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—¡No! Estás moviendo tu ceja también. —Se ríe Matteo cuando Luna intenta mover su nariz. —Mira, es así. —Le enseña moviendo su nariz.

—¡No puedo Matt! Esto es cosa de alíen. —Se queja ella cruzándose de los hombros.

—Ay no seas mala perdedora amor. —Bromea él.

—Bueno, voy a tener que pasar otro par de años delante del espejo para ensayar y lograr mover mi nariz. —Suspira Luna.

—Si pero tienes el profesor más sexy para ayudarte. —El italiano le guiña el ojo.

—¿Ah sí? ¿Dónde está? —Pregunta la mexicana para molestarlo. Él le saca la lengua y pone el capítulo antes de cruzar sus brazos.

—Vamos mi amor, es broma. —Se ríe ella acercándose a su prometido

—Shh. Mira el capítulo. —Dice fingiendo desinterés pero después la mira con una sonrisa.

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Tino y Cato encontraron a Simón en el depósito. Y Luna está escondida.

Tino : Dale, habla. ¿Qué haces acá?

Cato : Si, ¿qué estás buscando?

Simón : No, ¿ustedes quiénes son? Yo no... ¿Qué hacen aquí?

Cato : Pero.. mira sigue hablando... sigue hablando en Mejicano.. no sale nunca del personaje.

Luna no entiende nada.

Tino : Discúlpame, ¿con quién estudiaste el teatro?

Cato : No importa eso. Queremos preguntas.

Tino : No, respuestas.

—Menos mal fueron ellos. Es fácil confundirlos. —Se carcajea Matteo.

Cato : Yo sé lo que estoy diciendo. ¡Habla!

Simón : Bueno, yo entré porque la puerta... la reja o sea del portón estaba entre abierta.. y yo tenía mucho frío afuera.

—Es la peor excusa del mundo. —Sigue carcajeándose.

Tino : ¡Miente! ¡Miente! No hace frío para nada.

Cato : Es verdad. Digo, es mentira. Le tenemos que contar esto a Rey porque nosotros ya hicimos nuestro arreglo y no queremos que nadie se interponga en nuestro camino.

Luna niega con la cabeza en su escondite.

Tino : Vamos ya mismo con Rey.

Simón intenta disuadirlos.

Tino : Nosotros no le tenemos miedo ni a nada ni a nadie.

Luna : (sale de su escondite) No, no, no. ¡Esperen!

Tino y Cato se asustan y gritan. Cato agarra una silla.

—Casi me mató con su silla. —Dice Luna entre risas.

Tino : Ah no. ¿Otra más? ¿Cuánta gente se esconde acá?

Luna : No, no, no. Es que es un malentendido. Él no es quien ustedes creen.

Cato : ¿Ah no? (deja la silla) ¿Y quién es él?

Luna : Uf es una larga historia pero si quieren se la cuente.

Tino : A ver, ¿es muy larga la historia? Porque está empezando la telenovela y tenemos que ir.

Cato : Ah para para para. Ahora que lo veo bien. Claro, es el jardinero. No, es el jardinero.

Tino : ¿Y cómo sabes?

Cato : Porque hay una pala ahí atrás y él tiene cara de jardinero, tiene cosas verdes.

Simón toma la pala.

—Ellos nos dieron una excusa. Menos mal fueron ellos. —Repite la mexicana.

Tino : Ahora tengo una pregunta momento. ¿Un jardinero trabajando de noche?

Simón : Si, si porque en la noche se riegan mejor las plantas y aparte pues por la pala porque...

Luna : No, no, no. Él estaba guardando sus herramientas.

Tino : ¿Y vos quién sos?

Luna : Yo soy Luna.

Cato : ¿Vos trabajas acá?

Luna : No, yo no pero mis papás sí. Son Mónica y Miguel.

Cato : Mónica y Miguel. Un placer. (le estrecha la mano) Nosotros somos Cato el nuevo jefe de mantenimiento y el
señor es Tino, el nuevo chofer.

Tino : Un momento, ¿y qué hacías acá?

Luna : Bueno más bien, ¿ustedes que hacen aquí? A la señora Sharon no le gusta que estén pasando por toda la mansión y menos a estas horas de la noche.

—Como le diste vuelta a las cosas. Eres una manipuladora. - Bromea el castaño y su prometida le saca la lengua.

Tino : Bueno, no le digas nada.

Cato : Estábamos buscando un televisor. No sé si hay uno por acá.

Simón : Bueno, aquí hay una.

Tino y Cato le agradezcan y toman el televisor antes de salir.

Luna : Ay estuvimos cerca.

Simón : Luna, estuvimos muy cerca. A mí no me gusta esto. Imagínate si nos descubren. Imagínate si nos acusen con Miguel y con Mónica.

Se quedan preocupados.

***

En el Blake, Ámbar y Matteo están en los pasillos.

Ámbar : No puedo entender. Destreza imposible, hicimos todo perfecto. Coreografía no, la nuestra fue una de las mejores, lejos ¿o no?

—¿Aún sigue quejándose del puntaje? —Pregunta Luna asombrada.

—Si, y duró toda una semana. —Suspira Matteo.

Matteo está en su celular y no pone atención a lo que dice Ámbar.

—Bravo el novio. —Aplaude Luna con diversión.

Ámbar : Riesgos tampoco, tampoco, nuestra coreografía tenía muchos riesgos porque hicimos unos trucos increíbles. Lo único que queda es interpretación. Pero nosotros somos novios así que en la pista tenemos una comunicación especial. ¿O no mi amor?

Matteo : (en su celular) No claro.

Ámbar : ¿No? ¿Qué no te parece que estuvimos conectados?

Matteo levanta su cabeza.

Matteo : ¿Cómo?

Ámbar : ¡Me puedes escuchar cuando hablo Matteo!

Matteo : No, yo te estaba escuchando. Solo me faltó oír lo último.

—Mentiroso.

Jazmin llega con su tablet para grabarles para el Fab&Chic.

Jazmin : Amigos del Fab&Chic. Estamos con la pareja más popular del Blake South College. Perfectos en la pista, perfectos en la vida real. Unas palabras para el Fab&Chic.

—Estaban discutiendo hace dos segundos. —Comenta ella celosa a lo que Matteo ríe.

Ámbar agarra el brazo de Matteo y ellos dos se sonríen.

Ámbar : Hola todos, estamos muy contentos, nos sentimos muy bien en la pista y estamos deseando volver a competir.

Jazmin : Unas preguntitas. Vamos por una fácil. ¿Por qué piensan que no salieron primeros?

Ámbar : No sé. El jurado tendrá sus razones.

Matteo : La competencia recién empieza. Vamos a darle vuelta a este resultado. Somos los reyes de la pista. (guiña el ojo)

—F-R-E-S-A —deletrea ella.

Ámbar : Exacto. Y lo más importante son los desafíos que nosotros nos encanta superarnos.

Matteo : Si.

Jazmin : ¿Y cómo piensan hacer para ganar? ¿Qué es lo que van a hacer?

Ámbar : Dejar todo en la pista.

Matteo : Como siempre.

Ámbar : Como siempre.

Mientras Jazmin y Delfina están discutiendo para que ella grabe a Delfina y Gastón, Matteo su celular y vuelve a teclear.

Matteo y Ámbar se van y Jazmin les sigue.

Jazmin : Y así se despide la pareja más top de la pista.

—Jazmin no cambió. Siempre en busca de chismes. —Dice el italiano.

***

En el Blake, Nina y Luna están escuchando a Gastón y Delfina hablar. Ellos se van y Nina se pone triste, Luna se preocupa.

Luna : ¿Qué pasó Nina? ¿Por qué te pusiste así? ¿Es por Gastón? (sonríe)

Nina : ¿Gastón? ¿Qué pasa con Gastón?

Luna : Ay no te hagas. Ya me di cuenta que no le quitas la mirada.

Nina : Yo no lo miraba a él. Solo miraba la entrevista, nada más.

—Si claro, y yo soy la reina de Inglaterra. —Comenta Matteo.

Luna : Claro, especialmente al entrevistador ¿no? ¿Qué onda? ¿Te gusta?

Nina : Ay no no. Nunca me podría gustar un chico como Gastón.

Luna : Ay ¿por qué no?

Nina : Porque es muy canchero ¿no lo viste? Nunca me podría gustar un chico así.

Luna : ¿Canchero? ¿Qué es eso?

Nina : Es como muy presumido.

Luna : Ah, fresa. Uno no siempre puede controlar lo que siente.

Nina : (sonríe) ¿Y a vos te podría gustar un chico así? ¿Cómo Matteo por ejemplo?

—Ah interesante. —Él arquea una ceja hacia su prometida.

Luna : (nerviosa) ¿Matteo? No, no. ¿Cómo crees? Aparte, él ya tiene novia.

—¡No estaba nerviosa para nada! —Niega Luna antes de que su prometido diga algo.

Nina : ¿Y si no tuviera?

Luna : No. Oye oye, estamos hablando de ti.

—Te escapaste. —Le acusa riéndose.

Luna cambia de tema y habla de Felicity a Nina.

***

En la calle, Gastón, Matteo y Ámbar están hablando.

Ámbar : La técnica es lo más importante. Y en eso nadie nos gana.

Gastón : No sé. Lo que posteo Felicity es verdad. La pasión por lo que te gusta eso es lo más importante.

—Aww Gastón empezando a enamorarse de Nina. —Dice la mexicana con ternura.

Ámbar : ¿Desde cuando te gusta Felicity?

Gastón : No, no me gusta ella. Solamente me gustó su comentario. Tiene razón. A ver, seamos realistas. Luna nos sorprendió a todos.

Matteo: Es verdad. Luna tiene potencial.

Luna besa la mejilla de su prometido.

—Y tenía razón. Eres increíble patinando ahora. —La halaga.

Ámbar : Totalmente. Igual, le cuesta mucho pobre ¿vieron? Espero que el potencial que están diciendo le ayude con el equilibrio. El otro día estaba a esto de caerse. Ay paren, se me hizo tarde. Me voy mi amor, después te llamo. (se dan un beso en la mejilla y se va)

Gastón : Para mí tienes mucho cuidado cuando hables de Luna.

Matteo : ¿Por?

Gastón : Porque aunque tu novia será la super star, está un poquito celosa, yo me di cuenta.

Matteo : No inventes. Ámbar no tiene motivos para estar celosa. Ella es la mejor bailando sobre patines en el Roller.

—Por ahora. —Agrega.

—No seas malo cariño. Ella también es muy muy muy buena y sigue siendo la reina de la pista. —Dice Luna.

—Pues si pero comparten el trono entonces. —Le sonríe antes de besar su mano.

Gastón : Es que no te hablaba de patinar. Me parece que se dio cuenta que te gusta Luna.

Matteo : (nervioso) ¿Qué? Nada que ver.

—¿Y ahora quién se puso nervioso? —Bromea la castaña-rubia señalándolo.

—No, no estaba nervioso. —Niega.

Gastón : Cómo te pusiste, te cambió la carita.

—Ni tu amigo te creyó.

Matteo : Tu imaginación es un peligro. Ya me voy chao. (se va)

Gastón : Nos vemos chao. (se va también de su lado)

—Te escapaste también. —Ríe Luna antes de abrazarlo.

***

En la cafetería, Luna está triste cuando Simón llega.

Simón : (se sienta con ella) ¿Y esa carita? ¿Qué te pasó?

Luna : Reprobé el examen.

Simón : No, Luna. Pero me dijiste que te había ido padrísimo. ¿Qué pasó?

Luna : Si Simón, yo también pensé lo mismo pero no. Es que de verdad me pongo a pensar. Si le digo a mis papás que lo reprobé, ahí no se va a poner buena la cosa. No puede ser. Mis papás se vinieron a vivir en Argentina para que yo tenga la mejor educación y ¿qué hago? Repruebo el primer examen. (aplaude) Bien hecho Luna.

—Qué dura eres contigo. —Dice él.

Simón : No digas eso de ti.

Luna : Es que de verdad no sé dónde tengo la cabeza.

Simón : Yo creo que estás siendo muy exigente contigo. Luna acabas de llegar a otro país, es otra escuela, nuevos amigos. No puedes ser tan exigente contigo.

—¿Cómo hiciste tú para hacer todo perfecto cuando llegabas a un nuevo país? —Le pregunta Luna mirándolo.

—Bueno, cuando era más chico me costaba mucho adaptarme a nuevos lugares y nuevas exigencias. Pero a medida me acostumbré a adaptarme y sé lidiar con el cambio. —Explica.

—Eres muy valiente.

Luna : Mira, yo pienso que a lo mejor quise estudiar mucho para el examen, para la competencia y... le prometí a mis papás que podía con las dos cosas Simón y no, definitivamente no puedo.

Simón : Mira Luna, tú lo único que necesitas es organización.

Luna : (se ríe irónicamente) Organización. Simón, esa palabra ni la conozco, no está en mi vocabulario. La cosa es que si me va mal en el examen no voy a poder ir a la competencia. ¿Por qué? Porque tengo clases después de la escuela y es en la tarde. No voy a poder.

Simón : Mira...

Luna : No, no. Es que tampoco voy a poder trabajar aquí. No sé que voy a hacer Simón, ya.

Simón : Luna a ver, tranquila. Ahora ponte a estudiar y después vemos qué pasa. Pero ahorita ponte a estudiar que es lo más importante ahora.

Luna : Si lo sé pero es que de verdad, intento estudiar pero no me puedo concentrar. No puedo.

—Tú ayudarás a nuestros hijos cuando tendrán problemas para estudiar. —Decide la mexicana.

—Si, creo que será lo mejor. —Bromea el castaño.

Simón : Mira, yo creo que te tienes que ir a dar una vuelta patinando y después regresas y te pones a estudiar.

Luna : No, no, no. Es muy mal idea porque si me subo a los patines, ya no voy a querer bajarme. Mira, ahorita tengo que estudiar, estudiar y estudiar y no parar de estudiar.

Simón : ¿Y? Estudiar un poco más. (ríe) Es broma. Ya no te molesto. Oye Luna, todo va a salir bien, tranquila. La Luna que yo conozco no conoce los obstáculos.

Luna : (pone su mano en la suya) No sabes lo mucho que te quiero Simón.

Matteo rueda los ojos.

—Pero no más que yo, porque mí me amas. —Presume.

—Sabes que hago mucho más que amarte. —Lo besa.

Simón : (sonríe) Yo más o menos. ¡A trabajar señorita!

***

En la cafetería, Luna sigue estudiando cuando Matteo llega con un licuado.

—¡SI! ¡¡UNA ESCENA LUTTEO!! —Gritan ambos antes de carcajearse.

Matteo : ¿Te invito un licuado?

Luna : ¿Tiene una poción mágica? Oye y si le ponemos una poción mágica que me ayude a ser extraordinaria con la memoria y me aprenda todo.

Matteo : El licuado no puede hacer tanto. Pero yo sí. Sé de memoria todas tus materias. ¿Con qué estás?

Luna : No ahorita con nada. La verdad es que no encuentro mis apuntes. No sé dónde los dejé.

—Distraída.

Matteo : Te quiero felicitar por tu presentación en la pista.

Luna : (se sorprende) ¿Te gustó? (Matteo asiente) La verdad es que nunca había bailado en patines. La verdad es que me gustó aunque tuvimos muchos errores y casi me caigo.

Ambos enamorados se abrazan mirando la escena con una gran sonrisa.

Matteo : (se ríe) Si no te caerías no serías la chica delivery. (Luna se ríe) De verdad estuviste bien. Se nota tu potencial aunque a los dos les falta bastante técnica.

Luna : Bueno gracias. Si, este es nuestro objetivo, seguir mejorando cada día.

Luna y Matteo se miran sonriendo pero nerviosos.

—Aww. —Exclama Luna antes de reír junto a su prometido.

Matteo : ¿Encontraste tus apuntes?

Luna : No, no. Te dije que no. La verdad es que quiero encontrarlos para poder pasar el examen y poder ir a la pista.

Matteo : ¿Qué tiene que ver el examen con la pista?

Luna : Mira, reprobé el famoso examen de nivel y si no pasó el recuperatorio no me dejen ir a la pista.

Matteo : Ya me ofrecí para ser tu entrenador, te ayudé con tu estudio. No sé qué más puedo hacer.

Luna : Chico fresa, yo no te pedí tu ayuda en nada.

Luna recuerda lo que pasa en esta escena y mira el vaso de jugo delante de ella. Se separa un poco de Matteo para tomar el vaso con una sonrisa traviesa.

Matteo : Si hubieras aceptado ahora tendrías tiempo para todo.

Luna : Igual no creo que tu novia te hubiera dejado.

Matteo : Yo no necesito que mi novia me de permiso para hacer lo que quiero.

—Hey, ¿no era ahí que me aventaste el licuado? —Pregunta él volteándose hacia Luna. La ve sonreír con su vaso. —¿Porqué sonríes así?

Luna : (se ríe) No te creo.

Matteo : (se acerca) ¿No me crees?

—Por nada. —Le derrama un poco de jugo sobre su camisa.

—¡Hey! ¡No! !No! ¡No! —Grita el italiano mientras que la oji-verde se carcajea.

Luna : (nerviosa) Oye oye

Luna se pone a horcajadas sobre Matteo para abrazarlo mientras él sigue quejándose.

Luna derrama el licuado sobre él.

Luna : Perdón, perdón, perdón. No, no, no. Mira, perdóname no me di cuenta es que yo soy así, no sé lo que hago. Pero esto con agua y sal se quita. (le intenta secar las manchas)

—¿Lo hiciste a propósito para reproducir a la escena? —Pregunta Matteo sonriendo.

—Si. —Le acaricia la mejilla.

Matteo : (se ríe) Si.

Luna : ¿Con agua y sal o con agua y azúcar no sé pero... igual le tallas un poquito y ya se quitó.

—Pero era una camisa de seda. —Se queja como un niño chiquito.

—Cállate y bésame señor elegancia. —Dice antes de juntar sus labios con los suyos.

Matteo : Bueno para ser especialista en manchas estás insegura. Mejor sigo yo porque acá me manchaste mucho. (se limpia los brazos)

El italiano sonríe en medio del beso y acaricia su pelo. Luna se suelta varios segundos después para mirarlo a los ojos. Se sonríen y vuelven a mirar la pantalla abrazados.

Luna : Si. Perdóname enserio perdón. No me di cuenta. De verdad. (se ríen)

Matteo : ¿Segura? Bueno dale tranquila no hay problema. (lanza gotas de licuado sobre ella con la pajita) Uh perdón.

Los dos se ríen y sonríen totalmente embelesados por lo que ven.

Luna : ¿Qué te pasa? ¿Es una declaración de guerra o qué?

Matteo : (sigue echándole gotas de licuados con su pajita) Bueno, no es una declaración de guerra tranquila.

Luna iba a poner su boli en su licuado para ensuciar todo pero Matteo la detiene y Luna se carcajea.

Matteo : No, no, no. Para, para, para. (estaba por seguir)

Luna : Oye ya, firmamos una tregua. Límpiate antes de que me arrepienta y te aviente todo.

Matteo resiste y la vuelve a besar. Ella le sigue directamente su beso suspirando de amor.

—Cuanto te amo mi chica delivery. —Le sonríe mirándola a los ojos.

—Yo te amo muchísimo más mi chico fresa.

Matteo : Bueno (busca toallas para limpiarse y Luna ríe viéndolo)

Luna : (lo ayuda) Espérate, ven. Te quedó aquí.

Delfina y Jazmin los ven.

—Uh la fiesta acabó. —Lloriquea el italiano.

Matteo : Estás ensuciando más.

Luna : Te manchaste aquí.

Se quedan mirando a los ojos se alejan poniéndose nerviosos.

Delfina y Jazmin llegan.

Jazmin : Hola. ¿Interrumpimos algo?

Matteo : No nada, nada. ¿Estaban buscando algo?

Delfina : Si, buscamos a Ámbar. ¿No la viste?

Matteo : Debería estar en la pista.

Delfina : No, no está. Venimos de ahí.

Jazmin : Deberías saberlo, sos el novio.

—Las amigas son más tóxicas que la novia. —Bromea Luna.

Matteo : Bueno no soy su niñera así que si quieren saber donde está llámenla. Bye (toma su mochila y se va)

Luna : Yo no la he visto.

Delfina : Nadie te preguntó nada a vos.

—Uuh

Jazmin y Delfina se van.

Luna : Adiós.

***

En los lockers, Matteo llega viendo a Luna buscar algo en su locker.

Matteo : ¿Todavía sigues buscando tus apuntes?

Luna : Si, no les encuentro. No sé dónde los dejé.

Matteo : ¿De qué materia?

Luna : Química. (sigue buscando)

—Mi héroe. —Sonríe ella.

Matteo : Yo tengo la solución. Te presto los míos, son del año pasado. (saca un USB de su mochila y se la extiende a Luna) Era bueno en química, bueno en realidad en todo.

Luna : Si, y muy modesto.

Matteo : Tranquila, te van a servir.

Luna : (le sonríe) Bueno, gracias. (toma el USB)

Matteo : Cuidado. Tomar licuado mientras estudias provoca distracciones, caídas de agua y bye bye pendrive.

Luna : (se ríe) No te preocupes, la voy a cuidar. Imprimo todo y te regreso tu USB.

Matteo : ¿Necesitas algo más?

Luna : Si, que el día dure más de veinticuatro horas para poder estudiar todo pero creo que en eso no me puedes ayudar.

Matteo : Todavía no controlo el tiempo y el espacio. (se ríen) ¿Ya me debes varias no? Te rescaté en la pileta, ahora con el colegio.

Luna : Ay mira Matteo, si vas a estar así toma no te quiero deber nada. (le regresa el USB) Toma.

—No es fácil hacer negocios contigo eh. —Bromea Matteo.

Matteo : ¿Por qué? ¿Tienes miedo de deberme algo?

Luna : No, no tengo miedo. Solo que no quiero tener ninguna deuda contigo.

Matteo : Era un chiste. Toma.

Luna : ¿Seguro?

Matteo : Así es. No quiero que te vaya mal por mi culpa. Toma. (le da el USB)

—Soy el mejor novio ¿no?

—Aún no eras mi novio pero sí, eres adorable. —Le pellizca su mejilla y Matteo gruñe un poco haciendo reír a Luna.

Luna : Gracias.

Matteo : Igual mi propuesta de ser tu entrenador sigue en pie. Yo no perdería esa oportunidad.

Luna : Sabes que no no no. Ya con esto me ayudaste mucho. Bye (sale)

Matteo : Bye. (ve a su chamarra en el suelo y la toma con una sonrisa)

—Amo cuando encuentro las cosas que pierdes. —Sonríe Matteo antes de abrazarla.

***

En la cocina, Luna está estudiando cuando Ámbar entra. Luna esconde el nombre de Balsano Matteo para que no lo vea.

—Uy si, bien hecho.

Ámbar : Lunita. Me contaron que te fue mal en el examen. ¿Estás estudiando para el recuperatorio?

Luna : Si, así como lo ves.

Ámbar : Ah estás llena de apuntes. Siento mucho que te haya ido mal en el examen. Igual te entiendo, el Blake es un colegio muy exigente y vas a tener que estudiar muchísimo. No te quiero mentir. Pero igual no pierdas las esperanzas.

Luna : Ámbar, esto no se trata de esperanzas sino de estudiar y yo sé que lo voy a pasar.

Ámbar : Me encanta esa actitud que tienes siempre. La verdad es que me pondría muy triste dejar de verte en la pista. Sabes que si no aprobas, no vas a poder competir ¿no?

—Creo que no había nada más que le hubiera hecho más feliz que no verte más en la pista. —Comenta Matteo divertido.

—Si, era su objetivo número uno.

Mónica y Miguel entran en la cocina.

Mónica : Ah señorita Ámbar, ¿necesita algo?

Ámbar : Si, te iba a pedir un té. Pero creo que en ese momento Luna lo necesita más que yo.

Luna la mira.

Miguel : ¿Por qué hija? ¿Estás bien?

Mónica : No, no está bien. Tienes la cara triste. ¿Qué pasó? Cuéntanos. Cuéntanos.

Ámbar : ¿Quieres que le cuente yo?

—¿Le va a contar? —Pregunta.

—Sé que lo va a contar pero no recuerdo cuándo. —Contesta la mexicana.

Luna la mira con miedo a que Ambar le cuente todo a sus padres.

—Bueno, ahora voy a cambiar de camisa porque pega. Permiso. —Pide Matteo para que pueda levantarse.

—¿En serio vas a cambiar tu camisa por un poco de jugo? —Pregunta Luna siguiéndole hasta el cuarto.

—Claro que sí. Tengo que ponerla a lavar cuanto antes. Con agua y detergente y no agua y sol o azúcar. —Bromea él entrando en su habitación.

—Deja de burlarte de mí. —Dice con una voz de bebé mientras que Matteo abre el armario.

—¿Qué me pongo?

—Amor, estamos en casa. No necesitas ponerte de Diva. —Rueda los ojos.

—¿La azul o la gris? —Pregunta el italiano ignorando su comentario.

—Hmm gris, el gris es tu color. —Sonríe y él le guiña el ojo antes de ir al baño para cambiarse.









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Matteo la Diva 😎
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