver, a ver, a ver espérate. ¿Al chico fresa no le invitaban?

Matteo : Si, bueno era nuevo, siempre fui el nuevo. Mi papá es diplomático y cuando era chico vivíamos mudándonos de un lugar a otro por su trabajo. (Luna siente compasión) Bueno, viajar es increíble pero hacerse amigos para después abandonarlos no.

La castaña toma su mano y deja un beso encima mientras él la mira con amor.

—Gracias por escucharme. Contigo me abría sin pensarlo.

—Sabes que puedes contar conmigo para siempre. —Dice ella antes de besarlo.

Luna : Yo ahora te puedo decir que no. Para mí fue bien difícil cambiarme de un solo país, ya me imagino tú que cambiabas todo el tiempo. (Matteo le da un pequeña sonrisa) Oye, ¿y por qué le llaman la fuente al revés?

Matteo : Porque no somos nosotros los que elegimos los deseos. Es la fuente la que se da realmente cuenta de lo que uno quiere y lo cumple.

Luna : ¿Y a ti alguna vez te ha cumplido algún deseo o algo así?

Matteo y Luna se siguen besando pero escuchando sus frases en la película.

Matteo : Claro, claro. Ey no seas tan desconfiada. Mira, tengo dos monedas. ¿Lista para tus deseos? Ey no me digan que la chica delivery no se anima. ¿O tienes miedo que la fuente no cumpla tu deseo?

Luna : Esa chica delivery nunca tiene miedo.

Matteo : A ver.

Luna : Vamos.

Se avanzan hacia la fuente.

Matteo : ¿Lista?

Se separen un poco para verlos lanzar las monedas en la fuente.

Luna : Si.

Matteo : ¡Uno!

Luna : ¡Dos!

Matteo : ¡Tres!

Lanzan sus monedas en la fuente y se abrazan.

Vuelven a besarse enseguida.

Ámbar llega y los ve.

Luna y Matteo se miran sintiéndose raros.

La mexicana se suelta y le sonríe.

—Voy a buscar la foto, ahorita vuelvo. —Dice antes de levantarse y correr hacia el cuarto.

—Pero quería seguir besándote. —Dice el italiano con un puchero.

Tres minutos después, la castaña vuelve y le enseña la foto que tomó de él hace ocho años.

—¿Y la guardaste? —Sonríe el castaño.

—Pues claro que la voy a guardar. Aquí está el amor de mi vida.

Él toma su mentón para hacer girar su cabeza hacia él y besarla nuevamente.






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¿Cuál deseo piensan que hayan pedido Luna y Matteo? ⛲️
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