Alguien toca a la puerta de la casa de Luna y Matteo. El italiano y la mexicana se miran intrigados ya que no esperaban visitas desde tan temprano. Paran de desayunar y ambos se dirigen hacia la entrada para abrir la puerta. Ellos dos tienen veintitrés y veinticuatro años ahora. Están a unos días de casarse.

Matteo abre la puerta, listo para saludar a la persona que se encuentra detrás pero no hay nadie. Mira a Luna confundido y ella le corresponde la mirada antes de moverse un poco y mirar afuera para encontrar a alguien. Da unos pasos adelante y se tropieza con algo.

— Cuidado amor. —Le dice Matteo agarrándola de la cintura. — ¿Qué hace este paquete aquí?

— No sé. Parece que alguien nos trajo esto. ¿Lo llevo adentro? —Se inclina ella para tomar el paquete.

—Ey no no no, ¿y si es una bomba? —pregunta Matteo preocupado. — Nadie deja un paquete así sin presentarse.

—¡Mira! Hay una carta —Exclama ella. — Podemos abrir una carta, ¿no?

— Si, bueno si. —Suspira viendo a su prometida tomar la carta y abrirla.

- Dice : Buenos días Luna y Matteo. Nos enteramos de que van a casarse y no saben lo felices que estamos. Por eso tenemos un regalo muy especial. Sabemos que estarán intrigados en saber quienes somos y les prometimos que los van a saber al final del regalo. Ábranlo. —Lee ella.

— ¡Uy que intriga! Llevemos el paquete adentro! —Dice Matteo impaciente cogiéndolo hacia la sala.

— ¿No dijiste que podría ser peligro?—Arquea una ceja divertida siguiéndole.

— Si pero soy muy curioso. —Ríe.

Matteo deja el paquete en la mesita de la sala y ambos se sientan en el sofá. Lo abren y descubren una película llamada Luna y Matteo.

— ¿Qué es eso? —Pregunta la media rubia.

— Hay una nota sobre el DVD, dice que tenemos que ver la película. —

—Uy cada vez tengo más intriga. Voy a hacer palomitas. —Dice Luna yendo a la cocina.

Matteo asiente antes de levantarse para encender la tele y poner el DVD en el lector. Siete minutos más tarde, Luna vuelve con palomitas y jugos. Deja todo en la mesita antes de sentarse junto a Matteo en el sofá.

—Bueno, ¿lista para saciar nuestra curiosidad? —Pregunta él pasando su brazo en su hombro para atraerla hacia él.

—Listísima mi amor. —

Luna recarga su cabeza sobre el hombro de su prometido y la película empieza.

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Luna aparece en una pista. Ella abre sus ojos y empieza a patinar como nunca lo ha hecho. Sonríe y da la impresión de que está por volar. Pero al final de su coreografía, su medallita de luna se suelta de su cuello y ella intenta agarrarlo pero no puede.

—¡Ey! ¡Esa soy yo! ¡Y es mi sueño antes de venir en Argentina! —Exclama la mexicana.

—Qué raro que tu sueño sea grabado así.—Añade Matteo mas confundido que nunca.

—Es exactamente lo que pasó es mi sueño, los saltos, los giros y mi medallita que se descuelga al final. Es un sueño pero transcurre como si era real. —

Luna se despierta de golpe en su cama y lo primero que hace es averiguar si su medallita está sobre ella. Suspira aliviada cuando se da cuenta que lo es. Su mamá entra en su cuarto.

Mónica : ¡Luna despiértate!

—Esa es tu mamá, ¿no? —Pregunta el italiano.

—Si.. ¿Qué hace en la película?

Luna : ¿Qué pasó mamá?

Mónica : ¡Qué es tardísimo! ¡No te diste cuenta!

Luna : Ya me habló la generala, ¿verdad?

Mónica : ¡Ya habló veinte veces a tu celular y ya te dije que no le digas la generala!

Luna se levanta rápido y va a su armario.

Luna : ¡Ay! ¡Perdón mamá! ¡Es que de verdad tuve un sueño increíble!

Mónica : Ay ahora un sueño es el pretexto. (Riendo)

Luna : Toma a ver (le da su suéter) No no no es que yo de verdad estaba patinando.

Mónica : Ah, patinando no me digas, si estás todo el día subida en los patines.

Luna : Si pero esto era diferente porque estaba en una pista enorme con luces de colores y de repente estaba dando unos giros y en eso se me caía mi medallita.

Mónica : Luna, los sueños son solamente eso, sueños. (Apunta hacia su medallita) Y aquí está tu medallita que te está cuidando.

Luna : Mamá, yo ya no sé si creer en medallitas protectoras.

Mónica : (sonríe acariciando su pelo) Ay mi niña.

Luna : Mamá se me hace tardísimo, me tengo que ir (se empieza a agitar) Vamos ya. Oye, ¿y mi papá dónde está, me podrá llevar?

Mónica : No no, no puede porque va a recibir a los nuevos dueños. ¡Apúrate, que te hace tarde! (sale de su cuarto)

Luna : Si si yo ya me voy (dice recogiendo sus cosas para arreglarse)

—Basta basta —interrumpe Luna. —Esto pasó de verdad. O sea, es como si hubieran grabado mi vida.

—¿Cómo es posible?

***

Matteo está patinando en una plaza de Cancún con unos amigos mientras que Ambar intenta llamarlo. Realiza figuras impresionantes y los demás lo aplauden.

—¡Este soy yo!

—¿Crees que somos nosotros y que alguien haya grabado toda nuestra vida? —Pregunta la castaña-rubia preocupada.

—Bueno... la verdad no sé pero parece que sí.

***

Luna llega patinando a su trabajo, el foodger wheels. Saluda y se tropieza con la pizarra del restaurante. Desde adentro Simón se ríe. Luna le hace señas para saber si la generala está y Simón le dice que puede venir entonces entra.

Matteo no puede evitar reírse viendo a Luna tropezarse con la pizarra del restaurante.

—¿De qué te ríes? —Pregunta ella cruzándose de los brazos.

—De lo torpe que eres —Dice riendo antes de darle un beso en la mejilla.

Luna : Simón no sabes lo que me pasó, me quedé dormida.

Simón : Bueno cámbiate rápido antes de te vea la generala. Si pregunta por ti le digo que fuiste a dejar un pedido.

Luna : Ay gracias gracias.

Simón : Pero que no te vaya a ver...

Soraya : Si usted hace eso va a ser usted el que se va. (se acerca a Luna) Otra vez tarde Valente.

Luna : Perdón, mire ahorita le explico qué me pasó.

Soraya : ¡No! ¡Nada de excusas! Las excusas no son parte de nuestros ingredientes. La puntualidad es parte de la perfección de Foodger Wheels. (mientras Soraya habla, Simón le hace caras a Luna lo que la hace reír.) ¿Le parece chisto? ¿Hay algo de llegar tarde que le cause gracia?

Luna : Perdón tengo una pregunta. ¿Y si me voy así sin uniforme a repartir? (Simón sigue con sus caras y Soraya la mira seria) Bueno yo nada más decía.

Soraya : Andale, ¡váyase a cambiar!

Luna : Si... (entra para cambiarse)

Soraya : (se voltea hacia Simón) ¿Y usted qué hace allí? Váyase a trabajar.

—Ahora entiendo porque Simón y tú la llaman la generala. Es peor que Juliana cuando llegó. —Comenta él.

***

Simon está trabajando y recogiendo las pedidas. Luna sale del vestuario cambiada en uniforme.

Luna : (se acerca a Simón) ¿Todo bien?

Simón : Si pero cuidado con la generala porque está más estricta que nunca.

Luna : Y yo más anulada que nunca. (Se dirige hacia el bar) Es que Simón, soñé que estaba en una pista patinando y bailando. Y de repente daba un salto y giraba y...

Simón : Luna (la interrumpe) Luna déjame decirte dos cosas. Una, siempre estás en patines, prácticamente caminas en ruedas.

Luna : Si pero no bailo.

Simón : Bueno y segundo creo que te faltó contarme cuando llegaba el elefante a tus sueños y bailaba contigo y tú bailabas en la trompa del elefante. (Se ríe y Luna lo mira raro).

Luna : Simón, elefantes no había, pero si había una canción.

Simón : ¿Cantada por elefantes?

—Simón está loco. —Ríe Matteo.

—No me digas. Creo que él es él que tiene sueños con elefantes.

Luna : ¡Simón!

Simón : (se ríe) Luna... Oye, ¿estás segura que era un sueño o era una película?

Luna : La verdad es que no me acuerdo bien pero lo de la canción me gustaba mucho. Era algo así como (se queda pensando un momento) (empieza a tararear Valiente cerrando sus ojos y cuando los abre se encuentra son Soraya mirándola)

—Reconozco la melodía de Valiente.

—Si. Allí empezó a nacer esta canción. —Le dice ella.

Simón la escucha atentamente y cuando ella para, él mira hacia donde sus ojos ven y ve a Soraya también.

Soraya : Tome Valente, (le entrega los pedidos a Simón quien los da a Luna) (empieza a cantar) si no te entrega los pedidas, se los descuento de su sueldo. (Simón y Luna se ríen) (Le da las direcciones a Luna) ¿Entendió? (Simón se ríe)

Luna : ¿Traiga el cronómetro? (Soraya le muestra el cronómetro en su mano) (Empieza a patinar hacia la salida seguida de Soraya y Simón.) Órale, que arranque el reloj. (Sale del restaurante con los pedidos)

Simón aplauda.

Soraya : No aplauda. No aplauda.

Luna patina en las calles de Cancún repartiendo los pedidos.

—¿Crees que vamos a ver nuestro encuentro? —Pregunta el italiano.

—Quizás.

***

Luna vuelve al restaurante donde todos sus compañeros la animan y la aplaudan.

Simón : ¡Venga! ¡Venga! ¡Venga! ¡Luna! ¡Luna! ¡Luna! ¡Luna! ¡Corre!

Luna : ¿Cómo me fue?

Soraya : Todo a tiempo. Muy bien Valente. (Se va y Luna festeja)

Luna y Simón se chocan de las manos.

Simón : Te dije que lo tuyo era la velocidad. (Luna se ríe) Yo te lo dije. (Festejan)

Soraya : ¡Ah ah! ¡No celebren, hasta que termine su día!

Se van todos a trabajar.

—Me da gracia ver esos momentos. —Ríe Luna abrazando a su prometido.

—Si pero no nos conocíamos en aquel momento —Hace un puchero que derrite Luna.

—Pronto mi amor. —Dice antes de darle un pico.

***

Matteo : Muy bien hoy. Chao chicos. Nos vemos. (se despide de sus amigos) Chao. (patina hacia su teléfono y ve todas las llamadas perdidas de Ambar) Uh...

—¡Te va a regañar bien fuerte jaja! —Se burla Luna.

—Uy no sabes por el sermón que tuve que pasar. —Se queja Matteo.

Toma su mochila y se va patinando. Mientras tanto Luna sale patinando del restaurante a repartir pedidos otra vez.

Matteo entra en una calle, deja su mochila a un lado y empieza una figura mientras Luna llega. Matteo hace un pirueta en medio de la calle y Luna lo chocó sin poder pararse.

—¡Espera! —Exclama Luna puso la película en pausa. —¿Ves? De la nada hiciste una pirueta sin ni siquiera mirar a tu alrededor y por eso chocamos.

—Tú estabas patinando sin ni siquiera mirar adelante. Estoy seguro que estabas pensando o soñando, porque si no me hubieras visto y te hubieras parado. —replica él mirándola con una sonrisa. —Dale seguimos. —Aprieta un botón del control remoto para seguir con la película.

Luna : ¡Cuidado!

Matteo : ¡Ey¡ ¡Ey! ¡Ey! ¡Ey! La próxima vez pide permiso, ¿okey?

Luna : Perdón dije cuidado. (se encoge los hombros)

Matteo : Sí claro (irónico)

Luna : Además, tú te me estás atravesando.

Matteo : ¿Yo? (se ríe) Tal vez buscabas chocarte conmigo. (empieza a coquetear y la rodea)

—Ay ya empieza, no lo puedo creer. —Bufa Luna poniendo sus manos en su cara.

Luna : ¿Qué dices? (se da la vuelta para mirarlo) La verdad es que no me interesa chocar contigo. (sonríe)

—Si claro no te interesaba, y ahora somos casi esposos. —Se burla él mirándola con una sonrisa victoriosa.

Matteo : ¿Segura? (se ríe y se acerca a Luna) A muchas chicas les interesaría.

Luna : (retroceda para mirarlo mejor) ¿Ah si? ¿Y por qué?

Matteo : Mírame (presume)

Luna : Estoy trabajando (se da la vuelta para seguir su camino)

Matteo : ¿Ah si? ¿Dónde?

Luna : Esto no te interesa (se voltea antes de irse sonriendo)

Matteo : Bueno me gustaría hacer un pedido. Por lo menos dime tu nombre. (Grita viéndola irse) (niega sonriendo)

—La verdad, tu manera de resistirte a mí es lo que más me intrigaba de ti. Tenía a todas las chicas a mis pies. Me preguntaba por qué tú no y bueno fuiste la única por la que fui yo quien caí rendido a tus pies. —Le dice romántico.

—Te amo tanto. —Lo mira con sus ojos verdes brillantes antes de besarlo.

***

Luna llega a la mansión de Cancún, en la pileta donde Ambar broncea tranquilamente para entregarle su pedido. Delfín y Jazmín ven todo por la tablet.

—Uh, eso me huele a alguien que acabará en la pileta. —Comenta él.

Luna : Aquí está el pedido. Foodger Wheels siempre llega a tiempo. Kit express, papas a la francesa, dos pais de manzana de postre y dos malteadas de chocolate. (Sacando todo para entregar mientras Ambar se levanta despreocupada)

Matteo llega del otro lado y Ambar lo ve.

Ambar : Mi amor llegaste.

Luna se voltea y ve el mismo chico con él que chocó.

Matteo : Hola. (sonríe y deja sus patines al suelo)

—Es increíble como la vida nos juntó de esa manera. —Dice Luna recordando sus primeros momentos.

—Fue nuestro destino desde siempre. Estábamos destinados a estar juntos.

Ambar y Luna se mueven al mismo tiempo y choquen. Las malteadas acaban sobre el chaleco de Ambar.

—Jajaja, había olvidado eso. Por eso te tiró a la pileta. —Se carcajea.

Luna : Perdón perdón perdón

Jazmin : (por la tablet) ¿Esto es chocolate o banana split?

Delfina : ¡Ay qué asco!

Matteo se ríe, Luna se disculpa.

Ambar : Eh (Matteo se ríe) Deja Deja

Luna : (se disculpa) No te limpio por favor déjame

Ambar : (enojada) No, ni me toqu.. (ve a Matteo reírse) ¿De qué te reís? ¿Te estás riendo de mí?

Matteo : No, no (intenta estar serio)

—No sabes disimular nada Matteito.

Luna : No, no mira, seguro se está riendo de la chica de los patines eh..

Ambar : (Enojada) ¡Ja, no puedo creer como me dejaste delivery con ruedas!

Luna : ¡Bueno es que te moviste!

Ambar : ¿Yo? ¿Ah la culpa es mía?

Matteo : Parece que esta chica es especialista chocando gente (riéndose)

Luna : Bueno, no es para tanto. ¡No es para que te pongas así super chulita!

—Grave error lo que hiciste. Te metiste con la persona equivocada. ¡Vas a acabar en la pileta Luna! —Grita él hacia la pantalla y su prometida lo mira divertida.

Ambar : ¿Qué? ¿Qué me dijiste? ¿Chuleta? ¿Qué es eso?

Matteo sigue riéndose.

Luna : No, no, no. Chulita, chulita es bonita aquí en Méjico. (Ambar suspira) en serio perdón.

Luna pasa a su lado y Ambar la tira a la pileta con sus patines puestos. Luna grita y empieza a ahogarse porque no puede salir a la superficie por el peso de sus patines. Matteo salta directo a la pileta para salvarla, pero en el transcurso la medallita se suelta y se queda en el fundo de la pileta. Ambos salen del agua.

—Soy un héroe. —Presume él.

—La verdad si. Gracias otra vez. —Lo abraza.

—Siempre voy a estar cuando me necesites, es lo mejor que sé hacer —Le susurra en su oído antes de darle un beso en su cabeza.

Matteo : Cuidado. (arregla su pelo) Anda arriba. (deja a Luna en la orilla antes de sentarse a su lado) ¿Estás bien? (Pone su mano en la espalda de Luna)

Luna : (tose) Si

Matteo : ¿Seguro que estás bien? ¿Cuál es tu nombre? (tomando su mano)

Luna : Soy Luna. (tose)

Se queden mirando los dos.

—Sabes, creo que allí es la primera vez que sentí algo por ti. —Confesa el castaño.

—Yo también sentí algo fuerte en ese momento. —Sonría ella.

Matteo : ¿Seguro que estás bien?

Luna : Si si

Miguel llega y ve la escena.

Ambar : Bueno ya está. Ya está. (Separa a Luna y Matteo para levantarlo a él) Ya está bien Matteo la chiquita. Ay mi amor que suerte que llegaste. Sos un héroe.

—¿Ves? Ámbar también dijo que era un héroe.

Miguel llega al lado de Luna.

Miguel : (preocupado) ¿Estás bien?

Luna : ¡Me empujaste! ¡Me empujaste!

Miguel : A ver mi amor, hija, ¿cómo te sientes?

Ambar : ¿Yo? Nada que ver. Menos mal que estás bien.

Miguel le ayuda a Luna a levantarse. Luna pone su mano en su cuello en búsqueda de su medallita.

Miguel : ¿Cómo estás? (Quitando el pelo de su cara)

Luna : ¡Papá! ¡Mi medallita! ¡Papá! ¡Mi medallita!

Miguel : No te preocupes mi amor, ahorita la buscamos pero quiero saber que estás bien. (toma su cara en sus manos y Luna sonríe)

Rey : (llegando) ¿Qué son esos gritos? ¡La señora Sharon descansa!

—Ese hombre. ¿Tienes novedades de él y Maggie? —Pregunta Matteo.

—La verdad no mucho pero sé que son felices juntos.

Luna : ¡Lo que pasa es que alguien me metió el pie y me tiró a la alberca!

Ambar : Insiste en acusarme, me ofende lo que está haciendo.

Luna : Y aparte mis patines quedaron arruinados.

Rey : A ver perdón perdón pero ¿quién es esa chica?

Miguel : Es mi hija Luna. Si este joven no se la había sacado se pudiera haber ahogado.

—Tu papá lo dijo, soy un héroe.

Rey : (mira serio a Ambar) Señorita Ambar, vamos para adentro inmediatamente hablar con su madrina.

Ambar : ¡Rey, ubícate! La chiquita se cayó al agua, está alterada y es entendible pero yo no tengo nada que ver.

—La chiquita. Como me llamaba esa rubia que ahora es mi prima favorita. —Se ríe Luna.

—La vida da muchas vueltas.

Miguel : A ver mi amor, vamos adentro para que te seques. (Se va con su hija adentro)

Ambar : ¿Qué? Ésa se mojó un poquito, miren yo como estoy.

Rey : No lo repito, ¡adentro!

Ambar toma la mano de Matteo y ambos van adentro con Rey.

***

Luna y Monica entran a la cocina. Luna con una toalla encima.

Mónica : Ay, ¿estás bien?

Luna : Me caí en el agua por su culpa.

Mónica : Bueno sí cálmate pero estás bien y esto es lo importante.

Luna : Si mamá pero es que mis patines así ya no sirven.

Mónica : Se van a secar. No importa, tranquila. Lo importante de verdad es que estás bien. (Le ayuda a secarse) A ver.

Miguel : (llega) Pues no, no encuentro la medallita.

Luna : No te preocupes papá, parece que esa medallita ya se quería ir, si hasta se despidió de mí en el sueño.

Mónica : No Luna, no digas eso. No esa medallita es importante porque es lo único que tenías cuando llegaste a nosotros.

Miguel : Es verdad.

Luna : ¿Y eso que significa mamá? ¿Que tenía otra vida o una mamá que me abandonó?

—Ay no, mi amorcito. —Dice Matteo abrazando a Luna.

—Matt, sabes que estoy bien ahora. —Ríe mirándolo.

—Si pero no me gusta verte triste y aunque fue hace ocho años, te consuelo ahora.

—¿Qué hice para mecerte? Eres tan dulce. —Le acaricia sus rulos antes de besar su mejilla.

Miguel : Mi amor, eso no lo sabemos.

Luna : No, no sabemos y mejor no saber nada. Porque mi pasado y mi historia son ustedes. (Les sonríe) Y bueno ya, ya, ya. Ya me regreso al trabajo y voy a explicar el uniforme empapado. Ya me imagino el rollo que me va a inventar cuando me vea. Ya. (Se va después de que sus padres le quiten sus patines y terminen de secarla)

Miguel : Con cuidado mi amor.

Mónica : Cuídate.

Luna se va sin antes chocar con Rey que está llegando.

—Especialista chocando gente... Nunca cambiarás mi amor.

***

Sharon sale de la mansión de Cancún para tomar su carro. Luna llega, se estaba por ir a su trabajo caminando cuando Sharon la interrumpe.

Sharon : ¿Disculpa? ¿Sos la hija de los Valente?

Luna : Si, Luna.

Sharon : Sos la que se cayó en la pileta, ¿no?

Luna : En la pileta no sé, pero si fui yo la que se cayó en la alberca gracias a la super chulita esa que me empujó.

Sharon : Supongo que la super chulita esa es mi ahijada.

—Amor, tienes que aprender a no hablar de más. —Se burla.

—Cállate Matteito, estoy viendo una película.

Luna : (queda sorprendida) ¿Su..? Le pido una disculpa por hablar de más. Mire, hoy no fue mi día. Mejor me voy.

Sharon : ¿Vas al centro?

Luna : Si.

Sharon : Te llevo en el auto.

Luna : ¿De verdad?

Sharon : Si, subi. Vamos.

Luna sonríe y entra en el carro.

***

Delfina y Jazmin llaman a Ambar para hacer su video con Matteo. Ambar contesta a la llamada mientras que Matteo está sobre du teléfono.

—Que mal novio que eres. Pobre Ámbar. —Lo regaña ella riendo.

—¿Pobre Ámbar? Pobre de mí tener que aguantar la super chuliza esa.

—Ay que malo, ahora ya no es así.

—Menos mal, te imaginas, pobre de Simon. —Nega Matteo.

Delfina : Hola amiga.

Ambar : Hola amigas, ¿cómo están? Acá estoy con Matteo, recién terminamos de almorzar.

Jazmin : ¿Y qué tal te cayó la comida? (guiñándole el ojo) (Delfina la fulmina con la mirada)

Ambar : ¿Qué vieron? ¿Vieron algo?

Delfina : No quisimos pero te olvidaste de apagar la llamada. Igual no vimos mucho no te preocupes.

Jazmin : No, una manchita solamente. ¿Salió?

Ambar : No. Y ni se les ocurra subir este video, ¿eh?

Delfina : No, olvídate, sabes que editamos todo después. ¿Seguimos? (Ambar asiente) Grabando. Y cómo les prometimos hoy estamos con Ambar la reina de la pista junto con Matteo y su mansión de verano. Cuéntennos como la están pasando.

Ambar : Hola amigos. Acá estamos con Matteo, muy enamorados en este lugar que es como un sueño, ¿no? (espera a que Matteo diga algo)

Matteo : (deja de teclear, levanta la mirada de su teléfono y mira la tablet sonriendo) Si claro, tengo mucho sueño. (vuelve a teclear)

—Pudiste haber puesto un poquito de tu parte, ¿no?

—Era verdad. Estaba cansado. —Se justifica el italiano.

Ambar : Bueno, como ven está bastante relajado. (Toca su brazo sonriendo mientras Matteo rueda los ojos)

***

Sharon y Luna están el carro dirigiéndoselo al trabajo de Luna.
Sharon mira a Luna intrigada pero sonriéndole y Luna le devuelve la sonrisa riéndose.

Sharon : (la mira) Qué raro.

Luna : (se voltea a mirarla) ¿Qué es lo raro?

Sharon : Tu cara me resulta conocida. ¿Segura que no nos hemos visto antes?

Luna : Pues no creo. (La mira más atenta) Pero si eh, ahora que lo dice, su cara me resulta como familiar eh.

—Claro que sí. Son tía y sobrina. —Exclama Matteo.

—Es raro verla de esa manera después de todo lo que pasó. Ahora Sharon es otra persona desde que la perdonamos. Y es mejor persona.

Sharon : Ya sé, ¿nunca estuviste en Buenos Aires?

Luna : (se ríe) ¿En Buenos Aires yo? Me encantaría porque nunca he salido de Cancún, pero mis papas dicen que para poder viajar hay que estudiar mucho.

Sharon : ¿Y vos no estudías?

Luna : Si pero no lo que mis papas quisieran. Si fuera por ellos me mandarían a la escuela más exigente del mundo.

Sharon : Como todo padre. (sonríe)

Luna : Mire, ya estamos a pocas calles (señala)

Sharon : Ah, okey. (la mira) ¿Te puedo pedir un favor? (Luna asiente) Que disculpes a mi ahijada, a veces no sabe controlarse

Luna : No se preocupe, le prometo que en cuanto me ponga mis patines otra vez, ya se me pasa.

Sharon : ¿Cómo dijiste que te llamabas?

Luna : Luna.

Sharon : Qué nombre extraño Luna.

—Es el nombre más hermoso del mundo. —Dice Matteo sonriendo a lo que Luna se ruborizó un poco.

Luna : (la mira raro y ríe) Aquí por favor.

Sharon : Muy bien. (se detiene y Luna sale del carro) Te olvidas de algo (le da su bolso de pedidos)

Luna : Gracias.

Sharon : Adiós.

Luna : Hasta luego.

Luna se va hacia su trabajo y Sharon sigue manejando hacia la mansión.

***

Luna llega corriendo al Foodger Wheels mientras la encargada la está esperando mirando su reloj.

Luna : Ay perdón perdón, no sabe lo que me pasó.

Soraya : No, no sé ni me importa. ¡Tenía que estar aquí hace tres horas!

Luna : Si, si lo sé pero es que tuve un accidente en la alberca.

Soraya : Ay sígale echando leña al fuego Valente. Hace que visita la alberca en horarios de trabajo.

Luna : No, no es que una clienta me empujó con todo y los patines.

Simón está al teléfono pero al oír eso lo deja para escuchar la conversación.

Soraya : Mire, las excusas déjenlas para su novio ¿si?, no para mí.

Simón : (interrumpe) Luna no tiene novio.

—Ah verdad, en aquel momento el guitarrista tenía onda contigo. Se nota los celos a mil. —Se burla de su amigo.

Soraya : (mira a Simón) Usted cállese y sigue trabajando. (Mira a Luna) Y usted, se queda más tiempo para recuperar las horas que perdió quien sabe donde.

Luna : No, no, no puedo. Mis patines quedaron arruinados.

Soraya : (bufa) Bueno, entonces quédese aquí tomando órdenes. (Se va)

Luna suspira.

Simón : (se acerca) Luna, ¿neta tuviste un accidente?

Luna : Si. Ves que fui a dejar un pedido en la casa ¿no? Pues la ahijada o no sé qué de la nueva dueña me empujó, ¡y casi me ahogo! ¡Ay fue horrible! Sentía como me hundía no, no, no, no. Ay no no no no.

Simón : Pero, ¿estás bien? (preocupado)

Luna : Si, si, si. Si no hubiera sido por el novio de esta chica, yo creo que me hubiera pasado algo. (sonríe mientras Simón la mira raro) Él me salvó.

—¡Celos! —Grita.

—Ya Matteo. —Ríe divertida por los comentarios de su prometido.

Simón : Bueno, te voy a ayudar a pasar el mal trago que tuviste. (tomando su guitarra)

Luna : ¡Y vaya que fue un mal trago eh! El agua de la alberca no está tan buena. (Se ríe junto a Simón) Gracias Simón, eres mi mejor amigo, te quiero.

—Lo mandaste directamente a la friendzone, pobre Simón.

Simón : Yo también.

***

En el Fodder Wheels, Luna recarga las sillas en las mesas y Simón está tocando y silbando Valiente. Luna lo escucha y voltea a mirarlo. Simón sigue tocando sonriéndole y Luna lo mira impresionada.

Luna : Simón, esta es la canción de mi sueño.

Simón : (se rasca la nuca) Es que me ayudas a inspirarme. (se ríen) ¿Te gusta? Solo tengo que ponerle la letra y ya está.

Luna : ¡Si!

Simón : Oye, ¿qué onda? Vámonos ya.

Luna : No, todavía me falta mucho.

Simón : ¿Mucho?

Luna : Si..

Simón : Luna...

Luna : ¡Ya sé! ¿Y si me ayudas?

Simón : (se ríe) No, no te voy... no

Luna : ¡Andale! ¡Andale! ¡Andale! ¡Andale! ¡Por favor!

Simón : No te voy a ayudar porque siempre te ayude me haces quedar más tiempo, y...

Luna : Simón, por favor. Andale. ¿Si? (Sonríe)

Simón : (no resiste) Siempre te tengo que ayu... (cede) Está vez y ya, ni una más. (Luna le choca la mano)

Luna : ¡Córrale!

—¡Es difícil resistir a tu sonrisa cuando pidas algo y te aprovechas de eso! —La acusa él.

—No es verdad. Solo sé cuales son sus debilidades para convencerlos.

***

Luna sale de la mansión y Matteo se acerca del otro lado.

Matteo : Me puedo acercar sin peligro o hay algún pedido que puede terminar en mi ropa Chica Delivery.

Luna : (se ríe con ironía) Siempre haces tan buenos chistes chico fresa.

—Allí nació nuestros apodos amor. —Dice Luna con una sonrisa.

—Si, es un momento inolvidable.

Matteo : ¿Fresa? ¿Por qué me llamas así si es el nombre de una fruta?

Luna : Porque te querés mucho.

Matteo : Ey ey ey ey. Yo no soy para nada presumido, solo soy el mejor en todo lo que hago. Pero, ¿sabes qué? Esta frutilla o fresa tiene algo que te va a cambiar el humor.

Luna : ¡Ya te vas regresar para Buenos Aires!

Matteo : (niega divertido) Me parece que encontré algo tuyo (saca su medallita)

Luna : ¿Mío? (Ve su medallita) Mi medallita, pensé que ya la había perdido para siempre.

—Gracias otra vez por encontrarla amor. Eres el mejor. —Lo halaga ella.

—No sabía cuanto esa medallita era importante para ti en aquel momento pero ahora que lo sé, me siento aún más orgulloso de haberla encontrado.

Matteo : (la rodea con la intención de colgar su medallita) No.

Luna : (lo para y toma la medallita en su mano) No, gracias. (Baja la mirada antes de mirarlo)

Matteo : Ahora ya son dos.

Luna : ¿Dos qué?

Matteo : Los favores que me debes Chica Delivery. Ah, por cierto, soy Matteo Fresa Balsano. (se acerca para besar su mejilla pero ella lo rechaza) Uh bueno, bueno. ¿Tienes algún plan para la tarde?

Luna : Eres Matteo El Fresa Balsano. (Se ríe) Yo hoy tengo que trabajar y tú estar con tu novia, así que no deberías andar haciendo propuestas. (Mira detrás de él) Mira, ahí viene tu novia. (Se va)

—Teniendo novia y planeando salidas con otras chicas. Que mal. Espero que no hagas eso a mis espaldas —Lo señala divertida sabiendo perfectamente que él era incapaz de hacer eso ahora.

Matteo sólo besa su dedo riéndose.

Matteo se voltea y ve a Ambar llegar.

Ambar : Buen día mi amor.

Matteo : Hola amor.

—¡Ugh! —Se queja Luna.

—¿Quién es la celosa ahora? —Se burla él.

Ambar : ¿Me estabas esperando?

Matteo : Si, claro.

Ambar : ¿También vuelves para Buenos Aires?

Matteo : Obvio. No te iba a dejar sola. (la toma de la mano) ¿Vamos?

Se van los dos.

***

Luna y Simón caminan en el muelle hasta sentarse en la orilla.

Luna : No Simón, es que por nada del mundo me voy de aquí. Simón, todo esto me parece una locura.

Simón : Si, si es una locura. Pero también es una oportunidad.

Luna : ¿Oportunidad? Simón, estás hablando igual que mis papas.

Simón : Luna, tus papas quieren lo mejor para ti.

Luna : (suspire) Bueno si, eso ya lo sé. Simón, ¿que tú también quieres que me vaya?

Simón : (asiente de mentira y se ríe) Luna, lo único que yo quiero es patinar contigo. Cómo crees que voy a querer que te vayas, ¿eh? (Luna le da un golpe en el brazo) Oye, Luna la verdad esa escuela suena padrísima. Piensa que tus papas están dejando su país, Cancún y todo para darte una educación mejor. ¿Saben los orgullosos que deben de sentirse?

Luna : Bueno si Simón, tienes razón. (triste)

Simón : ¿Y por qué te pones así si ya les dijiste que no?

Luna : Si pero es que me da tristeza quitarles la ilusión de darme una mejor educación.

—Cambiarse de país, como sé tanto de este sentimiento. —Comenta Matteo a lo que su prometida lo abrazó.

***

La familia Valente se despide de sus amigos. Luna y Simón se despiden.

Simón : Bueno, pues. No dejes de patinar.

Luna : Te prometo que voy a dormir con los patines puestos.

Simón : Oye, y no se te olvide escribirme, ¿okey?

Luna : Todos los días. Oye, quiero escuchar como queda la canción

Simón : La voy a cantar diario para acuérdame de ti. Esa canción se va a llamar Valiente. No solo por tu apellido, es porque luchas por lo que sientes y por que Luna, todo lo que quieras lo podrás alcanzar.

Luna : Nadie le había puesto mi nombre a una canción.

Simón : Nuestra canción.

—¡No me digas que se van a besar por favor! —Se queja Matteo.

—¡Tonto! Si mi primer beso fue contigo y tú no puedes decir lo mismo. Y deja de hablar que es un momento triste. —Dice ella con lágrimas en los ojos.

Luna : Nuestra canción. (pone su mano sobre la suya) Como te voy a extrañar Simón.

Simón : (se queda mirando sus manos nervioso y la suelta) Bueno, quiero que cada vez que patines pienses que estamos juntos y que disfrutes Luna y que sonrías, ¿okey?

Luna : Te lo prometo (se dan la mano y se sonríen) Te quiero Simón.

Simón : No te olvides de mí.

Luna niega.

Mónica : Luna, ¡vamos! ¡Tenemos que irnos!

Luna : Ya, un minuto mamá. (Se voltea a mirarlo otra vez)

Se quedan mirando y Simón la abraza fuerte durante un momento antes de soltarse. Luna se va.

—Debo admitir que fue un momento muy fuerte. Que linda amistad que tienes con el guitarrista. —Sonríe Matteo, ya no más celoso del mejor amigo de su prometida.

***

Hora de irse de la mansión de Cancún para el aeropuerto.
El auto de Sharon, Ambar y Rey sale seguido con el de los Valente.

Luna : Paren, por favor, paren. (saliendo su cabeza por la ventana)

El auto se para y Simón llega corriendo detrás. Luna y Simón se quedan mirando. Simón la saluda y la anima. Luna lo mira triste bajando la mirada. Simón le hace señas para sonreír pero Luna solo regresa adentro del auto. El auto arranca otra vez y Simón se queda mirando el auto irse.

—Como se nota que estaba re enamorado de ti.

—Me alegra que Simón haya encontrado el amor con Ámbar. —Sonríe Luna.

***

Todos llegan en Argentina y entran en la mansión Benson.

Amanda : (les recibe) Bienvenidas señora Sharon, señorita Ambar. (Toman sus valijas)

Ambar : Estoy agotada. Muchas horas de vuelo.

Sharon : Yo también. El jetlag me da jaqueca. Ocúpense de todo. (sube las escaleras)

Rey : Muy bien, ella es Mónica, la nueva chef. Él es Miguel su marido y el nuevo administrador del personal. Ella es Amanda mucama y asistente de cocina.

Mónica : Encantada, hola.

Miguel : Mucho gusto.

Amanda : Un placer conocerlos. Preparé todo como lo indicaron. Los estaba esperando.

Rey : Muy bien.

Mientras tanto, Luna mira su entorno con sus manos en sus brazos teniendo escalofríos.

Mónica : (llega y la abraza) Qué linda casa, no? (Luna asiente insegura) ¿Qué te pasa hija? (La apretada más)

—¿Sentiste que ya conocías ese lugar verdad? —Intenta deducir Matteo viendo a su novia con 16 años en la pantalla.

—Si fue una sensación de deja vu.

Ambar : (se entromete) Se impresionó. No está acostumbrada a ver tanto lujo. (Entra en su sala para sentarse en el sofa)

Rey : No es para menos. Es la mansión más bella de la ciudad, la mansión Benson. Construida por Bernie Benson, cuñado de la señora. Ustedes por supuesto, van a vivir en la área de servicio. Amanda, ocúpese de ubicarlos. (se retira)

Amanda : Si, como no. Pasen por aquí, les muestro.

Mónica y Miguel siguen a Amanda mientras Luna se queda en la sala.

Ambar : (la mira) ¿No vas a conocer tu nuevo cuarto?

Luna : (suspira) No me interesa.

Ambar : Para ser el cuarto de servicio, no está nada mal.

Luna : Mira, yo tampoco quiero estar aquí sabes. Y en cuanto pueda me regreso a mi país.

Ambar : Tratemos de llevarnos lo mejor posible, durante el tiempito que estés acá. Sé que no empezamos de la mejor manera pero podemos arreglar las cosas. De hecho, vas a vivir en mi casa e ir a mi colegio. ¿Nos olvidamos del milkshake y de la pileta? (Le tiende la mano)

Luna : ¿Milkshake? ¿Pileta? Ah, ¡alberca! Eso ya me lo aprendí. (se ríe)

Ambar le tiende de nuevo la mano y Luna la toma de forma divertida a lo que Ambar sonríe falsamente antes de irse. Luna rueda los ojos quedándose a mirar la sala de la mansión.

—Tanta hipocresía había entre ustedes dos.

***

Luna recorre la ciudad de Buenos Aires y encuentra el Jam&a Roller. Adentro, se toca con la misma pista de su sueño y queda impresionada por que está viendo. Recuerda su sueño y ella bailando en la pista con su medallita.

El capítulo llega a su fin y el segundo está a minutos de lanzarse. Matteo pone todo en pausa.

—Bueno bueno, aunque es muy divertido ver todos esos recuerdos. ¿Cómo es posible que nuestra vida ha estado grabada de esa manera? —Pregunta Matteo.

—La verdad, no tengo idea. Es muy raro todo pero seguro que hay una razón. Quizás sabremos más mirando lo demás. Y mientras tanto, podemos disfrutar ver nuestros momentos.

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